Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Súcubo por Wineth

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Ojalá les guste este Fic, adoro mucho leer y escribir este tipo de cosas pwp (Mitología griega, demonios, ángeles etc.)

Rachel, una chica de estatura realmente baja -Por lo cuál es molestada ciertas veces por sus amigos- de cabello negro corto lacio y con un flequillo, dándole un toque de chica seria y a la vez tímida. Pese a que en el fondo es alguien cariñosa y de sentimientos bastante sensibles,razón por la cuál era mimada y en su mayoría bastante querida.

En ese momento se encontraba en su habitación sentada en la cama mientras que al lado tenía una gran cantidad de libros de Historia, eran al rededor de las 11:48 de la noche. Trataba de mantenerse despierta acumulando conocimiento tanto como le fuere posible, aunque de vez en cuando iba cerrando sus ojos lentamente sin darse cuenta.

Estaba tan concentrada en aquellos libros que dio un fuerte respringo al escuchar un golpeteo, cerró dicho libro de historia y lo dejó a un lado con el resto de los demás, examinando la habitación en busca de algo inusual. En ese momento no le hubiera dado la mayor importancia continuando con su lectura, sin embargo una extraña silueta en su ventana le hizo levantarse de la cama y dirigirse hacia ella.

La silueta era alta y delgada, más bien parecía la de una mujer, de cabello bastante largo y a su parecer... Estaba desnuda. Rachel observó como se movía lentamente, comenzando a alarmarse un poco, se fue acercando más y más con intención de cerrar la ventana junto con las cortinas, pero lo que pasó a continuación fue inesperado.

—¡Ahhh!

Pegó un grito de terror cayendo al suelo junto con esa misteriosa persona, había cerrado sus párpados con fuerza pero poco a poco los abrió lentamente, pudiendo detallar mejor a la mujer.

Su piel era pálida y como había hecho una suposición de ello el cual acertó, tenía cabello largo de color crema cenizoso. Observó también su rostro, bonitos labios acorazonados y ojos verdes intenso con pestañas largas y rizadas, pasó saliva al darse cuenta que tampoco llevaba ropa, su cara se tiñó de rojo intenso y fue ahí cuando pudo reaccionar.

—Podrías quitarte de encima ¿Por favor? — Aquello sonó más una súplica que un pedido, la mujer ensanchó una amplia sonrisa causándole un escalofrío a la pelinegra.

—Qué niña tan linda... — Fue lo único que mencionó, Rachel se quedó cautivada por la profunda y sensual voz de la mujer, sonrojándose aún más si era posible.

—¡E-espera! ¿Q-qué haces? — Sintió un tacto húmedo en su mejilla al igual que una corriente por todo su cuerpo cuando esta había acercado su rostro y lamido dicha sona de forma descarada.

Trató de forcejear, pero rápidamente sus manos se vieron inmovilizadas hacia arriba por una de la mujer, mientras que con la otra parecía querer quitarle la pijama, desabrochando sus botones.

—¡Detente! ¿Qué estás haciendo? ¿Q-quién eres?

La misteriosa mujer se detuvo unos instantes para observar la carita roja de Rachel y como sus ojos escocían pequeñas lágrimas, con esa imagen, relamió sensualmente sus labios.

—Mi nombre es Ariaak, y tú querida eres Rachel~ — Canturreó divertida su nombre. — Ah, y soy un súcubo, por cierto.

Súcubo...

Súcubo...

Súcubo...

¡Ah!

Súcubo, un demonio con apariencia de mujer el cuál seduce a los hombres en sueños para tener sexo con ellos y llenarse de poder.

Pero ella era una chica, no un chico...

Entonces ¿¡Sería violada por una mujer!?

—Tranquila, no te voy a violar si es algo que te guste. — Aclaró cuando notó que Rachel se estaba poniendo nerviosa.

—P-pero yo no soy un chico ¿N-no te parecería raro? Digo... A-ambas somos chicas. — Trataba de convencer a la otra con ese tan gastado argumento, no es que ella fuese homofóbica, al contrario los apoyaba ya que varios de sus amigos eran lesbianas o gays, sólo que ella no...

—Tonterías.

Y sin más posó ambas manos en la pijama de la pelinegra, jalando con fuerza y rompiéndola al instante, varios de los botones de la prenda salieron disparados pero Ariaak no le tomó importancia.

—Oh, tus pechos son realmente pequeños. — Acercó su boca a uno de los pezones de Rachel, lamiento con suavidad y chupando de vez en cuando — pero lindos.

Sí, los pechos de Rachel eran pequeños, siendo totalmente lo contrario a los de Ariaak, ya que los de la súcubo eran bastante generosos y bien formados.

Se sonrojó al sentir su lengua, cubriendo su boca con su puño mientras que un cosquilleo comenzaba a esparcirse desde su vientre hasta sus piernas y al final el resto de su cuerpo.

La demonio pegó su cuerpo al de la pelinegra, juntando sus pechos y comenzando a frotarse, deslizando poco a poco una mano hasta el pijama inferior, donde amenazaba con entrar. Esto fue detenido rápidamente por la más baja.

—P-por favor... N-no lo hagas... — Pidió, notándose que aún seguía teniendo un poco de cordura en sus ojos marrones claros.

Ariaak decidió ignorarla y metió la mano al fin y al cabo, acariciando la parte íntima sintiendo como poco a poco se humedecía. Decidida a llegar a más, se separó un poco y tomó ambos bordes del pantalón, jalándolo rápidamente y dejando a Rachel en ropa interior. Abrió un poco sus piernas posicionándose entre ellas, dando una lamida en su parte íntima aún por sobre la tela.

—A-ah... — Un pequeño gemidito escapó de los labios de Rachel, incitándole llegar un poco más a la súcubo.

La de cabello cremoso empezó a tantear un dedo en la entrada de la pelinegra por encima de la ropa interior, haciendo presión con más fuerza cada vez. Un dedo travieso se desvió y fue metiéndose en la tela, acariciando con suavidad el clítoris de esta y teniendo claras intenciones de querer entrar.

—E-espera, espe- ¡A-ahh!~

Fue tarde para Rachel en tratar de detener a Ariaak, ya que un dedo fue adentrándose con lentitud, le ardía un poco y realmente estaba muy apretada.

—No me digas... ¿Acaso eres virgen, Rachel? — La demonio detuvo sus acciones observando a la susodicha, esta sólo atinó a asentir tímidamente.

—Perfecto, los vírgenes me dan mucho más poder... — Fue acercándose hacia la cara de la pelinegra hasta besarla en sus labios con ardiente pasión, entrelazando su lengua experta de quién sabe cuántos años con la tímida y virgen de Rachel.

Al separarse, Rachel notó como los ojos verdes de Ariaak brillaban con intensidad y lujuría, mientras que volvía a relamer sus labios con sensualidad.
Notas finales: Prometo continuarlo si les gustó...

¿Reviews? pwp~

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).