Decidimos beber más, así que pedimos unas cervezas y nos fuimos a la parte trasera; teníamos hambre. De manera rápida llegó un mesero y nos entregó las cartas cuyo material era de piel pero en un tono coral. Las abrimos y la verdad se nos antojaba todo; yo decidí pedir una lasaña, vino blanco y unas alitas. Camus prefirió una hamburguesa con papas y más cerveza. El chico asintió y se retiró.
-Muero de hambre.
-Yo también.
-Me encanta este lugar.
-A mí también, sabía que te iba a encantar, Camus.
-Gracias Milo por llevarme aquí.
-Já, no es nada. Solamente quise relajarme.
-Bueno, ¿Nos tomamos una selfie?
-Vale.
Así que sacó su Samsung Galaxy S7 y colocó la cámara frontal; yo sonreí y Camus me dio un beso en la mejilla, le había dado click. Después la subió a Facebook, obviamente me etiquetó, pero como pie colocó: “Pensé que ya no iba a encontrarte, que ya no había esperanza. De repente te veo ,en un día tan común, y recuperé la fe; este cariño inmenso jamás desapareció. Así que te doy las gracias por darme la oportunidad de ser mi novio. Te amo,Milo. También agradezco está cenita” e insertó un beso y un corazón. En cuestión de segundos y ya estaba subida.
Después de ello, tomé mi Sony Xperia y dije:
-Venga ,otra selfie.
Ambos sonreímos y dí click, La subí y luego puse como pie de foto: “Sé que por un tiempo te mantuve alejado de mi mente, pero jamás de mi corazón;siempre estuviste allí. Y en mi alma, sabía que te vería. Eres un ángel que iluminó mi camino cuando más lo necesitaba, por esa y más razones:Te amo, Camus. Gracias por todo. Que más que una amistad, esto se ha convertido en un noviazgo; me encantas” Y ¡pom! Estaba publicada, no sin antes etiquetarlo.Acto seguido revisé las notificaciones y teníamos muchos me encorazona, pocos likes y varios me asombra; tanto en mi foto como la de Camus.Entre esas reacciones estaban la de mis compañeros del trabajo, familia y nuestros amigos del bachillerato.
-Nos vemos guapos.
-Sobre todo tú, Camus.
En ese instante había llegado el mesero con nuestros platillos, agradecimos y se retiró.
-Bueno, hay que comer.- Así que mi cubito le dio un mordisco a su hamburguesa y bebió de su cerveza.- Mmmm ¡Qué rico!
-Jajajajaja, bueno, quiero probar mi lasaña.- Tomé los cubiertos y me metí un pedazo a la boca.- Suculento.
-¿Me das?
-Bueno, abre la boca..- Le dí una probada.- ¿Te gusta?
-Sabe deliciosa. ¿Quieres un poco de mi hamburguesa?
-Dale.- En ese momento le dí una gran mordida.- Mmmmm… ¡Genial!
-Oye, era probete más no llenete.-Hizo un puchero y frunció el ceño.
-Jajajajajajajaja.
-No da risa.
Pero en ese momento me metí un pedazo de carne a la boca y lo besé a él, pasándole mi alimento en su boca; abrió los ojos, pero sintió placer.
-Mmmm..Rico..
-Tenía ganas de hacerlo.
-Eres un sucio.
-Ja, pero te gustó.
-Me encantó.
Sin más distractores volvimos a comer normal, y conversamos poco. Ya que habíamos terminado, pagamos y nos largamos de ahí. Afuera nos comíamos a besos,ya sabes: lento, lento y rápido, rápido. Nos fuimos al coche de Camus, de manera breve encendió el coche y arrancó a gran velocidad.
Y estábamos ahí: ¡Hogar, dulce hogar!. Nos besamos lentamente, nos sentamos en el sofá, nos acariciamos. Pero sobre todo Camus, me tocaba los muslos con apoderamiento, yo pasaba mis manos por su pecho y las metí dentro de su camisa; comencé a apretar sus pezones. En ese momento lanzaba jadeos, leves y cerraba los ojos; no sé como pero me colocó boca abajo, empecé a menear mi trasero. Me volví para ver a mi cubo y le lancé una sonrisa provocativa, él sólo me contemplaba atontado.
-¿Te gusta lo que ves?
-Me encanta, lo mueves solamente para mí.
-Así es.
-Bueno.-Así que me ayudó a quitarme el sacó.- Vamos, quítate el pantalón.
Comencé a desabrochármelo y lentamente lo fui bajando, bajando. Ya no lo taría, para estar más cómodo me zafé los botines.
-Quítate el bóxer.
Lo hice.
-Listo.¿Quieres que me quité la camiseta?
-No, así quédate.
Pude ver en sus ojos lujuria.Tomó un poco de aceite , cuyo aroma era de naranja, y me lo virtió por mis grandes glúteos. Sentí algo frío, pero pasó sus manos y estás acariciaban mi trasero; lo estrujaba y me nalgueba.
-Uyyy…Qué buenos glúteos.
Sonrió con perversidad.Yo volteé y le lancé una mirada traviesa, pero no le pareció y me dio una nalgada.
-Ohh…
-Vamos,mueve el culo.- Y volvió a nalguearme, en ese instante lo empecé a manear,pero muy lento, lento.- Eso es.
Lo hacía en círculos,me volvía y apretaba los labios. Él no paraba de darme las nalgadas, sentía mi trasero ardiendo. Metió un dedo en mi cavidad y me detuvé.
-Ohh…
-Ese ardiente agujero.
Ya sabía lo que iba a hacer; insertó el tercer dedo y sacó su pene erecto, y me la metió toda.
-Es hora de cogerte.
Inició su delicioso vaivén,lento,lento.
-Ahhh…Qué delicioso….No pares…uhhh…
-¡Ricas nalgotas!...Ahhh…
-Ahhh….
Se movió más rápido y en este punto ya estábamos muy excitados.
-Ohh…ohh…
-Vamos…muevelo…
-Ahhh….
Moví las caderas y creo que mis glúteos acariciaron su pene. No faltaba mucho para que se corriera.
-Milo…
-Camus…
-Ahh…..
Había explotado y salpicó de semén mi trasero. Fue excitante.