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Descubriéndolo a tu lado por ValexWalker

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Notas del capitulo:

Hiii!!!

Perdón por el retraso, pero un examen de mate me tuvo muy ocupada, en fin,espero les guste el cap, nos leemos al final XD.

 

Habían pasado varios días y su mente se tornaba cada vez más confusa. Después de la primera vez que Enel se quedó a dormir con él, el rubio le pidió con una sonrisa en el rostro que dejase su trabajo en el hospital; obviamente Luffy se negó en primera instancia, pero después que el tono de voz de Enel cambiase radicalmente dejando mostrar su otra retorcida personalidad, supo que lo mejor sería ceder y agachar la cabeza.

El rubio lo acompañó al hospital Grand Line, donde el pequeño enfermero fue directamente a la oficina de Robin y con todas las fuerzas del mundo que fue capaz de reunir, presentó su renuncia sin llorar en el acto.

-¿Sucedió algo?- la morena lo miró confundida, no entendía la razón por la que el chico quería dejar el hospital- Sí es así, sabes que puedes contar conmigo ¿cierto?- sonrió cálidamente

Luffy sabía muy bien lo perceptiva que era la directora del hospital y era seguro que al solo mirarlo a los ojos ya hubiese intuido que algo andaba mal con él.

-No, Robin-san- sonrió- es solo que quiero tomarme unas vacaciones, algo personal, no tienes de qué preocuparte

Ella lo miró durante un minuto sin decir nada tratando de averiguar cuál sería aquella razón “personal” de la que el chico hablaba, pero por más que trató no pudo conjeturar ninguna respuesta. Conocía al hermano de Luffy y sabía que ellos dos llevaban una muy buena relación, también conocía de vista a algunos de sus amigos y por lo que intuyó, eran muy buenos con él; respecto a Law…

“Law”

 -¿Law-kun tiene algo que ver con tu decisión?

Del solo escuchar el nombre del moreno, Luffy sintió su cuerpo temblar. A pesar de lo que había sucedido con Torao, luego de meditarlo por varias horas, había decidido que no renunciaría al hospital, no podía dejar todo por lo que se había esforzado tanto y deprimirse bajo sus sábanas… no, ya no era un chiquillo; sin embargo, debido a que Enel lo estaba prácticamente obligando, no podía hacer más que obedecer, y si poner de excusa su rompimiento con Torao ayudaba a que la doctora  dejase de preguntarle lo que él aunque quisiese no podía responder, pues que así fuera.

-… Sí, nosotros terminamos hace poco- agachó la mirada- prefiero mantenerme alejado de él para superar toda la situación

-Entiendo- Robin estiró su brazo y delicadamente acarició con sus dedos los cabellos de Luffy- espero pronto ver nuevamente aquella hermosa sonrisa en tu rostro

-Sí, gracias- sonrió y sintió sus ojos arder

-Bueno, de cualquier forma, sabes que puedes regresar cuando quieras ¿ok?- tomó un sobre del cajón en su escritorio y se lo entregó al chico- aquí tienes tu paga del mes

-Oh… g-gracias

-Ya no me agradezcas y prométeme que te cuidarás

-Sí, lo haré

-Bien- Robin sonrió

El enfermero se reincorporó del asiento y se acercó a la salida de la oficina, se sentía tan mal por mentirle a una persona tan buena como la directora, pero sabía que era lo mejor… lo mejor para todos.

-Hasta luego, Robin-san, salúdame a Franky-san, por favor

-Claro, yo le diré

Y así salió del lugar. Fue hasta el estacionamiento y se dirigió hacia al auto color rojo donde Enel lo esperaba.

-¿Ya está?

Luffy le mostró el sobre amarillo que tenía en la mano y el rubio sonrió.

-Bien

En ese momento se hallaba solo en su departamento. Enel no lo estaba manteniendo encerrado, pero con toda la situación que estaba viviendo, las ganas de siquiera salir de su cama eran prácticamente nulas, y más cuando los dolores de cabeza en los pasados días no habían hecho más que aumentar.

“No es solo el dolor, me siento cada vez más confundido”

No cansaba de repetirse a diario lo que Enel le estaba haciendo, obligándolo a estar con él amenazando la seguridad de sus seres queridos si se rehusaba y tomándolo contra su voluntad cuando el otro lado de su personalidad salía a flote; sin embargo, en los últimos días, Luffy se halló esperando algo “ansioso” por el regreso del rubio—ya que no había día que este no fuese a verlo y se quedase a dormir a su lado—y no entendía la razón de su comportamiento, se sentía terrible por eso y apretaba fuertemente su pecho cada vez para lograr así dejar de sentir aquello.

“Yo no lo amo… no lo amo”

El timbre de la puerta se dejó oír hasta su habitación y se levantó raudamente por instinto.

“Enel”

Se colocó sus pantuflas y prácticamente corrió hacia la entrada. Se detestaba, detestaba lo que hacía pero no podía detenerse, solo la presencia del rubio calmaba aquella ansiedad, solo él.

-Bienv…

-Hola

La persona que estaba frente a él no tenía el cabello dorado ni ojos azules, al contrario, su cabellera negra y ojos grises llenaron por completo su visión y pensó en cuanto tiempo había pasado sin verlo ni escuchar su voz.

-T-Torao

-Yo- calló un momento para encontrar las palabras correctas con las cuales proseguir- perdón, sé que probablemente no soy la persona que esperabas, pero…- estaba nervioso, a pesar de vivir al lado, hacía ya casi dos semanas que no veía al pequeño chico y no podía evitar el desborde de sentimientos que lo aquejaban en ese momento- no te he visto en un tiempo y quería saber cómo te encontrabas, supe que renunciaste al hospital y… escucha, si es por mi culpa no te preocupes porque yo…

-No es eso- tuvo que interrumpirlo, no quería que Law sintiese culpa por su renuncia- otros fueron los motivos, pero de todas formas gracias por venir y preguntar-sonrió sutilmente

Allí estaba, pudo sentir la calidez crecer en su corazón en el solo instante en que esos ojos grises se conectaron con los suyos y eso lo hizo inmensamente feliz.

“Aun no estoy completamente loco”

-No tienes que agradecerme- suspiró- te prometí que no te molestaría, pero aun así no pude evitar querer saber si todo marchaba bien, lo siento

-No te disculpes- del solo verlo y escucharlo entendía por qué había caído perdidamente enamorado de él- te di las gracias sinceramente

-Bien…- una voz interna le gritaba que acabase la conversación allí, pero su curiosidad, la palabra que se repetía para disfrazar sus intensos celos, pudo más- Luffy-ya… tú, estás viviendo con alguien ¿no es así?

-¿Eh?

-Sí, aquel rubio, me dijiste que era tu amigo ¿lo recuerdas?

La imagen de Enel le vino de improviso a la mente y su corazón comenzó a agitarse dolorosamente. ¿Qué hora era? Maldición. Él podría llegar en cualquier momento y si encontraba hablando con Law, seguro…

-Hey, aquí el amigo

Una tercera voz se dejó oír y Luffy sintió su mundo derrumbarse en solo un segundo.

-E-Enel

-O bueno, eso era lo que era en ese entonces, pero ahora…- dejó de referirse a Law para adentrarse al departamento y saludar a Luffy con un casto beso en los labios- somos más que eso ¿no es así?

Law se quedó inmóvil ante ese acto. Su corazón comenzó a doler de una forma desgarradora del solo pensar que Luffy pudiese haberlo olvidado tan rápido y aunque parte de él le gritase que se lo tenía bien merecido por todo lo que le hizo sufrir, la otra se rehusaba a querer dejarlo ir, a aceptar que hubiese otra persona al lado de su adorable enfermero.

-Yo…- Luffy quería llorar, lo menos que hubiese querido era que Torao lo viese junto a Enel de esa forma, pero no podía hacer nada más que ratificar lo que el rubio había dicho, debía hacerlo para que la seguridad de Torao no se viese amenazada- Sí, Enel y yo estamos saliendo

Por más que intentó no pudo sonreir, solo esperaba y el rubio  no le reclamase por eso.

-Me alegra oír eso, Luffy-ya- miró fijamente al chico- te deseo mucha felicidad

-Te aseguro que la tendrá a mi lado- habló Enel sonriendo de lado y alzando una mano en forma de saludo- Enel, un gusto

-Law- contestó el apretón para luego dirigirse a Luffy- Es hora de que me vaya,  si necesitas algo no dudes en decirme, siempre estaré allí ¿ok?

-S-Sí, gracias, hasta pronto Torao

-Adiós- se dirigió a Luffy y tras asentir con la cabeza en forma de despedida hacia Enel, se dirigió a su departamento.

Habían pasado ya más de cinco minutos en los que Enel no decía absolutamente nada, solo se había limitado a sentarse en uno de los muebles y quedarse allí inmóvil, acrecentando su ansiedad. Luffy tenía miedo, mucho miedo del cómo iría a reaccionar y de las consecuencias de su enojo.

-Pensé que te alegrarías de verme

La voz del mayor lo exaltó y el significado de sus palabras  no hizo más que desconcertarlo.

-¿eh?

-Como en estos días- Enel, quien hasta ese momento se había mantenido mirando al suelo, levantó la mirada y la fijó en Luffy- no sonreías al verme, pero sentía que no te desagradaba, incluso…- sus ojos comenzaron a brillar por las lágrimas que se aproximaban- ayer me abrazaste mientras dormíamos

Luffy no sabía cómo responder, el ver llorar al rubio lo había descolocado e incluso se sentía un poco culpable por provocar aquel acto.

“¿Qué es lo que sucede conmigo? ¿Por qué tengo estos sentimientos?”

-Enel…

Se acercó al mayor sin quererlo y lo abrazó cálidamente. Su cuerpo estaba actuando en contra de su raciocinio, eso era completamente seguro.

“Dudo que quede algo de cordura en mí”

-Aún lo quieres ¿cierto?

El cuestionamiento de Enel fue dicho en un tono lastimero. Luffy se dio cuenta al instante que la personalidad que el rubio estaba adoptando en ese momento era la “gentil” y a pesar de saber que tenía la oportunidad para herirlo y decirle que sí, que amaba y amaría a Torao sin importar todo lo que había sucedido entre ellos, no fue capaz de hacerlo.

-No, claro que no…- tomó el rostro de Enel entre sus manos- tú mismo lo dijiste ¿cierto? nosotros estamos saliendo, Enel

-L-Luffy- el mayor le dio un beso casto y lo abrazó fuertemente- te amo

Los recuerdos de la primera vez en la que Enel le dedicó esas palabras azotaron su memoria y sonrió con nostalgia. Aquellas épocas se notaban tan lejanas en ese instante, pero no por eso menos hermosas.

-Lo sé

Correspondió el abrazo y la calidez que se instauró en su pecho lo tranquilizó y aterro al mismo tiempo. En el fondo de su ser sabía que algo malo estaba pasando con él, que no debía dejarse llevar por la personalidad “buena” del yakuza, que era seguro que cuando el “malvado” volviese lo pagaría con golpes, abusos y llanto, pero su mente no le permitía razonar correctamente.

“Estoy enfermo… muy enfermo”

...

Notas finales:

No me odien, un poco de drama siempre es necesario para que se afianze aun mas la relacion de la pareja principal.

Prometi un happy ending y eso es lo que habrá, lo juro.

Espero sus opiniones, saben que eso me anima xd

Me despido, espero no tradar mcuho esta vez.

Kisses!!!!!!!!!!!!!!!!!


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