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Tarde por Tomoe SA

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Notas del fanfic:

¡Buneas! Pues aquí me reporto con este song-fic de una de mis parejas favoritas de Bleach. 

Y si se dan cuenta soy nueva en la red, pero en cuanto a fics estoy muy familiarizada, yo sólo quise dejar mi anonimato y darles este trágico fic.

 

Propiedad de Tite Kubo, los créditos de los personajes y anime a él. 

El fic es completamente mío. 

Sin más disfruten del fic. 

 

Atte: Tomoe

Notas del capitulo:

Bueno no hay mucho que decir... Sólo quiero sorprenderlos con este fic sorpresa. 

Reitero es mi primer fic públicado y aquí veremos excesos de sentimentalisto, por parte de dos personajes muy queridos de esta serie, a menos que yo sea la única que los quiera en exceso. 

 

Bueno, disfruten la lectura y los dejo 

 

Atte: Tomoe

No sabía describir aquellos sentimientos que ahora nacían en la boca de su estómago, transformándolo en un tedioso problema, que lo llevaba a sentir esa sensación de nauseas... Nunca imaginó aquello, ni mucho menos ya teniendo a alguien a quien decía amar, su mente tal vez le había jugado mal, pero se reusaba a la idea de volver a sus actos sodomitas.

Tenía una bella mujer la cual amaba, eso decía su mente sin embargo su subconsciente aún no suprimía esos sueño que lo enloquecían a tal grado de que sus pantalones le ajustasen.

 

Ahora sólo veía con estupefacción esa angelical sonrisa dirigida a otro hombre que no era él, hasta que su mujer lo arrastró, al parecer justo su peor anhelo se volvió un reconocido diseñador de modas. 

Fue justo ahí cuándo dejó de oír sus palpitaciones en los oídos, fue cuándo esas orbes cafés se conectaron con las orbes caoba que él poseía... Por su expresión quiso admitir que estaba en la misma situación.

 

Justamente ahora irrumpes en mi vida, con tu cuerpo exacto y ojos de asesino, tarde cómo siempre... Nos llega la fortuna.

 

Al parecer, el rubio coqueto de su lado era su esposo, la mujer del más alto de los cuatro era su tierna esposa...  Los dos volvieron a verse con una sorpresa discreta, lenguaje que de jóvenes entendían sólo ambos.

Cuándo el de delicado porte invitó con supuesta alegría a comer a los cuatro, no se opusieron todos estaban sorprendidos de que ambas figuras controversiales se conocieran... Pero ambos estaban más que infelices, o eso era hasta volver a chocar miradas por la escritora Nanao Ise que era clienta especial del diseñador de modas Jushiro Ukitake, que actualmente está casado con un inversionista mundial Kisuke Urahara.

 

Todo esto era confuso para él y tan osado, ni podía con eso... Era irreal, él; Kyoraku Shunsui un prestigioso diseñador cómo el que ahora relataba tristemente su vida amorosa con el de rubios cabellos, deseaba preguntarle tantas cosas... Creer que era tan infeliz cómo él, que aún había un espacio sólo para él... Pero era tan egoísta pensar en aquello.

 

"Si tan sólo no me hubiese desesperado. Te hubiese tenido conmigo... Feliz"

 

Tú ibas con él, yo iba con ella... Jugando a ser felices, por desesperados... Por no aguardar los sueños... Por miedo a quedar solos.

 

Y ahí estaban hablando de sus experiencias, fingiendo ser tan felices cuando ambos buscaban aunque sea rozarse los dedos. ¿Acaso recién eran conscientes de lo mucho que se amaban? Pues... Tarde, esa palabra no sería impedimento si no tuviesen una vida formada con otras personas.

Ahora el esposo de su amigo lo invitó a contar cómo es que la mujer a su lado estaba con él... Cierto, se había olvidado de ella que se hallaba a su lado tomando un poco de té.

Un parsimonioso relato lúgubre salió de sus labios, todo era pintado con colores tan vivos y su pintura era gris... Eso lo notaba el mayor ahí.

 

Se maldecía y él no era de hacerlo, ¿Creer que ya había superado a un viejo amante furtivo? Para nada, sabía que su aroma quedaría impregnado en su piel y mente, pero ahora que lo recordaba nunca esos dedos lo recorrieron los de su actual cónyuge. Eran sus sueños tan vívidos que dejaron ese pequeño pensamiento en su ser.

 

Pero llegamos tarde, te vi me viste. Nos reconocimos en seguida, pero tarde, maldita sea la hora... Que encontré lo que soñé... Tarde...

 

Después terminar su "amena" plática... Dos almas quebrantadas se separaron con dificultad, debido a que después de tanto rezo, tanta fantasía... Se hallaban, sus cuerpos y mentes se necesitaban, se llamaban cómo los imanes, no obstante la separación de sus fuerzas eran brutalmente separadas para una noche más de su calvario que disfrazarían de felicidad ante esa persona a la cual juraron amor eterno.

Uno por una parte estaba fingiendo tener uno de sus mejores orgasmos, volviendo a pensar que era aquel moreno quien lo poseía... ¿Se sentiría asqueado de él? ¿Sufriría igual que él? Estaba desesperado, tantas noches de desvelo... De placer imponente... De morir en vida con un vano recuerdo que dejó ese hombre.

 

Su sufrimiento por parte del otro individuo era similar, pero su orgullo reinaba en su ser y la hipocresía era tal que sin pudor... Pero con dolor tuvo que aceptar besar a su mujer, negando el hecho de que aquella faena entre ambos belfos era la que una vez esperó darle a su crudo pasado.

¿Acaso este se había esmerado por buscarlo después de todo? ¿Acaso fue su rechazo quien lo llevó a todo esto? En efecto, su vida a raíz de una furtiva separación lo llenó de desespero... Búsquedas por ciudades, sin embargo se cansó... Fue débil, desistió en su inútil intento de recuperar una supuesta amistad que ahora era más que un sentimiento punzante y doloroso, que lo llevo a una hipótesis de creer que el aún estaba ahí, inventar un aroma definido para la fragancia peculiar pero adictiva del otro… Sin embargo, sólo era su esposa cuando abría sus ojos; sabiendo que tal vez nunca más lo volvería a ver.

 

Fueron en el pasado sus pensamientos erróneos que los llevaron a este situación tortuosa... ¿¡Quién confundía y tergiversaba tanto el concepto de un amor? Sus parejas no eran culpables de sus actos... De que el destino les daría una lección y que ellos pagarían una vida sin tenerse estando tan cerca... Muriendo con ese deseo frustrado.

 

Tanto soñarte y extrañarte sin tenerte, tanto inventarte; tanto buscarte por las calles como loco... Sin encontrarte, y ahí va uno de tonto, por desesperado... ¡Confundiendo amor con compañía!

 

Ahí iban otra vez, sus salidas entre parejas eran más habituales… Las dagas que habían en ambos corazones eran infinitos, ya apenas sonreían o seguían la plática pero eso no era impedimento para esas miradas de deseo ingente que seguiría creciendo conforme más cerca se hallasen.
El de cabellos largos y chocolate, se fue al baño con una súbita escusa… Ya no lo soportaba, se había olvidado de quien antes era, un hombre con chispa, galante, carismático, ahora sólo se derrumbaba con el simple hecho de no tener a una mujer que no satisfacía sus más burdos deseos… Era plenamente infeliz, su miedo de no tener a nadie con quien hablar, con quien poder darse mimos, lo llevaron a una descarrilada visión de lo que quiso, desesperándose y fingiendo amor hacía la chica que podía darle todo lo que pedía… Sin embargo, se dio cuenta de varias cosas, la aceptaba pero no aceptaba tan gustoso sus afectos de amor, sólo era un “Yo igual Nanao-chan” y ahí quedaba tan hueco y vacío como ahora se sentía.

En cambio, para Jushiro… Era todo distinto, nunca llegó a querer a ese hombre cómo tanto alegaba, era más bien su distracción, su pasaje al olvido de Kyoraku, se sentía tan despreciable por ello; pero desde ese bendito instante todo su inimaginable esfuerzo se fue, sus piernas temblaban con fuerza, su corazón dejó de ser el mismo, su lúgubre vida sin alguien también lo comía con ansias por eso… Intentó deshacerse de la marca imaginaría que ese moreno le dejó. Aun recibiendo los besos en la mejilla por parte del blondo, deseaba que pronto apareciese… Sus deseos de escapar era inminente pero se lo impedían ellos… Ellos no eran responsables para nada de sus actos mal elaborados, de pagar dolor a cambio de un vano acto infantil, ya la condena había caído desde que se separaron, sintiendo una rabia tan potente que su llanto quería salir.

 

Y ese miedo idiota de verte viejo y sin pareja, te hace escoger con la cabeza… Lo que es del corazón… Y no tengo nada contra ellos, la rabia es contra el tiempo por ponerte junto a mí… Tarde.

 

Otro día… Otra tortura visual infernal, que mal que ahora tienen que vivir con ese deseo que lo embargaba como animales en celo, que sólo querían bailar ya que era el baile por el cumpleaños de uno de los hombres más famosos de aquel mundano mundo. Meneaban sus dedos, sus cuerpos al son de las tonadas suaves, ese día lograron sentirse a gusto con sus parejas, cosa que los sorprendió y amargó… ¿No eran desgraciados con esos tipos? Estaban celosos… Hartos de esta maldita situación que los limitaba… Cansados de pensar que sus esposos respectivos conspiraran en contra de sus carnales deseos.

Después de ello, no hablaron durante una semana y media se fastidiaron, se saturaron de tanta presión en su alma de sentirse dentro de una fantasía tan efímera o quizás una mala noche los abarcaba, pero era la vida real, ni una fantasía con toques de terror… Eran ellos que se deseaban tan lejos y tan cerca, amarse y odiarse, golpearse y besarse. Sentimientos contradictoriamente acertados.

 

-        Jushiro…

 

-        Kyoraku…

 

Sus pesares eran los mismos, susurraban sus nombres cada que sus cónyuges dormitaban o estaban fuera.

 

Ganas de huir, de no verte ni la sombra… De pensar que esto fue un sueño o una pesadilla… Que nunca apareciste… Que nunca has existido.

 

Las ganas eran tantas que su límite llego… Una noche fuera, ellos y el pecado, que era observador de este par de moribundos de amor. Al principio un temor los recorrió, ¿Quién daría el primer paso a este vano acto del engaño? Pues después de una ilusionada charla… Las orbes de ambos se conectaron como era costumbre y como si dos niños asqueados por su primer beso, consumaron su traición, con un venenoso beso.

Ósculo que desencadeno más consecuencias… No fue hasta que los dos con la mayoría de ropas fuera de su lugar se detuvieron, no podían… Tampoco debían, pero lo hicieron y ahora sellando la noche con un furtivo abrazo cada quien fue a su casa. Era imposible lo suyo, ya que ninguno daría su brazo a torcer… No deseaban dañar a sus parejas, mucho menos engañarlas que era doble traición sobre sus tradicionales leyes.

Sus sueños de niños fueron cruelmente machacados por sus propias decisiones, ahora nunca tendrían una vida realizada y lo único que tendrían sería melancolía por alguien que siempre estaba a precisamente medio metro de su ser. Tan triste y decepcionante.

 

Ganas de besarte, de coincidir contigo, de acercarme un poco y amarrarte en un abrazo, de mirarte a los ojos… Y decirte bienvenido.

 

Aquella otra noche sucedió lo mismo, ninguna palabra tan solo eran gestos corporales que no llegaban a mayores, sin embargo un afligido Jushiro lo alejó, quería oír un “Te amo” de la boca de ese moreno.

-        Kyoraku, tu…

 

Su titubeo fue interrumpido, fue atravesado por la acción consecuente de su fugaz amante, cosa que le encantó y rompió en mil pedazos… El amor era muy tedioso a veces tan lacerante que deseas quitarte tu vida.

-        No es necesario pedirlo… Pero un “Te amo” no repara mis actos… ¡Oh mi vida! Te perdí para siempre… Pero ten claro que mi amor hacia ti por más inseguro que sea es fiel a todo tu ser.

Aquellas lágrimas eran de rabia y felicidad… Era culpa de ambos, su amor sería enterrado ahí con ese beso cargado de impotencia y ternura que los llevo a una noche un poco triste, quedándose dormidos ahí… Olvidando que tenían una pareja a la cual ver, en ese momento debían aprovechar sus vidas terrenales, ahora sólo eran ellos dos, el mundo y el pecado… Fue su primera y última noche de felicidad.

 

Pero llegamos tarde, te vi y me viste. Nos reconocimos en seguida, pero tarde… Quizás en otras vidas… Quizás en otras muertes.

 

Al parecer aquella noche no les vasto, pero hicieron aquella promesa al igual que no más salidas para verse, para toquetearse y besarse cómo unos adolescentes. Pero la idea de fugarse aún los carcomía… Una noche no era suficiente… Ser feliz por unas horas eran imposible, ese día empezaría una nueva vida, sus ganas evidentes de tocarse con más descaro era obvio, en su última salida junto a sus esposos, tuvieron que contener sus ganas de sonreírse cómplices, de tomarse de las manos con fuerza, de comerse a besos… De volver a su mundo donde eran los que no “engañaban” a sus parejas.

Sin embargo, era imposible, siempre terminarían vistos mal, uno por reaccionar a los impulsos sodomitas, por ser unos promiscuos… Ser felices pero dejando heridas a dos almas completamente inocentes de sus actos, cosa que les quitaba esas mundanas alma… Gracias  a ello, su promesa más importante fue olvidarse de sus vidas, fingir que habían muerto, olvidar ese amor prohibido para la sociedad, para sus leyes… Para el destino en sí y eso fue lo que los llevó a decidir aquello, para tratar de ser felices sin dañar a alguien ajeno a su infelicidad.

 

Que ganas de rozarte… Que ganas de tocarte, de acercarme a ti y golpearte con un beso, de fugarnos para siempre… Sin daños a terceros.

 

Y fue así cómo cada quien se mentalizó y con una dolorosa despedida, se susurraron al mismo tiempo, con pesar.

 

-        Llegamos tarde… Hasta siempre.

 

~ Fin ~

Notas finales:

Gracias por su lectura, espero sus Rewies. 

En cuanto a otros proyectos, claro que los abrá a penas y voy picando la punta del iceberg. 

Ójala les halla gustado mi sentimental fic. ¿Lloraron? Pues yo sí ;u; 

Me metí tanto en mi escrito que el sentimento ganó y salieron las lagrimitas e.e 

Gracias otra vez y yo me despido ^^ Nos vemos en otro fic que haga 

 

Atte: Tomoe


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