Al día siguiente y después de que les dieran sus horarios asignados Harry no pudo evitar mirar hacía la mesa de las serpientes, Malfoy estaba ahí, como siempre regodeándose con sus compañeros a saber de qué cosas, seguramente era algo referente al cáliz de fuego, el cual ardía con calma en la plataforma recibiendo los nombres de los alumnos que querían participar en el torneo, hasta ahora Harry había contado un total de 10 personas y eso que aún faltaban varias si sus cálculos no iban mal seguramente unas 70 personas habrían metido su nombre en el cáliz. Ron aún no estaba seguro de meter su nombre pero sus hermanos Fred y George casi habían sido los primeros en meterlos seguidos de su amigo Jordan, además de otros tantos de Hufflepuff y Ravenclaw, entre ellos una chica guapa de nombre Chang que le sonrió cuando puso su nombre en el cáliz.
También pudo ver a Cedric Diggory, el chico con el cual se habían encontrado en la montaña del traslador cuando el señor Wasley, el padre de Ron, les llevó al mundial de Quiddich, se veía bastante seguro de sí mismo, seguramente sería un buen campeón para la casa Hufflepuff.
Como sea después del desayuno y cuando iba a su clase de Encantamientos, Ron por ser prefecto había tenido que ir con Hermione a guiar a los niños de primero a sus salones, se topó con chico delgado, casi de su altura pero con unos estrambóticos lentes de colores que iba por los pasillos ofreciendo una revista con un fino hilo de voz diciendo: ¿Quisquilloso? ¿Quisquilloso?
-Artemys- le llamó haciendo que el chico se girará con calma y le viera través de esos extraños lentes
-Hola Harry- con calma se levantó los lentes dejando a la vista un par de enormes ojos azules enmarcados en unas enormes pestañas rubias- ¿Qué tal tus vacaciones?
-Muy bien, gracias…umm..¿Qué haces?-miró la extraña portada de la revista que sostenía sobre su pecho.
-Estoy repartiendo la revista de mi padre ¿Quisquilloso?- le ofreció una y el de lentes no tuvo corazón para rechazarla y más al ver que todos en el pasillo parecían huir de su compañero como si tuviera viruela de dragón.
Artemys Lovegood tenía su edad, ambos estaban en el mismo curso pero en casas diferentes, mientras él era un Gryffindor, Artemys era de Ravenclaw, no le costaba saber porque pues junto con Hermione Granger eran unos de los mejores alumnos de toda la escuela. Le había conocido en su quinto curso cuando abordaban las carretas que les llevarían al castillo, fue ahí cuando tuvo su primer contacto con un thestral y fue una gran sorpresa el ver que solo el Ravenclaw y él eran capaces de verles. A partir de ahí una extraña amistad surgió cuando al final de ese año y sobreponiéndose a la muerte de su padrino fue Artemys, quién paseaba por los corredores de la escuela pegando afiches pidiendo le regresaran todas sus cosas, le hizo sentir mejor con unas simples frases cosa que ni el mismísimo Dumbledore había logrado.
-Así que…¿Cuál es tu primer clase?- dijo más por tener algo de qué hablar que por interés en sus clases. A veces se le hacía difícil entablar una conversación con él, más porque esos ojos azules parecían poder verle hasta el alma y eso sin dudas era muy incómodo.
-Adivinación con la Profesora Trelawney, tú tienes Encantamientos.
-¿Cómo lo has sabido?- y si, a eso se refería con que Artemys parecía verlo todo como si tuviera escrito en la cara sus más grandes secretos.
-Este pasillo lleva hasta el salón de Encantamientos, sé que el Profesor Flitwik da esa clase y acaba de pasar hace unos minutos a tu lado, te miró como si ya fueras tarde así que solo lo supuse. ¿He acertado?
-Bueno, sí, has acertado de lleno- ah entonces no podía leer la mente, solo era muy observador- bueno…debo ir o me pondrán retardo…
-Claro- y con una leve sonrisa el chico enfiló hacia otro corredor que le llevaría hasta la torre norte dónde tendría lugar la clase de Adivinación. Fue extraño pero Harry se quedó ahí parado mirando la rubia cabellera de su compañero desaparecer tras una esquina, no supo no porque pero al darse vuelta una risa burlona le hizo saber que su primer día acababa de pasar de ser el más tranquilo al peor de todos.
-¿Esperando a tu novio Potter?- por el pasillo, a unos pasos de él y recargado en una columna rodeado de su sequito de trogloditas, estaba Draco Malfoy.
-Cállate Malfoy- fue lo único que le dijo antes de intentar seguir su camino hacía su salón, y dijo intentó pues tanto Crabbe como Goyle le cerraron el paso-
-¿Qué pasa Potter? ¿Acaso te da vergüenza que te vean con el Lunático de Lovegood? No te culpo, solo hace falta ver la cara de idiota que tiene para darle la vuelta- al decir esto sus dos guardaespaldas emitieron una risa bobalicona- pero dime, Potter, ¿Qué te da Lovegood para que te le quedes viendo con esa cara? ¿Acaso ya te abrió las piernas?-
Y solo eso bastó para que se le abalanzara intentando romperle de una buena vez esa cara de niñito mimado, no pudo ni rozarle pues los dos grandulones de Crabbe y Goyle le interceptaron y le lanzaron lejos.
-¿Qué está pasando aquí?-el pequeño Profesor Flitwik apareció en el umbral de su salón- 20 puntos menos para Slytherin por andar causando desastres en los pasillos- por suerte solo había visto como los amigotes de Draco le apartaban, al parecer creía que fueron ellos los que iniciaron la pelea. Y que suerte que interviniera el diminuto profesor pues de otra forma acabarían en una pelea de varitas y seguramente eso les valdría una muy buena expulsión a los dos…o tal vez solo a él pues el padre de Malfoy era sin dudas muy rico e influyente, sin mencionar que era de sangre pura y por ende era el menos probable de expulsar.
Dentro de la clase todo fue normal, un par de hechizos expulsores y uno que otro problema pues a Neville, un chico algo rechoncho de la casa de Gryffindor al que se le dificultaba hacer cualquier tipo de hechizo, ya se las había arreglado para lanzar; en no más de tres ocasiones; al pequeño profesor de Encantamientos que ya hasta se veía bastante resignado cuando salió volando por cuarta vez hasta el otro extremo del salón.
Para cuando la clase terminó Harry ya tenía un dominio decente de estos hechizos, así que se dirigió a su clase doble de pociones, esa clase era mixta, por ende había varios alumnos, desde dos o tres Hufflepuff hasta uno que otro Ravenclaw y Slytherin, así que no le causó ninguna sorpresa el ver que en el salón ya estaban muy instalados toda la pandilla de Malfoy que suerte que en esa clase tanto Ron como Hermione estaban con él, de otra forma habría sido un completo calvario esas dos horas.
-Este día- dijo el cetrino profesor de Pociones, Severus Snape, a una clase que no se atrevía a hacer el más mínimo ruido ante el temor de sus castigos- prepararemos una pócima de Filtro de muertos en vida- algunos cuchicheos se escucharon en el fondo del salón pero solo basto una mirada del profesor para que estos se extinguieran- considero que ya tienen suficiente conocimiento como para poder realizarla-Neville ahogo un quejido de angustia ante estas palabras- todo aquel que no haga un trabajo minimamente aceptable tendrá conmigo un par de horas extra, las instrucciones están en el pizarrón. – con un ligero toque de su varita aparecieron en el pizarrón varias líneas con las instrucciones. Como siempre Hermione fue la primera en saltar de su asiento para ir por los ingredientes, detrás de ella los Slytherins.
La poción sin dudas era algo difícil, así que intentando no ser amonestado por el profesor de nuevo leyó tres veces las indicaciones y empezó, primero puso el ajenjo en infusión, después los colmillos de serpiente y empezó a girar la pócima según se lo indicaba.
-Tenga cuidado con eso Lovegood, si lo añade mal terminará con una cejas demasiado grandes para su cara- levanto la vista notando que dos mesas más al frente Artemys estaba agregando algo en polvo a la poción, seguramente era el asfódelo, debía de tomar nota de eso, tener cuidado al agregarlo.
La clase continúa y pronto todo el salón estaba lleno de grandes y pesadas nubes de vapor que hacían el lugar cada vez más y más caluroso y asfixiante. Los minutos pasaron tan rápido que cuando se dio cuenta, ya era la hora de embotellar la poción y salir de ahí directo al comedor donde compartió una deliciosa comida con sus amigos notando que entre cada bocado una intensa mirada se posaba en su ser. Más de una ocasión pudo ver que Malfoy le miraba por encima de sus compañeros de Slytherin o fingía que estaba bebiendo de su copa para poder verle, eso no sería raro pues en más de una ocasión había sido blanco de sus burlas pero ahora…algo había en la mirada de este que no le daba buena espina.
-Hola a todos- una voz ensoñadora le hizo dejar de lado sus pensamientos viendo que su compañero Artemys Lovegood se había sentado en la mesa, justo al lado de Hermione- ¿Ya han puesto su nombre en el cáliz?- ante la pregunta los tres compañeros dirigieron sus miradas al cáliz que lanzaba sus llamas al techo del comedor.
-Harry mira- murmuro Hermione después de unos minutos, al girarse pudo ver a Draco Malfoy, esta vez solo, se encaminaba con todo el porte y altanería que solo la familia de este podía poseer hacía el cáliz. Más de uno se dio cuenta y guardó silencio, tanto así que hasta se podía oír los pasos de este. Pronto se encontró frente al cáliz y sin demora alguna metió su trozo de pergamino, inmediatamente las llamas se alzaron y se tornaron de un color escarlata para después ir asentándose de a poco. El cáliz había aceptado al participante.
-Olvídalo si va a estar el hurón yo no participo- se quejó Ron al ver que el pergamino había sido aceptado.
-Si sigues con esa actitud Ronald vas a perderte la oportunidad de hacer nuevos amigos que es la finalidad por la cual se instauró este,
-¿Y quién quiere ser amigo de ese? ¿Tengo o no razón compañero?
-¿Eh? C..claro que tienes razón- se apresuró a contestar para que no notaran que se había quedado de más mirando al Slytherin.
-Yo voy a participar- como siempre, desde que había iniciado su amistad con el Ravenclaw, acababa de recordar que estaba sentado justo a su lado, no era que le ignorará pero Artemys tenía la capacidad de casi camuflajearse con el entorno y hacer “desaparecer” su persona. Esa característica le daba envidia a Harry quién siempre había sido el foco de atención de todos en la escuela.
-¿Estas seguro?- la preocupada voz de Hermione le hizo salir de sus pensamientos notando que el chico ya hasta se había levantado.
-Será divertido- fue la única respuesta que les dio antes de dirigirse dando saltitos hasta el cáliz, y así como lo supusieron no pasó desapercibido solo que en lugar de generar un silencio de admiración, como había pasado con el Slytherin, se generó una oleada de risas y burlas que pese a ser muy notoria que iban dirigidas a su persona no hicieron mella alguna en el joven Ravenclaw, él simplemente llegó hasta el cáliz y metió el trozo de pergamino, se repitió el mismo ritual anterior y por fin el cáliz aceptó a un nuevo participante. La mayoría esperaba lo rechazara pero al parecer ese no sería el día en que pudieran seguir burlándose de Artemys Lovegood.
-Bien hecho- esta vez fue Neville el que felicito al chico cuando regreso a sentarse en la mesa de los leones- yo lo haría pero…para ser sincero no creo que sea material para el torneo, acabare muerto antes de que siquiera inicie- el pobre chico se estremeció de solo pensar en lo que le esperaría si es que decidía poner su nombre en el cáliz.
-Neville tu eres un Gryffindor y todo Gryffindor es material para participar, no dejes que tus miedos te dominen- de forma compasiva Hermione le dio un par de palmaditas en la espalda haciéndole saber que tenía todo su apoyo si es que en verdad se animaba a participar.
-Gracias Hermione- le dijo algo colorado- pero creo que lo mío es la herbolaria.
Y así fue como con esas últimas palabras los compañeros se dispusieron a terminar su comida. Después sus clases se reanudaron con el típico ritmo de siempre hasta que al llegar la noche en que todos y cada uno de los alumnos se reunieron de nuevo en el comedor para poder ver a la selección de los cuatro campeones que representarían a cada casa. En el ambiente se podía percibir el nerviosismo de todos los estudiantes pues incluso hasta los que no habían colocado su nombre en el cáliz esperaban con ansias, querían ver si al menos sus favoritos serían elegidos, porque si, en todo Hogwarts se habían iniciado las apuestas; comandadas por los gemelos Weasley; para ver cuáles eran los cuatro afortunados.
Y fue así que pronto el gran comedor se lleno quedándose todos en silencio cuando Dumbledore, con sus siempre coloridas túnicas, se paró en frente de todos y anuncio que el cáliz estaba listo para dar a sus cuatro campeones. Pronto todo el comedor, bajo la luz azulina de las llamas del cáliz (habían apagado las velas del techo) se sumió en un silencio reverencial mientras el Profesor Dumbledore alzaba una mano hacía el cáliz, inmediatamente las llamas crecieron hasta que con una pequeña explosión el primer pedazo de pergamino fue expulsado por los aires.
Por un microsegundo todos contuvieron el aliento sin apartar los ojos de ese pedazo de papel que, aún humeante, se bamboleaba por el aire hasta posarse de forma delicada en la palma de la mano del de lentes de media luna.
-El campeón de la casa de Hufflepuff es…¡Cedric Diggory¡- los aplausos no se hicieron esperar. En la mesa de los tejones varios alumnos hasta se habían levantado para palmear la espalda del muchacho que en esos momentos se levantaba para dirigirse a al plataforma, frente a la mesa de los profesores.
Después de los aplausos de nuevo el silencio se instaló en el lugar, Dumbledore hizo el mismo ademán de antes, ahora los ánimos estaban más caldeados, todos querían saber cual sería el siguiente campeón.
-De la casa de Slytherin el elegido es ¡Draco Malfoy¡- esta vez los aplausos solo vinieron de la mesa de las serpientes mientras de las otras mesas se escuchaban abucheos; especialmente de la mesa de los leones.
Como ya se esperaba el mencionado se levantó con la barbilla en alto demostrando así el orgullo marca Slytherin, camino con confianza hasta llegar a la plataforma en donde el director de la escuela le entrego su papel y le estrechola mano. Mientras esto pasaba cierto chico de lentes y cicatriz en la frente no pudo evitar notar algo extraño, fue cuestión de un segundo, casi imperceptible para los demás que estaban más enfrascados en abuchear y gritar, pero él pudo notar que cuando Dumbledore estrechaba la mano de Malfoy y palmeaba con gesto casal su brazo izquierdo inmediatamente el de ojos grises hizo una mueca como de dolor y aparto levemente el brazo. Solo fue cuestión de segundos pues pronto el Slytherin tomó su lugar mostrando la arrogancia marca Malfoy.
Harry había visto todo esto y se le hizo bastante extraño, más porque en el último año Draco ni siquiera se había inscrito en el equipo de Quiddich y con el torneo este se había cancelado , además Malfoy no hacía ejercicio ni nada ¿Dónde habría podido lastimarse un brazo como para que tuviera la molestia ante el simple toque?
Estaba pensando en esto cuando el tercer pedazo de pergamino saliop volando para aterrizar en las manos del director del colegio.
-El campeón de Ravenclaw es ¡Artemys Lovegood¡- contrario a lo que se vio en las casas anteriores esta vez la casa de Ravenclaw no explotó en grandes vitores y aplausos, por el contraro solo se escucharon algunos aplausos mesurados mientras el chico rubio y de ojos azules iba, como si se tratara de un sonanbulo, hasta la plataforma en donde recibió un fuerte apretón de manos por parte de su directo. Ahora solo faltaba uno, y ante la idea de ser el elegido su estomago se contrajo de forma dolorosa haciendole arrepentirse de haber comido tanto durante la cena.
-Finalmente nuestro último campeón- una floritura más y el último pedazo de pergamino fue sacado- de la casa de Griffyndor...¡Harry Potter! – ante semejante revelación los oídos del nombrado parecieron haberse cerrado de golpe, percibía el ruido y los gritos a su alrededor como a través de un extraño eco, de pronto las fuertes palmadas que le daban los gemelos Weasley en la espalda le hicieron reaccionar, hasta ron le tuvo que empujar un poco para que avanzara a la zona donde ya estaban los demás campeones, casi en una especie de sueño se acercó hasta Dumbledore y después de recibir su felicitación se posiciono al lado de Cedric quién le sonrio con calma, como queriéndole dar animos.
-¡Excelente!- la voz de Dumbledore le hizo volver la atención a sus compañeros de a su alrededor, a su lado estaba Malfoy y al lado de este estaba Artemys que parecía más interesado en algo que se movía por el aire. Tal vez se le quedo viendo demasiado porque de pronto los ojos grises de este se toparon con los suyos, el contacto duro unos segundos.
-¿Qué tanto me miras Potter? ¿Tus ojos ineptos no saben mirar a alguien mas entre tanta gente? – puso los ojos en blanco en un claro gesto de irritación- ..deja de mirarme me irritas- exigio apretando los dientes-
-...-le sostuvo la mirada antes de sentir que ese sentimiento de ira le invadia-No es algo nuevo que desconfie de ti , debo asegurarme de que no lastimes a nadie - se defendió.
-¡Ja¡, quien vive lastimando a otros eres tu , estupido atrae problemas- espetó con ira dejando al de lentes más que descolocado por su comentario ¿Cómo que lastimaba a otros? ¿A quienes se refería? Y más importante aún ¿Por qué sonaba tan…despechado?
Estaba pensando en eso que no escuchó la explicación que daba el director, incluso ni siquiera notó como los encargados de cada casa se ponían detrás de cada alumno incitándolos a que se dieran las manos entre todos demostrando así la sana competencia que se abria ante ellos. Es más tan centrado estaba en el Slytherin que ni cuenta se dio cuando Artemys pasó a su lado para estrechar la mano de Cedric.
-Buena suerte Cedric -estiró su mano para estrechar la de este- porque no voy a dejar que nadie más que los Ravenclaw ganen este torneo.- le dijo en su típico acento ensoñador causando una sonrisa en este.
-Es un alivio que me lo digas, tendré más cuidado contigo ya me has sido tan amable de desearle suerte
-Cierra la boca Malfoy ...- amenazo de forma tosca , observando de reojo a Artemys y Cedirc, que seguían hablando en forma muy amistosa, debia cuidarlos en el torneo ..protegerles de Malfoy, pues conocía muy bien a este como para saber que haría todo, TODO, para ganar. Regreso la mirada al rubio observandole callado..., parecia pensar en algo...¿O mas bien planearlo?....- Malfoy ...mas te vale que no planees nada ..- le advirtio susurrando cerca de el , para evtar ser escuchado por el director que seguia hablandole al resto de el alumnado- ...no finjas conmigo se que clase de infeliz eres...- al decir esto pudo ver como el rubio se tensaba y un poco de miedo asomaba en esos ojos, pronto los aplausos de nuevo les hicieron perder un pcoo el hilo de su platica, solo eso basto para que Malfoy se alejara un poco, girándose hacía el profesor de pociones para decirle algo.
Y fue ese simple gesto, el que le dio a Harry la respuesta a sus preguntas, el brazo adolorido era el izquierdo...el lugar en donde los mortifagos solían recibir la marca del señor Tenebroso, entoces…no, no podía ser, pero toda su familia era partidaria de Voldemort, incluso Snape tenía tratos con este…entonces debía de ser cierto.
Tenia que ser cierto.
Draco Malfoy era un mortifago.