Se encontraba algo aburrido a pesar del alcohol y las atractivas personas que tenía a su disposición. Pensó que el ir de fiesta podría ayudar a su mente a dejar de cavilar el rostro del enfermero, pero frente a todo pronóstico no fue así. Estaba algo cabreado por eso y ni ganas de tener sexo tenía ¿Cómo era eso posible? Algo debía estar mal con él. Muy mal.
Frente a él y sentados en un sofá se encontraban Kid y Apoo, cada uno con dos atractivos chicos en sus piernas, bebiendo e inmersos en las preliminares de lo que vendría después, no había que ser muy inteligente para averiguar la respuesta.
Buscó con la mirada a Hawkins y lo vio conversando animadamente con una mujer muy guapa, había tenido mucha suerte esa noche. Las demás personas que se hallaban en el lugar eran conocidos de Kid y primos de Apoo. Bailaban y bebían hasta el cansancio, podía verlos sufrir de resaca al día siguiente y reía al imaginar sus caras llenas de dolor.
En las dos horas que llevaba allí algunas mujeres y hombres se le habían acercado ofreciéndole su compañía, pero él los había rechazado a todos, no estaba de humor para eso.
-Hey Killer- escuchó como gritaba el pelirrojo- acércate un momento
El rubio, quién se encontraba en una esquina bebiendo solo, fue hacia el sofá donde estaba Eustass y se plantó frente a él.
-¿Qué sucede?
Law podía decir que todos sus amigos tenían algo muy peculiar, algo que los caracterizaba y los hacía resaltar, pero de entre todos ellos, Killer era el que se llevaba el premio mayor.
El rubio llevaba siempre una máscara de color celeste y blanco en el rostro y nunca se dejaba ver sin ella… nunca. En la preparatoria no la usaba y él junto a los otros habían sido capaces de verlo como a cualquier otro, sin embargo, el moreno recordaba que luego de las vacaciones de verano antes de entrar a tercer año, el rubio apareció en la escuela usándola y sin querer dar alguna explicación, no se la volvió a quitar. Desde esas épocas hasta la actualidad eran ya muchos años, era más que obvio que Killer debía haber cambiado de apariencia con el paso de estos, pero ellos la desconocían por completo.
Cuando estaban de fiesta como en esa ocasión, Killer siempre levantaba un poco la máscara solo para ser capaz de beber con ayuda de un sorbete el alcohol de su vaso; si todos salían a algún lugar, él iba comiendo para así no tener que quitarse la dichosa máscara si se les ocurría almorzar, era todo un caso…. y Law podía asegurar que como iban las cosas quizá jamás serían capaces de “conocer” a su amigo.
-Acércate un poco
La voz del pelirrojo lo trajo de vuelta al presente. Observó cómo Killer se inclinaba hasta quedar a la altura del rostro de Eustass y escuchaba lo que este le susurraba al oído.
Pudo apreciar al rubio mantenerse en silencio durante unos segundos después que el pelirrojo terminó de hablar y esperó hasta escuchar la respuesta que le daría.
-Me comprarás unas nuevas sábanas
Killer regresó al lugar donde estuvo anteriormente y Law lo vio llenar completamente su copa de Whisky.
Kid se levantó del sofá y llevando abrazado por la cintura a uno de los chicos que tenía sentado en sus piernas, fue en dirección de la habitación del rubio.
-No desordenes mucho o te matará después- casi gritó Apoo en broma tras ver como el pelirrojo se alejaba
El aludido le sacó el dedo medio riéndose y desapareció junto al muchacho por el pasillo.
Law sintió muchas ganas de darle un puñetazo en la cara, pero hizo un llamado a su autocontrol y no perdió los estribos. Recordó entonces cuál era la otra razón por la que fue a aquella reunión, aparte de ver si podía quitarse a Luffy de la mente, y esa era hablar con su amigo de la máscara.
Fue hasta él y sin tomar en consideración su opinión, lo tomó de la muñeca y lo arrastró hacia la terraza del segundo piso de su morada.
-¿Que sucede?
La voz del rubio dejaba entrever que no estaba tan ebrio, eso era bueno para Law, así podría hablar de forma más coherente con él.
-Killer-ya- miró fijamente hacia los agujeros que presentaba aquella mascarilla que permitían que el rubio fuera capaz de ver- no me gusta verte así, soy un hijo de puta insensible, lo sé, pero te considero mi amigo así que ya basta de todo esto
Observó cómo el cuerpo de Killer comenzaba a temblar ligeramente y le hubiese gustado poder ver la expresión que llevaba en ese momento.
-T-Tú…- habló casi susurrando-¿Cómo lo sabes?
-No soy tan idiota como esos tres, tú deberías saberlo bien- no le gustaba ser tan duro con su amigo, pero sentía que era necesario
-No le digas nada, por favor- se acercó al cuerpo del moreno y tomó con sus manos los brazos de Law- prométemelo
-No tengo la intención de hacerlo, Killer-ya, pero no negaré que tengo ganas de darle unos cuantos golpes por idiota
-Jaja- rio como no queriendo- es un imbécil
Pudo sentir un cambio en el tono de voz del pelilargo por lo que intuyó que se encontraba llorando ¿Tanto podía sufrir por amar a alguien? Eso le confirmaba una vez más que el amor solo conllevaba problemas y que lo mejor era seguir como estaba, solo y disfrutando su falta de compromiso.
-No llores- se soltó el agarre- ¿no crees que tú tienes parte de la culpa por dejar que se aproveche de ti?
-L-Lo sé- sonrió tristemente aunque su gesto no pudiese ser visto por el moreno- no le he podido negar nunca nada desde que nos conocimos ¿te diste cuenta hoy no? Mira que ceder mi propia cama a la persona que amo para que tenga sexo con otro… jaja, soy un completo idiota- sus lágrimas no se detenían y por la máscara que llevaba no podía tratar ni de limpiarlas con sus manos
-¿No piensas decirle nunca?- colocó una de sus manos sobre el hombro del pelilargo tratando de esa forma de expresarle su apoyo- puede qu…
-No- interrumpió- él jamás me verá de otra manera
-¿Tiene que ver lo que dices con esta máscara?- tocó la dura pieza sobre el rostro de Killer
-Es una de ellas
-Ahhh-suspiró-entonces deja de sacrificarte así, no sabes lo molesto que es ver sufrir a un amigo ¿entiendes? Y lo peor es que es por causa de otro
-¡Yo sé que debí olvidarlo hace tiempo!- gritó- pero no puedo- llevó una de sus manos a la altura de su pecho y arrugó su camisa fuertemente- está clavado aquí, Law, por más que intento no quiere zafarse, al solo ver su sonrisa siento que viajo por miles de universos y cuando él me toca… el simple roce de su piel contra la mía es capaz de aturdirme como no tienes idea
-‘Quizá nadie muera por amor, pero nunca dicen que la agonía de un corazón roto es el dolor más parecido a la misma muerte’ – el moreno le sonrió sinceramente- si eso es verdad, me dan más ganas de darle una lección, Killer-ya
-Uhm - sonrió- gracias por hablar conmigo de esto, no debe ser cómodo para ti y aun así…
-Cómo te dije antes, puedo ser insensible pero cuando se trata ustedes, mis amigos, descubro que aún tengo un corazón
-Eso sonó muy tierno, Law
-Tsk, yo no lloro como bebé
-C-Cállate- se sonrojó aunque no fuese visible para su contrario
-Bien, es mejor que me vaya de una vez- caminó hacia la entrada de la terraza- toma mi consejo y no cedas ante todos sus caprichos, eso solo te causará más daño
-Gracias- alzó la mano en gesto de despedida
-Adiós- el doctor hizo lo mismo y partió del lugar
....
Horas después…
Se había mantenido bebiendo solo en la terraza durante todo ese tiempo. Luego de la charla que tuvo con Trafalgar, decidió quedarse allí y pensar mejor en todo lo que estaba pasando.
Sabía que era muy estúpido el siempre decirle sí a todo lo que Kid le pidiese por el simple hecho de amarlo, ya que como había dicho Law, eso solo le causaría más daño.
“No puedo evitar anhelarte cada día, eso es lo que más detesto de mí, el no poder olvidarte”
Cuando dejó de escuchar ruido proveniente de la estancia se decidió a ingresar a su morada, supuso entonces que todos ya se habían marchado y necesitaba ordenar siquiera un poco lo que habían dejado los invitados.
Recogió las botellas y latas para luego tirarlas en un cesto de basura; acomodó todo lo que pudo de sus muebles y desocupó las pequeñas mesas de vidrio y estantes que tenía.
“Luego de dormir un poco limpiaré el piso”
No estaba muy ebrio, después de todo había bebido lentamente y era muy resistente al alcohol. Con el cuerpo algo cansado y arrastrando un poco los pies llegó a la puerta de su cuarto. Recordó entonces que Kid le había pedido que se lo prestase para hacer lo que tuviese que hacer con ese chico y con solo ese pensamiento supo que debía cambiar las sábanas y perfumar su cuarto, no quería que nada le recordase lo que había sucedido allí dentro.
Tomó la manija y abrió lentamente a medida que suspiraba, suponía que el pelirrojo se había marchado y eso le ahorraría trabajo a la hora de limpiar su habitación. Nunca imaginó encontrar lo que encontró allí, debía ser una jodida broma del destino.
...