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TIEMPO DE CASADOS por Liss83

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Notas del capitulo:

Ójala y les guste

 
Danny conducía por la calle detrás del sospechoso preguntándose donde estaba el animal de McGarrett cuando se lo necesitaba. Habían estado vigilando durante todo el día el lugar y justo cuando el comandante había ido por unas gaseosas y sus benditas donas, el sospechoso había salido de la casa con un bolso donde supuestamente había escondido la joyas que había robado de la escena del crimen. De pronto tuvo que frenar de golpe su Camaro plateado porque un hombre salió de la nada volando de un callejón y detrás de él venía un sonriente Steve revisando una bolsa de papel 
 
 
 
- ¡Me dieron una extra! – dijo sacando una dona para darle una buena mordida 
- ¿Dónde rayos te habías metido? – reprochó Danny
- La tienda estaba llena y nadie me cedía su lugar por más que les decía que era asunto oficial – se defendió el Marín
- ¿Asunto oficial? – replico Danny enmanillando al sospechoso – ¿Desde cuándo tu gula es un asunto oficial?
- ¡Hey! – protesto Steve 
- ¿Y desde cuando el señor “como sano porque mi cuerpo es un templo” come unas simples donas? – dijo Danno metiendo al sospechoso en el automóvil
- La verdad  no lo sé – dijo Steve pensativo mientras subían al auto – pero las deseaba desde que me levante ¿quieres? – Danno le dio una mordida, y luego otra, y otra más – ¡mi dona! – protesto Steve 
- ¿No tienes más? – pregunto Danny tomando la bolsa y devorando las once que restaban 
- ¡Al menos déjame comer otra dona! – exigió el castaño intentando tomar otra pero desistió cuando Danny prácticamente le gruño – las compre porque las deseo
- Pero yo las deseo más – protesto el rubio
- Te comprare algunas solo para ti – dijo el Marín – pero invítame otra, o no te dejare ver Intriga Tropical
- ¿Están casados? – pregunto el detenido
- ¡No es tu problema! – dijo Danny de manera cortante
- Y por cierto añadiré el cargo de falta de respeto a la autoridad – sentencio Steve – por preguntar tonterías
- ¿Ósea que estar casado conmigo suena a tontería para ti? – dijo Danny lanzándole la mirada más asesina que pudo
- No dije eso – se defendió Steve
- Pero fue lo que insinuaste – alzo la voz el rubio haciendo gestos con las manos
- Estas tergiversando mis palabras – dijo Steve
- ¡Ahora  soy un mentiroso! – alzo más la voz Danny
- No eres un mentiroso – dijo Steve echando a andar el auto
- ¿Necesitan una habitación? – dijo el detenido
- ¡Animal! – grito Danny cuando Steve freno de golpe
- Escúchame muy bien – susurro Steve volcándose a mirar al sospechoso – no te metas en lo que no te importa. ¡Y tú deja mis donas! – gruño cuando se las arrebato antes de arrancar el Camaro nuevamente a toda velocidad rumbo a la central de cinco cero
 
 
 
Llegar a la central resulto ser un verdadero alivio para el sospechoso que en cuanto vio la placa de Chin se lanzó hacia él confesando todos su crímenes con la única suplica de ser alejado lo más posibles del Marín y el detective
 
 
 
- ¡Están locos! – grito el hombre desesperado 
- ¿Qué paso ahora? – dijo Chin armándose de todo el valor posible
- Me compre donas y se las comió todas – protesto Steve
- Los Marín no comen Donas – grito Danny –, ¡al menos tú no!
- Pues si las cómo, es más quiero otra caja – dijo Steve
- Hash – grito – eres un animal 
- ¡Mi celda! – susurraba una y otra vez el detenido – ¡quiero mi celda!
 
 
 
El papeleo del caso fue infinitamente largo para el seal que moría de cansancio y ganas de comer un plato de papas fritas bañadas con yogurt. ¡Y ahí estaban otra vez! ¿De dónde le salían esos malditos antojos? Parecía como si… La idea lo golpeo como si fuera un maremoto llegando sin previo aviso a las playas de Hawaii en una tranquila tarde de verano. ¿Sería posible que…? La primera vez que sintió esos deseos irrefrenables había sido hacia dos semanas atrás mientras cocinaban con Grace en casa de Danny. Había tenido unas ganas de comer macarrones, pero no sazonados con sal sino con azúcar, ¡Uhg! ahora que lo pensaba se le revolvía el estómago, aunque claro, afortunadamente no los alcanzo a probar porque cierto rubio se los decomiso y los devoro  antes que él siquiera pudiera protestar. Y hacia un par de noche había deseado comer arroz bañado con helado de chocolate. Y el día anterior no se contuvo y antes de llevar al detenido a la central de cinco cero se desvió en un restaurant de comida rápida y compro piernas de pollo a medio freír para comérsela mientras chupaba limón
Se levantó y salió lo más deprisa que pudo de su oficina y camino hacia la de su compañero, entrando sin siquiera llamar a la puerta
 
 
 
- Claro – dijo el más bajo con ironía – siéntete con la libertad de entrar y salir de mi oficina a tu voluntad
- ¿Si te dijera que tengo un plato de papas fritas bañadas con yogurt en mi oficina, que dirías? – soltó Steve
- Que por fin estas aprendiendo a comer – dijo Danny si apartar la vista de la pantalla de la computadora
- Luego me lo quitarías y lo devorarías – sentencio Steve
- Claro que no – dijo el rubio cruzándose de brazos
- Claro que si – alzo la voz el Marín – primero fueron los macarrones con azúcar, después el arroz con helado de chocolate, luego las piernas de pollo y ahora las donas. ¿no lo vez Danno? – dijo ahora bajando la voz – ¡estas embarazado! 
- Claro que no – dijo este asustado – eso no puede ser
- ¿Por qué no? – dijo sonriendo – eres un omega felizmente casado
- ¡Cosa que nadie sabe! – protesto Danny bajando la voz – ¡Así que cállate!
- Vamos, te harás la prueba ahora mismo – dijo Steve – y si tengo razón, desde este mismo instante harás solo trabajo de escritorio
- ¡No estoy embarazado! – dijo el rubio entre dientes 
- Chicos – dijo Kono asomándose después de golpear la puerta –, iremos por un trago, ¿vienen?
- ¡Si! ¡No! – contestaron respectivamente Danny y Steve al mismo tiempo
- ¿Sí o no? – pregunto la beta intrigada
- No – dijo Steve con la voz más firme que pudo por lo que Danny se encogió cerrando los ojos – muchas gracias Kono, pero Danno y yo tenemos cosas pendientes
- ¡Pero yo quiero ir! – protesto el rubio
- Tú tienes cosas pendientes, y si no me equivoco a partir de hoy el único trago que pasara por tu garganta va ser de agua – dijo el Marín por lo que Danny rechino con los dientes –, camina
- ¡Tú no me das órdenes! – dijo el más bajo 
- ¿Estas enfermo? – pregunto Chin mirándolo detenidamente
- Ahora lo sabremos – dijo Steve agarrándolo del brazo y arrastrándolo 
- ¡Suéltame animal! – exigía Danny sin dejar de caminar
- Si no supiera quienes son, preguntaría que tiempo llevan de casados – dijo Kono paralizando por un momento a la pareja – y si esta es una pelea por cuidar su primer embarazo
- ¡Qué graciosa! – dijo Danny irónicamente – ¿Te lo enseño el animal que tenemos por jefe?
- ¡Camina! – exigió Steve
 
 
 
No se detuvo hasta llegar al auto y subir al rubio al asiento del copiloto, luego rodeo el auto y se prestaba a subir también cuando vio a su compañero bajar mientras otro auto llegaba al lugar
 
 
 
- Steve – dijo Catherine bajando de su auto – no me digas que estabas de salida
- Si Catherine, vas a disculpar que no pueda hablar ahora contigo – dijo este mirando a Danny te tal manera que este opto por no desobedecer
- Los acompaño – dijo la mujer sonriendo
- Clar… – dijo Danny pero enseguida la palabras murieron en su garganta
- Lo siento Catherine – dijo Steve – pero es algo personal
- ¿Personal? – dijo está sonriendo intrigada – ¿Qué tan personal que no me pueden contar? Mira que me debes una cena 
- ¿Y por qué tú le debes una cena? – pregunto Danny con reproche cruzando los brazos
- Danny cálmate – dijo la otra omega sonriendo –, pareces una esposa celosa
- ¿Estas proyectando? – dijo el rubio 
- Adiós Catherine – dijo Steve subiendo al auto arrancando
- Quiero donas – dijo Danny antes de aferrarse al asiento de la movilidad
 
 
 
La distancia de la central al supermercado más cercano era de diez minutos, pero con Steve McGarrett al volante lo hicieron en cuatro minutos, en realidad tres y medio. Steve bajo del auto y Danny lo siguió sin decir nada. Entraron a la farmacia y el rubio se apresuró a tomar el control de las cosas antes de pasar la mayor vergüenza de su vida, aunque no estaba seguro teniendo al lado a quien tenía
 
 
 
- Buenas tarde – dijo sonriendo – ¿en que lo puedo ayudar?
- He he… yo… – dijo Danny nervioso –, bueno, quería…
- Necesitamos una prueba de embarazo – interrumpió Steve y la cara de Danny se volvió roja a mas no poder
- Claro – dijo la ventera sacando como seis cajas – tenemos varias marcas 
- Denos estas – dijo el seal tomando tres cualquieras
- Son cincuenta dólares – dijo la chica y el pago mientras Danny intentaba   desesperadamente taladrar una polilla inexistente en el techo
- Aquí tiene – dijo Steve cancelando
- Gracias y ojala sea positivo – dijo la mujer sonriendo – hacen una pareja tan hermosa
- No estoy embarazado – dijo Danny entre dientes – ni siquiera estamos casados 
- Gracias – dijo Steve para después tomar la bolsa de compras y salir con un Danny que caminaba deprisa delante de él.
 
 
 
Subieron al automóvil y se fueron directo a casa de Danny, una vez llegaron, Steve corrió al refrigerador de donde un par de manzanas y un limón. Partió las tres cosas por la mitad, roció la manzana con limón y se la comió  como si fuera el dulce más apetecible del mundo. Danny hizo una mueca de asco en cuanto entro a la casa
 
 
 
- Toma – dijo Steve entregándole la bolsa mientras se sentaba a degustar sus manzanas – ve a hacerte las pruebas
- ¿Todas? – dijo Danny sorprendido
- Tuwas – ordeno Steve con la boca llena
- Explícame por qué me las tengo qué hacer yo si el que come como un animal eres tú – dijo Danny quitándole una mitad de la manzana para devorarla frente a él
- ¡Por eso! – dijo Steve
 
Notas finales:

Mañana el final ¿Opinionew?


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