“Las salas de ensayo en la compañía no son tan grandes” repasaba una y otra vez esa línea en mi cabeza ¡¿Cómo carajos no iba a ser tan amplia si ya llevaba cerca de dos horas limpiándola y no me parecía avanzar para nada, ese maldito obsesivo con el trabajo y la puntualidad, solo porque llegué hora y media tarde al último ensayo, yo que iba a saber que me quedaría dormido y encima sería de los peores días de tráfico en Tokio. Pasando por debajo de los sofás las encontré, hace poco Ruki estaba de lo más nervioso por toda la sala diciendo que se le habían pedido unos papeles, que cuando chocó con Reita y su bolso de nena se desparpajó habían volado y que le urgía encontrarlos, quizá debería llamarlo entonces; lo llamaría luego de limpiar, me asomé ligeramente al papel, tal vez era una canción…
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Mi corazón amenaza con estallar, me vuelve loco, sé que debería intentar alguna clase de terapia pero no encuentro como, es que no puedo ni mirarme al espejo y decirlo ahí frente a mí mismo, no sé cómo he logrado pasar así los últimos meses, es que, qué puedo decir, al inicio eran pequeñas miradas, de pronto una sonrisa, el fanservice en el escenario, pero luego de la nada, ese beso, carajo solo fue un maldito beso en la mejilla, y aun así me hizo volar como una niña de secundaria, no debo, no es natural, no puedo sentirme atraído por Aoi, es un hombre, es mi compañero de banda, caramba nos conocemos hace tanto…dios si lo descubre estoy muerto, es que él es tan hetero, me odiara y si se sale de la banda porque le doy asco los demás de odiarán aún más. He rebasado el límite con mi vergüenza propia y no tengo más que un bendito diario secreto para sacar todo esto, hace dos noches, dos noches nada más, me puse a ver los videos de los lives pasados, quería encontrar ideas para lo siguiente “sí claro”, luego me hallé frente al portátil mirando youtube, esos videos que hacen las fans, compilaciones de fanservice y solos de guitarra, sin darme cuenta estaba viendo los suyos y se me caía la baba frente a la pantalla; estando en mi cama mi mano viajó sola, lo juro que no me di cuenta cuando ya estaba bajo mis pantalones acariciándome, sin perder de vista sus movimientos, el sonido de su guitarra resonaba en mis oídos al llevar puestos los cascos y tras un momento me encontré jadeando y mi mano subía y bajaba en mi pene apretándolo de vez en vez y cada movimiento más rápido que el anterior y mis caderas empezaron a bailar en la cama, cerré los ojos un momento y “Aoi” gemí y respiré más rápido pero no paré hasta que…
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No…definitivamente eso no era una canción ¡¿Pero qué carajo acababa de leer ahí?! Ruki tiene fantasías sexuales con…migo; bajé la mirada hacia mis pantalones.
**Ese definitivamente era el día más raro del mundo, Ruki entraba a la sala de ensayo y al alzar la mirada se temió lo peor…Aoi estaba ahí parado a media sala con una erección en los pantalones y en las manos, no…eso no podía ser…¿o sí?.