Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Omegaverse - Ese zorro es mío. por sasunaru11997

[Reviews - 7]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

En este mundo todo estaba dividido por clases, y dependiendo en cual de ellas nacieras, el destino de tu vida sería cambiado. Había tres clases, cada una difería con las anteriores de manera súbita, haciendo a la persona diferente. La clase más fuerte eran los alfas, tenían poder de liderazgo, tanto en la economía como en la política. Los alfas tenían un físico portentoso y una inteligencia voraz, eran la supremacía de todas las clases, y nadie osaba desobedecerlos. Luego estaba la clase más numerosa, los betas, no tenían tanto poder como los alfas, aunque algunos lo intentaban, por eso casi siempre acababan como su mano derecha. También ocupaban casi todos los trabajos de clase media, por lo que vivían bien. Por último estaban los omegas, de carácter sumiso y cuerpos delgados. Eran muy pocos en su especie, menos que los alfas. Las personas de clase más baja los consideraban como una desgracia, ya que solo podían conseguir trabajos poco lucrativos, por lo que normalmente los obligaban a prostituirse.

Entre los alfas había dos familias muy poderosas, los Uchiha, temidos por su ferocidad y por su carácter, y los Uzumaki, adorados como seres poderosos y celestiales. Los Uchiha siempre llenos de ambición querían siempre tener el clan más fuerte, y con la mejor genética, por ello su plan pronto sería llevado acabo con cautela y maestría.

En una habitación privada de un restaurante del más alto ranking, se reunían varios alfas, buscando un acuerdo. A un lado de la mesa estaban los poderosos hermanos Uchiha, Madara e Izuna, provenientes de una estirpe de panteras negras, al otro lado se encontraba una pareja del clan Senju, y una mujer del clan Uzumaki, que hacía tiempo habían unido sus lazos por medio del matrimonio de sus hijos. Jiraiya, un gran lobo gris de renombre, estaba casado con su esposa Tsunade, una leona de gran fuerza, que se encontraba al lado de Mito, una zorra roja celestial.

Madara: Es hora de unir nuestros clanes, para que nuestros nietos tengan una digna descendencia de ellos.

Habló primero el hermano mayor de los Uchiha, con voz sería y serena, buscando cumplir el objetivo de convencer a aquellos que tenía enfrente.

Tsunade: Veo que no tienes pelos en la lengua Madara, ¿pero por qué tendríamos que aceptar tu oferta?

Mito: Tu familia es bien conocida por estar llena de tiranos, mis nietos valen mucho más que eso.

Las dos hembras alfas estaban renuentes del plan de los Uchiha, pues sabían que siempre escondían algo bajo la manga, y sus alfas protectores velaban por sus nietos.

Izuna: Como siempre sois una familia llena de osadía, pero no juzguéis a nuestros vástagos sin haberlos conocido.

Jiraiya: ¿Qué es lo que queréis proponer entonces? ¿Reuniones informales de compromiso? Eso no lo aceptaran, los tiempos han cambiado mucho.

Madara: Nada de eso Jiraiya, si actuáramos de esa forma se rebelarían al instante contra nosotros. Son jóvenes y odian que les impongan las cosas a la fuerza, por eso solo los guiaremos sin que ellos lo sepan.

Tsunade: Seguro que tu cabeza solo esta llena de planes perversos, manejando a los niños como marionetas en tu juego de ajedrez.

Madara: Tan solo escuchad mis palabras, es más simple de lo que pensáis. Mi hijo Fugaku fue con vuestro hijo Minato a la misma universidad, y en esa época tengo entendido que se llevaban bastante bien, pero perdieron el contacto debido al trabajo que da el manejo de las empresas multinacionales. Solo hay que reunir a las familias, como si se tratase de una reunión de antiguos alumnos.

Izuna: Lo único que hay que hacer es incitarlos a que se reúnan de nuevo y se pongan al día. Nuestros nietos son jóvenes en edad de buscar pareja, por lo que las hormonas harán efecto sin que nosotros los forcemos a nada.

Todo se quedó un rato en silencio, los Senju y uzumaki pensaban en si aceptar aquel acuerdo que por lo pronto no supondría riesgos.

Jiraiya: Yo por mi parte estoy de acuerdo. No los estamos obligando a nada, solo a que se conozcan y que ellos decidan.

Mito: Esta bien Uchihas, aceptamos el trato, pero si hay alguna osadía grave contra mis nietos, no dudare en degollaros, así los tenga que proteger con uñas y dientes.

Dijo la zorra roja con ojos amenazadores, mientras la fuerza de su presencia de alfa hacía que su pelo ondeara en el viento, y que la estadía fuera con un ambiente cargado y espeso. Ella en quién más pensaba que podría correr algún peligro era su nieto pequeño, el único zorro rojo puro, quienes sus padres lo solían guardar recelosamente del mundo exterior, para protegerlo de todo mal.

De manera intencionada y con disimulo, le propusieron a sus hijos el volverse a reunir de nuevo, después de tantos años sin verse. Ambos aceptaron, preguntándose interesados sobre la vida que llevaría ahora el otro. Los alfas mayores, con más tiempo libre ahora que sus hijos dirigían las empresas que habían heredado de ellos, decidieron todo acerca del viaje, y les darían un buen descanso a todos, para que hubiese tiempo de sobra para conocerse unos a otros y no fuese todo demasiado apresurado.

Los Uzumaki se encontraban en este momento en una gran limusina azabache, no porque quisieran presumir de vienes, si no para que toda la familia fuese junta, y el viaje fuera mucho más entretenido.

Deidara: De verdad no comprendo porque tenemos que ir todos a este viaje, bastaba con que solo fueses tu papa, se supone que es tu amigo.

Decía el rubio león beta, sentado de brazos cruzados, mientras refunfuñaba y gruñía, indignado de tener que ir de viaje solo para tener que poner una falsa sonrisa constantemente y comportarse ante la familia del amigo de su padre.

Minato: No te enfades mi leoncito, por mucho que gruñas este es un viaje familiar y todos nos podremos conocer mejor.

Kushina: Yo solo digo que los Uchiha tienen fama de galanes hijo.

Fuso: Tampoco entiendo porque me has traído aquí hermana.

Jiraiya: Chicos, analizad bien la palabra "reunión familiar" y lo entenderéis.

Ino: ¡Pues yo creo que va a ser muy interesante! ¿verdad prima?

Karin: Estoy ansiosa porque lo sea.

Kakashi: Shh, hablad más bajo, Naru aun duerme.

Dijo el mayor de los hermanos, el único lobo de la familia, al igual que su abuelo Jiraiya. Él era el alfa de sus hermanos, y como casi todo el mundo, estaba pendiente del menor de la familia, Naruto.

Aquel pequeño era un dulce y lindo omega, tenía 16 años, pero aparentaba ser como un niño pequeño, y todos lo trataban así. Sus padres nunca le dejaron pisar la escuela, temerosos a que algo le pudiese ocurrir, ya que en la familia nunca había nacido un omega, y su fragilidad les sorprendía. Él se había criado y educado en la mansión de sus padres, donde solo trabajaban betas, no sabía nada sobre las clases en las que se dividía el mundo, siempre se lo habían ocultado para protegerlo. Naruto no había conocido nunca lo que son las malas personas, por lo que vivía inocentemente en su mundo feliz que le crearon sus padres, ajeno a todo lo que sucedía detrás de las puertas de la mansión.

Era muy temprano en la mañana, y los Uchiha ya habían llegado a la gran hacienda. Era el mes de mayo, por lo que todas las plantas del lugar resplandecían llenas de la vitalidad que les daba la primavera. La hacienda estaba rodeada por un hermoso y atrayente bosque, repleto de vegetación, y perfecto para explorar. Por dentro, la hacienda, también estaba llena de plantas, con amplios jardines repletos de hierba fresca, y una gran piscina con un puente de piedra que pasaba por encima de ella. El lugar era simplemente hermoso y no dudaron en ir a ver cada rincón.

Fugaku: Ha sido una gran elección padre.

Madara: Gracias, esta hacienda es digna de alabanzas.

Mikoto: Creo que será el sitio idóneo para que los niños puedan vivir un tierno romance.

Obito: Veo que a ti tampoco se te a escapado el plan que tienen montado nuestros padres.

Izuna: Pensamos que no sería tan obvio.

Fugaku: A nuestros ojos lo es, pero seguro que el despistado de Minato no se ha dado cuenta.

Mikoto: De todas formas pienso que sería una bendición que nuestros clanes se unieran, sería bueno que nuestros hijos sentaran la cabeza.

Rin: Sería tierno volver a ver a lindos polluelos.

Los hermanos Uchiha, Madara e Izuna, cada uno había tenido a un hijo alfa, panteras negras puras, estos eran Fugaku y Obito. Sus padres que ansiaban conquistar todo a su paso, incluso los cielos, los casaron a cada uno con un águila beta, pero de diferentes especies.

En la hacienda de pronto se escucharon unos aullidos de lobo, seguidos de fuertes y poderosos rugidos, que hacían temblar los huesos. Un águila arpía junto a un águila real observaban curiosas en el tejado de la hacienda.

Fugaku: Sin duda son ellos.

Entraron a la hacienda, orgullosos de su demostración de sonido, sacando el animal que llevaban dentro, demostrando su poderío.

Naruto: ¡Papa ha sido increíble! ¡Ese rugido fue ultra fuerte, eres genial!

El inocente rubio alababa los rugidos de su padre con gran admiración, haciendo que este se hinchara de orgullo y le gruñera amorosamente, rodeándolo con su brazo. Su alfa estaba feliz.

Minato veía como Fugaku y su familia se les acercaban, aunque entre ellos no vio a ningún joven. Kakashi agarró a su hermano pequeño Naru, y lo pusieron atrás de su familia, protegiéndolo de cualquier circunstancia imprevista. Fugaku y Minato se abrazaron amistosamente.

Fugaku: Tanto tiempo sin ver tu melena.

Minato: Sí, los años no te caen bien amigo, jeje.

Fugaku: Gran idiota. Ven, vamos al jardín, tenemos que ponernos al día.

Al llegar al gran y esplendido jardín del interior, Naruto no dudo ni un momento, y se transformo en un bello zorro rojo, de hermoso pelaje anaranjado, con el pecho de color blanco y patas negras, aunque algo más grandes que las de su especie, heredadas de los lobos. Empezó a correr eufórico por todo el lugar, dejando que el corazón se le saliera del pecho.

Deidara: ¡Naruto!

El león gritó preocupado por lo que le pudiera ocurrir a su hermano pequeño. Las dos águilas que anteriormente estaban posadas en el techo, se disponían a cazarlo. Su vuelo paso un par de veces a escasos centímetros de él, pero sin lograr alcanzarlo. Aquel zorro era simplemente uno de los más rápidos que habían visto, su agilidad era increíble. De repente un lobo se puso encima del zorro rojo, pero al ser mayor que él, apenas se rozaban. Al costado derecho del lobo, un león y al izquierdo una leona, los tres gruñían y rugían intentando proteger a su hermano pequeño. Naruto no entendía nada de la situación, pero le encantaba ver a sus hermanos en estado salvaje.

Las dos grandes águilas se posaron en la rama de un árbol que no era muy alta, y de la nada salieron dos panteras negras que rugían con fiereza. Era una pelea de rugidos incesante, chillidos de las águilas, gruñidos, estaba llena de tensión y peligro. Los abuelos y los padres los miraban entretenidos, sentados en unos cómodos sillones y sofás.

De los cielos descendió volando una pantera negra con poderosas alas de águila arpía, pisaba el suelo con firmeza de forma decidida, su aura pesada erizaba el pelo de los demás animales. Dio un rugido fuerte y vibrante, dejando todo lo demás en silencio absoluto. Hasta que un ligero sonidito interrumpió todo, era un ronroneo agudo y tierno, que provenía de un afable zorrito rojo, quien delante de la pantera alada se puso en posición de juego.

Gaara: No se si pensar que Naruto es valiente o es realmente tonto.

Minato: ¿¡De dónde a salido esa pantera con alas!?

Fugaku: Es mi hijo menor Sasuke, todo un alfa, aunque eso parece importarle poco a ese zorrito.

Minato: Es mi pequeño Naruto, esta lleno de sorpresas, es nuestro único omega y a veces no se como protegerlo, me dan ganas de correr he ir a salvarlo.

Fugaku: Tranquilo Minato, nada le ocurrirá a tu omega, si no yo mismo me encargare de morderles fuerte para que recapaciten.

Sasuke quería ignorar a aquel ¿cachorro de zorro? Él solo había venido a poner un poco de orden, en el gran escandalo que habían formado, no se pondría a jugar como cuando era un niño. No hizo caso al zorro, y su mirada se alzó con aquellas que le desafiaban, su instinto le decían que el lobo era alfa, pero que los leones eran simples betas, les sostuvo la mirada sin titubear ni un segundo. Aquel zorro dio un gran y gracioso salto que llamo su atención, su aroma se había extendido por todo el lugar, siendo como una droga para él y toda su familia. Sin duda alguna era un omega. Un lindo omega al que no habían marcado, y que parecía ajeno al peligro.

Naruto viendo que aquella pantera que tanto le había llamado la atención no quería jugar con él, fue con sus hermanos mayores recibiendo prácticamente la misma respuesta. Sus hermanos y las panteras negras se tranquilizaron como si nada hubiera pasado. Por lo que se volvió a transformar en humano.

Naruto: ¡Conozco gente nueva y nadie quiere jugar dattebayo! ¡Sois unos aburridos!

Aquel zorro de hermosos colores anaranjados, había cambiado por completo a un lindo joven de cabellos dorados como el sol y brillantes ojos azules, con unas traviesas marquitas en las mejillas.

El instinto de los alfas se activaba cada vez más, queriendo poseer a ese omega que no tenía dueño alguno, por lo menos aún. El alfa de Sasuke le rugía fuertemente, diciéndole que lo tomase, que era su pareja por derecho y le daría las mejores crías.

Una de las panteras negras se transformo en un ser humano de tez blanquecina, ojos y cuero cabelludo negros azabache, y se acercó a Naruto.

Sai: ¿Por qué estas aquí zorrito?

Dijo el joven de manera insinuante, provocando la rabia del alfa de Sasuke, a pesar de que este quisiera ignorarlo por completo. El rubio, sin notar la insinuación, le mostró una sonrisa radiante, contento de que por fin alguien nuevo hablase con él.

Naruto: Mi nombre es Naruto Uzumaki, encantado. Vine con mi familia a conocer a la familia del amigo de mi papi, los Uchiha, o algo así, por que es un poco lioso.

El rubio se rascaba la nuca, nervioso por si no se le había entendido del todo. Sai y los demás se quedaron perplejos al ver que el pequeño no había notado la insinuación y que con una sonrisa inocente se presentase como si nada. El león beta fue hasta Naruto, rodeándolo, poniéndose entre el individuo de pelo negro y Naruto, intentando protegerlo.

Naruto: ¿Qué es lo que pasa Deidara oni-chan?

Deidara con una de sus grandes patas, le hizo una zancadilla al pequeño cuerpo de Naruto, desestatizándole y obligándolo a caer encima del suyo. El zorrito no entendía el comportamiento de su hermano mayor.

Deidara: *Ya te has presentado, ahora lo único que tienes que hacer es estarte quietecito en tu habitación, y no salir de ahí.

Deidara caminaba con el cuerpo de su hermanito encima suya, que le era liviano y sencillo de cargar, aunque en forma humana no lo podía coger de la nuca con su boca, al igual que un cachorro, solo lo podía hacer cuando estaba en su forma de zorro.

Naruto: ¡No quiero! ¿¡Por qué todos pueden estar fuera y yo tengo que estar encerrado!?

Deidara le gruñó a su hermano menor. Nadie comprendía la conversación que ambos estaban teniendo, ya que a pesar de estar conectados con la naturaleza, cuando se volvían humanos no entendían el lenguaje animal, y cuando eran animales, solo los de la misma especie comprendían lo que decían, pero con un lenguaje poco complejo y cosas muy simples y determinadas para decir, se comunicaban más bien con gestos. Tan solo Naruto que había crecido entre animales y tenía una gran fuerza espiritual, podía reconocer todo aquello que hablaban.

Deidara: Grrr *¡Por qué lo digo yo que soy el mayor! ¡Obedéceme!

De sus hermosos ojos azules empezaron a asomarse pequeñas gotas saladas de agua, en su mirada se encontraba la decepción. El alfa de Sasuke le gritaba que fuese a por él, que lo protegiera fuese como fuese y lo consolara, pero siguió sin moverse, su orgullo le estaba destrozando en esta ocasión.

Naruto: ¡No!

Naruto se bajo de un salto del fuerte lomo de su hermano mayor Deidara, y volvió a transformarse en zorro, para poder enfrentarlo con uñas y dientes. Naruto encaró a su hermano gruñéndole enfadado, intentando parecer todo lo fiero posible, pero no cayó en la cuenta de que ante un león él no tenía nada que hacer. Deidara lanzó un fuerte rugido, que le hizo estremecer cada uno de sus huesos, pero aun así siguió encarándolo con todas sus fuerzas, aquella valentía era admirable.

Minato: Deidara, está bien que Naru este fuera, mientras no lo perdamos de vista.

El zorrito miró a su padre lleno de felicidad, moviendo la cola alegremente. En cambio, Deidara observo enojado a su progenitor, y se convirtió en un hermoso muchacho de cabello rubio largo, para poder hablar bien con él.

Deidara: ¡No está bien! ¡Naru es un...!

Minato: Lo saben. Cualquiera que lo mirase o percibiese su olor lo sabría al instante.

Naruto como la mayoría de las veces que hablaban así sobre él, no entendía nada de lo que sucedía. Para él era como cualquier otro, no notaba diferencias, excepto que eran un poco más fuertes, pero eso no le importaba.

Fugaku: Nada le ocurrirá a Naruto, os doy mi palabra ¿Verdad chicos?

Fugaku miro a sus hijos y sobrinos con cara amenazante, aquel era un tesoro de la familia Uzumaki que nadie podía tocar, al menos no si querían mantener la paz con su clan.

Naruto se volvió a convertir en humano, y todos los demás del clan Uchiha y Uzumaki hicieron lo mismo, ya que en su forma animal no podían hablar.

Naruto: ¿Pero porque estaría en peligro? No lo entiendo papi.

Kushina: No pasa nada Naru, puedes correr y explorar todo lo que desees dattebane.

Naruto: ¿¡En serio!? ¡Eres la mejor mami!

Dijo abrazando amorosamente a su madre, como un lindo cachorrito. Minato abrió un poco sus brazos, para que su pequeño también viniese a él lleno de cariño. Naru al verlo soltó una risita y lo abrazó con ternura.

Naruto: También te amo mucho papi.

Minato: Y yo Naru, pero no te pierdas ni te vayas demasiado lejos.

Naruto: Tranquilo papi.

Naruto corría y exploraba todo el lugar sin parar ni un minuto, siendo observado tanto por alfas como por betas, que admiraban su lindura.

Mikoto: Naruto es realmente tierno y cariñoso, me encantaría tener un niño así.

Madara: Los alfas no son cariñosos.

Tsunade: Da igual que Naruto sea un omega, es valiente y es un puro zorro rojo de gran valor, con una gran genética. Mejor que muchos alfas.

Fugaku: De eso no hay duda, porque parece que a nuestros alfas y betas les interesa.

Mito: Tendrán que pasar primero la barrera familiar para acercársele.

----------

Los Uchiha jóvenes estaban por un lado sentados en la verde hierba del jardín.

Itachi (21): ¿Qué opináis del pequeño omega?

Shisui (22): Yo lo veo un poco joven para nosotros, primo, pero es difícil resistirse.

Izumi (20): Yo también lo veo muy joven para mí, además parece más niño que hombre, me sentiría más como su hermana mayor que como su novia.

Sai (18): Entonces le atacare yo.

Iruka (25): No creo que sus hermanos te dejen acercarte mucho a él Sai

Sasuke: (18): "¡Maldito Sai! ¡Ni se te ocurra ponerle un dedo encima al zorrito! ¡Él es mío, joder! ¡Lo hare solo mío! ¡Nadie más tiene derecho a tenerlo!".

Los Uzumaki estaban hablando de igual forma, pero a unos metros de ellos, por lo que a no ser que gritaran no podía escuchar la conversación del otro grupito.

Karin (18): ¿Es mi imaginación o todos babean por Naru?

Gaara: (17): No dejaremos que se le acerquen one-chan, no son dignos de él.

Ino (18): Naru es demasiado inocente, caerá en cualquier peligro.

Deidara (18): Ese baka no conoce lo que es el peligro, no es consciente.

Nagato: (20): No debemos hacer guerras innecesarias.

Kakashi (25): Nagato tiene razón, no crearemos problemas, pero si los vigilaremos de cerca.

Nagato (20): Hay que conocerlos mejor y saber sus intenciones.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).