Era un hermoso día soleado.
A pesar de que ya eran casi las cinco de la tarde, y los rayos del sol se encontraban débiles, aún se encontraba el día caluroso.
La leve y pequeña brisa de aire fresco, provocaba el movimiento de las hojas de los árboles, creando un agradable y suave sonido.
Y más con el canto de los pájaros, era lo que más le relajaba siempre al joven castaño.
Pero esa vez, no fue la ocasión.
Light caminaba a pasos lentos por el patio delantero del Instituto.
Necesitaba calmarse.
Los estudiantes charlaban mientras se dirigían a la salida del Instituto.
Ya era hora de volver a casa.
Un joven castaño se encontraba rodeado de sus compañeros de salón, era bastante popular.
Pero en ese momento, no quería hablar. Ni mucho menos estar ahí.
Pero, debía ser amable con ellos.
Con todos.
Debía ser tal como le enseñaron.
Muchos le hablaban, casi a la vez, le pedían ir a una fiesta, lo invitaban a un cumpleaños, unas chicas pedían que las acompañara a casa, unos chicos querían hacer grupo con él para que les ayudara en los deberes. Eran muchas voces.Gritos. voces chillonas e insinuaciones.
No entendía. No les lograba comprender lo que decían, ni haría el esfuerzo de escucharlos atentamente a cada uno, se sentía decaído, ido.
No quería nada.
Solo quería irse.
No les estaba prestando atención, aún no podía olvidar lo sucedido con su novia, momentos atrás.
-Un par de horas atrás-
Era el último receso, ya pronto todos tendrían que volver a sus respectivos salones.
Light, se encontraba nervioso y a la vez curioso.
¿Qué le sucedía a María? ¿Por qué estaba tan nerviosa?
María, su novia.
Llevaban casi seis meses juntos; era una hermosa chica de quince años, hace no mucho fue elegida como la líder del grupo de porristas. Era de baja estatura, delgada, cabello largo negro hasta la cintura, que casi siempre llevaba suelto, era de grandes ojos negros, profundos, de piel muy pálida. Ella es de origen Chino. La chica fue adoptada por una religiosa pareja, los Kazumi.
Sí, eran estrictos, pero amaban a su hija.
No eran como sus padres.
O eso él creía.
Light caminaba a paso rápido por los pasillos, buscándola con la mirada.
La encontró.
Ella estaba apoyada en la pared, al lado de la puerta del baño de chicas, estaba esperándolo muy ansiosa.
Cuando la joven lo vio acercarse hacia donde se encontraba ella, se aproximó a él con grandes y rápidos pasos, le tomó del brazo y entró con él al baño.
La chica se veía muy nerviosa.
¿Le había pasado algo? No hablaba, caminaba de un lado a otro y miraba el suelo.
Light se encontraba preocupado, pero no de lo que le sucedía a su novia; Lo que realmente le preocupaba era llegar a tiempo al salón, no quería ni debía ser reprendido por su tardanza al salón. Ya le pasó una vez y le amenazaron con citar a sus padres.
Obviamente no quiere que sus padres se enteren. Obtendría una gran reprimenda de su madre y un fuerte golpe en sus hombros de parte de su padre.
Pensaba que eran cosas sin importancia lo que le sucedía a la porrista, problemas de chicas, alguna tonta discusión con su grupo de amigas, una pelea con el grupo de porristas, o quizás hasta un mal intercambio de palabras con un profesor. Que justamente hace unos días atrás, la menor le comentó que un profesor la castigó por verla copiando en un examen. Él sabía perfectamente como era María. Negaría todo, culparía a alguien, y cuando ya no tenga salida, le repartiría groserías hasta al más inocente, pudo haber sido eso.
De seguro no sería nada grave, lo más grave que podía ser era la expulsión; pero en el caso de la joven ya le habían avisado en más de una ocasión de la expulsarían, pero nunca llegó a suceder.
Al principio a Light le parecía bastante extraño; Ya que el Instituto era conocido por ser bastante exigente y apegado a las reglas. Su chica fue citada en varias ocasiones a la oficina del director, para llamar a sus padres y hacer una reunión con ellos comentándoles el comportamiento de la joven; pero esta siempre salía de la oficina al par de minutos como si nada hubiese pasado.
Obviando eso, probablemente ella estaría exagerando su problema como en varias ocasiones.
Light estaba mirándose frente a los espejos, abrió la canilla del agua y con esta se arreglaba el cabello.
-Dime lo que sea que tengas que decir, María, pero rápido. ¿A caso pasó algo?-El chico cerró la canilla de agua y miró fijamente el espejo, en donde se encontraba su novia observándolo atentamente-¿Pasó algo?-repitió.
La chica sintió sus ojos escocer.
Inclinó su cabeza, y cerró con fuerza sus parpados, tratando de evitar que sus lágrimas se escaparan-Light…estoy embarazada…y tengo mucho miedo..-no soportó más las ganas de liberar el llanto, la angustia, el miedo.
¿Qué puede hacer? Sus padres la regañaran, la obligaran a abortar de alguna forma. Y obviamente, dejarían de tratarla como antes.
La despreciarían. Ella no quería eso.
Solo por un pequeño descuido.
Light quedó petrificado. Sintió miedo. Vaya que sintió miedo.
Miedo al no comprender, miedo a lo desconocido, miedo al qué dirán, miedo a su reputación, miedo a sus padres.
¿Cómo era posible?
Había algo que Light no comprendía.
¿Cómo él va a ser Padre de algo de no sabe ni cómo lo hizo?
Trató de calmarse y analizar la situación.
¿A caso, sucedió por aquella vez en que..?
No puede ser, es imposible.
Es un completo idiota. ¿Cómo no se dio cuenta en ese mismo instante de lo que estaba haciendo?
Fue un imbécil ingenuo al creer en unas dulces palabras.
Hace aproximadamente dos meses atrás, Era fecha de San Valentín, se levantó temprano ese día. había planeado invitar a salir a su novia al cine.
Con muchas ilusiones se dio un baño y se arregló para su cita, cuando llegó el momento de llamarla por teléfono, se decepcionó.
Ella se encontraba enferma en cama.
-Pero, si quieres puedes venir a mi casa un rato, podemos ver una película aquí...mis padres no están...-Light estaba muy feliz por tener la oportunidad de cuidar a su novia en casa. De forma muy alegre, aceptó- ¡Sí, allí estaré!
Rápidamente salió corriendo a la casa de la chica. Estaba muy emocionado.
Cuando se encontraba frente a la residencia Kazumi, tocó el timbre.
Su llamado no se hizo esperar, y al par de segundos, la puerta principal se abrió. Era María, estaba bastante arreglada, con un vestido celeste corto, incluso estaba maquillada. Y no se veía muy enferma.
La chica como en muchas ocasiones, ni lo saludó, le tomó con fuerza el brazo y lo arrastró hasta su dormitorio, lo sentó en la cama y salió de la habitación.
Light miraba atentamente la habitación de su novia, no era la primera vez que estaba ahí, pero no podía evitar observar todo que se encontraba tan, tan desordenado.
Miró fijamente el televisor, pudo notar que la joven ya había puesto una película, y delante de la gran pantalla, habían varios almohadones en el suelo y cobijas.
Fue sacado de sus pensamientos al ver llegar a su novia con un gran plato con palomitas, muy sonriente.-¿Nos sentamos en el suelo?-Light obedeció. Se bajó de la cama y se sentó en los almohadones. La chica se sentó entre sus piernas. No le agradaba tanto esa postura, le incomodaba, pero prefería no decirle nada a la joven.
La chica tomó el control remoto y apretó un botón para que iniciara la película.
A lo que iba avanzando la película, le disgustaba cada vez más a Light.
Todo lo contrario a María, ella se encontraba muy complacida y ansiosa. Estaba muy feliz de que por fin pudiera ver lo tan esperado con su novio.
Una película pornográfica.
Light se decidió por decir algo.
-Maria… ¿Por qué me mu-muestras esto?...-no pudo evitar tartamudear. Sentía miedo.
La chica volteó su cabeza para poder mirar a los ojos a su novio.-Light...no te asustes-rodeó sus brazos en el cuello de él-Es algo completamente normal que hacen las personas cuando se quieren mucho…¿A caso no me quieres?-El castaño asintió, algo inseguro.
La chica apagó el televisor y se sentó en las piernas de Light
-Te prometo que nos vamos a divertir-Eso fue lo último que dijo ella ese día.
La diversión a veces sale a un alto precio.
Light al recordar, no podía decir absolutamente nada, sentía que se estaba quedando sin aire. Él no podía ser padre. Era imposible.
María al ver como su novio guardaba silencio, le habló.-¿Light?-El castaño no le contestó.
A la pelinegra le vino una gran oleada de pensamientos al ver la seria cara de su novio.Él no le estaba tomando enserio. No quería hacerse cargo, no asumiría la responsabilidad.
El silencio de Light, solo le provocó un gran enfado.-¿No notas que es algo serio?-la chica lo iba a reprender, ya comenzaba a desesperarse. Pero...
Su novio calló al suelo.
Light se desmayó.