Había llegado el día. Al ser su descanso le fue más sencillo empacar y organizar la mudanza, lo único que le fue difícil fue acallar los sollozos de su hermano y los incontables consejos del alto rubio, de los cuales por cierto, la mayoría eran que cerrase bien las puertas y ventanas de su nuevo apartamento ya que no sabía si a algún pervertido se le podía ocurrir irrumpir en su morada y aprovecharse de él.
“No tienes idea de lo repugnante que eres, tan solo mírate ¿crees que alguien podría quererte?”
-Tsk- bufó por la manía de su estúpida mente de recordarle esas crueles palabras- debo concentrarme en otra cosa
Observó las muchas cajas dispersas por el lugar. De solo imaginar que tendría que desempacar y ordenar le daba mucha hambre.
-Hara heta- escuchó como su estómago rujía y se le ocurrió una idea- shishishi iré a por Sanji
Tomó sus llaves y salió corriendo rumbo al tan afamado restaurante Baratie.
...
-Nee Sanji-kun ¿Cómo van tú y Zoro?- preguntó una mujer para luego darle un sorbo a la taza de café que sostenía entre sus manos
-D-De qué hablas Nami-san- el rostro del rubio enrojeció- ¿qué tiene que ver ese marimo despistado conmigo?
-No te hagas el que no tiene idea, Sanji- la pelinaranja lo miró divertida- hasta un ciego se daría cuenta lo mucho que brillan tus ojos cuando ves al idiota de Zoro
-¿Eh?- negó con ambas manos- eso no es verdad, un amante de las mujeres como yo no podría estar interesado en un tosco chico cabeza de alga, lo único que hacemos es pelear e insultarnos, nada más
-Cada quién se engaña con la mentira que más le gusta- dijo tomando un mechón de sus largos cabellos y jugando con él
-Yo no estoy…
-Hey ¡Sanji! ¡Nami!-un alegre narizón se acercó a los dos chicos que se encontraban sentados algo apartados del resto de comensales del lugar
-Hola Ussop- sonrió la chica
-Hey, no pensé que vendrías hoy, dijiste que trabajarías- habló el rubio
-Pues surgieron cosas en la editorial y me dieron el día libre- respondió algo nervioso
-Dinos la verdad
-Eres pésimo mintiendo- Nami apretó la cabeza del moreno con una de sus manos
-Auch… está bien- la pelinaranja lo soltó- me levanté tarde y para que no me descontaran parte del sueldo me reporté como enfermo
-Típico- rio el rubio
-Debería arte vergüenza- secundó Nami
-Hey… ya olvid…
-¡Chicos!
Los tres jóvenes giraron para encontrar la figura de un delgado pelinegro agitando uno de sus brazos, acompañado de un alto y musculoso peliverde con un cabestrillo sosteniéndole el brazo izquierdo.
-Hola, Luffy, Zoro- dijo el de nariz larga mientras Nami se limitó a sonreir y alzar la mano
-Etto… cierra la boca, Sanji-kun, que Zoro no se te va a ir- la mujer sonrió al ver el gran sonrojo que provocó su comentario en el rostro de su amigo.
-H-Hey- habló Sanji algo nervioso
-No pensé encontrarte aquí, Luffy, pensé que estabas trabajando en Grand Line- dijo Ussop cuando sus dos amigos se sentaron en la mesa, con ellos.
-Sí, pero hoy pedí descanso para poder mudarme
-¿Mudarte?- preguntaron todos los demás al mismo tiempo- no nos dijiste nada acerca de eso
-Quería que fuera una sorpresa shishishi
-¿Y cuál es la razón?- cuestionó el peliverde
-No seas tonto, Zoro- respondió Nami- es obvio que es por Marco y Ace, ellos se acaban de casar ¿recuerdas?
-¿Y eso que tiene que ver?
Todos a excepción de Luffy suspiraron cansinos.
-Tiene que ver todo ¡idiota!- habló el rubio- ahora que viven juntos necesitan mayor privacidad, tarado
-No me insultes, cejas de sushi
-Al menos no soy un marimo descerebrado- se burló Sanji
-Repítelo
-¡Basta los dos!- la pelinaranja le propinó dos golpes en la cabeza a cada uno para que se calmaran
-shishishi- rio Luffy- ustedes sí que se llevan bien
-¡No digas tonterías!- dijeron Zoro y Sanji al mismo tiempo para después mirarse con chispas saliendo de sus ojos
-Bueno, dejando de lado a estos dos idiotas ¿en dónde queda tu nueva casa?- tomó nuevamente uno de sus mechones naranjas y comenzó a jugar con este
-En el departamento del tío Shanks, como él se irá de segunda luna de miel con tío Mihawk, me dejó arrendar a mí el lugar- el moreno sonrió y al escuchar su estómago rugir fuertemente recordó el motivo principal por el que estaba allí -etto… Sanji-miró con ojos suplicantes a su amigo- tengo hambre
-Ahhh- suspiró el rubio- no tienes remedio- revolvió los cabellos azabaches del más bajo- estoy en mi descanso, pero no te preocupes, iré a prepararte algo en seguida
-¡Gracias!-canturreó feliz
El rubio se reincorporó del asiento, pero antes de irse se dirigió al peliverde.
-Ehh… ¿está mejor tu brazo?- jugó con sus dedos algo nervioso
-Por supuesto, yo soy muy fuerte- Zoro sonrió de lado provocando que Sanji se avergonzara aún más
-¿Q-Quieres que te prepare algo a ti también?
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Viendo la hermosa escena, Luffy, Ussop y Nami cuchicheaban y apostaban quién de sus dos revoltosos amigos se confesaría primero.
-Yo creo que Sanji, mira su sonrojo- susurraba Ussop
-No lo sé, me parece que Zoro es más decidido- decía Luffy
-Te doy la razón, Sanji-kun es demasiado tsundere para hacerlo por su cuenta- añadía Nami
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-Pues…- sintió su corazón acelerarse, la tierna expresión que su rubio le mostraba en ese momento era demasiado para él- onigiris, me gustarían unos onigiris
-Bien- sonrió el rubio, para luego dar media vuelta e irse prácticamente corriendo hacia la cocina
-Cof Cof- Nami llamó la atención del peliverde- deberías confesarte de una vez y dejar de poner esa cara de idiota cada vez que lo miras
-shishishi ¡yo te apoyo, Zoro
-Sé un hombre valiente como el gran Ussop-sama
-¡Ya cállense!- gritó con el rostro un poco sonrojado- dejen de fastidiar
Los tres se mantuvieron riendo y conversando hasta que el rubio se apareció con una gran bandeja llena de carne para su glotón amigo y unos a la vista deliciosos onigiris de atún para Zoro.
-¡Gracias Sanji!- el más bajo comenzó a comer como si no hubiese un mañana
-Gracias, cocinero- el peliverde tomó una de las triangulares bolas de arroz
-Solo come- Sanji desvió la mirada y vio de reojo como el idiota, estúpido, descerebrado, alto, fuerte, guapo y sexy marimo saboreaba su comida
“Por su expresión puedo decir que le gustó”- sonrió internamente
En ese momento la campanilla de la puerta del restaurante sonó indicando que un nuevo cliente había ingresado al Baratie.
Nami dirigió la vista hacia los dos hombres que se habían dirigido hacia la mesa más cercana al gran ventanal del lugar y que ahora estaban siendo atendidos por su gran amiga Vivi.
-Wao, que hombre más apuesto
Zoro, Sanji y Ussop tomaron atención a las palabras dichas por la pelinaranja y miraron en la dirección que los ojos de la mujer indicaban.
-Ja… el gran Ussop-sama es más apuesto ¿cierto?
-Si tú lo dices- el rubio sonrió- creo que yo soy mucho mejor
-Claro, cocinero- el peliverde sonrió con burla
-No te burles, marimo tonto
-Ya cállense- los miró enfadada- estoy harta de sus peleas que lo único que demuestran es cuántas ganas se tienes
-Q-Qué dices arpía...
-Luffy- llamó Nami al chico que hasta ese momento se había mantenido completamente ajeno de la conversación, y no era para menos, si estaba devorando casi sin respirar el delicioso platillo que Sanji le había preparado- a ti también te parece que él es guapo ¿cierto?- ella sabía que su amigo había salido con un chico antes, por lo que al ser gay o bisexual, estaba segura le daría la razón
-Pjuedifss…
-No hables con la boca llena
Tragó el último gran bocado y tras tomar el refresco que su cocinero amigo le había preparado también sonrió satisfecho.
-¿De quién hablas?
-De ese hombre- señaló con un movimiento de cabeza la mesa donde aquel alto pelinegro comía junto a un chico bajito y a la vista delicado
-Él es…
...