Silencio...
Eso era todo lo que se presentaba en esos momentos, pero ¿qué más podían hacer... O siquiera decir?, Gandalf tenía razón... No había forma de volver a casa, a menos claro que se pusieran a la tarea de leer todos los libros de las bibliotecas Élficas, y para eso según la situación en la que estaba la tierra media en esos momentos, no era buena idea... No había tiempo...
Gandalf: Bueno - habló con su tranquila voz - Si tuviéramos más tiempo, o no atravesáramos esta situación yo mismo me pondría a la tarea de ayudarlos, pero mucho me temo que eso no podrá ser posible - dijo con pesar a los 3 jóvenes magos cuyo rostro era de completa aflicción.
Draco: ¿Hay otro mago? - preguntó esperanzado, se negaba a creer que no tenían otra salida más que esperar a que esa situación llegara a su fin.
Gandalf: Saruman - nombró serio - Pero no creo que él pueda ayudarlos... Él está con Sauron ahora, ha sido corrompido - mencionó y por el rostro de los magos, parecían muy desolados - Con su permiso, pero tengo una reunión a la cual no puedo faltar - dijo poniéndose de pie para comenzar a caminar hacia el primer piso del lugar dejando a los magos completamente perdidos en sus pensamientos.
Lancelot: Jajajajajajajajaja - reía sosteniendo se el estómago algo que llamó la atención de Draco y Harry - jujujuju snif ajajaja snif - comenzó la llorar.
Draco: Ay! No - dijo angustiado para abrazar a Lancelot - Tranquila Lance, saldremos de esto - expresó tratando de animarla, acariciando la espalda y el cabello - Encontraremos una manera - dijo aunque ya ni esperanza tenía de eso, al menos no por el momento.
Harry: Ya verás que todo estará bien - expresó sobándole el brazo derecho - Las cosas nos han salido bien hasta ahora - dijo recordando todo lo vivido hasta ese entonces.
Lancelot: No lo entienden cierto - dijo escéptica en medio del llanto - No tenemos manera de comunicarnos con los nuestros, no sabemos que está pasando con ellos o con todo el mundo - expresó afligida ante la sola idea de no volver a ver a sus padres o amigos.
Draco: Ellos son fuertes y grandes magos, ya verás que estarán bien - alegó, eso tenía algo de verdad pero un descuido podía conllevar una desgracia.
Harry: Saben cuidarse bien ellos solos - aseguró, el aún no perdía la esperanza - Ya verás que un día de estos volvemos a nuestro hogar - expresó entusiasta algo que logró animar un poco a la peli negro.
Lancelot: Gracias Potter - expresó limpiándose las lágrimas mientras le regalaba una sutil sonrisa - Tienes razón, ellos son fuertes - apoyó lo antes dicho por este - Oigan, tienen alguna idea de ¿dónde se encuentran los visitantes? Más aún, Legolas y el señor Elrond - preguntó curiosa.
Arwen: Mi Ada y los demás están en una reunión importante, en la que se decidirá el destino del anillo - respondió llegando hasta ellos con un libro en las manos, la belleza de la elfo ponía tonto a Harry, causando celos en Draco que le tuvo que dar un codazo en las costillas para que dejara de mirarla tanto.
Harry: Auch!! - se quejó sobando el área afectada - ¿Porqué hiciste eso? - reclamó fulminando con la mirada al platino.
Draco: Ten un poco más de respeto - aseveró cruzado de brazos y viendo hacia el otro lado, estaba muy celoso y eso lo notaron las dos féminas presentes.
Arwen: [Sin duda ustedes 2 serán más que felices juntos, aunque tal vez tu Harry tardarás un poco más en darte cuenta de ello] - dijo en su idioma, algo que los chicos ni siquiera notaron por estar ensimismados en su pelea pero si por Lancelot que no se esforzó por tratar de entender.
Lancelot: Son demasiado evidentes ¿cierto? - aseguró más que otra cosa a la elfo la cual sonrió en compresión - Les recuerdo que por algo como esto es que acabamos aquí - mencionó seria y cruzada de brazos algo que hizo que ambos chicos se detuvieran - Señorita Arwen - habló a ésta ganándose su atención - Podría decirme ¿dónde es la reunión? - pidió.
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Merry: Pippin cállate, nos van a descubrir - regañó a su primo.
Draco: De eso no hay duda - dijo muy cerca de los demás haciéndolos saltar en sus lugares.
Harry: Eres diabólico Malfoy - dijo riendo bajito ante el susto que el Sly les dio a los Hobbits.
Lancelot: No pudiste dejarlo pasar, ¿cierto? - dijo soltando un ligera risa y negando levemente con la cabeza.
Draco: Me gano la tentación - se defendió riendo bajo algo que lo hacia ver hermoso pues tenía las mejillas sonrosadas tratando de contenerse y no soltar una carcajada, dejando embobado a Harry.
Pippin: Hey! - gritó Pippin saliendo de entre los matorrales en donde estaban algo que llamó la atención de todos y que lord Elrond fruncía el ceño - Nosotros iremos con él, y no hay nada que logre detenernos o hacernos cambiar de opinión - dijo completamente seguro.
Sam: A donde mi señor Frodo vaya, yo iré también - aseguró uniendose al grupo.
Elrond: No, por lo visto no, teniendo en cuenta que hemos citado a su amigo a una reunión secreta - aseveró - Son 9 - dijo admirando al grupo frente a el.
Draco: De hecho somos 12 - habló llegando hasta ellos y unirse al grupo.
Harry: Malfoy - llamó con la ceja derecha alzada.
Lancelot: No tengo idea de porque todo esto, pero a donde tú vayas, yo voy Dragón - alegó caminando hasta él sonriéndole con cariño - Además alguien tiene que cuidar de todos ustedes - habló esta vez a los Hobbits acuclillando se y sonriendo les de igual modo, provocando sonrojos en los pequeños.
Harry: Bueno, siempre me meto en problemas - se dijo a su mismo para suspirar - Al menos esta vez es por mi propia decisión - alegó caminando hasta unirse al grupo - Además soy mejor mago que tú Malfoy - mencionó ganándose una mala mirada por parte de éste.
Elrond: 12 - dijo admirando el enorme grupo frente a él - Serán conocidos como la Comunidad del anillo - mencionó con orgullo.
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Estaba que quería arrancarse en cuero cabelludo, por que para lo que se apuntó fue para una misión suicida... Pero bueno, ya no había marcha atrás, Draco estaba decidido a ir y ella iría con él,
aún si este decide lanzarse al mismo volcán en el que deben destruir el mentado anillo... Suspiró pesadamente, no podía creer que un lugar como ese también tuviera a un lord oscuro, entendía porque quería pelear, ese en el poco tiempo que tenía ahí, era el lugar más hermoso que había visto jamás... El paisaje era mucho más hermoso de noche, estaba recostada en el barandal del balcón de su habitación, la cual compartía con Draco.
Draco: ¿Éstas enojada? - preguntó caminando hasta llegar al lado de su hermana.
Lancelot: No - respondió volteando a verlo - Lo que quiero saber es el verdadero motivo por el cual aceptaste - alegó alzando su ceja derecha elegantemente.
Draco: No lo se - dijo sincero - Sólo que sentí que debía hacerlo - alegó haciendo que la peli negra inclinara un poco la cabeza hacia un lado sin comprender - Nos puede servir de entrenamiento para enfrentarlo a "él" - dijo lo último con cierto miedo.
Lancelot: Entiendo - murmuró - También lo había pensado así - mencionó para suspirar y ver hacia una laguna donde estaban 2 personas al parecer, al reconocer quienes eran se sonrojó y apartó la mirada hacia otro lado y vio que Potter contemplaba la luna y sonrió con travesura - Sabes - habló captando la atención del platinado que también veía la luna apoyandose en el barandal con el cuerpo inclinado hacia el frente y recargando su peso en sus brazos - También te puede servir para conquistar a Potter, ahora que no hay nada que se interponga entre ustedes... No están sus amigos, ni el viejo 3 pelos - sugirió haciendo sonrojar fuertemente al platino.
Draco: Contigo no se puede - renegó para alejarse con la intención de salir de la habitación.
Lancelot: Sólo digo lo obvio - se defendió riendo ante el bochorno del Rubio.
Draco: Para ya! - chilló completamente rojo y dando un portazo al cerrar la puerta.
Lancelot: Aprovecha tú que ya encontraste a tu pareja destinada - susurró en el silencio de la habitación viendo hacia la luna.
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Contemplaba a la luna, soberana de la noche, que en esos momentos resplandecía tan enorme como jamás la había visto antes, hasta parecía que esta estaba muy cerca del planeta... Un sonrojo acudió a sus mejillas al recordar a cierto Rubio platino sonriendo sonrosado, se había visto hermoso, más de lo que ya de por si sabía muy bien y lo admitía, era... Draco era alguien exótico y extravagante, pero no de un modo exagerado, sino sutil, con inocencia, seduciéndolo sin notarlo... Era un ser hermoso, lo admitía, hacia un tiempo que lo había reconocido, gustaba de ese Rubio pijo y snob... Y era eso en si lo que lo tenía tan irritado, el no poder llegar a tener algo con el... Es que ambos eran muy diferentes, el era El Niño que vivió, la salvación del mundo mágico, luz... En cambio Malfoy era una hermosa y diabólica oscuridad, hijo de mortifago y era seguro que él también sería un mortifago también... Suspiró pesadamente ante eso.
Harry: Malfoy - suspiró con tristeza y anhelo.
Draco: No me he muerto Potter - habló haciendo saltar al azabache del susto y que cayera de espaldas para atrás terminando en un posición por demás incómoda y dolorosa, causando su risa ante tan cómica escena.
Harry: "Es tan hermoso" - pensó viéndolo reír - En lugar de reírte, mejor ayúdame - reclamó.
Draco: Eres un aguafiestas - reprochó pero aún así le extendió la mano para ayudarle, pero al parecer uso mucha fuerza pues terminó de espaldas al suelo con el azabache encima.
Todo esto era visto por Lancelot desde su ventana, quien reía ante todo lo sucedido.
Lancelot: Incluso hasta sus torpezas quieren que terminen juntos - comentó alegre ante todo - Espero que todos estén bien - suspiró triste recordando a todos sus amigos, para entrar a la habitación, cerrando la puerta del balcón, sin notar que era observada por Legolas, quien no sabía que poseía la peli negra que le llamaba la atención.
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Todo era un completo desorden en la escuela Hogwarts, la tensión y preocupación era palpable en todo el alumnado y en los maestros, en especial de los más cercanos a los desaparecidos...
Luego de que Potter fuera tragado por el agujero, rápidamente el profesor Snape lo había informado al director, quien informó a los familiares de los menores, quienes al instante reclamaron y se pusieron como locos... Desde entonces el profesor con ayuda de su amigo Lucius hacían posiones tratando de recrear las que habían creado el agujero, pero nada había dado resultado hasta entonces... Mientras que Sirius y Remus impartían las clases de pociones y DCAO dado que los maestros de dichas clases estaban más concentrados en recrear las pociones de las cuales a penas un poco Severus logró rescatar, de las cuales una era suya, era una poción de reanimación, había creado esa poción porque Lancelot le había sugerido que cuando alguien recibía la maldición asesina el cuerpo quedaba inerte porque los pulmones, corazón, y cerebro dejaban de funcionar, se detenían haciendo que los demás órganos también lo hicieran, pero que eso se podía revertir con una poción o un hechizo, así que por ello se puso a trabajar en dicha poción que casualmente había dejado por atender otros deberes y dejando a los 3 chicos castigados, nunca se imaginó que sucedería algo así, bueno de parte de Potter y su ahijado se lo esperaba, de Lancelot muy poco, estaba seguro que los primeros habían provocado ese incidente... Pero la otra poción, no tenía idea cual podía ser, de Longbottom ya lo tenía descartado, pues la poción era demasiado elaborada.
Lucius: Sólo espero que estén bien - susurró afligido, sólo ante sus amigo expresaba su sentir.
Severus: Son astutos, saben cuidarse solos - aseguró checando la poción en el caldero antes de agregar ojos de murciélago.
Lucius: No!!! Espera!!! - gritó pero fue muy tarde, la poción hizo combustión y explotó, pero al menos su amigo se protegió con un hechizo.
Severus: Maldición!!!! - exclamó furioso asombrando a su amigo pues muy pocas veces este perdía el control de sus actos.
Lucius: Tranquilo - ánimo sonriéndole afable mientras comenzaba a ayudarle a comenzar de nuevo con la poción - Tú lo dijiste, son astutos, saben cuidarse solos - aseguró un poco más tranquilo, algo que hizo tranquilizar a su amigo.
Lo que no se imaginaban era que estaban siendo vigilados por dos Gry bastante desconfiados, pero que quedaron embobados cuando vientos el verdadero ser de ambos Sly. Sin duda las máscaras existían y las que tenían ese par de Sly eran muy buenas para ocultar los hermosos seres que eran.
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