Los sentimientos hacia su vecino eran bastante fuertes, sinceros… “obsesivos”, como diría su querida amiga. Ya eran 6 años los que vivía en ese pueblo, Bridgton, no podía quejarse, pero tampoco alabar el lugar, era lindo, a su manera, estaba repleta de árboles , con montañas enormes que apenas si podías ver donde acababan debido a su altura y las nubes, era un chico simple, sin planes, trabajaba para si y eso era todo, con una rutina bastante… lamentable, ah!... pero todo eso había cambiado hace dos años con la llegada de Draco Malfoy Black, chico hermoso, de tez blanca, curvas inusuales en un hombre, su belleza era algo desbordante, aunque recocía que tenía su… carácter algo fuerte no dejaba de encantarle, era bastante diferente a él, Draco tenía gracia, sueños y un futuro, las pocas veces que había logrado interactuar con él había percibido una gran inteligencia, era hermoso oírlo y bastante conveniente, pues sentía que cada vez que abría su boca frente a él solo salía estupideces
-juegos macabros, ¿suena bien no crees? contraria hace dos semanas ya verás que mi elección de película hará que Ron y tu chillen como niñas
-¿como tu con mi película?
-¡Harry!
Con una risa leve ignoro el puchero de su amiga para comenzar a sacar su billetera, Hermaione, no era más que una simple cajera del único supermercado del pueblo, aun con su gran inteligencia debía esforzarse mucho para seguir en una universidad, aunque era de gran prestigio, tanto que incluso ahí estaba su adorado rubio
-supongo será en mi casa en esta ocasión verdad
-¿Por qué lo dices?
-oh… bueno, todos en la Universidad saben que tu lindo y egocéntrico vecino hara una fiesta esta noche, crei que… que siendo su vecino lo sabrías
-quizas…quizás el lo haga esta noche
-Harry
-quizas los tres acabemos yendo, esta noche, en mi casa, como siempre
Sin esperar otra palabra se inclinó para dejar un beso en la mejilla de ella y coger sus compras, sentía una ligera pinchazon de molestia en el pecho, quizás el y Draco no eran grandes amigos pero… ¿Qué había con esos saludos por las mañanas?, Draco le regalaba en apuros una taza de azúcar o le prestaba la plancha y el solía ayudarle los fines de semana a cortar el césped o sacar la basura, acaso no eran ya cercanos
11 de la noche, no muy convencido alistaba algunas cosas para la noche de películas con sus amigos, había esperado “toparse” todo el día con Draco, sin embargo no había tenido la oportunidad, aun cuando había estado demasiado al pendiente de si salía o entraba de su casa… aunque quizás ya hacia eso siempre, pero solo por… costumbre
Estando a puto de levantar una papa el timbre sonó, con gran entusiasmo y una sonrisa enorme en los labios corrió a la puerta solo para en ella ver a sus dos amigos, esforzándose por que su sonrisa no desapareciera procedió a solo darles paso, Draco no vendría, o parecía que no sería así, y es que no sabia si eso lo hacía sentir triste o… enojado
-¡Potter!
Escucho antes de cerrar la puerta, la sonrisa en sus labios había recuperado la sinceridad al ver ahí en el umbral de su puerta a Draco, lucia mas hermoso de lo usual
-vine a pedirte un favor, ¿será que tienes algunos limones por ahí?...
Guardando unos segundos de silencio y pareciendo ser lo único que diría el otro, bajo brevemente la mirada algo avergonzado antes de asentir pero antes de tomar su turno de hablar Draco hablo nuevamente
-y si tu quisieras venir a mi casa, e estado ocupado y no e tenido tiempo pero quisiera ahora invitarte a una fiesta que e organizado en mi casa, hay alcohol, champan, y buena música, será muy divertido.