Un joven rubio se encuentra en su vieja camioneta observando la desolada carretera que se extiende por kilómetros y kilómetros. Éste es tal vez su último viaje de libertad, es extraño que en un nuevo siglo con tantos avances tecnológicos y los humanos en la cúspide de su raciocinio los matrimonios arreglados sigan siendo parte de la sociedad. Pero, para las grandes corporaciones -como la de su padre- la vida funciona de ésa manera. El pago de nacer en una familia pudiente es demasiado alta en algunas ocasiones.
Aún recuerda la horrible discusión con su padre, nunca creyó tener que chantajear a su propio padre para conseguir una prorroga antes de la tan esperada boda, esperada por los accionistas de ambas empresas y el resto de las familias, más no por el rubio. Tanto es su desagrado por la dichosa unión, que uso el secreto más oscuro, y, tal vez el recuerdo del verdadero amor de su padre, Laufey.
Según palabras de su madre, Laufey era el mejor amigo de Odín, se conocieron cuando eran unos críos hijos de inmigrantes en algún barrio de clase media. Trabajaron juntos para formar su empresa, comenzando con una pequeña oficina administrada por ambos hasta desarrollar Yggdrasil. Juntos fueron imparables, eran el dúo de hielo y fuego. Pero, luego de que Odín desposara a Frigga, la empresa Yggdrasil fue desecha. Y así, aquel par de hombres que alguna vez fueron los mejores amigos terminaron siendo fieros enemigos. Asgard vs Jötunheim. Durante los siguientes años el nombre de Laufey no fue mencionado en el hogar de Odín Borson.
Pero el destino es caprichoso, es lo que pienso. Ya que el joven encontró un viejo cuaderno hace algunos años luego de mudarse a un pequeño departamento. Una de las cajas que sacó del ático no era de su propiedad, pudo notarlo cuando leyó el nombre de su progenitor en la tapa interior. Al principio creyó que se trataba de algún libro contable, pero la curiosidad fue mayor y le incito a leer más. Así, pasó toda la tarde leyendo estrofas y pasajes de esa antigua libreta. Algunas paginas contaban con fechas en especifico, pudo calcular que su padre contaba con unos dieciséis años cuando comenzó a plasmar sus pensamientos en aquellas paginas. De esa forma conoció un lado de su padre que no mostró nunca ante su familia.
Su más grande secreto era el amor que sentía por su mejor amigo. Lo supo al leer en la forma en que detallaba a Laufey. Desde sus cabellos rebeldes, el brillo de sus ojos, la suavidad de la piel y el calor que emanaba de ella en las noches, la seguridad que transmitía sus manos al pasearse por los hombros de su padre para regalarle un masaje luego de un complicado día de trabajo, los extraños platillos que preparaban juntos. Solo una persona enamorada puede tomar y captar esa cantidad de detalles sobre alguien más, años de convivencia delatan esos hechos.
"No lo comprendo, padre. ¿Por qué no te quedaste junto a él si tanto lo amabas?. Aún ahora la sola mención de Laufey puede controlarte. ¿Por qué me condenas a vivir de la misma forma en la que sufriste en silencio todos estos años?" pensaba el joven con cierto deje de tristeza y rencor.
Los nudillos de las manos del rubio se tornaron blancos debido a la presión ejercida sobre el volante de la camioneta. Era tal la frustración mezclada con ira que sentía en el cuerpo por lo cual decidió hacer una parada. Lo último que desea es provocar un accidente con su persona, aunque la idea es algo tentadora. Un pequeño cúmulo de camiones le da aviso de una posible parada y así es. Un pequeño lugar de comidas para viajeros perdido en medio de la carretera lo hace sonreír. Dejó estacionada la camioneta y luego de bajar de ella agradeció la dureza de la tierra en sus pies, luego de un par de horas conduciendo la necesidad de caminar se hace presente, el suave aroma de comida casera lo invita a entrar al local, y como lo predijo la sensación que desprende es muy agradable. La puerta de entrada cuenta con una pequeña campana que da la bienvenida y avisa a los dueños de la llegada de otro cliente, toma asiento dando la espalda al ventanal dejando escapar un suspiro luego de encontrar una posición cómoda.
—Hola, guapo. ¿Primera vez por aquí verdad?, ¿Quieres leer el menú o te doy una recomendación de la casa?
Una mujer de cabello rojizo lo saca de sus pensamientos, tiene una sonrisa agradable y la forma en la que lo llamó le causo diversión, el uniforme de la mujer dice que su nombre es Natasha.
—Hola, Natasha. Sí, es mi primera vez aquí. Me gustaría tomar un café y si me recomiendas algo para el almuerzo sería estupendo.
—¡Natasha, eres una mala esposa! ¡No coquetees con alguien más sexy y rudo que yo! ¿Cómo podre darle pelea al niño bonito?
—Oh, Clint. Si me hubiera casado contigo por ser sexy, no estaría casada contigo.
Por un momento creyó que se vería envuelto en una pelea, pero las sonrisas divertidas de la camarera y el hombre le dieron a entender que solo se trataba de una broma, pudo respirar tranquilo y contra todo pronostico rió con ganas, en verdad lo necesitaba. La pareja le observo con una sonrisa luego de observase el uno al otro por un segundo, Clint fue el primero en hablar luego de entregarme una taza con café caliente.
—Menos mal que funciono, tenías una cara como si te acabaran de apalear todo un equipo de fútbol.
—No pensé que se notara tanto, solo me dieron una noticia poco agradable.
—¡Eso suena a mal de amores, chico! Mejor come para olvidar, te traeré el especial de corazones rotos.
Vio desaparecer al hombre tras el mostrador a lo que supone es la cocina, observo el liquido humeante en su taza, su rostro si se nota algo cansado.
—Es momento de disfrutar mi viaje .