Me sentí satisfecho al saber que mi Camus trabajaría en Crystal Doll, pero lo que no me gustó fue que él besó al marrano ese. Sin embargo, había hecho un buen trabajo. Decidí regresar a la agencia, pues habían dado las 7:30, y era tarde. En el trayecto, pusimos canciones, y conversábamos, en una de esas me lanzó la pregunta:
-¿Qué tienes,amor?
-¿La verdad?
-Sí.
-Bueno, no me gustó como ese gordo te nalgueó y que se besaran.
Agaché la mirada y sin querer se me escapó una lágrima.
-Ohhh…No…Milo… Yo lo siento.
Pude ver sus ojos enrojecidos y a punto de estallar de llanto.
-Mi amor, fue para que me diera trabajo más rápido, además no me gustó como me manoseó; me sentí una puta barata, me dolió a mí también.
Estaba pensativo; lo había dejado en espera. Me detuve, porque el semáforo estaba en rojo, y la gente tenía que cruzar, lo cual no tardó mucho. Se había puesto en verde y decidí manejar, pero ésta vez más rápido. Con el rabillo ví a mi novio y su rostro se transformó en una expresión de sorpresa, casi al espanto. Al notar ello, baje de velocidad, y Camus dio un gran suspiro.
-Tus muñecas…Perdón…
-Está bien, Camus. Sé cómo te sentiste. La culpa es mía por exponerte a este tipo de situaciones policíacas; soy un idiota: ¡Pudieron asesinarte!
-No, mi amor. Lo hago por ti.
Así que se inclinó y decidió besarme el cuello; me sentía bien. Pero era muy temprano para tener sexo. Por lo que me volví y decidí besarlo en la boca. Después de todo lo quería muchísimo. Habíamos llegado a la agencia; nos bajamos y estando dentro, todos se nos quedaron viendo, pero más el teniente, claro, no sin su sonrisa pícara habitual.
-¿Qué tal?
-Teniente, me contrataron. Mañana entró a las 7:00. p.m
-¿Y tu cliente?
-Milo.
-Bien hecho, bueno puedes retirarte, Milo. Muchas gracias Camus.
-Fue un placer.
-Hasta mañana.
Así que salimos y nos fuimos al coche de Camus.
-¿Milo?
-¿Sí?
-¿Qué usaré mañana?
-Mmmmmm…¡Vístete de conejita!
-¿En serio?
-Sí. Una de Playboy.
-Bueno, si me vas a coger tú, hasta desnudo.
Se me avalanzó y me besó muy,muy,muy rico.
-Mmmm…¡Qué rico!
-Solamente tú puedes expresar ello.
-Bueno, mañana se cambian los roles: yo te cojo a ti.
-JAJAJAJAJAJA.
-Era justo. ¿No?
-Está bien, está bien. Me alegra que fueras tú.
Ambos nos quedamos viendo y estallamos de risa, que duró como un minuto; nos detuvimos, nuevamente nos miramos y nos besamos y acariciamos, sólo un poco. Camus prendió el coche y condujo a toda velocidad; menos de 10 minutos y estábamos en casa, así que nos bajamos y lo primero que hice fue recostarme en mi sofá, me quité las botas y dí un gran jadeo. Sin embargo, Camus se dirigió a la cocina, solamente para tomar un vaso con agua fría. Prendí el televisor, cambiaba de canal, hasta que le dejé a VH1 Classic, en una de esas pasaron una canción que ambos nos gustaba: “Call me” de Blondie. De inmediato llamé a Camus.
-Amooor!!
-¿Pasa algo?
-¡Mira!
Colour me your colour, baby
colour me your car
colour me your colour, Darling
i know who you are
come up off your colour chart
i know where you're comin' from
Call me! (call me)…
En esa parte de la canción cantamos ambos y nos pusimos a saltar y a bailar, de hecho estuvimos así en toda la canción; en una de esas nos besamos demasiado rápido y rico; apagamos el televisor y nos fuimos a nuestra habitación; sí, a hacerlo.
Al día siguiente,todo ocurrió como de costumbre, hasta que dieron 6:40, y estábamos afinando los últimos detalles para ir en cubierto.
-Bien, Milo,ya sabes lo que haces. Luces como un empresario estresado.
-Sí teniente.
En efecto, vestía un traje color azabache, cuyo pantalón era ajustado, acompañado de unos zapatos elegantes y en la parte superior un chaleco, la camisa era de manga larga y blanca.
-Bueno, solamente esperaremos a que llegué Camus.
En eso el teniente y yo nos volvimos en dirección izquierda y vimos a Camus bajar de su coche. ¡Carajo! Vestía unos tacones de color negro, unos leggins negros semi-transparentes, haciendo relucir sus hermosas piernas, y el traje de conejita, claro con los implantes. En la parte de atrás ¡Uff! ¡Vaya culo!. No traía mucho maquillaje, solo un poco de gloss coral.
-¿Te gusta?
-Vamos muchacho ,reacciona.
Hasta que Dohko me pellizcó.
-¡Ouchc!
-Milo, lo siento, pero creo que Camus te dejó fascinado.
-Sí, tiene razón. Gracias teniente.
-De nada, Camus.
-Bueno, teniente. Nos vamos.
-Suerte Milo y Camus, estaremos en contacto.
Nos sonrió y a discreción, Dohko me había dado unos condones y me guiñó el ojo. Yo sonreí divertido.Nos metimos al coche y conduje lo más breve posible, para dirigirnos a Crystal Doll. Habían dado 7:25, y mi conejito se bajó.Caminó de un forma muy sensual y meneando el culo hacía la entrada.Así que abrí la portátil para captar lo que estaba pasando, así que Camus entró y se acercó a Larry, no sin antes darse media vuelta y sonreírle.
-¿Te gusta, Larry?
El imbécil se relamió los labios y dijo:
-Magnifica, la mejor, que hemos tenido.Bueno tienes que irte con las demás, empieza a servir copas. Si hay un cliente ,te llamo.
-Gracias.
Era mi turno para entrar, así que la dejé en modo automático. Obviamente apagué mi auto; estaba en la entrada, busqué al puerco de Larry y le dije con un tono carismático y sexy; alguien que parece caballeroso por fuera,pero es un imbécil.
-Hola,Buenas noches.
-Hola, caballero. ¡Disfrute de este lugar! Música y muchas mujeres.
-Suena bien. Quiero una mujer.
-¿Cómo que tipo?
-Quiero a una puta francesa, que tenga unas nalgotas y las mueva rico.
-UYY! Me pidió a la indicada,es nueva: estatura alta, piel blanca, nariz respingada, ojos azules,labios carnositos. Tiene unas tetas y un culo.Muy hermosa y sensual.
-Mmmm…Interesante. ¿La puedo ver?
-¡Claro! ¡Camile!
Así que interrumpió a mi Camus de servir copas, lo tomó delicadamente del brazo y se dirigieron a mí.
-Aquí está tu cliente, Camile.Se buena conejita con él y haz todo lo que te ordena.
Pude ver en mi conejito una sonrisa provocativa.
-Lo trataré bien,Larry.
-Bueno, caballero su nombre…
-Soy Miller.
-Disfrute, Miller. En el fondo hay un cuarto VIP color rojo terciopelo, ahí háganlo.
-Gracias.
Sin más preámbulos nos fuimos a la habitación.Me sentía tranquilo porque Kanon se había metido a la oficina de Larry a inspeccionar. Así que me senté en el sofá, a modo de jefe. Sonreí glorioso, y le dije a Camus que se sentara en mis piernas .Él se acercó muy intrépido. Ambos nos besamos, muy alocados y excitados. Comencé a acariciar sus muslos con apoderamiento y a besar su cuello. El también besó el mío y me desabrochó la camisa para acariciar mi pecho. Sentir sus manos, aunque con guantes de color negro, en mi pecho.¡Lo más delicioso! No conforme a ello, se bajó y se agachó. Me desabrochó el pantalón mientras sacaba una sonrisa pícara.
-Te la chuaparé.
Yo sonreí y comenzó a chupármela.
-¡Ahhh…Rico…
Siguió así pero esta vez más rápido y hambriento. Me iba a correr, pero se detuvo. Se deshizo de esos implantes y en la parte trasera se desprendió un botón,claro no sin antes desgarrarse la tela de los leggins.
-¡Quiero que me metas tu zanahoria!
-Ohh.. Sí…
Así que se sentó en mis piernas, se dilató con su propia saliva y se colocó en mi hombría erecta. Hizo una mueca de dolor, pero inicié mi vaivén y se transformó en una expresión de placer.Me movía lento, lento, lento.
-Ohh…ohhh…ahhhh…
-Ufff…Así muévete, conejito, muévete.
-Ahhh…rico…rico…
-Mmmm….ese agujero me vuelve loco.
Después pase más rápido y él gritaba excitado.
-Ahhh..ahhh…ahh!!
-UYY…CAMUS…
Me detuve y lo puse boca abajo, en cuatro. Le desgarré el traje y tenía su gran trasero blanco. Lo penetré, y lo nalgueaba. El movía sus caderas rico, así que se volvió y apretó el labio inferior.
-¡Buen culo, buen polvo!
-Ahhh…sigue así…
Estábamos en el clímax cuando me desplomé, y ambos gemimos.
-Ahhhh…
Había dejado chorreado mi semen en su trasero. Hasta que sonó mi celular, por vía radio Kanon dijo:
-Milo, hallé algo.
Era momento de saber la verdad.