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Descubriéndolo a tu lado por ValexWalker

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Notas del capitulo:

Hiii


"Espera las amenazas de muerte"


Perdón!!! en serio lo siento por demorar tanto, estuve en exámenes finales y todo, pero acabe con 18 en mi ponderado!!!! <3 <3 valió la pena el esfuerzo, así que ahora q estoy de vacaciones prometo que las actualizaciones no demoraran mucho, es más, trataré de cada semana subir un cap <3 y eso es debido a que.... ps, le quedan como 9 capítulos al fic T.T así que pronto todo lo malo llegará a su fin, espérenlo lind@s  <3


En fin..... espero sus opiniones


Besos!

A pesar de que su rostro mostrase una sonrisa coqueta y el sonido de su voz fuese el más sugerente posible, en el fondo se encontraba de lo más aburrido y con ganas de sexo para bajar el estrés.

“Esto es una mierda”

Era fin de mes y las cuentas tanto del departamento que alquilaba como de la universidad donde estudiaba diseño gráfico, se habían acumulado, era lógico entonces que el trabajo como barman, el cual generalmente disfrutaba, empeorase su humor que de por sí ya era de los mil demonios.

-Lindura, me servirías un whisky, por favor- giró su rostro y observó al hombre que lo llamaba, pudo notar al instante que se trataba de una persona pudiente por el traje tan costoso que vestía y el reloj dorado brillante en su muñeca

-Enseguida- le dedicó una sonrisa y se giró moviendo sutilmente sus caderas para preparar la bebida solicitada

“Mierda, si tan solo fuese más joven, parece de unos cuarenta y cinco”

Una vez terminó, se acercó coquetamente y le entregó el vaso al desconocido.

-Disfrútelo

-Si es algo que viene de ti ¿Cómo no hacerlo?

El hombre acarició lentamente su mano y le sonrió, sabía lo que ese gesto significaba y se detuvo a pensar por un momento.

Generalmente no se acostaba con personas tan mayores, pero aquel tipo no estaba nada mal y sumándole a eso el maldito estrés que llevaba encima, una sesión de sexo duro esa noche sería perfecta, lo necesitaba.

-¿Me tratarás bien?- Tomó delicadamente la mano que anteriormente lo acariciaba y la llevó a su boca- porque hoy no quiero algo suave- lamió el dedo índice sin despegar su mirada de los ojos ajenos durante unos segundos para después metérselo a su boca y chuparlo lúbricamente

-Mierda, te trataré muy mal, entonces

-mmm… ven conmigo

Se dirigió hacia el baño del personal y esperó unos segundos allí hasta que el desconocido hizo su aparición. Cerró la puerta con el seguro y de un momento a otro se vio acorralado contra una de las paredes mientras era tocado por todas partes. Eso se sentía muy bien.

-ah… nada suave

-claro que no

Su boca fue devorada dejándolo sin respiración mientras su ropa era prácticamente arrancada de su cuerpo dejándolo completamente desnudo.

-Sí… más

-Eres una puta, mierda

Sus cabellos fueron jalados bruscamente y lejos de ocasionarle dolor, sintió un placer indescriptible, cuando quería que fueran rudos con él, a eso se refería y ese sujeto parecía tener mucha experiencia con ese tipo de sexo.

-Ya… métemelo, rápido

-No tienes que pedirlo

El hombre lo giró rápidamente y lo empotró de frente contra la pared. Sacó del bolsillo de su pantalón un condón y tras colocárselo, tomó las caderas de Cavendish nalgueándolas en el proceso.

-¿Te gusta?

-ahh… sí

El tipo colocó sus manos sobre los pezones del rubio y tras apretarlos fuertemente, lo penetró sin más. Cavendish emitió un sonoro gemido y echó su cabeza hacia atrás cuando sintió las envestidas comenzando a golpearlo. Le había dolido, no podía negarlo, pero eso fue lo que había pedido y se le fue otorgado sin objeción, aquel sujeto era muy bueno.

-ahh… ahí, golpea ahí

-ngh… carajo, eres tan apretado

Sintió el placer inundarlo cada vez más y tomó su miembro para masturbarlo al ritmo de las estocadas del tipo contra su punto de excitación.

“Mierda, necesitaba esto”

Luego de unos segundos más de movimiento, sintió el orgasmo culminante y eyaculó fuertemente en su mano. Sintió como el hombre detrás de él gruñía y salía de su interior para liberar su esencia de igual forma después de quitarse el condón y sonrió al pensar en lo preparado que había estado, sin duda aquel tipo sabía que ese noche follaría y el barman esperaba que estuviese soltero, se sentiría realmente mal si aquel tipo resultaba tener pareja ya que a pesar de no ver un anillo en su mano, eso no significaba que estuviese solo.

-Eso fue…

-Estuvo bien- colocó sus brazos alrededor del cuello del hombre mayor y lo besó lentamente mientras sentía como este acariciaba sus nalgas y las apretaba fuertemente- gracias por el servicio

-Eso debería decirlo yo

-mmm… que sea un empate- se separó del cuerpo contrario y se dirigió a recoger su ropa. Tras unos minutos terminó de vestirse completamente y mientras arreglaba su largo y dorado cabello con sus dedos, le indicó con la mirada al sujeto que se retirara

-Generalmente me iría enseguida, pero quisiera repetir esto- el hombre se acercó nuevamente a él y lo tomó de la cintura- que te parece me acompañas esta noche, tengo una suite que podemos usar para divertirnos mucho más ¿Qué dices?

Generalmente él rechazaría amablemente la propuesta y despediría a su acompañante gentilmente, pero esa noche, su humor no lo dejaba pensar claramente.

Tenía veinticinco años y a pesar de haber probado el sexo desde los diecisiete, nunca había tenido pareja. Al principio no le tomó importancia, solo se acostaba con las personas que le gustaban y siempre se sentía bien, por lo que nunca le interesó el amarrarse a alguien ¿Acaso no sería muy aburrido tener sexo siempre con la misma persona?

Cuando cumplió los veintitrés y la mayoría de sus amigos habían conseguido alguna novia o novio comenzó a preguntarse por qué en lugar de verse estresados y aburridos, siempre tenían un brillo especial en los ojos y sonreían sin razón. ¿Era tan bueno el tener a alguien pegado a ti las veinticuatro horas del día? No era como si un novio literalmente lo estuviese en persona, pero para eso existían los celulares y las redes sociales. De solo pensarlo le entraban náuseas y entendía aún menos la actitud de sus amigos.

Aun así debido a ellos fue que quiso probar lo del “enamoramiento” y decidió darle una oportunidad a cualquiera que tuviese la intención de mantenerse en contacto con él. Fueron varias las ocasiones en las que lo intentó, Cavendish daba fe ciega a eso, pero al final no fue el que falló, fueron los demás.

-Maldición, eres tan bueno

-Tú también- se acercó al rostro del chico con el que llevaba saliendo ya dos semanas y depositó un casto beso en sus labios- ¿después de esto quieres ver una película en mi casa?

El aludido sonrió y se reincorporó de la cama donde acababan de intimar.

-Lo siento, hermoso, pero tengo una cita y necesito ir o Sara se pondrá histérica

-¿Cita?... ¿Quién es Sara?

-Mi novia

-¿Tu novia?- Cavendish se reincorporó igualmente y miró fijamente al chico frente a su lado- ¿Y me lo dices así nada más?

-Vamos- sonrió- no creí que te afectaría tanto, después de todo tu eres todo un gigoló ¿o no? Te acuestas con todo el mundo

-Me acuesto solo con las personas que me gustan y escúchame bien, no he coqueteado ni me he acostado con nadie desde que comenzamos a salir

-¿En serio?- la sonrisa burlona en el rostro del tipo no cesó- ¿te harás el casto ahora?

-Eres un maldito hijo de puta

Tiró la sábana que cubría su cuerpo y comenzó a vestirse rápidamente, no entendía por qué aquello le estaba pasando.

-Hey, espera- tomó el brazo del rubio- no te pongas así bebé ¿acaso no la pasamos bien? Podemos seguir así, vernos de vez en cuando y follar delicioso

-No seré tu amante, imbécil- se zafó del agarre y se giró arreglando el cuello de su blanca camisa

-¿Quieres que termine con ella? Porque de una vez te digo que no lo haré, yo la amo

-Ja...- ese sujeto era tan hipócrita ¿Cómo no se había dado cuenta antes?- ¿La amas?- se acercó al hombre y de un momento a otro comenzó a besarlo profundamente, deslizó su lengua entre los labios ajenos y sintió como era correspondido, su cintura y rostro siendo acariciados. Se mantuvo así durante un par de segundos más para luego separarse de él y mirarlo divertido- si de verdad lo hicieras, no hubieras correspondido ese beso y mucho menos te hubieras acostado conmigo, eres un maldito imbécil

Sin decir más, se dirigió a la puerta del departamento del sujeto y se fue de allí azotando la puerta fuertemente.

-¿Quieres que sea tu pareja o algo parecido?

-Pensé que ese era tu objetivo al invitarme a salir tantas veces

-Uhm… claro que no, solo quería follar contigo, creía que lo entendías

¿Había hecho algo mal? Cavendish no entendía por qué todos siempre buscaban lo mismo de él. Todo eso era una mierda.

-¿Acaso crees que soy una prostituta?

-Y una muy cara, aunque casi no gasté dinero en ti ya que insististe en pagar tu parte cada vez que te invité, del solo verte puedes suponer que obtenerte costará mucho a futuro, mi amigo dice que eres un dios en el sexo y quiero comprobarlo yo mismo

Se puso de pie y con todas sus fuerzas abofeteó al tipo frente a él, se lo merecía el malnacido.

-Dile a tu amigo que te la meta muy profundo porque a mí no me tocarás nunca hijo de perra

Dicho eso dejó su parte del dinero sobre la mesa y salió del restaurante sin mirar atrás

Después de tantas decepciones decidió no intentar nunca más el tener a alguien especial, quizá el amor no había sido hecho para él y debía solo regresar a su anterior estilo de vida. Sabía que otras personas podrían verlo mal, pero a él solo le gustaba divertirse, era liberal y se acostaba de vez en cuando con aquellos que le atraían, punto, que se jodiera el resto, el sexo le agradaba, le agradaba y mucho.

“Aunque me pregunto si tener sexo con la persona que amas será en algo diferente al sexo convencional”

-Esta bien, de igual forma ya es casi la hora de mi salida y me la pasé muy bien contigo- le otorgó un casto beso al hombre mayor para luego ambos dirigirse con cautela hacia la salida del baño

Había tenido unas semanas muy pesadas en el hospital y no era para menos. Con la renuncia de Luffy y la de otros dos chicos, se encontraban cortos de personal y cada enfermero había aumentado su trabajo considerablemente.

Bartolomeo intuía que la razón por la que Luffy había tomado la decisión de marcharse era porque no podría soportar el tener que ver a Trafalgar Law todos los días después de haber terminado su relación, ya que era lógico que lo habían hecho o sino el peliengro jamás pensaría siquiera en apartarse de él.

“Yo sabía que él te haría daño, Luffy”

Los sentimientos que Bartolomeo había guardado por Luffy habían sido muy fuertes y sinceros, lo primero que quiso hacer cuando se enteró de la renuncia del otro enfermero había sido ir y golpear en la cara al maldito cirujano de los tatuajes, pero la directora del hospital se lo impidió. Robin-san había hablado con él y lo tranquilizó hasta hacerlo entender que lo que menos querría Luffy sería generar problemas en el hospital generados por sus asuntos personales.

“Solo espero que estés mejor ahora”

Después de intentar fervientemente el olvidar al pequeño pelinegro, Bartolomeo podía decir que sus esfuerzos estaban dando frutos. Quizá lo ocupado que el trabajo lo mantenía y el ya no ver a Luffy diariamente fuesen algunos factores, pero sabía que la razón principal había sido aquel chico de larga cabellera dorada y hermosos ojos azules que había conocido en aquel bar. No había vuelto a él en dos semanas por lo ajetreado del hospital, pero no había día en que su rostro se borrase de su memoria. Al principio creyó que solo era atracción debido a lo hermoso que era, pero luego de unos días de soñar con él dejó de pensar de esa forma. Él quería conocerlo, saber más de él, verlo sin su uniforme de barman y escucharlo reír de manera honesta y no solo para deleite de los clientes, sí, definitivamente aquel chico era especial.

Esa noche había logrado salir más temprano del hospital debido a la contratación de dos nuevos enfermeros y sin siquiera pensarlo se dirigió hacia aquel bar.

La ansiedad comenzó a recorrer su cuerpo a medida que se acercaba cada vez más al lugar y no paraba de repetir en su mente las palabras que le diría.

“¿Estaría bien si le digo lo lindo que es? Recuerdo que le gustan los cumplidos, aunque… ¿y si lo invito a salir? Espero pueda el fin de semana… pero si no acepta yo…”

El sonido de la risa de alguien interrumpió sus cavilaciones. Podía reconocer el sonido de aquella vez debido a que se reprodujo infinitamente en sus sueños en las últimas semanas. ¿Su suerte podía ser tan buena?

Dirigió la vista hacia las personas que venían saliendo del local caminando y la sonrisa que en su rostro se había formado al saber que Cavendish estaba cerca de él, se esfumó completamente al verlo acompañado de un hombre mayor. Sin embargo, no fue el hecho de que estuviese con él lo que lo sorprendió e hirió, sino que aquel sujeto lo tomase de la cintura y lo besase de forma hambrienta y sin pudor. ¿Acaso él era su pareja?

-Cavendish

Habló involuntariamente y se tapó los labios como instinto. Estaba equivocado, la suerte no estaba de su lado esa noche.

El aludido giró su rostro inmediatamente y al ver a la persona que lo había llamado se sorprendió bastante ¿No era aquel simpático peliverde que lo había rechazado hace un par de semanas? ¿Cómo se acordaba de su nombre?

-¿Lo conoces?

El hombre a su lado, el cual hace unos minutos se había enterado se llamaba Takeda, lo miró interrogante.

Podía decir que no y seguir su camino, después de todo ya tenía planes para esa noche con él, sin embargo al ver el rostro sorprendido y sonrojado del peliverde frente a él, una sensación de curiosidad lo embargo completamente, no entendía por qué, pero quería pasar un poco más de tiempo con el tal Bartolomeo.

“Yo también recuerdo tu nombre”

-Sí- sutilmente rompió el agarre que el señor Takeda mantenía en su cintura- es un amigo, había olvidado que tenía planes con él, en verdad lo siento

-Bien- suspiró resignado- no se puede hacer nada ¿o sí?- el hombre mayor se acercó al rostro del rubio y lo besó castamente- la pasé muy bien, espero repetirlo

-Algún día

Takeda le dirigió una mirada molesta al peliverde por unos segundos para luego irse directo hacia su lujoso auto estacionado a unos metros de ellos y retirarse del lugar.

Una vez solos el silencio no tardó en reinar, pero Bartolomeo, al encontrarse aún confundido por toda aquella situación decidió ser el primero en romperlo.

-¿Estuvo bien que dejases ir a tu novio así?

Cavendish tuvo que aguantar un ataque de risa y solo sonrió mirando a los ojos del chico frente a él.

-¿Novio? ¿Bromeas, cierto?

-Lo besaste, así que pensé…

-Cita de una noche, solo eso

-Oh, entiendo

El silencio volvió a instaurarse y esta vez fue Cavendish el que decidió terminar con él, trataría de no intimidar mucho al curioso peliverde.

-y dime… ¿Qué es lo que te trae por aquí?

Bartolomeo se puso nervioso al instante y no pudo evitar que sus mejillas se tornasen un poco rojas, debía inventar una buena excusa si no quería quedar el ridículo frente al hermoso chico.

-P-Pues… quería beber, tú sabes, la bebida aquí es excelente

-¿Enserio?- se acercó al cuerpo del enfermero- pensé que habías venido a verme a mí debido a lo que pusiste en tu nota y… porque recordaste mi nombre

Tuvo que desviar la mirada para que aquellos zafiros no terminasen traspasándolo, había sido enteramente descubierto y quería que la tierra se lo tragase por la vergüenza que sentía en ese momento.

-Yo…

-No tienes por qué ponerte nervioso- delicadamente Cavendish acarició una de las mejillas del peliverde y le sonrió cálidamente- yo también recuerdo tu nombre, Bartolomeo

Si las mejillas del enfermero estaban rojas antes ahora parecían estar incendiándose. No podía estar más feliz en ese momento. ¡El chico con el que había soñado tantas veces tambien lo recordaba! Tenía una oportunidad.

-¿Q-Quieres ir a caminar conmigo?- se armó de valor para preguntar- si no tienes nada que hacer ahora tú y yo podemos…

“Sí, sabía que todos eran absolutamente iguales”

La mirada de Cavendish se oscureció por un momento pero trató de que no se notase la decepción y el dolor que sintió al descubrir que ese chico que aparentaba ser tan inocente y sincero, buscaba de él lo que todos los demás: solo sexo.

“Pues que mierda, él no me disgusta, le daré lo que quiere y después se alejará como los otros”

-Claro ¿Por qué no? Estoy libre ahora

La mirada de Bartolomeo se iluminó y sonrió ampliamente.

-Entonces vamos

“¿Cómo puede aparentar tan bien?

Caminaron juntos durante unos minutos mientras conversaban de cosas banales. Cavendish se enteró de que el peliverde era enfermero y trabajaba en un reconocido hospital no tan lejos de la zona. Por su parte, él no habló mucho y se limitó a escuchar, solo le dijo su edad y se quejó de la paga que recibía ya que no era suficiente para cubrir todos sus gastos.

Fue cuando pasaron cerca de una zona poco transitada y cerca de un callejón que Cavendish decidió que era hora de acabar con toda la farsa e ir directo al punto. No quería pasar más tiempo con aquel chico hipócrita, su sonrisa y la forma en la que le hablaba le profesaban un cariño que nunca ninguna persona con las que había estado le había dirigido y no entendía cómo podía aparentar de esa forma digna de actor de Hollywood, pero no se lo permitiría.

-Aquí estará bien

Sin darle tiempo a responder, empujó a Bartolomeo contra una de las paredes del callejón y comenzó a besarlo profundamente mientras trataba de quitarle la chaqueta marrón que llevaba puesta.

Por su lado, el enfermero no sabía que estaba sucediendo. En un momento estaba hablando de lo más amenamente con el chico que le gustaba y por el otro este lo estaba besando en un oscuro callejón, estaba muy confundido.

-E-Espera…- habló con dificultad cuando logró separar al rubio de él

-¿Quieres que sea más rápido?

De un momento a otro el rubio se colocó de rodillas y comenzó a desabrochar los pantalones del peliverde. Este entró en pánico y comenzó a llamarlo por su nombre para que parase, pero al notar que el aludido no tenía la más mínima intención de hacerlo, no tuvo más remedio que alzar la voz y tomarlo de los hombros para que se reincorporara de suelo

-¡Detente! Por favor ¿Por qué haces esto?

-¿Por qué?- alejó las manos del contrario y lo miró frunciendo el ceño- ¿Qué no es esto lo que buscabas? Lo estoy haciendo más fácil para ti, no tendrás que buscar un hotel o llevarme a tu departamento

-¿Lo que buscaba? ¿De qué hablas?- se quedaron en silencio unos segundos y tras analizar la situación, Bartolomeo pudo entender a lo que se refería el rubio- Quieres decir… ¿pensaste que quería tener sexo contigo?

-¿Estoy equivocado?- respondió desafiante

-¡Por supuesto que sí! Yo… solo quería que pasáramos un rato juntos, conocerte más

-Entonces no te intereso, ahora que recuerdo dijiste que te gustaba alguien, fui un tonto entonces. Seguro querias alguien a quien contarle tus penas y esa mierda, pero te equivocaste de persona, no soy del tipo que escucha y da buenos consejos, así que será mejor qu…

No pudo terminar de hablar porque Bartolomeo tomó su rostro con ambas manos y lo besó lentamente. El beso fue el más lento y cuidadoso que había tenido en toda su vida. Pudo sentir cariño provenir de él y eso provocó que una corriente eléctrica atravesase todo su cuerpo y que sus mejillas se tornasen color carmín.

Después de prácticamente un minuto de contacto, Bartolomeo se alejó de él y esperó inmediatamente un golpe o insulto, pero fue recibido por la imagen más hermosa del universo.

Cavendish se encontraba completamente sonrojado y de sus ojos se escapaban pequeñas lágrimas producto del largo ósculo compartido. Luchó con todas sus fuerzas por no acercarse y apoderarse de sus labios nuevamente y solo se quedó inmóvil esperando a que el otro le dijese algo.

-¿P-Porqué me besaste?

-¿En serio me preguntas eso?- Bartolomeo pensó que había expresado sus sentimientos con el beso, pero parecía que Cavendish no los había recibido- tú me interesas, me gustas mucho, Cavendish

-Pero no quieres tener sexo conmigo

-No se trata de eso- esa situación lo estaba exasperando- eres hermoso y muy sexy, es más que obvio que estaría encantado de hacerlo contigo, pero no quiero tener solo sexo ¿entiendes? Me gustaría llegar a conocerte completamente, salir contigo y conocer tus virtudes y defectos, amar cada una de ellos y que tú me ames de igual forma- esta vez se permitió acercarse y tomar las manos del chico de cabellos dorados entre las suyas- solo entonces, cuando ambos nos amemos mutuamente, estaré más que feliz de hacer el amor contigo

Cavendish estaba sin palabras. No sabía cómo interpretar todo lo que el apuesto peliverde acababa de decirle.

“En serio él…”

Había tenido tantas decepciones que no creía soportar alguna otra más y menos si era con alguien que hacia latir su corazón como ningún oro logró nunca antes.

-No juegues conmigo- desvió la mirada- como todos los demás dicen, solo soy alguien cogible, pero que no da para nada más, no trates de engañarme con ese discurso. Tú me vistes antes ¿no? Tuve sexo con ese tío en el bar e iba a ir con él a su departamento a seguir con la diversión, soy esa clase de persona, un libertino sin ataduras de ningún tipo.

-¿Y qué tiene de malo?

Su respuesta lo descolocó y Cavendish no pudo evitar volver a mirarlo por la impresión.

-Te acuestas con las personas que te gustan ¿cierto? Yo no le veo nada de malo a eso, si te cuidas responsablemente y lo haces porque quieres, no tienes nada de qué avergonzarte

-Eres muy divertido, sabes

-En ocaciones- no dejó de mirar fijamente los zafiros contrarios- pero ahora no estoy bromeando en lo absoluto, todo lo que dije realmente lo siento y necesito saber tu respuesta… ¿Me permitirías acercarme a ti? ¿Ser tu amigo?

“Maldición…”

Sentía su estómago doler fuertemente y su corazón querer salírsele del pecho. Nunca había experimentado algo parecido, pero no se sentía mal, todo lo contrario, tenía ganas de sonreir sin razón alguna.

“Ahora entiendo todo”

-Tú…- apretó los puños y desvió la mirada por vergüenza- t-tambien me gustas mucho así que… ¿por qué no nos saltamos el paso de “amigos” y me invitas a salir? Y-Yo tambien quiero conocerte mejor

Quiso gritar de la emoción, pero hizo uso de su autocontrol y envolvió entre sus brazos a Cavendish. Aspiró el delicioso aroma de su cabellera y mantuvo el cariñoso contacto por casi un minuto. Luego, lentamente fue alejándose un poco de él y depositó un casto beso en su frente.

-¿Quieres tener nuestra primera cita en este momento?

-¿A-Ahora?

-Sí- el peliverde sonrió dulcemente

-¿A dónde podríamos ir? Es muy tarde

-Qué te parece… ¿a ver las estrellas?

Aquella proposición sonaba de los más cursi y pasada de moda, pero sintió tanta emoción provenir de su ser del solo oírla que asintió con la cabeza casi al instante.

-Si conoces un lugar…

-Conozco el mejor- entrelazó una de su manos con la de su ahora “saliente” y comenzó a caminar con él al lado- es mi lugar preferido, nadie sabe acerca de él así que serás el primero al que lleve allí

-Me siento alagado- sin previo aviso se detuvo y le dio un beso en la mejilla a Bartolomeo- gracias

-Espero este no sea uno más de los sueños que he tenido

-¿Has soñado conmigo?

-Desde que te conocí

Las mejillas de ambos no podían estar más rojas, tanto el uno como el otro eran extremadamente cursis y no se daban cuenta.

-V-Vayamos rápido- el rubio desvió la mirada, pero no soltó la mano de su acompañante

-S-Sí

 

Bartolomeo apretó el agarre y continuó caminando. El silencio volvió a instaurarse entre ellos, pero esta vez fue uno muy agradable, ninguno quería romper el mágico momento que vivían y tan solo se limitaban a mantener el contacto y sonreír plenamente.

...

Notas finales:

Etto... ojalá les haya gustado <3 


El próximo capítulo será enteramente Lawlu/Enel así que estén preparadas (?) :)


Me despido


Hasta luego!!!


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