Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Tears. por azu_nyan

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Una cospiración pa la banda(?)

18 abril 1998:

 

-¡Estoy hasta los huevos!, ¿Qué más quieres de mi, eh? – La exasperación brillaba en esos ojos marrones que me cuestionaban furibundos. De nuevo la había cagado, las inseguridades era parte de mi karma y obligaba a Hideto a cargarlas conmigo, lo más estúpido de la situación es que yo sabía que él me amaba, que no tenía a nadie que me amara como lo hacía él… Pero mis celos, que cualquier otro le fuera cercano me exasperaban y lo peor del caso es que no lo podía controlar, no podía detenerme cuando se me escapaba el maldito vomito verbal.
- ¡Que no toques a otros con esas confianzas!, ¡Eres mío, joder! – Gruñí cual niñato estúpido, incluso estuve a unos segundos de cruzar mis brazos a hinchar las mejillas.
- ¿Te estás escuchando? -Enarcó esa bonita y delineada ceja, oculta bajo su flequillo rosa… Mi arañita rosa. – Si sabes perfectamente que soy tuyo, ¿Por qué te enfadas tanto? – Resopló quitando el flequillo de su frente.

Si, me había celado porque vi a Hideto abrazando a Pata por la espalda por alguna noticia que no me había enterado… Estaba exagerando un poco, pero no me iba echar para atrás, jamás, nunca daba mi brazo a torcer… Y por eso estaba por quedarme soltero, ¡Maldito temperamento!
-Pues… -¿Qué argumento podría servirme? 

Antes que pudiera decir cualquier tontería Hide se me había acercado para dejar un beso sobre mis labios, en mi distracción al estar mirando al suelo ni lo noté.  Tomó un mechón de mi cabello para acomodarlo tras mi oreja derecha y luego me sostuvo del rostro.
-No seas tonto, si llevamos tanto tiempo juntos es porque yo te amo y tú me amas a mí, ¿No? – Una bonita sonrisa se dibujó en su carita, ocultando sus ojitos y dando expresión de travesura, esa por la cual siempre sufría porque alguien podría llevársela. - ¿Estoy en lo correcto?, ¿Me amas?

Hinché las mejillas unos segundos, resoplando con un poco de fastidio, es que tenía toda la razón y el único estúpido era yo.

-Te amo. -Balbuceé, mirando hacia otro lado, un poco avergonzado.  ¡Hideto a veces era demasiado occidental para mí!

-Entonces no hay manera que yo pudiera ver a otro más que a ti. – Sonreí de lado un poco satisfecho de su respuesta. – Porque yo sé también que tú eres mío, mi hombre. – Tanto en mi panza como en pene se llenaba de cosquillas cuando afirmaba tales cosas, ¡¿Que no ve el empalme que se me está haciendo en la entrepierna?!

- Soy tu hombre, por eso no debes tocar a otros. - Me quejé en un tono infantil, pero para equilibrar el universo ya estaba abrazando a Hideto por la cintura y manoseando con mis manos el bonito trasero que tenía.

- Bah, serás manilarga…- Me gruñó, conteniendo la risa tonta y mientras buscaba con su nariz ocultarse en mi cuello, era muy similar a un conejo cuando buscaba ocultarse y además me hacía muchas cosquillas.
-Quieto, quieto… -Reclamé entre unas risas flojas, sino se me iba ir la inspiración antes de hacerle cualquier cosa a ese hombre.

¿Cómo podía explicar esa relación que tenía con ese revoltoso?

Desde la primera vez que crucé mi vista con él supe no existiría nunca más nadie en mi vida… Él había tomado mi corazón como su hogar, mi hombro como su pañuelo de lágrimas, mis besos sus consuelos y mis brazos su abrigo. 

No podía resistirme en irme sobre él, era imperativo hacerle el amor a Hideto, era una persona que necesitaba de mucho afecto y de atención, aunque solo fuera yo quién lo supiera, era nuestro mayor secreto… El frágil, el que se rompía, el pretendía ser fuerte por ambos.

Su cuerpo era algo que no podría explicar jamás, sus expresiones al hundirme en él… Al susurrar en mi oído cuando me amaba, que cuanto me quería y que tan importante era para él, lo mucho que me amaba a mí, su mejor amigo y su amante.

-Un día me vas a desarmar- Refunfuñó Hideto, montado aún sobre mis caderas, completamente desnudo y con el cabello pegado a su rostro, su maquillaje corrido, pero sus ojos brillantes de travesura.

-¿He?, te recuerdo que el primero en rodearme las piernas has sido tú, pequeño pervertido. - Enarqué una de mis cejas fingiendo seriedad y él, manipulador como pocos, se hizo el inocente con todo y un puchero. – Venga, dame un beso. – Hide sonrió, negando con su cabeza, apoyando sus manos sobre mi pecho, esas ásperas yemas magulladas por la guitarra.

-Hazme el amor de nuevo y tendrás todos los besos que quieras. – Sabia que finalmente en eso acabaría sus quejas, podía ser muy directo en muchos sentidos, pero a veces él parecía tener un poco más de vergüenza.

 

“Hay una nube rosa flotando en el cielo…”

¿Quién podría odiarme tanto?  Entendía que la fama traía detractores, personas que no gustaban de mi forma de ser…Incluso de mi familia ya lo había vivido, ¿Pero amenazas cada día?

No, no eran misivas solamente… Con el tiempo y tras ignorarlo, guardarlo solo para mi empezaron los animales muertos como ratas, aves e incluso menudencias de pescado.

El mundo poco sabía mi verdadera forma de enfrentarme a todo, lo tonto y poco serio que tendía a ser porque me avergonzaba llorar… Pero había encontrado esos brazos seguros que eran mi hogar, donde yo pertenecía y donde podía ser feliz, ese que no había pasado ni unas semanas para invitarme a ser parte de la banda una vez más, no como guitarrista sino como el vocal oficial.

Era una putada para Toshi, pero yo no dejaba de ser feliz y emocionarme, podría ser yo quién recorriera un poco más el escenario coqueteando con él.

Yo solo quería empezar de una vez.

1 de mayo 1998:

Encerrado en mi habitación en una crisis de pánico, agarrando mis piernas y escondido en el closet como la maldita araña cobarde que nunca pude dejar de ser.

-Yoshiki… Ven, ven a buscarme… Por favor. - Balbuceé a la grabadora de su contestador. Yoshiki estaba enojado conmigo, cometí la estupidez de pretender esconder lo que teníamos fingiendo una novia, pero él jamás entendería el porqué de hacerlo, ¡Él más que nadie estaba en peligro!

Las amenazas de que debía irme, no regresar, pasaron a amenazas a Él, sabían de mi relación y yo no quería que nadie nunca lo lastimara.

 

“Yo no tenía alas y el cielo estaba demasiado alto”

La angustia era la suficiente para no dejarme dormir esa noche, más allá que estaba disgustado con Hideto… Algo me oprimía, fue con el dolor en mi pecho que me levanté en su busca, recorrí hasta encontrarlo en casa, al no abrir lo busqué por toda ella y no fue hasta que una propia broma que me hice mentalmente siendo que entre risas abrí el closet.

Dormido, con todo el maquillaje corrido y acurrucado en un rincón estaba él, parecía temblar un poco por el frío de la noche.

-¿Hide?- Pregunté de manera estúpida, luego de tomarlo en brazos para moverle a la cama, en un lugar más cálido que el terrorífico closet.

-¿Nhn?- Preguntó en su ensoñación, extendiendo sus brazos cual bebé para rodear mi cuello, acurrucando su rostro en mi cuello y tirando de mi para que me acomodara en la cama. – Amor de mi vida, bienvenido a casa. – En realidad ni yo lograba entender como lo había logrado descifrar lo que pretendía decirme, después de todo nadie lo conocía como yo.

2 de mayo 1998:

- Eres un estúpido. -Recriminé cuando lo vi abriendo sus ojos ya un poco más despiertos por la mañana.  Pero ese nudo seguía ahí haciendo daño en mi pecho.

- Soy el estúpido que más te ama. – Me sonrió somnoliento, se estiró lo suficiente para alcanzar mis labios, imponiendo sus deseos claramente… ¿Yo estaba enojado con él?, ¿No?

Eran apenas las cinco de la mañana, pero Hide parecía tener más ánimos de los comunes, yo no podía negarle nada por mucho que lo intentara.  Y venga, que el sexo siempre iba ser bueno… Que esto quede entre nosotros, ¿Uhm?

Sus uñas rasgando mi nuca y tiraban de mi cabello tras cada embestida brusca que le daba, no lo podía evitar, me había hecho pasar de nuevo por celos por hacer cosas sin decirme nada… ¿Desde cuándo solía importarle lo que alguien pensara de él?

Hice mil marcas sobre su cuerpo, otras miles marcó él al deslizar sus uñas, repasando las que estaba por cicatrizar y reabriendo ese infinito sentimientos con el que ambos nos identificábamos, por eso yo sabía que íbamos a estar por siempre juntos.

"Volemos de nuevo cortando estos hilos, esta vez con su propio JET… Cuando esa nube pase... Araña rosa, el cielo está llamando”

Un último beso en su frente, un último beso en sus labios…

-Esperaré por ti, no me hagas esperar mucho. – Balbucee con mis labios sobre su frente, él dormía nuevamente y yo lo dejaría dormir, era mejor que se quedara con la sensación que no éramos más que un sueño.

Emborrachado hasta la pérdida de conciencia… Era una lastimera manera verme, más cuando me dejaba por esa mujer insistente de llevarme a un motel, si hubiera estado lo suficientemente consciente hubiera llamado a Yoshiki, ¿Habría despertado ya?

La conciencia se me iba apagado tras esa tela apretar mi cuello, luego de echar aquella mujer, yo no quería borrar de mi piel los besos de Yoshiki… Fue cuando vi el rostro sonriente de quién era un amigo o eso creí… Nada más extender mi mano pidiendo ayuda, yo no estaba listo para dejar ir mi vida, era una tontería.

Fue una patada y su sonrisa se borró, mientras apartaba su flequillo negro.

-Hiciste lo correcto… Yo cuidaré de él. -Tras decir aquello Toshi sonrió al ver que todo se acababa, que mi vida se iba. – Si no hubiera intentado quitarme mi lugar. – Terminando de decir eso, perdí conciencia de mi cuerpo. Era mi decisión de huir, pero no para cuidar de mí, sino de él… Yo sé que él viviría nuestro sueño por los dos, que su amor iba ser lo suficientemente fuerte para los dos.

“En una noche demasiado larga, soñé con la partida; observando un extraño cielo abracé mi soledad.”

 El sueño se había esfumado del golpe, de un sobre salto me levanté de aquella pesadilla y con mi brazo busqué el calor de él, pero nada… ¿Se había ido a trabajar?

¿Qué era ese vacío en mi pecho?

Necesitaba verlo, necesitaba asegurarme de ver su sonrisa una vez más…

Busqué por sus cosas su libreta con números pero nada de eso encontré, sino un montón de cartas… Nada más con verlas intuí que algo andaba mal, leyendo una tras unas comencé a temblar de ira, luego de miedo… ¿Te estaba enfrentando a esto solo?

Una sonrisa tonta se dibujó en mis labios, el recuerdo de verlo haciendo de fuerte cuando no lo era, era igual que un niño.

La última, con la fecha más reciente fue la terminó por alarmarme… ¿Quién fuera de nosotros podría saber lo nuestro?  La tinta corrida me hizo saber que Hide había estado llorando… La fecha era del día anterior… ¿Hideto?

-… ¡Matsumoto!

Con pánico llamé a la policía, pero yo era el único el que no lo sabía todavía… Él se había ido. 

Su rostro un poco hinchado, pero parecía dormido… Inerte, sin esa sonrisa traviesa con la que me recibía siempre.

“Recordando, nunca me dejaste llorar y tú, tú nunca me dijiste adiós”

¿Por qué nunca me dijiste nada? Ahora solo puedo tenerte en mis recuerdos, en los araños que con el tiempo sanarán… ¿Pero mi corazón que te lo has llevado contigo?, me has dejado sin hogar.

Si tan solo me hubieras dicho que pasaba por tu mente, te habría mostrado el camino… Ahora, algún día seré mayor que tú… Prometimos estar juntos.

Sé que lo hiciste por mí, por nosotros, por ser un estúpido héroe… Yo no era una damisela en peligro… Maldito loco. 

No queda más que vivir por ti y por mí, intentaré vivir, con tu amor, con nuestros sueños y siempre con nuestras lágrimas. 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).