Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Enishi por Tina Black

[Reviews - 5]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Ufff...! Cuanto tiempo en hiatus ocn esta historia y nomás ese Oda hace lento el reencuntro entre Zoro y Sanji. Ya mejor me apuro y le doy por fin seguimeinto a la segunda parte de este extraño fic XDDD 

La tripulación ya estaba lista para aventurarse al gran pedazo de tierra, pero no sin antes y claro como era de costumbre los equipos que organizaría Nami –Bien. Ahora que somos diez, creo que será mas fácil conformar los equipos…

-Sería mejor que cada quien vaya por su lado… -Dijo con algo cansado Zoro.

-¿Y si sufres un accidente?

-No creo…

-¿Y si te pierdes? –Intervino Usopp.

-¡Tsk! Claro que no… -Dijo orgulloso.

-Brújula descompuesta… -Dijo con sarna el cocinero terminando de darles sus almuerzos y fue con Zoro ya que era el último al que le faltaba por entregarle su comida.

-¡¿Qué dijiste cocinero de…?!

-¡Toma! –Dijo interrumpiendo al espadachín sin cuidado alguno su bento –Y obedece…

-Eres un…

-¡Ya basta! –Ambos recibieron un golpe por parte de la navegante y la dejaron continuar –Ahora que ya no habrá mas intervenciones, continuaré… Brook y Jinbe irán por allá. Robin y Usopp por ese lado, Chopper y Franky allá, Zoro y Sanji-kun por allá y Luffy y yo iremos por ese lado. –Los chicos fueron agarrando camino -¡No lo olviden! ¡Los quiero aquí antes del anochecer! –Se dio la vuelta y vio a los muchachos algo molestos.

-Anda, marimo… Mas pronto, mejor. –Comentó con mala gana yendo en la dirección que les indicó la peli naranja.

-Tú… -Dijo mirando con odio a Nami quien estaba sonriente –Eres una…

-Será tu oportunidad para convivir con Sanji… -Dijo el capitán al darle una palmadas en su espalda –Ustedes son muy cercanos, así que podrás manejar esto sin problema alguno.

-No lo eches a perder, Zoro… -Dijo la navegante para darle algunos ánimos.

-Pero dónde ese idiota me haga enojar… -Zoro comenzó a caminar.

-Ah, Zoro… -Le llamó Luffy.

-¿Qué?

-Sanji se fue por allá… -Señaló el lado contrario de dónde estaba yendo el marimo.

-¡Gh!

 

 

[*****]

Estaba algo cansado por el trabajo que hizo durante el día, sin mencionar que tuvieron que pelear con otra tripulación que deseaba robarles el barco. Estaba terminando de arreglarse para ir a dormir al fin y ya que claro, estaba algo nervioso ya que de a partir de hoy daría marcha a la promesa que hizo con su nueva amiga -¿Qué tengo que hacer? Ah, sí, claro, claro… Relajarme y…

-¿Qué haces? Ya vete a dormir, cocinero de segunda… -Zoro hizo su famoso acto de aparición quien estaba saliendo del baño con una toalla sobre sus hombros.

-¡Cállate! –Gritó mostrando una graciosa cara –Si no te importa, estoy preparándome para dormir…

-¿Y tienes que hacer mucho escandalo? Ya duérmete… -Fue a sentarse a su hamaca y comenzó a secarse el pelo con la toalla -¿Tienes que hacer algo?

-No… Sólo necesito dormir y ya…

-¿Y por qué tan nervioso?

-¿Se me notan los nervios? ¡Ay, no!

-¿Por qué? ¿Qué pasa?

-Lo que pasa es que… Bueno, yo… Hice una promesa a alguien y…

-¿Y tienes que dormir?

-Si…

-¿Es sobre esa mujer, no es así? –Sanji asintió con la cabeza en respuesta -¿Es tu novia?

-¡¡¡¿QUÉ?!!! –Estaba comenzando a crear en su cabeza sobre cómo sería su vida a lado de una bella mujer como Yuko -¡Noooo…! ¡Claro que no! –Exclamó muy apenado y con una sonrisa y se empezó a abrazar así mismo -¡Yuukooo-swaaaannnn…! ¡Es muy perfecta para alguien como yo! ¡No podría! ¡Aaaaahhhwwww…! ¡Yuuuukoooo-swaaaaaannn…! –De pronto sintió un pequeño jalón de uno de sus mechones.

-¡¡Deja de hacer tanto escándalo!! ¡Sólo fue un comentario! ¿Qué clase de promesa hicieron?

-Bueno, es difícil de explicar –Dijo juntando sus dedos y aun emocionado. –Le pedí que cada noche nos veríamos en mis sueños… Sé que suena muy extraño, pero fue lo único que se me ocurrió para que tuviéramos comunicación.

-Con todo lo ocurrido, ya no me sorprendería. ¿Debes pagar algo?

-No… Sólo es una promesa que nos hicimos.

-Bien, ya vete a dormir o no querrás llegar tarde a tu extraña cita con esa mujer.

-¡No es una cita! ¡Es…! –Encaró al espadachín mostrando su ceja fruncida, pero poco le duró el enojo ya que sus pensamientos estaban muy ocupados pensando en aquella hermosa chica. Algo que era costumbre en Sanji –Es…

-Si yo fuera tu, ya debería estar preparando mi colcha y mi almohada en el mirador. –Dijo Zoro dándole por su lado al cocinero.

-Zoro… -El mencionado lo volteó a ver –Tú… ¿Qué es lo mucho que recuerdas?

-¿De qué hablas?

-Bueno, con todo lo que sucedió… -Zoro miró con extrañeza a Sanji y mejor dejó que continuara –Bueno… A lo que me refiero es que… -De pronto, se escuchó la puerta abrirse  dejando ver a Franky. Los chicos miraron con algo de sorpresa al carpintero, Sanji de inmediato bajó la vista y caminó rápido por su manta, colcha y almohada diciendo buenas noches y salió evitando ver de nuevo a Franky a los ojos antes de este se diera cuenta de que al rubio ya se le notara un ligero rubor en sus mejillas.

-Ah, Sanji…

-¿Pasó algo? –Dijo el espadachín acercándose al peli azul.

-No, no pasa nada… -Recordó el pequeño e incómodo momento que tuvieron ese día del festín con las obvias intenciones del cocinero.

-¿Y por qué estás tan rojo?

-¡¿Qué?! ¡¿Ah, yo?! –Se comenzó a poner bastante nervioso –Creo que se me olvido guardar algo en mi taller… En… Seguida regreso… -Salió disparado de la habitación y una vez afuera comenzó a buscar con la mirada a su camarada quien estaba subiendo al mirador -¡Sa…! –Pero calló ya que por ahora no quería molestar al cocinero –Creo que mejor hablo con él en otro momento.

 

Sanji llegó por fin al mirador y acomodó sus cosas. Una vez que tenía lista su cama, se recostó y miró al techo y comenzó a pensar en todo lo que sucedió, desde el hábito que controló a Zoro. Cuando conoció a Yuko, el trato que hicieron, sus días de un inocente y dulce muchacho con orejas y cola de zorro -¡¿Por qué?! –Dijo enojado –Debí verme como un completo idiota… ¿Qué habrán pensado de mi los muchachos? ¿Qué habrán dicho de mi mis queridas Nami-san y Robin-chan…? Debí verme como un completo ridículo… -Decía esto mientras le estaba comenzando a ganar el sueño hasta que por fin se quedó dormido. Después de unos minutos despertó y se levantó. Alcanzaba a entrar algo de luz desde la ventana, pero esta era diferente a la de las noches anteriores. Se levantó por completo de la cama y decidió salir de la habitación para encontrar el jardín de la tienda la cual era cubierta por aquella luz de la luna junto con una ligera lluvia de hojas de cerezo –Es…

-Pensé que no vendrías. –Volteó a su derecha y vio a una hermosa joven de cabello negro y largo y con un ligero movimiento por el viento, Yuko llevaba puesto un kimono de color azul claro y con algunos adornados rosas y el estampado era de algunas mariposas de color dorado. Recibió a Sanji con una dulce sonrisa –Buenas noches, Sanji-san.

-¡Yuuuuukooooo-swaaaaaaaan…! –Exclamó con gran alegría el cocinero mientras hacía su famoso baile del amor y fue corriendo hacia Yuko –Disculpa por la tardanza, mi querida dama. –Se reincorporó dejando ver su faceta de caballero y tomó con delicadeza la mano de su amiga y le dio un pequeño y dulce beso –Te ves tan hermosa.

-Y tu muy apuesto. –Dijo natural y fueron a sentarse debajo del árbol.

-¿Cómo te fue el día de hoy, Yuko-san?

-Ah, no fue tan pesado. Con Watanuki trabajando conmigo ha sido más fácil. Hoy llegó una chica con el mismo problema de tu amigo, sólo que el hábito de esta chica fue mentir.

-Veo que eso es común.

-Y que lo digas. Normalmente cuando son mentirosos llegan con un terrible adormecimiento en el dedo meñique –Alzó su mano para mostrar su delgado meñique el cual tenía puesto un reluciente anillo de plata con una pequeña piedra roja. En seguida lo sacó del dedo y se lo mostró a Sanji –Este anillo ayuda a controlar en un determinado tiempo el mal hábito de la persona, pero mientras mas niegue los actos que ha cometido, se irá ensuciando y poco a poco se quebrará hasta que sea imposible controlar el hábito –Le dio el anillo para que lo mirara con mas detenimiento, Sanji extendió su mano para tomar el accesorio.

-¿Tú los haces?  -Dijo mientras veía el anillo.

-Claro. Son raras las ocasiones en las que las personas reconocen sus errores, pero la mayoría paga las consecuencias y en ocasiones terminan pagando con su propia vida.

-Ya veo…

(Música)

-Lo que tenía tu amigo estaba a otro nivel, si le hubiera dado ese anillo, este se habría desecho en segundos. Te diste cuenta justo a tiempo. –Sanji se limitó a no decir mas y agachó un poco la cabeza –Veo que aun piensas por lo que sientes por el. –Se comenzó a producir un silencio, y en eso comenzaron a escucharse unos cascabeles mientras las hojas del árbol de cerezo seguían cayendo al mismo tiempo que los dos presentes se miraban cara a cara –Sanji-san…

-…

-Esto, sólo es el inicio del posible fin… -Sanji sobre se sorprendió un poco al escuchar lo que le había dicho su amiga –Debes tener cuidado.

[*****]

 

 

Abrió de golpe sus ojos al recordar  su primera noche con la Bruja de las Dimensiones. Sanji por fin se encontraba en un sembradío de manzanas. Había pasado un rato desde que se fue sin esperar a su nakama el cual estaba algo perdido intentando encontrar a Sanji, este prefirió esperar a que su camarada llegara para que lo ayudara a recolectar algunas manzanas –Tal vez haga una tarta, se ven muy jugosas. –Dio un salto para alcanzar una y al aterrizar en el suelo le dio una mordida –Exquisitas. –Comenzó a comer mas de la fruta hasta que en eso apareció por fin Zoro de los arbustos con un poco de cansancio –Ah, marimo…

-¿Por qué no me esperaste?

-Tu no quisiste apurarte. Y la verdad no tengo ánimos para estarte esperando.

-¿Ah, si? –Dijo sentándose en un desgastado tronco mirando con enfado al cocinero –¿Y tú crees que quiero estar contigo? Cocinero idiota.

-¿Qué dijiste espadachín de porquería? –Dijo con el ceño fruncido el cocinero acercándose a su camarada quien ya estaba sosteniendo uno de los mangos de sus espadas.

-¿Acaso eres sordo, pato rizado… -Se levantó de su lugar y llegó hasta el cocinero quedando a unos centímetros de distancia de este.

-Haré brochetas de marimo si no te disculpas…

-El que debería pedir disculpas es otro.

-Esto ya me está hartando… -Dijo el cocinero antes de empujar a Zoro con una patada lanzándolo lejos ya que una bala se interpuso en su discusión y esta impactó contra uno de los árboles. -¡Deberías estar mas alerta! –Le regañó  mientras se preparaba para el combate.

-Pudiste haberme alertado de otra forma… -Se levantó rápido del suelo y sacó dos de sus espadas.

-En lo que te lo explicaba estaría bañado con los pocos sesos que tienes… -Se reincorporaron y se juntaron de espaldas observando con mucha atención a todo su alrededor.

-¿Dos minutos? –Preguntó confiado el espadachín sin quitar la guardia.

-Lamento decirte que esta vez serán mas… ¿Podrías aguantarme por quince minutos?

-Supongo… ¿Son demasiados?

-No creo… Pero parecen ser bastante fuertes…

-¡¡SERÁ MEJOR QUE SALGAN DE UN MALDITA VEZ!!

-¡¡SABEMOS QUE ESTÁN AQUÍ!! –Justo en eso, salieron dos sujetos de traje con sombrero y gafas, todos de color negro.

-¿La marina? –Dijo algo incrédulo el cocinero.

-No vimos ningún barco durante nuestro viaje…

-Zoro… -Sanji vio como otros hombres de traje salían de los arbustos y cuando menos se dieron cuenta, ya estaban rodados por diez hombres –Maldición… Lo sabía…

-Y por lo visto son muy fuertes…

-Eso es lo que mas me preocupa pero… -Al percibir mejor el aura de los sujetos, les pareció algo familiares, no parecían ser hombres comunes y corrientes –Creo que por el momento debemos huir de aquí…

-No sin antes darles pelea…

-No lo hagas. –Dijo firme.

-No pienso salir corriendo como un cobarde…

-Zoro… Obsérvalos bien… -Zoro decidió obedecer esta vez a su nakama y miró fijamente a los sujetos y comenzando a concentrarse mejor para ejecutar su haki de observación se dio cuenta que la fuerza de los presentes no era normal.

-¿Qué diablos son?

-Será mejor que guardes tus espadas… -El espadachín hizo lo que le pidió. Sanji estaba comenzando a imaginar lo peor del asunto y dijo -¡Agárrate de mi! –Sin esperar mas, Sanji tomó de sorpresa a Zoro y dio un gran saltó para salir del lugar -¡Debemos salir de aquí cuanto antes!

-¡Pero antes debemos buscar al resto! –Siguieron su camino ahora por el cielo y llegaron a un árbol lo bastante tupido dónde se ocultaron. -¿Estás seguro de que no quieres que les demos pelea? –Sanji estaba buscando con la mirada a aquellos extraños sujetos que no escuchó al espadachín -¿Cocinero? ¿Pasa algo?

Sanji reaccionó al fin y miró con algo de preocupación al espadachín -¿Qué? Ah, nada… No sucede nada… Es sólo que me dio algo de miedo ya que esa fuerza que emana de ellos no es normal.

-¿Seguro?

-Si… -En eso, el árbol sufrió una gran sacudida que casi logra que los muchachos se cayeran -¡Maldición!

-Nos encontraron… -Dijo Zoro al ver como desde abajo del árbol estaban acorralados por los mismos sujetos de antes -¿Pero cómo? Si nos alejamos lo suficiente…

-Creo que no hay de otra… Les daremos pelea. –Con resigno, cayeron por fin del árbol y aterrizando sobre dos de los trajeados y dando comienzo así a la pelea.  Zoro volvió a sacar sus espadas y se lanzó contra cuatro de los hombres. Inició con la técnica “Maguma” logrando herir a uno de ellos. Por otra parte, Sanji no dejaba de observarlos e intentando esquivar los golpes de los otros cuatro. Aquellas técnicas de pelea se le hacían familiares, pero sabía que por el momento no era buena idea pensar en eso y menos en un momento en el que su vida y la de su nakama estaban en peligro. Uno de los sujetos se acercó mas a el y aprovechó la oportunidad para propinarle una patada en la mandíbula lanzándolo lejos y con ello aterrizó contra un árbol dejando inconsciente al extraño -¿Quién sigue?

-¡Nigiri! –Al dar unos de sus mas famosos ataques, el sujeto logró esquivarlo y se abalanzó con gran velocidad contra Zoro golpeándolo con el codo en la espalda -¡Agh!

-¡Extra Hache! –El cocinero dio un gran salto y aterrizó contra otro de los tipos dándole una lluvia de patadas. El sujeto logró tomar su pie y lo aventó contra los demás arbustos. Zoro no prestó atención a eso, ya que estaba intentando reincorporarse  esquivando los golpes de sus adversarios.

Una vez que se reincorporó, sacó la tercera espada y efectuó -¡Gyuki Yuzume! –Aquel ataque logró derribar al segundo –Sólo faltan… -Pero antes de decir el número, ya estaba rodeado por los que se suponía se iba a encargar Sanji –Supongo que tendré que acabar el trabajo solo… -se preparó de nuevo para continuar con la pelea. Ahora fue el quien corrió contra sus atacantes y al llegar, uno de ellos le lanzó un ataque con la mano al estilo de la técnica de la grulla rozando con la mejilla de Zoro, a los pocos segundos sintió un gran ardor ya que le había cortado la cara, por suerte la herida no fue muy profunda, pero si lo suficiente para que derramara cierta cantidad. -¿Qué diablos? Parece ser que le cocinero estaba en lo cierto…

Al aterrizar contra los arbustos, el hombre de traje se acercó lo más rápido posible para  irse contra Sanji. Al llegar a él, quiso tomarlo para aplicarle una llave y así lograr inmovilizarlo, pero Sanji se le adelantó y le lanzó una patada en el estómago. Se levantó y fue tras el sujeto dándole otra patada –Es como si le estuviera golpeando a una placa de acero… -Exclamó seguido de un grito para efectuar otra patada lanzando contra al piso al tipo. –Debo regresar con el marimo… -Corrió, pero al pasar con el tipo este lo tomó por el tobillo y lo aventó contra un árbol -¡¡Argh!! –Chocó contra el tronco de espaldas y cayó al suelo seminconsciente. El sujeto fue hasta el y lo levantó tomándolo por el cuello -¡Agh…! –Lo miró percatándose que aquel hombre tenía una mirada distante -¡Suéltame!  -El sujeto presionó mas, sus intenciones eran sólo lograr calmar al muchacho, no tenía intenciones de matarlo -¡Agh…!

-El amo nos lo ordenó… -Pero antes de poder decir más, fue atravesado por la hoja del sable de cierto espadachín. Soltó por fin al cocinero y este cayó al suelo con dificultad para respirar y con algo de tos. El sujeto cayó como cual costal al suelo.

-Gracias por dejarme todo el trabajo, cocinerucho… -Dijo un agitado Zoro cayendo de rodillas y lleno de varios golpes y uno que otro rastro de sangre.

-Zoro… ¿Te encuentras bien? –Con trabajos se acercó a su camarada para auxiliarlo.

-Creo que si… Veo que a ti no te hicieron nada…

-¿Qué sucedió?

-Estuvieron a punto de matarme… Pero pude derrotarlos… No me quedó de otra que usar… El ataque de Ashura… -Dijo con mucho cansancio.

-Es extraño… -Miró de reojo el cadáver del tipo -<<No lo entiendo… Esa técnica la usa en un caso extremo…>> -Entonces recordó lo último que dijo el hombre de traje –Alguien los envió…

-Es obvio que alguien los envió…

-No, no fue la marina…

-¿Qué? –Zoro miró con atención a Sanji.

-Antes de que los mataras, dijo que: “El amo nos lo ordenó”

-¿De quién crees que se trate?.

-No lo sé, pero lo mejor es que nos vayamos cuanto antes de esta isla… -Se levantó por fin –Debemos encontrar al resto y decirles lo que pasó… -Le tendió la mano a Zoro. Este lo miró con su clásico ceño que expresaba orgullo –Y tratar esas heridas cuanto antes… -En eso vio como un hilo de sangre aparecía en la mejilla de Zoro -¿Qué fue lo que te hicieron? –Se agachó para auxiliar a su nakama.

-Nada… Creo que fue cuando uno de ellos lanzó su mano contra mi cara…

-¿Cómo fue eso?

-Ah, no lo sé… Fue muy extraño… Su mano me hizo este corte… -Sanj sacó de inmediato del bolsillo de su camisa un pañuelo de un algodón muy suave y se lo dio al espadachín. -¿Y eso?

-Ten… Esto ayudara a que se detenga la sangre… Eso en cuanto encontremos a Chopper. Tal vez debí traer mi botiquín… -Dijo sintiéndose muy culpable el rubio.

-Descuida… Qué íbamos a saber que seriamos atacados por unos extraños hombres…

-Bueno, empezando por qué somos piratas… -Ambos rieron un poco ante su irónica situación. Sanji ayudó a que Zoro se levantara y continuaron su camino  ahora en busca de los muchachos.

Notas finales:

Nos vemos en otro capítulo :3 Espero y no lo hayan dado pr muerto XDDDD Si no, ya lo dejaré en hiatus de por vida. 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).