-Jaja- rio divertido mirando el ceño fruncido que llevaba el cocinero en el rostro- ¿tanto miedo te da?
-Ya cállate- susurró volteando el rostro
-Pero si fuiste tú el que dijo que quería ver este filme
-No pensé que diese tanto miedo- saltó al escuchar el fuerte grito de la mujer que estaba siendo descuartizada
-Todo está bien- se debatió mentalmente si lo que pensaba hacer era correcto o no. Verlo temblando ligeramente era demasiado tentador- Estoy aquí
Acercó su mano a la contraria y la tomó de forma lenta. Su rostro se sonrojó de forma inmediata al sentir el calor de la piel del rubio rozar con la suya, solo en sus más remotos sueños había podido imaginar algo como aquello.
Por su parte, el cocinero estaba ido. Aquel contacto tan íntimo junto con esas palabras no podían estar siendo dirigidas a él ¿cierto? Zoro estaba interesado en Luffy, la manera en que lo trataba era distinta que con los demás, entonces ¿Por qué? ¿Por qué sentía sus mano entrelazarse con la suya?
Se mantuvieron en silencio por varios minutos, estaban muy nerviosos pero ni así alguno de los dos fue capaz de romper el ansiado contacto.
De pronto, una imagen muy grotesca se mostró en la gran pantalla frente a ellos provocando que el rubio cerrase fuerte los ojos y se acurrucase sin querer contra el brazo derecho de Zoro; al darse cuenta de lo que estaba haciendo estuvo por alejarse por la vergüenza pero al sentir como el agente apretaba más el agarre en su mano y se apoyaba también contra él, solo se quedó allí disfrutando sin decir más.
El peliverde en esa posición podía inhalar el delicioso aroma a frutas que desprendía la cabellera de su rubio, con todo lo que estaba sucediendo se había decidido al fin, de esa primera cita, no pasaría.
......
......
-B-Bueno, aquí nos separamos- estaba nervioso en ser el primero en hablar luego de que, tras salir del cine, se mantuviesen en silencio durante todo el camino.
-Espera-tomó del brazo a Sanji
Al sentir el toque de Zoro, se dio vuelta lentamente y lo encaró. Pudo notar entonces la mirada nerviosa de su amigo y se preguntó ¿Qué sería lo que lograba ponerlo de esa forma?
-Qué sucede-sintió al peliverde acercarse un poco más a él
-Pues…-respiró profundamente y a pesar de todas las dudas y posibles situaciones que su mente recreaba, decidió que no iba a retroceder- ¿no crees que se te olvida algo? cocinero
Sanji caviló unos momentos tratando de comprender lo dicho por el investigador, pero al no hallar respuesta optó por expresar en su rostro la confusión que sentía.
El peliverde al notar que no había sido lo suficientemente claro, soltó el brazo del rubio y dirigió su mano hacia sus labios, los cuales tocó delicadamente con sus dedos.
Al ver esta acción, Sanji se sonrojó súbitamente… ¿Zoro esperaba que hiciese eso? Era un desvergonzado.
-Q-Qué demonios- apretó los puños y desvió la mirada- esto no es una cita cómo para que me pidas eso
El contrario sonrió y tras invadir mucho más el espacio personal de Sanji, tomó el mentón de este y lo obligó a verlo a los ojos.
-No sé qué sea para ti, pero definitivamente para mi si lo es
Sus piernas flaquearon en ese instante, el tenerlo tan cerca estaba nublando cada uno de sus sentidos, no oía nada que no fuese el latir desenfrenado de su corazón y su vista solo enfocaba el rostro del chico que tanto le gustaba frente a él, porque sí, luego de eso no podía seguir negando que se había enamorado idiotamente de esa alga andante.
-N-No me dijiste nada- con todas sus fuerzas trató de mantener sus orbes azules fijos en la mirada de Zoro- no soy adivino
-¿No que el despistado era yo?- acarició la tersa mejilla del cocinero- creí que lo intuirías
Sanji sentía que se estaba dejando llevar y eso no era bueno. Tenía muchas dudas en su mente, sobre todo una relacionada a cierto chico pelinegro con un apetito voraz interminable.
-¿Y Luffy?- le costó, pero al final se decidió por decirlo- pensé que él te gustaba
El peliverde se sorprendió en verdad al escuchar lo dicho por su contrario. ¿Luffy? ¿Era en serio? No entendía que era o que había hecho para dar la impresión que le gustara aquel pequeño chico. Era cierto que lo quería mucho y se preocupaba por él, además que el pelinegro era muy lindo y tierno, pero de ahí a que tuviera ese tipo de interés en su amigo… era algo muy descabellado.
-No sé porque creíste eso-pegó su frente contra la del cocinero- pero puedo asegurarte que eres el único para mí
“Kyaaa…. ¡Maldito!”
Su mente había terminado por explotar. No sabía cómo sus piernas podían aún sostenerlo, pero lo agradecía infinitamente. Su cuerpo sentía una corriente recorrerlo por completo y la boca del estómago le dolía como nunca antes.
“D-Debo responder ahora, yo… ¿Qué debo decir?”
La paciencia era una virtud y Zoro trató de darle todo el tiempo necesario a Sanji para contestarle. Se quedaron en esa posición por unos minutos hasta que sintió como el rubio escondía el rostro contra su pecho.
“Es adorable, joder”
-Z-Zoro- le daba tanta vergüenza llamarlo por su nombre en la situación en la que se hallaban- tú también- apretó con sus manos la chaqueta del agente- también eres el único… no sé qué has hecho conmigo, maldito marimo
Rio algo sonoro al escucharlo y lo envolvió con el único brazo que podía movilizar, en esos momentos maldecía su temporal incapacidad.
-Eso debería preguntártelo yo, cocinero- acarició los blondos cabellos de la forma más delicada que pudo
Luego de un rato, se separaron con el rostro de ambos rojo por la confesión que acaban de hacerse.
-¿Y bien?- desvió la mirada- m-me darás ahora sí lo que te pedí antes
Al escuchar al peliverde tuvo que luchar contra toda la vergüenza que sentía y se acercó lentamente al rostro de este. Se sentía una colegiala dando su primer beso y eso, muy lejos de cabrearle, le parecía sumamente romántico.
Se miraron fijamente y tras cerrar los ojos, sus labios fueron los siguientes en juntarse. Fue una simple presión algo torpe y llena de los sentimientos que ambos se profesaban el uno al otro.
No duraron mucho con aquel contacto ya que los dos se alejaron jadeando tan agitados como si hubiesen corrido por horas persiguiendo a Luffy cuando este se robaba comida del Baratie.
Cada uno llevó su brazo al rostro para cubrirse por la vergüenza que sentían y esperaron a que sus corazones dejasen de querer salírseles del pecho.
-D-Después de esto, no te atrevas a mirar a nadie más ¿entendido?- habló el rubio
-Lo mismo va para ti- Zoro sonrió- recuerda ahora a quién le perteneces
Sin previo aviso, el rubio se acercó a él y le dio un beso en la mejilla para luego salir corriendo en dirección a su casa, la cual estaba a solo cinco minutos de caminata ya que para su suerte, Zoro y él vivían muy cerca.
-¡Nos vemos mañana marimo!- gritó mientras se alejaba
-I-Idiota- llevó su mano a su roja mejilla- nos vemos
Caminó lentamente dirigiéndose, al igual que su novio, hacia su morada.
“Novio… eso suena realmente bien”
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Se encontraba vendando el brazo de un paciente que parecía haberse cortado, pero diferente a como usualmente realizaba su trabajo, esbozando una gran sonrisa y hablando animadamente con los que curaba, ese día su mirada parecía perdida y su voz solo se dejaba oír para indicar los cuidados necesarios que deberían tener las personas heridas.
Luego de unos minutos más, tras terminar su tarea, el paciente abandonó la sala de enfermería y Luffy se dispuso a guardar todos los materiales médicos que había usado.
Su mente, pese a todos sus esfuerzos, solo recreaba una y otra vez el rostro de aquel rubio que alguna vez amó y tanto daño le había causado.
“¿Por qué? ¿Por qué no pudiste quererme aunque fuese un poco?”
-Ehh… disculpa, pero las vendas no van allí
Ni siquiera se había percatado que otra persona estaba junto a él en la estancia, por lo que no pudo evitar saltar ligeramente al escuchar la voz de ese chico.
-Lo siento, estaba distraído- colocó en el lugar correcto las vendas sin utilizar y observó cómo el enfermero de cabellera verde le sonreía
-Mi nombre es Bartolomeo- dijo acercándose al más bajo-perdón por ser tan directo, pero…- se sonrojó- desde que comenzaste a trabajar aquí estuve viéndote, no tuve el valor para hablarte antes y…- fijó su mirada en la azabache de Luffy- el que estuvieses algo perdido hoy fue una buena excusa
Se quedó mudo por unos segundos. No tenía idea de lo que debería de responder a lo dicho antes por su colega, es decir ¿A qué se refería con “estuve viéndote”? No lo comprendía, después de todo, nadie se fijaría en alguien tan mancillado como él.
-Puedes hablarme cuando quieras- esbozó una falsa sonrisa- no es necesario lo de las excusas ni nada de eso
-Jaja- lo miró enternecido- está bien, entonces…
-Luffy, Monkey D. Luffy- se presentó
-Luffy-kun- tomó una de las manos del pelinegro, sabía que estaba haciendo algo muy impropio, pero no pudo evitar querer tocar a aquel chico, le gustó desde la primera vez que lo vio-¿serias mi amigo?
-Ehh- miró el agarre que el tal Bartolomeo mantenía en sus manos y se sintió un poco incómodo- yo...
Iba a responder, pero el sonido que provocaba la puerta al abrirse lo sorprendió tanto a él como al peliverde, provocando que volteasen rápidamente para observar a la persona que había ingresado.
-Luffy-ya
...