Divisó el bar que frecuentaba y estacionó su auto frente a este. Estaba dispuesto a entrar y emborracharse todo lo que pudiera esa noche; sin embargo, una de las dos personas que salieron del elegante lugar, lo hizo desistir a instante.
“No puedo equivocarme, era él”
…
-No puedo esperar más- Smoker arrastró consigo al pelinegro y tras llegar a un oscuro callejón lo estampó contra la pared
-Ahh- se quejó por el golpe- ¿Q-Qué haces?- sintió unas manos adentrarse por su pantalón- nngh… aún no llegamos al hotel, idiota
-No aguanto más- acarició el torso del empresario por debajo de su camisa- déjame follarte ahora
-¿A-Aquí?- el tacto de Smoker se sentía bien, pero no quemaban su piel como aquellos que le brindaba el rubio- p-pueden vernos
-Nadie lo hará- comenzó a lamer el cuello de su acompañante y a apretar sus nalgas para convencerlo- déjame hacerlo
-nngh… e-esta b…
No pudo terminar la frase ya que oyó un golpe seco y observó cómo el peliblanco caía fuertemente al suelo.
-¿Por este imbécil me has ignorado todo este tiempo?
Giró rápidamente y encontró al causante de todas aquellas molestas emociones que sentía mirándolo de forma tétrica.
-¡¿Pero qué mierda te pasa?!- Smoker se limpió el hilillo de sangre que corría por su labio producto del golpe antes recibido para luego reincorporarse del suelo
-Será mejor que te calles si no quieres que te mate, bastardo- se acercó al pelinegro y lo tomó fuertemente de la muñeca jalándolo hacia su cuerpo
-¿Qué haces Doflamingo? Suéltame- Crocodile habló en tono serio y trató de zafarse, pero el rubio a su lado ni siquiera le dedicó una mirada, tan solo apretó un más el agarre
-¿Lo conoces?-se dirigió Smoker al moreno
-Él es solo…
-Soy su amante, así que lo mejor será que te largues de una vez- interrumpió el rubio
-Ja- sonrió- inténtalo, imbécil
Crocodile no quería que se armase un escándalo en plena calle, por lo que tuvo que tragarse su orgullo y hablar con el doctor.
-Doflamingo, necesitamos hablar, así que vámonos de aquí
El rubio fulminó con la mirada al peliblanco frente a él, pero decidió hacerle caso al hombre a su lado. Necesitaba que le explicase toda esa mierda que acababa de ver.
-Agradécele a Croco chan- sonrió sádicamente- o muy pronto estarías muerto
-¡Te mostraré quie…!
-¡Smoker!- gritó el moreno- lamento esto, así que por favor no caigas en sus provocaciones
Jaló al doctor con él y salieron del aquel lugar. Estaba dispuesto a caminar, pero Doflamingo lo obligó a subirse a su auto y condujeron hacia su departamento ya que el rubio conocía su dirección.
-Arréglate la ropa- su voz sonó tétrica
-No me jodas- respondió molesto
-Tsk…
Se mantuvieron en silencio durante los diez minutos de trayecto. Al llegar al edificio, subieron rápidamente hacia el piso ocho con ayuda del ascensor y se adentraron en el lujoso hogar del moreno.
-Ahora sí me vas a explicar quién era ese idiota
Doflamingo fue el primero en hablar, traía el ceño fruncido y por la forma en que apretaba los puños, daba a entender lo mucho que se estaba conteniendo.
-¿A ti que te importa?- le cabreaba que le pidiese explicaciones cuando él nunca le preguntó por sus otros “amiguitos”
-Me importa- lo tomó del brazo fuertemente- tú eres solo mío
No entendía por qué estaba actuando de esa forma, nunca había celado a ninguna de las personas con las que tenía sexo, Crocodile era la primera. Del solo ver cómo ese sujeto lo tocaba y besaba, quiso descuartizarlo con sus manos, ése imbécil no tenía derecho a tocar lo que era suyo… ¿Era muy tarde para volver y hacerlo pedazos?
-No tengo ninguna relación contigo- forcejeó- solo tenemos sexo
Era cierto lo que Croco-chan le decía. Solo follaban y la pasaban bien, nada más, entonces ¿Por qué al escucharlo sintió su pecho doler como nunca antes?
-Sé que es verdad- soltó al contrario y por primera vez en su vida le desvió la mirada a alguien- pero yo…- apretó los puños- no puedo evitar sentirme de esta forma ¿Qué mierda has hecho conmigo?- sonrió para sí mismo
La expresión en el rostro del alto rubio lo descolocó completamente. ¿A dónde había ido su actitud burlona y arrogante?
-D-Doflamingo- se acercó a él y con algo de duda tocó su antebrazo- yo…
Un impuso lo llevó a tirar todos sus principios a la mierda y abrazar fuertemente a aquel pelinegro que lo traía loco. Hundió su rostro en el cuello de este y tras aspirar su varonil y delicioso aroma, se sintió completamente satisfecho. Era algo increíble para él que le sucediese aquello ya que solo conseguía ese grado de placer al tener sexo; sin embargo, en ese momento, sintió que eso era más que suficiente.
-P-Pero qué estás…
-Quédate así- susurró el doctor- no te alejes de mí
Se sonrojó fuertemente y correspondió el abrazo. Su corazón palpitaba como el de un chiquillo, pero no le importaba, la persona de la que se había enamorado lo estaba envolviendo tan gentilmente que le valía una mierda dejar su orgullo de lado.
Después de unos minutos de contacto, fue el rubio quien se alejó para poder mirar fijamente a los ojos del moreno.
-No sé qué mierda estoy haciendo- llevó una de sus manos hacia el rostro del moreno y acarició su mejilla- ¿Es esto lo que llaman amor?
Crocodile desvió la mirada algo avergonzado sin poder creer lo que estaba sucediendo.
“Debe ser un sueño”
No podía creer que aquel rubio a quien solo le importaba follar y complacer sus necesidades estuviese haciendo y diciendo todo eso. Que alguien lo pellizcara para que lo sacara del trance en el que se encontraba.
-Quizá ahora entiendas por qué ignoré todas tus llamadas- el de cicatriz alzó su mano y la posó sobre aquella que el rubio mantenía sobre su mejilla- ¿crees que podía seguir con ese tipo de relación luego de descubrir lo que sentía por ti?
El doctor vio los ojos de su contrario brillar de una forma tan hermosa que unas ganas de besarlo y tomarlo lo embargaron fuertemente en ese instante.
-No sé lo que es estar enamorado- tomó con su mano libre la cintura de Crocodile- pero si el solo observar tus pupilas es capaz de hacerme caer rendido a tus pies, debo estar sintiendo algo mucho más fuerte que el amor ¿No crees?
Sin poder evitarlo, Crocodile se acercó al rostro del doctor y lo besó castamente. Quería trasmitirle sus sentimientos como pudiera, quería que el rubio supiese cuanto significaba en su vida.
-No sabes cuánto anhelé escuchar eso de ti, idiota- se abrazó al cuerpo contrario- te odio
-Fufufu- tomó de la barbilla al moreno obligándolo a levantar el rostro- yo también, Croco-chan
Sin resistir más unieron sus labios en un ansioso ósculo. Sus lenguas se encontraron inmediatamente y exploraron, sin parar siquiera un momento, sus calientes cavidades. Doflamingo guio al empresario hacia la habitación de este, agradecía haber ido una vez allí hace algún tiempo.
-D-Doflamingo- logró decir entre el beso una vez se vio recostado sobre su gran y mullida cama
-Croco-chan- se separó un poco del de cicatriz- esta vez no tendremos sexo- besó la punta de su nariz y le sonrió como nunca antes- esta vez haremos el amor
Su sonrojo no se hizo esperar y solo se limitó a extender sus brazos hacia el rubio.
-Qué esperas- sonrió ladinamente- soy todo tuyo
-Croco-chan- lo besó castamente- llorarás… y no precisamente de tristeza
-Eso quiero verlo- envolvió sus piernas alrededor de la cintura de su amante y cerró los ojos al sentir como este tomaba de rehén nuevamente su boca.
…
La luz del sol lo obligó a abrir los ojos y no pudo evitar sonrojarse al percatarse que Doflamingo lo miraba fijamente.
-Buenos días- saludó acariciando los cabellos azabaches
-¿Cuánto tiempo llevas despierto?- se avergonzaba del solo pensar cuánto tiempo el rubio lo habría estado observando dormir
-mmm… unos diez minutos quizá- sonrió
-Tsk… podrías haberme despertado
-No podía dejar de observar tan hermosa escena- se acercó al rostro del de cicatriz y lo besó castamente- me traes loco
-Cállate- desvió la mirada para luego girarse dándole la espalda
-¿Es eso una invitación?- lo tomó de la cintura y se apegó aún más a su cuerpo
-Claro que no, idiota-no deshizo el contacto, no podía, se sentía jodidamente bien
-Croco-chan- habló con un tono algo más serio- ahora se supone que somos pareja ¿cierto?
Se reincorporó de la cama al escuchar lo dicho por el rubio. Lo miró fijamente durante unos segundos y se decidió a contestar.
-Pensé que había quedado claro luego de todo lo que pasó ayer
-Lo siento, es que yo nunca he tenido una relación seria y…
-Lo sé- frunció ligeramente el ceño- y desde ahora te digo que no permitiré que juegues conmigo, si quieres cambiar de opinión puedes hacerlo ahora
-¡No!- se apresuró a contestar y tomó las manos contrarias-no voy a cambiar de opinión, mis sentimientos son sinceros
-Si yo…- desvió la mirada- si te veo ir con alguno de tus amantes no te lo perdonaré
-Desde hoy no existe nadie más que tú- tomó la barbilla de su ahora novio y lo besó lenta y profundamente. La lengua de ese hombre era más adictiva que una droga para él.
-nngh… - gimió entre el beso- e-espera
-No quiero- recostó al pelinegro en la cama y se posicionó encima- aún hay tiempo, déjame desayunar antes de ir al trabajo- apretó con una de sus mano la entrepierna del moreno
-nngh…-su rostro estaba completamente rojo- no me culpes si llegas tarde luego- llevó sus manos a la nuca del doctor y lo atrajo hacia él
-Claro que no- inició nuevamente otro beso, estaba seguro que con una ronda no tendría suficiente
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-Ace- llamó el rubio tratando de sonar lo más calmado posible- lo que viste- se acercó a su esposo, quien se encontraba de espaldas a él- no es lo qu…
-Cállate- apretó los puños fuertemente y trató de que el tono de su voz no cambiase al encontrarse llorando- lo que vi fue muy claro
-¡No!- tomó del brazo al pecoso y lo obligó a girarse- no es lo que parece, déjame explicarte- lo miró con una expresión lastimera y llena de miedo
-Tsk…- frunció el ceño y desvió la mirada, ver a su esposo así lo conmovía demasiado- tienes dos minutos
-Gracias- acarició la mejilla del contrario- yo… ella me besó sin que pudiese hacer nada- fijó su profunda mirada en Ace tratando de transmitirle así que decía la verdad- es una colega en el trabajo y hace unos días se me declaró
-¿Por qué no me dijiste nada?- su voz sonó enfadada y retiró la mano de Marco de su rostro
-No lo hice porque sé cómo te pones, además, le dije que era casado, así que pensé que se rendiría en seguida
-¡Pero no lo hizo!- levantó el tono de su voz- y lo que es peor ¡dejaste que te besara, idiota!
-¡Te juro que me tomó totalmente desprevenido!- el rubio envolvió fuertemente con sus brazos el cuerpo del pelinegro- créeme por favor
Estaba muy molesto, no podía evitar que su naturaleza fuese de esa manera y muchas veces se había recriminado asimismo por eso. Él había salido del trabajo más temprano de lo que había esperado y decidió ir hacia la empresa dónde Marco trabajaba como gerente para darle una sorpresa.
Sin embargo, al llegar la sorpresa se la llevó él al encontrar a su pareja besándose con una mujer frente a la puerta del gran edificio. Sus lágrimas se hicieron presentes de inmediato y justo cuando pensaba irse de allí, el rubio lo vio y corrió hacia él. Ace no dejó que siquiera se acercara y como pudo, fue hasta su auto y arrancó sin darle tiempo a Marco de decirle nada.
Después que llegó a su casa, no pasaron ni diez minutos y el rubio entró por la puerta, llamándolo con un tono muy lastimero, tratando de que lo escuchase.
Él sabía que Marco lo amaba, se lo había demostrado desde siempre, pero no podía evitar que su personalidad celosa lo dominase en ocasiones, era simplemente parte de él.
-Te creo- correspondió el abrazo- perdón por no escucharte desde el principio, es solo que…
-Lo sé- acarició las sedosas hebras azabache de su esposo- el que seas celoso es una parte de ti y lo entiendo, no te preocupes por eso
-Tonto- se alejó un poco del cuerpo contrario y le dio un dulce beso al rubio-estos labios son solo míos, no permitas que vuelvan a tomarlos ¿ok?
-Por supuesto- Marco le devolvió otro beso y sin avisar, tomó al pecoso y lo cargó entre sus brazos
-¿Q-Qué haces?- Ace odiaba que el rubio hiciese eso, un día de estos él le haría pasar la misma vergüenza
-Te llevo a nuestra habitación- sonrió
-¿Para qué?
-¿Qué no es obvio?- se acercó al rostro del pecoso y rozó su nariz con la contraria- te haré el amor
-¡¿Q-Qué?! Oye… M-Marco
-¡Vamos!- sonrió ampliamente y comenzó a caminar hacia las escaleras
-¡Auxilio! ¡Luffy ¿Por qué te fuiste?! ¡Hermanito!- se revolvía gritando por ayuda
-Jaja no te servirá, mi amor- habló divertido- sé que todos esos gritos significan que lo quieres tanto como yo
Después de unos cuantos segundos, llegaron a la habitación, en la cual cuentan las paredes que se escucharon los gemidos de cierta pareja durante toda la noche.
...