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Un final feliz por Samy_DBS

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Notas del fanfic:

Personajes de Masashi Kishimoto

Notas del capitulo:

Aclaro que nisiquiera participo en el dichoso torneo xd

Esto es para una amiga que me pidió que subiera el One-Shot, para sumar puntos a su equipo.

En fin espero les guste :v

Sasuke Uchiha era un joven miembro de la élite. Sabía cosas que personas como tú y yo nunca hubiéramos imaginado. Sabía lo que había detrás de cada teatro de los gobiernos de todo el mundo. Él sabía que el cáncer u otras enfermedades mortales ya tenían cura solo que los gobiernos prefieren tener a la sociedad cegada.

 

Él sabía todo.

 

¿Has oído hablar sobre el área 51? Sí ese lugar del que se ha hablado mucho en internet; donde aseguran hay máquinas del tiempo, experimentos monstruosos, visitantes de otro planeta, y los más grandes secretos del mundo.

 

No todo sobre ese lugar es mito.

 

-Fue encontrado desde hace más de 50 años. –Le mencionaba una mujer con porte serio.

 

-¿Qué clase de criatura es? –

 

-Ya lo verás. –

 

Una enorme puerta metálica y blindada con un numero amarillo estaba ante ellos, gracias a ciertos códigos esta fue abierta.

 

-Disculpen, pero será mejor que usen esto, esa cosa se pone agresiva. –La mujer se ponía el equipo de protección sin chistar mientras que el influyente joven no estaba interesado en estar protegido. –Ayer mató a quince personas en un lapso de conciencia que sufrió. –

 

-¿Lo tienen drogado? –El hombre asintió. –Vaya…-se colocó el traje y ese ridículo casco.

 

Al entrar eran escoltados por casi veinte hombres con armas especiales, por si acaso.

 

El lugar era oscuro y en el centro podía verse un enorme tanque en forma cilíndrica con un líquido parecido al agua, de un color azul, este líquido parecía brillar pues emanaba una mínima luz celeste.

 

Los ojos negros se asombraron al ver que dentro de ese tanque estaba una criatura aparentemente humana en posición fetal.

 

-Esto es simplemente increíble. –Admitió admirando el espécimen.

 

-Lo es mi joven Uchiha. –La mujer respondió con una voz seria. –Ni con todos nuestros científicos ni equipo tecnológico hemos podido estudiarlo, no sabemos nada. –Lo último lo dijo con decepción. –Pero estoy segura que si recibimos su ayuda lograremos llegar al fondo de esto. –

 

Sasuke no dudaba de eso.

-¿Que conseguirá la humanidad con esta cosa? –Preguntó.

 

-Como le mencioné, lleva más de cincuenta años en este lugar, y no hay rastros del paso del tiempo en él, sin mencionarle que lo sometimos a una prueba de resistencia. –

 

-¿Resistencia? –

 

-Consistía en someterlo a un dolor extremo y a herirlo hasta el punto de casi matarlo. –Sasuke prestaba atención sin dejar de ver a la criatura. –Lo sorprendente es que al parecer no experimenta dolor y sus heridas o cualquier daño desaparece al instante. –

 

Eso último dejó sorprendido al moreno. –Estamos hablando de la posible inmortalidad… Si esta investigación resulta exitosa… -El Uchiha estaba concentrado la mujer sonreía pues ya tenía el interés de Sasuke. –La muerte dejará de ser un límite para el ser humano. –

 

-¡Exactamente! Es por eso que recurrimos a usted, alguien con ambición y una buena sed de poder y ni mencionar que tiene una mente brillante. –

 

Sasuke estaba cautivado, estaba ansioso por comenzar su investigación. Iba a preguntarle a la fémina sobre lo que harían a continuación pero un sonido los alertó.

 

La criatura los miraba atento, Sasuke pudo observar sus facciones. Su piel era totalmente blanca, tenía ciertas zonas de color morado, en la frente, en los pómulos y en los ojos. Estas marcas tenían forma de triángulos alargados. Sus labios eran de color morado oscuro. En la frente tenía remarcadas ciertas líneas delgadas e irregulares, era como si fueran venas.

Sus ojos eran los de un reptil, mostraban agresividad. Y poseía unas uñas extremadamente largas.

 

Estaba rodeado de humanos, en su pecho sentía constantes punzadas. Sus pupilas verdosas analizaron a cada uno de los que lo observaban. Instintivamente mostró sus colmillos.

 

Un gran felino persiguiendo a una frágil gacela. Explosiones. Y una bala atravesando el cráneo de un humano.  Estas imágenes aparecían en su mente una y otra vez. Hasta que sintió la ultima punzada y rompió el cristal del tanque que lo retenía.

 

Era el depredador.

 

La mujer y Sasuke fueron puestos detrás para que estuvieran seguros. Una alarma comenzó a sonar en todo el cuartel para recibir refuerzos y controlar al espécimen.

 

No hacía falta tocarlos, era como si con la mirada ellos fueran impulsados lejos. No tenían ventaja.

 

La mujer se vio desprotegida a lo que gritó esperando una muerte segura, Sasuke por otro lado se sintió extrañamente fascinado por aquel ser sobrenatural.

 

La criatura estaba descontrolada, los gritos de la mujer, la desesperación de todos esos hombres armados y sus intenciones de herirlo era mas que suficientes para acabar con ellos.

 

Pero solo una persona se mostraba indiferente. Eso le llamo la atención parando sus ataques.

 

No iba a negar que sintió miedo cuando esos ojos verdosos se posaron en el, y mucho menos cuando empezó a acercársele. Pero de alguna forma el terror era frustrado por su sed de conocimiento.

 

A cada paso que daban la criatura dejaba de estar encorvada, su forma de caminar y su postura imitaban a la de Sasuke, como un humano.

 

-¡Joven, aléjese! –gritó desesperado uno de los guardias, al cual le explotó la cabeza cuando interrumpió al de otra especie.

 

Estaban frente a frente. La respiración de Sasuke iba lenta, mientras sus ojos negros observaban cada movimiento del contrario.

 

Admiraba con curiosidad su cuerpo, su cara, sus facciones. Y sorpresivamente otra punzada en su pecho lo suficientemente fuerte lo atacó provocando que sufriera un sobresalto.

 

Un recién nacido humano, dos especímenes de la misma raza apareándose, dos humanos en pleno coito. Estas imágenes aparecieron en su mente. Sus ojos verdosos miraron fijamente al humano mientras su respiración se volvía dificultosa.

 

Lo que los ojos negros vieron no lo podían creer. Ante él vio como las células de la piel de aquella criatura se removían materializando un nuevo aspecto.

 

Mujer y hombre dan como resultado un bebé. Le indicaba su cerebro. Examinó a Sasuke dándose cuenta de que él era el macho. Según el estereotipo humano la mujer perfecta debe ser alta, delgada y con curvas pronunciadas.

 

La piel blanca con marcas moradas desaparecía disolviéndose, un tono acanelado se dio lugar en todo el cuerpo.

 

Sintió un dolor en todo su cuerpo al estar cambiando, nuevos órganos y nuevas funciones.

 

Sus ojos cambiaron a un azul claro que miraba con deseo al que estaba frente a él, su cabello tomó un color dorado, y en sus mejillas dejó uno de sus rasgos, algo que lo identificaría de entre los humanos.

 

Sasuke estaba confundido ¿cómo logró cambiar su apariencia a voluntad? Pero esos ojos ahora más humanos lo incitaban a acercarse, a tocarlo.

 

Todos los presentes observaban atónitos como aquel ser se había transformado en una atractiva mujer. Nadie era capaz de moverse, por miedo a morir o simplemente por la perplejidad.

 

Uchiha quiso retroceder, ahora si se sentía asustado. Despues de todo frente a él tenía a una criatura no identificada que hace apenas segundos había matado a varias personas, y aún amenazaba sus vidas porque nadie ni nada les garantizaba que saldrían vivos de ese lugar.

 

Y como si hubiera leído su mente, la mano del ejemplar lo sujetó del pecho con firmeza, estrujando la tela costosa de su traje, trató de no demostrar su miedo al cien porciento. Tembló entero cuando esas manos frías empezaron a acariciar sus pálidas mejillas.

 

Los pechos despampanantes de la rubia chocaron de lleno contra el, se sentía incomodo. La de largo cabello dorado lo miró con curiosidad.

 

Un hombre se excitaba con la presencia de alguien de la misma especie pero de distinto sexo, no entendía porque no funcionaba con Sasuke.

 

Como si fuese un libro empezó a buscar sus gustos o aficiones, Sasuke era alguien ambicioso, amaba las cosas materiales y el papel con valor monetario. Arrogante, amaba hacer notar su superioridad con cualquiera. Y entonces lo encontró, a Sasuke no parecían atraerle las hembras.

 

Nuevamente comenzó a cambiar, ignorando el dolor interno que esto le provocaba, se acoplaría a las necesidades de Sasuke y a las suyas mismas.

Su estatura aumentó, tenía una musculatura más desarrollada, sus órganos sexuales cambiaron.

 

De una mujer hermosa a un apuesto chico.

 

Sasuke debió admitir que las facciones masculinas en el rostro acanelado le llamaron la atención. Pero ahora mismo estaba concentrado en no perder la calma y entrar en pánico.

 

Con ambas manos sujetó el pálido rostro, acercándose a los labios del Uchiha el cual solo podía ver lo que pasaba con asombro desmedido. Con delicadeza y miedo los unió, saboreando los labios durazno del azabache.

 

Sus ojos estaban abiertos de golpe, incapaz de moverse o reaccionar. Las manos del rubio acariciaban su pecho con suavidad.

 

Apenas se separó miró profundamente al moreno, sus ojos azules reflejaban deseo y excitación. Una suplica muda que Sasuke pudo reconocer, pero nadie en su sano juicio se pondría duro con una criatura peligrosa que estaba provocándola. Debió gritar y correr como niña pero estaba congelado.

 

-Naruto. –respondió con una voz muy ronca, como si fuera la primera palabra que había dicho en su vida. –Naruto. –volvió a repetir esta vez con más esfuerzo.

 

Sasuke asintió lentamente, eso era el nombre de una comida en su país, algo para acompañar el ramen.

 

El de mirada fiera y azulina recordó que varios hombres le estaban apuntando con sus armas, conocía el efecto de ellas, no era agradable.

 

Con posesividad sujetó la mano pálida de Sasuke, mirando con odio a todos los hombres de ahí, temía que alguno quisiera también al pelinegro.

 

Un resplandor inundó esa pequeña sala, todos cerraron los ojos debido a la intensidad luminosa. Cuando esta cesó, Naruto y Sasuke ya no estaban presentes.

 

La mujer se levantó una vez que el peligro hubiera acabado. -¡Rápido inicien la alarma! –

 

El molesto sonido alertó a todos, cerrando las salidas y asegurando cada pasillo del lugar. Nadie debía saber de la existencia de ese ser, debían controlarlo antes de que los papeles se invirtieran.

 

. . .

 

Apenas y pudo parpadear, su cuerpo cayó de lleno contra el piso. Recién y se adaptaba al nuevo ambiente en el que se encontraba.

 

-¿Mi casa? –efectivamente, ahora estaba en su residencia en el suelo de la sala, perplejo parpadeó varias veces.

 

A su lado estaba el desnudo rubio observando el lugar con sumo interés, sus ojos azules guardaban cada detalle, esperando poder adaptarse a su nuevo hogar, que le mismo había proclamado como suyo.

 

Sasuke se levantó de golpe llamando la atención del agresivo espécimen, el cual creyó que algo malo pasaba.

 

Naruto comenzó a seguirlo, como si fuese un patito perdido, esto no le parecía especialmente adorable al de mayor estatura.

 

-¿Qué te pasa? –preguntó el blondo mirando con sus enormes ojos azules al humano.

 

A sasuke le sorprendió que hablara un japonés tan fluido. Solo su voz apagada y forzada era lo único que arruinaba las oraciones.

 

-No te muevas. –demandó con autoridad, al parecer lo entendía. La criatura rubia se quedó estático en su lugar al escuchar el pedido del pelinegro. -¿Qué es lo que quieres? –se atrevió a preguntar, buscando con la vista algo que le sirviera como arma.

 

-Bebés. –dijo apenas, se le dificultaba hablar.

 

-¿Qué? –miró con precaución.

 

-Necesito bebés. –

 

Sasuke incluso pudo haber explotado en risa pero no era un chiste nada de lo que estaba pasando, incluso le costaba que esto era real, pues nadie le aseguraba que fuera un sueño muy lleno de ficción.

 

-¿Para qué quieres bebés? –

 

-Míos. –decía, no teniendo mucho sentido para el azabache. –Más como yo. –se apuntó a sí mismo con su dedo índice. –Necesito muchos bebés. –

 

-¡¿Acaso está pensando en reproducirse?! –se puso pálido de solo imaginar a varios de su especie destrozando el mundo como lo conocemos.

 

Se acercaba lentamente a Sasuke. –Bebés. –volvió a decir esta vez mirándolo fijamente. –Reproducción humana. –dijo esta vez, el moreno no paraba de retroceder.

 

Sasuke notó que aquella criatura era sociable y racional, pues no lo había atacado. Porque él tampoco se había portado hostil.

 

-Espera. –levantó ambas manos logrando que el de rubios cabellos se detuviera. –Tienes que detenerte, sé que puedes entenderme. –Se acercó con cautela.

 

-Bebés. –contestó con su única respuesta, aparentemente.

 

-Si claro, luego tendrás bebés. –lo persuadió guiándolo a su cocina. –Siéntate. –lo invitó.

 

-Necesito bebés. –esta vez sonaba irritado, incluso su ceño estaba fruncido.

 

El Uchiha ya no supo que contestarle. –Bien, ¿cómo se supone que los conseguirás? –

 

Lo señaló, su expresión era neutra que parecía estar hablando con una máquina. -¿yo? –se señaló a sí mismo. –No puedo darte bebés. –

 

-Claro que sí, reproducción humana. –entonces cayó en cuenta de lo que pedía de su persona.

 

-No es posible, eso funciona con una mujer y un hombre. –iba a continuar hablando pero su espalda chocó con brusquedad en la pared, sacándole el aire.

 

No sabía en que momento el blondo había aparecido frente a el, ni mucho menos en que momento salió volando contra la pared.

 

Con el brazo presionaba el cuello pálido. –Bebés. –repitió lentamente con un toque amenazador, incluso sus ojos azules habían cambiado a una tonalidad verdosa, los ojos de un reptil.

 

Nervioso y asustado intentó hacerlo entender. –Solo se puede tener uno si es un hombre y una mujer. –la presión en su cuello se hizo más notoria.

 

-A Sasuke no le gustan las mujeres. –aseguró dejando desconcertado al científico. -¡Necesito bebés! –

 

-Está bien. –levantó ambas manos en señal de rendición. –Los tendrás. –

 

La expresión colérica desapareció de inmediato. Lo soltó provocando que el moreno cayera de lleno al suelo.

 

Pero antes de que el mismo se incorporara el blondo lo tomó como si fuera un trapo viejo, arrastrándolo por el piso sin ningún esfuerzo o cuidado.

 

Llegó a la habitación del moreno, apenas entró soltó al pelinegro. Se subió en la cama y se recostó abriendo las piernas hasta donde más podía.

 

-¿Qué…? –no podía ni creerlo.

 

-Bebés. –insistió con voz de reproche, el mismo se separó sus morenas nalgas tratando que Sasuke se apresurara.

 

-Espera un momento. -¿ahora como se suponía que saldría de esa situación tan incomoda? –

 

De nuevo esa expresión de ira y amenaza se apoderó de sus facciones, el científico no necesitó más para empezar a acercarse a la cama. Lentamente desabrochó su cinturón de cuero.

 

Sus ojos analíticos inspeccionaron al aparentemente chico, le llamó la atención que de su pequeño orificio escurría una sustancia transparente y viscosa. Su lubricante natural.

 

De nuevo entró en ese trance que lo obligaba a saciar su sed de conocimiento, tal vez por eso amaba su trabajo. Con cuidado de no molestar al rubio presionó su dedo pulgar en el orificio rosado. Causándole un sobresalto al ojiazul.

 

La mirada negra como el carbón examinó con detalle. -¿Así que tú tendrás a los “bebés”? –le preguntó casi retóricamente. El rubito asintió.

Si fue capaz de tele transportarse a su casa, hablar idioma humano y cambiar su sexo y apariencia dos veces… ¿qué no le aseguraba que también podría dar a luz a un niño?

 

Lo tomaría como un nuevo experimento, pondría su parte y de ese modo descubriría como funcionaba el organismo de ese rubio de salvajes ojos azules.

 

-¿Tienes nombre? –

 

Pensativo miró el techo. –Naruto. –dijo lo primero que se le vino a la cabeza.

 

Sasuke rió levemente cuando escuchó esto, pues ese ni siquiera era un nombre. –Bien, Naruto. Tendrás a esos bebés que querías. –

 

Ahora si más motivado que hace un momento se subió a la cama por completo, sacó su miembro, comenzando a masturbarse para proseguir.

 

Pero el blondo se retorció inquieto, no quería seguir esperando. El aire se volvió pesado y difícil de respirar para el pelinegro humano. Un aroma dulce y fresco a la vez inundó sus fosas nasales.

 

Sus ojos de obsidiana miraron como depredador al de ojos azulinos, causando un choque potente de miradas.

 

Gruñó a la vez que enterraba sus dedos en la cadera color canela. Se acomodó entre las largas piernas, se detuvo solamente para morder fieramente el cuello del mismo.

 

Apenas y soltó un gemido debido al dolor que este le causó, incapaz de experimentar sensaciones y sentimientos.

 

Poseído por sus mas bajos instintos arremetió de lleno contra el trasero del rubio. Un quejido leve se escuchó. Las embestidas empezaron, salvajes y frenéticas.

 

Ninguno consciente realmente, uno buscando satisfacer su cuerpo, y el otro siguiendo un instinto de una naturaleza sin nombre, porque algo en su interior le gritaba que debía reproducirse.

 

Pasó poco tiempo para cuando sintió que Sasuke lo había llenado por completo, eso le causó irritación y molestia. Pero al mismo tiempo se sintió aliviado de que el primer paso de su plan había sido completado.

 

Sasuke salió del interior del rubio, caminando como zombie con rumbo a su baño. Parecía no estar en sus cinco sentidos.

 

El blondo se quedó recostado observando el techo de aquel lugar, a su mente llegaron las imágenes de cómo las arañas viuda negra devoraban al macho una vez terminado el apareamiento.

 

Sus instintos lo llamaban.

 

Se levantó como si fuese una máquina, con pasos lentos entró al baño en el cual Sasuke yacía en el suelo, todavía mareado por la droga que le dio.

 

Se acercó colocándose en cuclillas para observar el rostro de porcelana con un gesto de dolor e inconsciencia. Una sonrisita apareció en sus labios. Con afecto y timidez juntó sus labios con los pálidos.

 

-Gracias Sasuke. –pronunció quedamente.

 

La voz de Naruto lo hizo despertar, mirándolo fijamente. Abrió la boca levemente para por lo menos decir algo pero su aliento fue arrebatado en un segundo.

Su abdomen fue atravesado por la mano rígida del de marcas en las mejillas, su mano parecía un metal frío y afilado.

 

-Ya no me eres útil. –fue lo último que escuchó antes de que todo se volviera negro, antes de que su cuerpo se tornara frío y antes de que su corazón dejara de latir.

 

. . .

 

El llanto en coro de siete bebés inundaba esa casa que por el momento estaba en plena oscuridad. Un rubio lo bastante cansado había dado a luz al último, respiraba con dificultad.

 

Las pupilas verdosas de los recién nacidos se adaptaron de inmediato, mirando con adoración a su madre. Queriendo acercarse, lloraban desesperados por que el rubio les brindara atención.

 

Con la apariencia de un bebé humano de cinco meses. Su piel era pálida como la de su padre, las marcas moradas en su pequeño cuerpo estaban presentes. Pero a diferencia de Naruto ellos tenían un pequeño corazón humano que latía.

 

Maternalmente acurrucó a todos, no dejando que pasaran frío. Ese era el primer día de muchos junto a sus retoños.

 

. . .

 

Niños de siete años andaban con tranquilidad en esa enorme y olvidada casa. Uno de ellos con el nombre de Sasuke caminaba con sigilo.

 

Su padre Naruto les había prohibido estrictamente entrar al baño de su habitación aún no entendía porque. Pero pronto lo sabría.

 

Abrió la puerta lentamente topándose con poca luz, al pie de una bañera yacía recostado un cadáver congelado. Con una herida en el abdomen que le atravesaba por completo.

 

Con curiosidad miraba al humano que con los ojos desorbitados por miedo, y en sí toda una expresión de terror. Esa persona había muerto con miedo.

 

Su pequeña mano tocó la mejilla fría. Rápidamente a su mente llegaron las lucidas imágenes de una figura paternal. Lo entendió, esa persona era su padre.

 

Una sonrisita apareció en sus labios, traería a sus hermanos para que también lo conocieran.

 

Y en menos de lo esperado, siete niños rodeaban el cadáver congelado de su progenitor. Apestaba a muerte en ese lugar.

 

-Mamá lo mató. –aseguró Menma, los demás coincidían en eso.

 

-Entonces no nos equivocamos. –respondió Sasuke limpiándose la boca y la barbilla de su inocente e infantil rostro humano. Sangre escurría de ella.

 

Y al otro lado del baño, estaba el cuerpo de Naruto. El cual fue devorado por sus pequeños hijos, con una expresión de miedo y sorpresa. Con ese sentimiento murió.

 

Entre todos los hermanos arrastraron los restos de su madre para dejarlos junto a los de su padre. Congelando a ambos para poder verlos para siempre.

 

Ahora la familia estaba reunida.

 

El mundo quedó en manos de siete engendros hijos de un demonio y un humano con conocimientos inimaginables.

 

Ese es mi final feliz.

 

FIN

Notas finales:

Para ti Samantha :v

Bye bye


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