Miraba un punto fijo en mi bebida y seguía sintiendo esa corazonada desagradable. Así que toqué mi pecho para tranquilizarme y le dí un sorbo a mi cerveza. El ambiente estaba prendido en el bar; hombres guapos charlando y mujeres sexys con un crop top ,reduciendo sus deliciosas caderas. Y sobre todo: la música setentera que nosotros admirábamos.
Kanon notó algo extraño en mí por lo que me preguntó:
–¿Qué tienes bicho? .– Frunció el ceño de manera preocupada.
–Es que siento que mañana algo malo va a pasar. Me preocupa el enfrentamiento que le vayamos a dar a S.E.
Kanon tocó mi hombro para tranquilizarme.
–Debes calmarte Milo. Tal vez estés nervioso por lo que pasó ayer. Pero todo saldrá bien. Y verás que ese malnacido estará en la cárcel.
Respiré profundamente y le sonreí; ambos decidimos seguir disfrutando.
Estaba en mi habitación recostado. Mirando el techo y al borde por derramar las lágrimas. Recordaba como Camus me tocaba, cómo me hacía sentir, tan ligero y sexy. Y toqué la sábana porque aún recordaba su tacto; mi casa seguía impregnada de él. ¿Cómo cojones podría olvidarlo? Su maldita sombra seguía dentro de casa. Con pesadez me levanté de la cama y me fui a dar un baño; cuando el agua cayó comencé a llorar ,recargándome en la pared y tocando mi pecho; aún extrañaba a Camus.
Salí del cuarto y cuando estaba seco me puse solo un camisón; sin pensar en más el sueño me envolvió de una manera protectora.
Estábamos todos reunidos en la oficina, claro, ya todos con nuestra ropa de calle. Todos lucimos apuestos. Marín traía un sexy vestido azul eléctrico escotado; Shaina usaba un bralette color morado y unos pantalones de cuero negro ajustados, resaltando sus redondas y grandes nalgas;Dohko usaba un traje color blanco ;Shion un traje negro; Mu,Aldebaran, DM,Afro,Shura,Saga y Aioros lucían igual; Kanon vestía una camiseta de cuadros y pantalones ajustados con botas; Aioria traía un smokin negro; Hades hacia resaltar su piel con una camisa color aquamarina y unos pantalones ajustados oscuros. Por último yo: jeans ajustados, camisa de Star Wars acompañado con unas botas. Nada inusual en mí.
Era momento de que Dohko hablara.
–Muy bien chicos ,el momento ha llegado.
Todos nos dimos la mano en señal de apoyo.
–¡Si se puede!
Todos habíamos dicho al unísonono.Pero antes de que pudiera salir Dohko me dió algo.
–Tómalo Milo. Es un anillo. A todos ya les entregué uno,el cual contiene una cámara para que se transmita en la computadora de Saga
-Gracias Dohko. Lo cuidaré.
Y todos estábamos listos para la acción. Cada quien con su respectivo equipo y dispersándonos por la ciudad. Teníamos que atraparlo sí o sí. Yo me fui con Kanon y Hades, Mientras que Dohko,Shion y Saga nos vigilaban a todos en una camioneta con su computadora.
Shaina y Marin iban a hacer la distracción para S .E ,en cuanto lo vieran. Mientras que los demás se hacían pasar por gente casual ó también protegían a nuestras compañeras.
Pero para sorpresa de los demás S.E se había conseguido un nuevo cómplice que cuando Marin y Shaina lo habían seducido descubrieron su nombre: Alberich Gibson. Un sensual pelirrojo de mirada peligrosa. Por suerte no traía armas, ya que con Shaina y Marin estaba bien vigilado.
Pero también se habían enterado Saga,Dohko y Shion que los demás integrantes habían encontrado a otros enemigos:Muy,Euridice y Mitsy. Que afortunadamente estaban resguardados por los demás.
–Muchachos,vigilen en los alrededores.
Había indicado Shion. Así que los tres nos separamos ,pero yo tomé la decisión de irme a un callejón que daba la dirección hacía una bodega.
–¡MILO ESPERA!–Kanon intentó detenerme pero ya era demasiado tarde pues yo ya me había adelantado.
Tan rápido como pude entre a esa bodega y cheque los alrededores. Hasta que lo vi; casi se me voltea el corazón; era él: Surt Eikschnir.
–No puede ser.–Lo miraba boquiabierto- Eres tú…
–Así es querido. –Sonrió maliciosamente.–Han pasado muchos años y la verdad sigues siendo hermoso como cuando éramos adadolescentes.
En ese momento la sorpresa se me pasó así que le apunté con mi arma. Y con tono frío le dije:
–¿Por qué lo hiciste Surt?
Con ironía sonrió.
–Estaba aburrido de ser siempre el bueno . Sólo quería un poco de diversión.
–Que ridículo eres.
Soltó una carcajada espeluznante.
–Más ridículo tú te ves saliendo con lo que me pertenece.–En ese momento frunció el ceño y golpeo la pared.-MALDITO.
–Yo no me robé a Camus. Él vino hacía mí y aún así lo amo.
–Por eso te odio. Pero ya veras. Maldita perra.
En ese momento me volteó una bofetada que me hizo caer al suelo. Me pateó las costillas hasta hacerme retorcer. Pero lo bueno que mi anillo lo había dejado en una esquina donde Surt no lo pusiese identificar.
Acto seguido me tomó por la mandíbula y me azotó por la pared.
–Te voy a enseñar a no meterte con las cosas ajenas.
En ese instante me volteó 4 bofetadas hasta hacerme sangrar, y comenzó a desvestirme. Su mirada era muy lujuriosa y hambrienta. Y me retorcía que me viera en poca ropa ya casi rasgada, ya que me la arrancó.
Se había relamido los labios.
–Con razón Camus se deleita contigo. Eres una ricura hermosura.
Y me nalgueó fuertemente. Yo sentí asco.
–¡¡¡¡Eres un asqueroso!!!
Y le escupí. Pero el me golpeó fuertemente y se bajó los pantalones.
–AHORA SI TE VOY A COGER PERRA.
Él me abrió de piernas y comenzó a penetrarme. Sus estocadas eran duras y dolorosas. Pero él disfrutaba hacerlo. Y veía su mirada enferma ante mí. Después me jaló el cabello.
–Dí que te gusta que te lo haga Milo.
–Me…Me gusta que me lo hagas…–Mis lágrimas caían.
–Que te gusta que te la metan.
Pero no dije nada al instante y en ese momento sacó un palo y me lo metió en el culo.
El dolor fue tan inmenso que sí un agudo grito. Así que grite.
–Si!!..Me gusta…Que me la metan..
Pero yo ya estaba lastimado quería que esto parara. Quería volver a sentirme fuerte. Y sentía cada embestida de él.
Después me hinqué para chuparsela y gemir para que no me lastimara.
–Oh…Rico…Qué Rico …Que perrita tan más Rica.
Luego me levantó y me sentó en sus piernas.
Otra vez sentí su pene en mi entrada. Y me cabalgó salvajemente. Y yo veía su asquerosa sonrisa y esa mirada tan tétrica. También me obligaba a besarlo sintiendo su lengua.
No conforme con eso me puso en cuatro ,me nalgueó de hasta irritarme, solo para penetrarme. Pero yo miraba hacia un punto con la.mirada vacía;ya me daba igual solamente quería que parara esta mierda y me dejará en paz. Sentía el alma destrozada, mi año sangriento y el orgullo por los suelos. Quería que Camus me salvará ,que este imbécil parara su castigo. Que todo acabará . Y yo que odiaba sentirme tan débil. Un pedazo de carne para un enfermo.
Casi me desmayaba cuando abrieron la puerta de la bodega..
Y sonó un disparo. Surt había caído y yo yacía desmayado, y desde ahí no supe más.
Todo se volvió oscuro.
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