Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Indecisión por Iazumayaoi12

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Y al próximo que me diga que el fandom de KnB está muerto, hay tabla >:v 

Notas del capitulo:

Esto de andar saltanto de Fandom en Fandom me estresa x'D Pero dije, puta, quiero hace un Fic AkaFuri y eso hice

Repentinamente y sin previo aviso, Akashi Seijuuro se me declaró poco tiempo después de pasado el cumpleaños de Kuroko.

 

Para mí fue algo impactante, por supuesto que lo fue, ¿Qué vio en mí? Mi talento no le llega ni a los talones, lo único que puedo recordar destacable en el partido donde tuvimos un "Uno vs Uno" fue la caída que tuve y posteriormente la paliza que nos dio a mí y al resto de mis compañeros. Además, de ser que se fijó en mí por el esfuerzo que hice contra él, entonces también podía tener ojos para Kawahara o Fukuda. Entre más lo pienso, menos son las razones o virtudes que encuentro para tener sentimientos por mí.

 

- ¡Furihata-kun! – La voz de Riko-san, quien inesperadamente aún nos entrena en nuestro segundo año, me sacó muy tarde mis pensamientos. - ¡Cuida-!

 

El golpe del balón contra mi rostro ocasionó que cayera al suelo. Mareado y confundido, puedo escuchar a algunos chicos de nuevo ingreso que vienen a auxiliarme pocos segundos después. Lo que resta de la práctica, Riko-san no me permita seguir hasta que aclare mi mente, dicho eso, me retiro antes que el resto y regreso a mi casa.

 

Esa noche, un poco antes de mi hora de dormir, recibo tres mensajes: Dos mensajes son enviados por Kuroko, el mensaje restante, apenas leo el remitente, mi corazón se acelera de sobremanera. Miedo, nervios, vergüenza. Ni idea cuál es lo que provoca el latir tan rápido, sólo sé que el nombre "Akashi-san" es el detonante de este estado.

 

Abrumado por tan si quiera leer su nombre, decido primero leer los mensajes de Kuroko, quien al parecer, estuvo viéndome durante gran parte de la práctica, aparte de la entrenadora; él también notó mi inusual estado de distracción.

 

"¿Esto es por culpa de Akashi-kun?"

"Si es así, envíame un mensaje pronto."

 

Respondí al mensaje con un seco "Sí", porque hallar palabras para lo que siento en este instante sería difícil. Akashi-san sigue siendo un desconocido a mis ojos, es más, se podría decir que solamente le tengo estima y respeto por su habilidad en baloncesto, pero es lo único que tengo claro. No sé si me gusta, no sé por qué mi corazón se estremece con tan solo leer su nombre y ver que me ha dejado un mensaje. ¿Estoy nervioso porque es obvio nuestro contraste de habilidades? ¿Estoy nervioso por no entender los motivos de habérseme confesado? Todo me confunde más...

 

Mi celular vibra, sacándome de mis preguntas, es otro mensaje de Kuroko.

 

"Furihata-kun, no quiero asustarte ni nada, pero será mejor que leas el mensaje que Akashi-kun te ha enviado. Tampoco es como si quisiera estar jugando a ser el intermediario entre ustedes."

 

- ¿El mensaje de Akashi-san?

 

"¿Estás libre mañana?"

 

Mañana es domingo y no tenemos práctica... ¡No me digas que...!

 

Proceso rápido la información y le envío una respuesta a Kuroko antes de responder el mensaje de Akashi.

 

- ¿¡QUEDEBERÍADEDECIRLEENUNOMENTOASÍ!? – Los nervios me hacen olvidar la existencia del espacio, pero Kuroko no tardó en entender.

 

"A juzgar por la forma tan desesperada en la cual escribiste tu mensaje, debo suponer que Akashi-kun fue directo al grano y decidió preguntarte si tenías un día libre"

 

Me sorprende su capacidad de deducción sólo leyendo mi mensaje.

 

"Y también puedo inferir que te preguntó específicamente sobre mañana"

 

- Kuroko, ¿Estás hackeando mi celular? – Se puso muy sospechoso y ya me está asustando.

 

"No, la verdad es que Akashi-kun nos preguntó a Kagami-kun y a mí los horarios de las prácticas de Seirin. Intuí que si le decía que mañana estaríamos libres de prácticas, aprovecharía para contactarte y preguntarte personalmente."

 

Así que después de todo, sabía lo del mensaje y sólo quería molestarme. Maldición, Kuroko.

 

- Responderé el mensaje de Akashi-san, pero deja de asustarme.

 

"Lo siento, Furihata-kun, pero me pareció divertido."

 

Responder con el típico "Sí, estoy libre mañana", no... Quizás una respuesta que lleve cierta pizca de incertidumbre "¿Necesitas algo de mí?". Creo que eso pasa a ser algo más desafiante. ¿Qué debería responderle? ¿Irme por lo típico? ¿Responder algo más osado?

 

Mis dedos terminan moviéndose solos, tal parece que mis nervios me consumieron.

 

- Estoylibremañana¿Porqué? – ¿¡Cómo se borraban los mensajes antes de que sean leídos!?

 

"No es necesario enervarse tanto."

 

¿Enervar?

 

"Todavía no me das una respuesta a la confesión que te hice semanas atrás. Supuse que estabas indeciso y creo que también sería más cortés que me dieses una respuesta en persona"

 

- Sí... - Sólo puedo decirle eso.

 

"Te espero mañana a las diez de la mañana frente al establecimiento de hamburguesas que suelen frecuentar Tetsuya y Taiga."

 

No volví a contestar después de ese mensaje.

 

Ahora tengo problemas para conciliar el sueño, aún no tengo clara mi respuesta. No quiero fingir frente a él y aceptar o rechazar su confesión sólo por el hecho de que mi cabeza es un lío. Tampoco quiero ajustarme a él y forzar a mis sentimientos para lograr que me guste... ¿Umh? Acabo de caer en cuenta... ¿Cómo él llegó a la conclusión de "gustar"? Haciendo un pequeño recordatorio, recuerdo que Akashi fue a Seirin y pidió hablar conmigo. Salí un momento de la práctica y posteriormente a ello, Akashi-san se inclinó ligeramente y me dijo que le gustaba. Yo no fui capaz de soportar la presión y terminé huyendo. Después de eso, Kuroko me dio el número de Akashi-san y viceversa, sin embargo, recién hoy recibí su primer mensaje: "¿Estás libre mañana?"

 

- ¿Me gusta o no me gusta?

 

El sueño me pesó lo suficiente como para dormirme.

 

Sintiendo los primeros rayos de sol que logran escurrirse tras mis cortinas cerradas, levanto mi celular para ver la hora: "9.45". ¡Olvidé dejar una alarma!

 

Salté de la cama y corrí al baño. Me lavé lo más rápido que pude y me coloqué lo primero que encontré, en días cálidos como estos, un short café de mezclilla que llega un poco más arriba de mis rodillas y una camiseta a rayas de un tono más oscuro que mis shorts, son una buena elección.

 

Tuve que salir corriendo de casa, espero que el calor no me haga sudar tanto. Hasta me tomé la molestia de darme una ducha rápida para que ahora tenga que estar corriendo al lugar del encuentro. Soy un idiota.

 

Llegué casi jadeando al Maji Burguer. Estoy atrasado por alrededor de diez minutos. Primera vez que me invitan a una cita y llego tarde, ¿Akashi-san se enojará? Probablemente, llegar tarde a una cita es motivo para molestarse.

 

Busco con la mirada a la persona que me citó, la ubico sin mucha dificultad, puesto que está justo al lado de la entrada del local, yo estoy al otro lado de la calle y como él observa su celular, quizás todavía no me haya notado. Debo decir también que, su vestimenta es distinta a como la imaginé, unos jeans rojos algo sueltos, una playera blanca cuyas mangas le llegan un poco más arriba del codo, esta prenda va justo debajo de una chaqueta de mezclilla sin mangas. Me lo imaginaba viniendo con terno o algo más elegante... Creo que he visto muchas películas.

 

¡Ah! Mi celular vibra.

 

"¿Por qué  sigues mirándome desde el otro lado de la calle? Deberías cruzar de una vez y saludarme normalmente. Prometo no morderte. Además, ya llevas quince minutos de retraso."

 

¡ÉL SABÍA!

 

Espero a que el semáforo cambie a verde de peatón y cruzo corriendo, llegando por fin a Maji Burger.

 

- Llevabas cinco minutos ahí parado mirándome, parecías un acosador. – Lo dice con una voz tan serena que no sé si está enojado.

 

- Lo-Lo siento... - Aunque no estemos en la cancha, igual puedo sentir un aura imponente que emana de él.

 

- Bueno, dejando de lado ese incidente, me gustaría saber a dónde quisieras ir primero.

 

- ¿Eh? - ¿Por qué me pregunta a mí? Pensé que él tendría una lista con horas específicas para cada lugar al que iríamos, ¿Volví a hacerme ideas muy estereotipadas? – Yo... - Antes de continuar gesticulando palabras, mi estómago decidió acabar el trabajo y gruñir de hambre. – ¡Lo siento! ¡Lo siento! – Mi cara se siente caliente, debo estar rojo de la vergüenza.

 

Pude sentir una pequeña carcajada, Akashi-san acaba de sonreír por el sonido de mi estómago.

 

- Veo que tienes hambre. – Vio la hora en su celular y luego lo guardó. – Como tú y tus compañeros acostumbran a comer acá, me gustaría llevarte a algún café. No quiero que nuestra cita sea en un lugar al cual ya estás acostumbrado.

 

Él confirmó que es una cita. Cierto, la estuve llamando cita, pero no creí que Akashi la llamaría como tal.

 

- Sí. – Sonreí para alivianar un poco el ambiente o mejor dicho, para sentirme más relajado, puesto que sólo he cometido errores desde que nos juntamos.

 

Caminar al lado de Akashi, ambos vestidos de forma tan casual, tan cerca el uno del otro, realmente me siento a gusto, muy a gusto. Él es un chico normal de mi edad, aunque sus habilidades dentro de la cancha sean increíbles, fuera de ella, pasa como cualquier estudiante. Como lo conozco por medio de Kuroko, sé sobre su status y los muchos otros talentos que tiene. 

 

- ¿Sucede algo? – Sin darme cuenta, he estado mirando a Akashi durante gran parte del camino.

 

- ¿Eh? Ah... ¡No, no, no! – Una excusa, una excusa.

 

- Aquí es.

 

Antes de pensar en una excusa inteligente, cosa que en realidad no hubiese logrado, me salvé gracias a que habíamos llegado al café que Akashi mencionó. Al entrar, pude sentir las exquisitas fragancias de distintos tipos, es cierto, no desayuné debido a que ya estaba retrasado, salí de casa sin probar bocado alguno. Todos estos olores agradables, pan tostado, panqueques, café, capuchino, té y otros aromas similares se van directo a mi nariz y hacen que se me antoje comer algo delicioso.

 

- Puedes pedir cualquier cosa, yo invito.

 

- ¿Estás seguro? – Miro los precios de los comestibles y bebestibles, mi billetera quiere llorar. – Me sentiría mal si pagases por mí.

 

- Insisto. - La mirada que posteriormente me lanza hace que sea incapaz de continuar oponiéndome

 

Una joven camarera toma nuestras órdenes, Akashi pide un café negro y unos cuantos emparedados de huevos, yo, por mi parte, pensé que una comida pesada me daría dolor de estómago por tantos nervios; el omurice queda descartado por el momento, así que me decanto por un latte y algunas galletitas para acompañar.

 

Estamos un par de minutos sin decir nada mientras esperamos nuestros pedidos, sé que si abro la boca sólo diré una tontería o comenzaré a hablar de basquetbol y mis compañeros. En primer lugar, ¿Debería ser yo quien rompa el hielo? Ay, no otra vez, he estado toda la noche bombardeándome con preguntas y esta mañana también, no necesito seguir así, debería hacer un movimiento o el ambiente seguirá tenso.

 

- Aka-

 

- Furi-

 

Ambos hablamos al mismo tiempo. ¡Quiero morir!

 

- Puede hablar primero, Akashi-san. – Ya olvidé lo que iba a decir de todos modos.

 

- Tenemos la misma edad, ¿No? Que me hables con tanta formalidad luego de que te haya confesado mis sentimientos, me hace sentir como si quisieras colocar una distancia. - ¿Eso he estado haciendo? – Te invité por una razón, quiero escuchar tu respuesta: Tú me gustas mucho, Furihata Kouki. Estaré de acuerdo con cualquier cosa viniendo de ti, sea una afirmación o una negación, lo soportaré.

 

El café está considerablemente vacío y nuestra mesa está en un rincón, decir casi aislada sería lo mismo. Básicamente, estamos solo nosotros dos. Sentados el uno frente al otro, en una situación como esta. Hemos tenido distintos cambios de aire... La primera vez que lo conocí, casi apuñala con una tijera a Kagami, después tuve que enfrentarlo en el partido, donde después de aplastarme, reflexioné y logré comprender mi propia debilidad. Pasó tiempo para volver a verlo, para el cumpleaños de Kuroko, donde pegué un alarido cuando abrí la puerta y me reconoció fácilmente, también fue el día que más compartí con él. Y poco después... Se me confesó de la nada.

 

- Quisiera darle... Digo, darte una respuesta, pero no estoy acostumbrado a este tipo de cosas. – Mis manos aprietan mis shorts, siento que voy a titubear o decir algo que lo lastime. - ¿Qué te gusta de mí? – Dije lo primero que pensé. – Me-Me parece raro todo esto... Alguien no puede gustarte de la noche a la mañana, ¿sabes? – Debo elegir las palabras correctas. - ¿Por qué enamorarte de alguien tan simple como yo?

 

- Siempre creí que mi tipo de chica ideal era aquella que tuviese dignidad. - ¿Me queda algo de eso? – En el partido que tuvimos contra ustedes, me cautivó tu mirada al momento de la verdad. Cuando te diste cuenta de la diferencia de habilidades, algo en tu mirada cambió, dejaste de tambalearte y decidiste dar un paso hacia adelante. Tus compañeros hicieron lo mismo, no obstante, Kuroko me dijo que reconociste tus límites, pero que aun así, diste todo de ti para quedarte en la cancha.

 

Siento que algo cae por mis mejillas, ¿Agua? No, están tibias. ¿Estoy llorando? ¿Por qué? Akashi sí me miraba en el partido... Todo este tiempo pensé que él no me había reconocido como jugador, que sólo fui un extra intentando detenerlo, alguien que duró unos cuantos minutos en el partido y luego fue cambiado por el cansancio... Akashi vio... Akashi me vio... ¿Qué hago? ¿Las lágrimas no se detienen? Trato de limpiarlas con el dorso de mis manos, pero siguen saliendo. Apuesto a que me veo patético, hoy nada me ha salido bien.

 

- Aquí tienen. – La mesera ha regresado, en vista de que no puedo parar de sollozar, tapo mi rostro, esperando a que la mujer deje las cosas y se vaya. – Muchas gracias por esperar. – Sus pasos alejándose son mi señal.

 

- Kouki.

 

La silla deslizándose en el piso, unos pequeños pasos acercándose a mí, brazos rodeándome gentilmente y el sonido de un latir que va casi al unísono con el mío.

 

- ¿Akashi-san? – Otra vez estamos solos, dudo que nuestras interacciones importen.

 

Mi rostro se esconde en su pecho, puedo sentir su corazón latiendo, está más acelerado de lo normal, el mío se siente igual. Esta calidez se siente bien. Quiero pasar mucho tiempo así cerca de Akashi. Quiero sentirlo más. Creí que estaría más confundido con mis sentimientos, pero desde un principio yo sentía algo. No quería catalogarlo erróneamente como "Amor", aunque mi corazón latió rápido cuando vi que me mandó su mensaje, del mismo modo, me hizo feliz venir aquí el día de hoy. Al final, resultó que también me gustaba Akashi desde hace mucho... Sólo que temía admitirlo y darme cuenta que lo nuestro no funcionaría debido al status quo en el que estábamos ligados. Resultó que eso nunca fue un impedimento, él me ve como un igual y yo soy el único que lo tiene en un pedestal.

 

- Me gustas, Akashi-san. – Le devuelvo el abrazo. – Me gustas mucho. – Se siente aún más cálido. – Mi indecisión provenía de nimiedades que en primer lugar nunca debí tomar en cuenta. Estar aquí contigo y haber escuchado todo eso de ti fue lo que aclaró mis ideas. – Es como sacarme un peso de encima. – Te quiero, Akashi-san.

 

Después de separarnos, Akashi se sentó a mi lado, comimos nuestro desayuno y el resto del día sólo hablamos de trivialidades mientras paseamos.

 

THE END

Notas finales:

Un Akashi bien chihuahua y un Emperador cariñoso, me derrito, me derrito por lo escribí


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).