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Mio caro maestro por Sayurayaoista

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Notas del fanfic:

Sayura: esperemos que les guste

Ana: y esperemos traerles mas fics pronto

Nina: autora-san tambien lo promete

Xóchitl: nos leemos abajo 

Notas del capitulo:

Sayura: esperemos que les guste

Nina: nos apuraremos para escribir mas

Ana: autora-san aprovechara algunas de sus clases 

Xóchitl: los y las queremos

En una habitación se podía apreciar a un joven castaño de escasos 15 años de edad de ojos avellana, quien se aferraba a las sabanas de aquella gran cama, como si su vida dependiese de ello su nombre Tsunayoshi Sawada, detrás de él y moviéndose rítmicamente se encontraba un hombre de alrededor de 34 años, de cabello negro con curiosas patillas y ojos del mismo color.

- ¡ah! …más

-dilo…dame-Tsuna…di mi nombre-

-Re-Reborn-sensei-

- ¡ah! ...itte-

Abrió los ojos cuando un dolor lo arrancó bruscamente de su sueño, dándose cuenta lastimosamente que eso había sido un sueño, alzo las sabanas que cubrían su torso hacia abajo mientras los colores subían a su rostro notando aquel “problemilla” entre sus piernas.

Se sentó a la orilla de la cama aquello llevaba pasando un tiempo desde que a su intento de “padre” se le ocurrió que debía tomar clases de italiano -como si la escuela no fuera suficiente- aunque al inicio no se quejo ya que creía que tomaría sus clases junto a su amigo Gokudera- quien era ¾ italiano o eso decía él- pero el chico ¼ japonés destrozo sus ilusiones al comentarle que él estaba en un nivel superior y que impartía el curso pero no en el grupo al que se inscribió, tuvo que recurrir a Takeshi su otro amigo y pareja de Gokudera quien declino la suplica del pequeño castaño debido a sus entrenamientos en el club de béisbol.

La situación solo podía ir de mal a peor, llegando a casa intento zafarse de aquella situación, pero no pudo decir que no al ver el rostro ilusionado de su madre y como esta comentaba que su progenitor hablaba perfectamente aquel idioma y eso la había enamorado de él.

Al día siguiente después de la escuela algo desanimado camino rumbo al edificio que correspondía a los idiomas buscando su aula, entro en el salón alegrándose de que no hubiera compañeros de su salón para molestarle aunque se extraño al verlo algo lleno, la mayoría eran chicas y algunos chicos que hablaban entre si, tomo uno de los lugares de enfrente, el salón era pequeño como para unos 30 alumnos, estaba a punto de irse y reprobar la materia-como era típico en él- pero justo en ese momento la puerta fue abierta y entro el profesor, un suspiro general se dejo oír mientras que el joven castaño se quedaba  de piedra, un intenso calor recorrió su cuerpo acumulándose en sus mejillas y muy a su pesar y vergüenza entre sus piernas.

El profesor era alto aproximadamente 1.75, de tez blanca, cabello negro en puntas con unas extrañas patillas que sinceramente no le quedaban mal y unos profundos ojos negros; portaba un traje negro ajustado a su figura con camisa blanca y corbata amarilla.

-ciao, mi nombre es Reborn di Vongola y seré su profesor-

A partir de ese momento sus fantasías tenían nombre y apellido, y para su mala fortuna -tenían razón al llamarlo dame- cada vez eran más subidas de tono.

Se recargo contra la cabecera mientras cerraba los ojos recordando su sueño mientras sus manos viajaban hasta su problema, imaginando que aquellas eran las manos de su profesor pequeños gemidos brotaban de su boca impregnados con el nombre de su sensei.

-Re-Reborn…mmh-

No duro mucho tiempo hasta que alcanzó su clímax entre quedos gemidos, como pudo alcanzó un poco de papel limpiando la evidencia de sus manos, observo el reloj; la única ventaja de aquellos sueños era que se despertaba con tiempo para arreglarse y que no se le hiciera tarde.

-/-/-/-/-

Observó su reloj las 7:00 en punto, suspiro era tan tarde ya, de no haber sido por su torpeza innata no hubiera chocado con el profesor de educación física y tirado todo el equipamiento de cada club deportivo para después ser obligado a quedarse a recogerlo, el cielo trono anunciando que pronto se desataría una tormenta y así fue, pronto empezaron a caer las primeras gotas y más rápido de lo que se puede describir se desato la tormenta, buscó refugio y maldijo a su mala fortuna de ni hacer caso a su madre y llevar con que resguardarse.

Observo el largo trecho que aún le quedaba por recorrer y se preparo para correr, llegando a casa tomaría un largo baño, un sonido proveniente de una persona a su lado le llamo la atención-alguien con su misma mala suerte - aunque por poco suelta un grito al darse cuenta que se trataba de su profesor de italiano.

-Reborn-san-

Aunque hablo muy bajo el mayor alcanzo a escucharlo y lo observó, el corazón de Tsuna se aceleró ante aquella imagen sumamente sensual del de cabello negro gota traviesas enmarcaban aquel semblante serio y se deslizaban aun mas debajo de su cuello, su cabello siempre en punta ahora se encontraba hacia abajo dándole un aspecto rebelde, debido al agua; aquel traje ajustado se había ajustado aun más, enmarcando un fuerte tórax debajo de aquel sacó y camisa, no pudo bajar la mirada debido a aquel par de ónix clavados en su persona se sonrojo en demasía y desvío la vista.

-Tsunayoshi Sawada ¿Qué haces a estas horas por aquí? -

Maldijo a sus muy despiertas hormonas ya que en cuanto escucho su nombre de los labios del mayor una punzada viajo hasta su entrepierna, intento concentrarse en la pregunta formulada y resumió su incidente con el profesor de educación física, todos los vellos de la nuca se le erizaron cuando una de las manos del mayor revolvió sus húmedos cabellos y pudo escuchar una risilla ahogada.

- ¿y usted, sensei? -

Ni el mismo supo como controló su voz para evitar un jadeo, la cercanía con el mayor lo estaba matando.

-calificaba exámenes y se me hizo tarde-

-ya veo… ¿esta muy lejos su casa, profesor? “¿Qué estoy diciendo?” –

-algo ¿Por qué? -

-bueno es que…la mía no esta tan lejos…y…si…seguimos aquí nos enfermaremos además…no parece que acabe…pro-pronto y…-

-entiendo…y acepto la invitación-

La sonrisa del mayor cayo todos sus pensamientos mientras asentía, ambos corrieron entre la lluvia hasta llegar a la casa del castaño; y sin decir mas ambos se adentraron al lugar.

-ya llegué-

El inusual silencio activo la intuición del más joven quien empezó a buscar a su madre, encontrándose con una nota en la cocina que provoco su sonrojo de nueva cuenta al percatarse de la situación. Regreso a la sala de estar y observo de reojo a su profesor quien miraba el lugar curioso, subió rápidamente al baño y bajo con unas toallas de las cuales le entrego una al mayor.

-gracias-

Volvió a releer la nota emitiendo un suspiro cansado mientras una mueca molesta se formaba en su rostro.

- ¿algún problema? -

Salto en su lugar ya que no había notado la presencia de su sensei al lado suyo. Estrujó la nota entre sus manos y negó con la cabeza.

-nada…mi papa ha vuelto-

Hablar de su progenitor siempre fue un tema complicado para él se había criado con su madre toda la vida, y ante las constantes ausencias del que se decía su padre había dejado de verlo como tal, preocupándose solo por el bienestar de su madre y suyo propio, hacia mucho que había dejado de contar con Iemitsu Sawada.

Una mano sujeto su barbilla alzando su rostro ¿Cuándo había bajado la mirada? Sus ojos toparon con los de su sensei mientras se perdía en aquel par de pozos, su corazón latió de forma desbocada pero la mágica atmósfera se rompió cuando su estómago reclamo la falta de alimento por varias horas, un tierno sonrojo acudió a sus mejillas mientras de un rápido movimiento escapaba a la cocina recordando su situación actual se encontraba en su casa SOLO con SU profesor, ESE profesor autor de sus fantasías mas húmedas, aquel que le llevaba quitando mas de una semana de sueño sin saberlo.

Intentó tranquilizarse y opto por buscar la cena que su madre había dejado, tomo un mandil y empezó a calentarla, al menos era suficiente para dos.

Reborn observaba cada uno de sus movimientos recargado en la puerta de la cocina con los brazos cruzados a la altura del pecho no sabia porque pero, algo en aquel muchacho le atraía desde el momento en que lo vio, su aura de inocencia, su torpeza innata y aquellos ojos que parecían expedir un brillo naranja cuando se encontraba serio-lo cual eran pocas veces en sus clases-atrajeron poderosamente a su curiosidad y aunque era consciente de su posición justo ahora no se encontraban en la escuela y pareciera que su presencia no le era indiferente al menor; una sonrisa predatoria cruzo sus labios justo ahora era un lobo y Tsuna el indefenso conejo que estaba a punto de ser cazado, y daba por sentado que le gustaría.

Se acerco sigilosamente hasta el menor hasta colocarse detrás de él, Tsuna era bastante despistado para su gusto, sonrió con malicia mientras se acercaba al oído del menor.

- ¿Qué haces? -

La sonrisa en su boca se ensanchó al sentir el brinquito del mas bajo y como su respiración se aceleraba.

-e-es arroz con curry-

Debía mantenerse tranquilo, pero era prácticamente imposible podía oler la colonia del mayor justo al lado suyo, imaginaba sentir sus manos aferradas a su cintura…un momento, si estaba sintiendo las manos ajenas aferradas a su cintura.

- ¿Re-Reborn-sensei? -

- ¿Qué sucede? -

Un escalofrío recorrió su cuerpo cuando las manos del de ojos negros se deslizaron debajo de su playera y no pudo evitar soltar un suspiro.

-Reborn-san-

- ¿te gusta? -

Antes de poder tan siquiera responder los labios del mayor se pegaron a su cuello provocándole un jadeo, su mente se encontraba en blanco incapaz de procesar lo que estaba pasando sólo podía sentir aquellas manos que lo desnudaron cada noche en sus sueños deslizarse ávidamente por su torso.

Se dio la vuelta solo para que el mayor le empezara a comer la boca, el de cabello negro lo tomo de las caderas subiéndolo a la encimera de la cocina.

-Re-Reborn-san…es-pere…aquí no-

El mayor detuvo sus acciones mirándolo de manera seria y algo fría, que mas que asustarlo le fascinó. Su sonrojo se volvió mas intenso mientras desviaba la mirada al piso.

-Va-vamos a mi…cuarto-

El otro asintió y caminaron hasta las escaleras que conducían a la planta superior, aunque a mitad de esta la pasión volvió a ganarles, llegaron hasta el cuarto del castaño comiéndose a besos y desprendiéndose de la ropa.

Detuvo un poco sus acciones sólo para apreciar su trabajo, relamiéndose ante tal visión, su -porque ahora era suyo- pequeño castaño se encontraba sonrojado con los ojos oscurecidos por el deseo, su pecho libre de la estorbosa playera subiendo y bajando agitado con aquel par de botoncitos que pedían a gritos ser mordidos, el pantalón a medio bajar demostrando la excitación que recorría su juvenil cuerpo, excitación que él mismo sentía en la misma o mayor medida.

Tsuna en medio de su nublado juicio pudo notar aquel detalle y a pesar de la pena bajo sus manos hasta la cremallera del pantalón del mayor liberándolo de la prenda, sus ojos se enfocaron en la tela del humedecido bóxer paso saliva con dificultad, al notar el tamaño; el mayor sonrió con malicia mientras invertía las posiciones dejando al de ojos avellana muy cerca de su entrepierna.

Solo quería ver hasta donde podría llegar el joven no planeaba forzarlo aun así se sorprendió al sentir el aliento del más joven en aquella zona tan sensible y tuvo que hacer uso de todo su autocontrol para disfrutar de aquel espectáculo que disfrutaría sin duda alguna.

-Tsuna-

Aquel jadeo desato su curiosidad buscando ir más allá, a pesar de haberse tocado muchas veces desde que inicio su adolescencia nunca había hecho algo parecido con otra persona, siguió con su labor bajando aquel bóxer negro y liberando el miembro de su sensei que como había intuido no era para nada pequeño, lo rodeo con sus manos, mientras daba un ligero masaje, corroborando su textura y grosor, animándose a continuar debido a los ligeros gruñidos provenientes del de ojos negros, con un poco mas de confianza acerco su rostro, cerro los ojos y aspiro dejando que sus fosas nasales se llenaran de aquel aroma único del más alto.

Un movimiento de caderas lo saco de su ensoñación y con solo mirar aquellos pozos negros pudo intuir que quería paso saliva con dificultad y sin mas acerco su boca, dio una lamida rápida corroborando el sabor, era salado, pero no le era desagradable siguió explorando esta vez con su lengua de arriba abajo lentamente.

-Tsuna…me-mételo a tu boca-

El menor asintió mientras abría su boca, no cabría todo eso era seguro, y era cierto apenas pudo abarcar un poco mas de la mitad.

-con calma…y respira…no tienes porque apresurarte-

Y era cierto a pesar de su necesidad ver al menor haciendo aquello solo le daba un plus a la situación como pudo se levantó un poco tomando sus cabellos guiándolo en su labor.

-mng…buen chico-

Detuvo al castaño quien lo miro extrañado ¿acaso lo hacia mal? Río levemente al descifrar sus pensamientos mientras lo tomaba del mentón y le robaba un beso francés.

-ahora…debemos disfrutar ambos-

Recostó al joven nuevamente mientras se colocaba entre sus piernas, Tsuna se congeló por breves instantes, él nunca, un nuevo beso logro calmarlo.

-se que eres virgen así que seré cuidadoso-

Se cubrió la cara con ambas manos ante aquella afirmación tan sincera, Reborn tomó sus manos colocándolas encima de su cabeza.

-déjame verte-

Los besos comenzaron su camino hacia el sur entreteniéndose en su pecho donde juguetearon con aquel par de botoncitos lamiéndolos y mordisqueándolos con gula, el de ojos avellana no podía parar de gemir y cuando vio libres sus manos estas se aferraron a la espalda contraria, Reborn bajo esta vez hasta el ombligo donde simulo embestidas y aun mas topándose con su dulce favorito aunque por ahora lo dejaría en paz.

Tres dedos pidieron permiso para invadir su boca y no se negó, cuando estos estuvieron húmedos los guío hasta su entrada no sin antes que el de ojos negros les dio una última lamida e introdujo uno, el muchacho se tenso inmediatamente apretando su falange.

-tranquilo…no quiero hacerte daño-

Acompañado a sus palabras reanudó sus besos y esta vez su mano que no estaba ocupada se dirigió a la desatendida erección del joven, este inmediatamente se relajo mientras suspiraba, después de un tiempo ya eran dos dedos en su interior, Reborn toco un punto en su interior que provocó un gemido mucho más alto.

-parece que es aquí-

Los gemidos inundaban la habitación y cuando se dio cuenta ya eran tres dedos en su interior, detuvo las acciones del mayor y poniendo la cara más suplicante que pudo habló.

-Reborn-san…tómeme…por favor-

Todo su autocontrol se fue a la basura con esa simple frase.

-no me culpes después si no puedes caminar dame-Tsuna-

Y sin más lo embistió de una sola provocándole un gemido de dolor y placer, mientras Tsuna le clavaba las uñas en la espalda, se quedó quieto permitiendo al menor acostumbrarse después de unos minutos empezó a salir lentamente y a entrar del mismo modo.

Para suerte de ambos el juego previo había sido suficiente por lo que aumentaron la velocidad rápidamente, Tsuna gemía sin pudor alguno mientras arañaba la espalda de su superior y este se entretenía mordiendo todo lo que estuviera a su alcance sin disminuir su velocidad.

Reborn paro mientras salía de su interior, Tsuna gimió insatisfecho mientras el mayor mordía su costado.

-ponte en cuatro-

Acato aquella orden -que por el tono no daba lugar a un no- mientras adquiría aquella posición tan sumisa, un gritillo de sorpresa broto de sus labios al sentir una nalgada y como el mayor lamia la enrojecida zona , después de ello sintió otras más hasta que Reborn lo penetro rápidamente arqueo la espalda mientras gemía sonoramente ya que había dado en su punto sensible.

- ¡profesor! ¡Ahí! Más…por favor-

-dilo…di mi nombre-

- ¡Re-Reborn!-

El menor se aferraba a las sabanas, sus brazos no aguantarían mucho y sin mas término con el pecho sobre el colchón siendo embestido de manera casi animal por el mayor, este dio un último cambio de posiciones esta vez con el castaño sentado sobre sus piernas.

-ya…no…puedo…más-

-vamos, correte para mi Tsunayoshi…hazlo-

Llevo su mano al miembro del menor provocando que este terminara con un grito impregnado con su nombre, las paredes de su cuerpo se cerraron entorno a su miembro dejándolo construir la plataforma de su propio orgasmo acabando dentro del más joven.

Con las respiraciones agitadas acabaron sobre el colchón, el mayor se retiró lentamente provocando un quejido bajo, alcanzo las sabanas y los tapó a ambos, el castaño inmediatamente se aferró a su pecho demasiado cansado ya y antes de caer en la inconsciencia habló.

-lo voglio, professore (lo quiero, profesor)-

-e io a te Tsuna (y yo a ti Tsuna)-

El joven sonrió cayendo profundamente dormido escuchando su corazón latir seguido de su persona, la tormenta seguía, pero a ellos no les importaba ahora estaban juntos y felices.

FIN

-/-/-/-/-/-/-  EXTRA -/-/-/-/-/-/-

-/-/- a la mañana siguiente -/-/-

- ¡Tsu-kun ya volvimos! –

- ¡Tsuna, papa está en casa! –

Un hombre rubio de alrededor de 38 años junto a una mujer de cabellos castaños abrían la puerta, ambos padres del menor en cuestión. El hombre se dirigió inmediatamente escaleras arriba y la mujer camino a la cocina…

Mientras tanto…

Tsuna despertó de buen humor a pesar de su sueño húmedo este lo había dejado con un buen sabor de boca lastimosamente eso era un sueño, un suspiro broto de sus labios mientras giraba al lado opuesto de la cama, sus ojos se abrieron desmesuradamente al toparse con unos ojos negros que no veían divertidos, ahogo un grito y dio un brinco en la cama que le hubiera valido un buen golpe su el mayor no lo afianza de las caderas, hasta en ese momento todos los recuerdos llegaron a su mente y el dolor empezó a hacer acto de presencia.

- ¿siempre eres tan ruidoso al despertar? -

Un beso en su nariz y otro en su boca lograron calmarlo mientras se abrazaba al mayor.

-esta vez…no fue un sueño-

- ¡oh! ¿Así que has soñado conmigo? -

-yo…-

La timidez volvió a su persona y sólo pudo esconderse en el torso desnudo del mayor quien sonrió acariciando sus cabellos.

- ¿listo para la segunda ronda? -

- ¡EH! -

Reborn reanudó su sesión de besos estaba vez con un más cooperativo Tsuna y hubieran llegado a mas si la puerta no hubiera sido abierta bruscamente…

- ¡despierta hijo! -

- ¡querido! no…muy tarde-

Ambos voltearon hacia la puerta mientras a Tsuna se le iban los colores del rostro, al observar a su padre quien estaba en shock y a su mamá quien sonreía despreocupadamente mientras sacaba a su esposo de ahí.

-lo lamento Tsu-kun…ustedes sigan en lo suyo-

- ¡mamá! -

-la pureza de mi bebé…-

Minutos después solo pudieron escuchar a un dramático Iemitsu Sawada siendo consolado por su muy buena mujer. Tsuna aún se debatía mentalmente el bajar o no a la planta inferior.

Un pellizcó en su pezón izquierdo le recordó la presencia de su profesor en el lugar este se veía tranquilo y sonría de una manera que no auguraba nada bueno.

-vamos…quiero hacerlo en la ducha…ya después hablaremos con tu madre “aunque no creo que se oponga”-

- ¿eh? ...Reborn-san-

-solo Reborn, mi pequeño Tsuna…de ahora en adelante eres solo mío…y si él se opone…te secuestraré, aunque dudo que tu culito este a salvo si eso pasa-

A pesar del intenso sonrojo que aquellas palabras le provocaron sonrió de manera dulce, sabía que era el modo del de cabellos negros para decir te amo, sin esperar su respuesta fue cargado hasta el baño siguiendo aquella sesión de besos que le empezaba a encantar, sus padres podían esperar ahora solo importaban él y el mayor. 

Notas finales:

Sayura: esperaremos sus reviews con ansias

Nina: nos vemos

Ana. bye

Xóchitl: bye 


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