Como todos sabemos Chris es una estrella mundialmente famosa. A la q constantemente piden autógrafos, Chris tras años de fama, ha comprendido q no se puede dar como autógrafo tu firma completa. Se necesita acortarla, abreviarla, porque por lo general estas muy ofuscado con tanta gente alrededor, y tienes q hacerlo todo en un tiempo record. Esa fue la primera vez, q cambio de firma, desde q había encontrado la suya.
Chris siempre supo q las firmas, delimitaban tu pertenencia. Eran algo implícitas en ese sentido, pero esa marca hecha por tu puño y letra, era importante. Decía algo.
La primera vez q sintió la necesidad de posesionarse sobre algo, o más bien sobre alguien. Fue ahí mismo en el set. Cuando debelo mucho de sí mismo, sobre lo q quería y a quien quería realmente. Fue duro al principio, se negó a ello, y hubo una sangrienta lucha interna sin cuartel, por la admisión de lo q quería, de quien era. Al fin paso lo obvio, lo admitió. Y con ello le vino una paz increíble al respecto. Pero tan pronto como vino, se fue. Cuando empezó a sentir la angustia de querer poseerlo.
Le dio unos enormes celos, los flashes atrevidos, q tenían fotos exclusivas de partes inéditas de “él”, le dieron celos las maquillistas, las asistentes, etc. Que le tocaban con tanto descaro. Y todos los ojos detrás de la pantalla q le veían, y lo codiciaban. Mientras él ahí no podía hacer nada.
Fue una vez, q firmaba su cheque, q se dio cuenta del poder de la firma.
Entonces supo q necesitaba por tercera vez, cambiar su firma.
Porque esta firma tendría el exclusivo propósito de marcarlo a “él”.
Fue así como acoso, a Tom…
Hasta q dio con él oportunamente en su camerino.
T-Chris!!! Hola, ¿Qué haces aquí?-le pregunto alegre el pequeño inglés, mirándole por el espejo, con una adorable sonrisa en los labios. Chris bufo, de brío o de emoción, ya no supo.
C-oye Tom, yo quería preguntarte si ¿eres mi fan?…
Tom aleteo sus pestañas almendradas, sin comprender el propósito de todo aquello pero al fin respondió, volteándose a verle desde su silla frente a un enorme espejo donde se arreglaba.
T-lo soy.-afirmo, sonrojándose de inmediato. Esos pequeños gestos a Tom, iban a costarle muchas firmas…
C-¿el número 1?-inquirió mientras se acercaba a Tom, unos pasos más. Y su mirada peligrosa, hicieron q todo el bello de del cuerpo de Tom se erizara.
T-am, si…-Tom se paró de su silla, nervioso mientras, se alisaba la camisa.
Chris sonrió perversamente.
C-entonces, ¿te puedo dar mi nuevo autógrafo?- acorralo a Tom contra su cuerpo
T-sí, yo, yo creo.
Chris con ello estuvo satisfecho era todo lo q quería oír. Asique con la invitación ya dada, procedió. Apreso por los hombros a Tom, sin permitirle huir. Y se dispuso a darle a Tom, su nueva firma.
Una firma, algo simple si, concisa también.
Una firma q se da con los labios y no con las manos. Que confunde el papel con la piel del contrario.
Acerco su boca, al cuello de Tom, suspirando para sensibilizar esa piel suave, oliendo levemente ese aroma a lirios q Tom portaba. Los risos, entre chocolate y trigo, le picaban la piel de la cara, olían a avellanas, y a Chris lo volvían loco, quería comérselo ahí mismo. Y así, posteriormente paso, a darle un sonoro chupón.
Con el q Tom, lanzo un grito ahogado, estremeciéndose y retorciéndose como un gusanito entre los brazos de Chris.
T-C-Chris, Chris q estas, ¿Qué estás haciendo?... ¡yaaak!-Chris no soltó, sino q empezó a mover más los labios, incisivos contra la piel q quería marcar. Quería firma a Tom, para q cuando se le viera, todos supieran q tenía un dueño. Que lo había firmado hasta en el alma.
… Ya no hablare de como acabo el asunto…
Pero, al día siguiente, maquillistas, asistentes, camarógrafos y otros. Notaron los copiosos “besos” por todo su cuello, hombros, espalda, pecho, estomago, piernas y hasta las nalgas.
Tom en su vida había imaginado interpretar a un semáforo en “stop” pero así fue porque estaba muy, muy, muy rojo.
Todo el mundo preguntaba, y hasta hacían burlas de ello. Tom no savia q responder aparte de cerrar los ojos, enrojeciendo mas aun. A lo lejos Chris se sentía orgulloso de su nueva firma. Plasmada en la piel de Tom. Divisándola presuntuoso, como un estandarte de sus conquistas, la más valiosa, el haber poseído a su pequeño y delicioso Tom.
Quien, ya era suyo, definitivamente.
Fin.
Extra:
Estando nuevamente juntos, esta vez, en el camerino de Chris. Tom, dibujando con la yema de sus dedos sobre el pecho fornido de Chris, se preguntó…
T-y tú. ¿Das este, autógrafo a todos tu fans?-sus delicadas uñas, encajaron con algo más de fuerza sobre la piel, arañándola levemente, q no se dijera q Tom, no era posesivo o celoso. Nadie conocía mejor a Tom, q Chris. El fondo vi color de los ojos de la estrellita británica, tenían un lenguaje q solo Chris savia interpretar. Y justo ahora. Ardían en celos, y miedos…
C-no, solo se lo doy, a mi fan número 1. Y tú, dijiste q eras el número 1 ¿no?...-le guiño el ojo, mientras lo envolvía entre sus brazos, compartiendo el calor de sus pieles juntas y desnudas.
T-ah-Tom sonrió complacido con la respuesta, y acostó otro rato más, su cabeza contra el bíceps de Chris. Era cómodo estar así…
Ahora sí, FIN…
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