En la lejanía, las tierras que antes estaban llenas de vida y todo era hermoso y verde, estaba muerta e invadida de criaturas nefastas, quienes, excavaban la tierra y de estas, envueltas en sacos transparentes como de plástico contenía una especie diferente de esas criaturas, justo sacaban a uno de su saco y la primera acción de este fue matar asfixiada a sus inferiores, los compañeros de la criatura quisieron intervenir pero el mago cuyo corazón fue corrompido, se los impidió, viendo fascinado como ese ser de mayor fuerza mataba a sus segundos.
- Preparenlo - ordenó mientras se alejaba - Y saquen a los demás -
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- Sabes ¿como es que los Orcos pudieron obtener la vida? - preguntó Saruman al Orco frente a el - Fueron elfos un día, atrapados por el poder oscuro, torturados y mutilados, una forma de vida devastada y famosa... Y ahora perfeccionada, mi combatiente uruk-hai, dime ¿quien es tu señor? -
- Saruman - respondió el uruk-hai con voz ronca y pastosa, pareciendo más a graznidos y gruñidos combinados.
En el interior de las minas en la que se había convertido esa tierra, los Orcos preparaban a más de esos uruk-hais, un gran grupo, con armaduras y espadas.
- Cazenlos, no se detengan hasta que los hallen, no importa el sufrimiento, tampoco el miedo - dictamino Saruman para todo el batallón de uruk-hai - Uno de los Hobbits lleva algo de importancia, tráiganlos con vida y sin corromper... Asesinen a los otros - dijo al líder de los uruk-hai.
Con esa orden el escuadrón de uruk-hai se pusieron en marcha para cumplir el mandato, saliendo de las tierras del mago rumbo hacia donde se encontraban Frodo y los demás.
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Hacia una bella mañana, recogían sus cosas para reanudar de nuevo el viaje, que a pesar de la perdida de un miembro importante no podían olvidar cual era su misión y estaban determinados a concluirla.
Lancelot veía el vestido que llevaba puesto, seguro desde la noche anterior, era como una enorme flor a la que sólo le habían quitado el sépalo y luego unido los pétalos y se lo pusieron. Sonrió al ver el río, Draco no había salido del agua en toda la noche, era normal, para una sirena de su estilo era mejor el agua aunque siempre abandonaban ese hábito al encontrar a sus parejas destinadas, eso si tenían la suerte de que sus parejas los aceptaran tal cuales eran, podrían conservar ese hábito. Suspiró al ver a Potter guardar sus cosas, le debía una disculpa por como habían terminado las cosas el día anterior.
Lancelot: Eh! Potter - llamó, este dejó lo que hacia para verla - Lamento lo sucedido ayer, ¿tu sabes? La pelea - explicó cuando este no entendió.
Harry: Oh! Eso - dijo volviendo a lo que hacia - Es mi culpa - alegó para suspirar - Yo no debí haberlos acusado de nada... Olvídalo si, soy un idiota y los acuse injustamente - aseguró - Yo soy quien lo siente, soy yo quien debe disculparse no tu o Malfoy - aceptó.
Lancelot: Felicidades Potter - ironizó - Ya éstas madurando, bien por ti, algo tarde pero peor es nada - dijo encogiendo se de hombros.
Suspiró pesadamente cuando la peli negra se fue, era un completo idiota de eso ya no tenía dudas, vio en dirección al río al ver una hermosa cola dorada chapotear en la superficie del agua, al menos había ganado puntos con lo del espejo, pero seguro que ese Rubio le pondría las cosas difíciles de ahora en adelante, pero no importaba, se ganaría su confianza y lucharía por obtener su corazón, porque de algo estaba seguro, el Rubio del que todos hablaban en el castillo, no se parecía en nada al que le demostró apoyo incondicional el año anterior cuando todos lo tachaban de tramposo y que dejó de lado luego de haber sido aceptado de nuevo por sus amigos, olvidándose completamente de el y lo que había conocido de éste.
- No voy a renunciar a ti Draco - sentenció decidido.
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Iban en barcas que los elfos de Lorien les habían facilitado, remando rumbo a la desembocadura del río grande para seguir su camino, Frodo iba pensativo y mientras veía a lady Galadriel alzar la mano desde la orilla en forma de despedida, se le vino un recuerdo de esa misma mañana.
Flash Back
- Adiós, Frodo bolsón - dijo Galadriel mientras extendía sus manos con algo hacia el Hobbit - Te obsequio la luz de Erendil, nuestra estrella más amada... Namare - aseguró dándole una especie de botellita con agua - Que te ilumine en tus pasos, cuando todas las otras luces se extingan -
End del Flash Back
La conversación que había tenido con la reina la bache anterior le había hecho tomar una decisión, era la mejor a pesar de que tenía miedo, pero era algo que debía de hacer si quería evitar ese fin para sus amigos.
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Llevaban buen trayecto por el rió grande, remaban sin prisas, pero con un solo objetivo en mente, iban en dos barcas, divididos en entre estas, Lancelot, Sam, Merry y Boromir iban en una, mientras que en la otra iban Frodo, Aragorn, Legolas y Pippin, Draco andaba bajo ellos, aún en su estado de sirena.
Mientras en tierra, los uruk- hai corrían a la par que los que navegaban, tratando de ser sigiloso, pero Legolas con sus ojos logró ver un vestigio de ellos, causándole un mal presentimiento.
- Frodo - llamó Aragorn posando una mano en el hombro izquierdo sobre el hobbit - Los Agonat - dijo refiriéndose a las estatuas más gigantescas que los magos habían visto en sus vidas, eran tan altas como la montaña misma - Hace mucho que deseaba ver a los reyes de antaño, mi sangre - expresó con respeto viendo a las estatuas.
Luego de contemplarlas un rato más decidieron desembarcar cerca de la orilla antes de caer por la cascada, acomodaron todas sus cosas para descansar un poco y sobre poner energías.
- Cruzaremos el lago de noche - mencionó Aragorn - Oculten los botes, seguiremos a pie... Entraremos a Mordor por el norte - ordenó mientras veía a la peli negra y a su Hno. en el agua.
- ¿Así? - gesticuló Gimli mientras fumaba su pipa - Será fácil hallar el camino por emin-muil... Un laberinto imposible de barrancos y rocas afiladas y después de eso se pone más divertido, un pantanal sulfuran te y apestoso que llega hasta donde la vista alcanza - reclamó enumerando los peligros.
- Ese es el sendero - alegó si más el montaras - Te sugiero que descanses para recuperar fuerzas mi señor enano -
- Uhm, ¿recuperar? Uhm - se quejó Gimli.
- Listo para salir del agua - indagó Lancelot con el agua a las rodillas en el río, escuchando la discusión entre el enano y Aragorn.
- Si, lo disfruté mucho, pero ya es hora de volver a la tierra - respondió Draco con medio cuerpo por sobre el agua - ¿Me ayudas? - pidió, al tanto de la discusión entre Gimli y el montaras.
- Claro, sabes que no tienes que pedirlo - rió cargándolo a media luna sacándolo a la orilla donde lo recostó en la arena - Bien ahora, haz lo tuyo - dijo mientras lo cubría con una manta.
Una luz le rodeó por instantes, cuando esta desapareció el cabello con hilos de oro ya había desaparecido y volvía a ser plateado, sus ojos perlas volvían a ser plata.
- Listo - festejó Draco para ponerse de pie y entrar en el baúl.
Todos los veían en silencio, las cosas eran diferentes que cuando estaba Gandalf pero con los magos ahí se sentían más esperanza y más llevadera la pérdida del gran amigo que había sido Gandalf.
- Tenemos que irnos ya - sugirió Legolas preocupado, vigilando el bosque que se les presentaba de frente.
- No - se negó Aragorn - Los Orcos vigilan la costa este, esperaremos a la oscuridad - mencionó.
- La costa este no es la preocupante - alegó viendo a Lancelot quien veía con cariño al baúl donde seguramente estaría su Hno - En mi mente crecen una sombra y una amenaza, algo más se acerca, lo puedo sentir - mencionó preocupado, viendo de nueva cuenta al bosque.
- No me hace falta descansar - refunfuñó Gimli, recostado a una roca que era la cabeza de una estatua - No hagas caso joven hobbit - le dijo Pippin.
- ¿Y Frodo? - preguntó Merry al notar su ausencia.
Eso fue suficiente para que todos notaran que no estaba y lo buscarán no la mirada sin encontrarlo por ningún lado.
- Al parecer tampoco es el único desaparecido - mencionó Harry al ver el escudo de Boromir, algo que hizo preocupar a los demás.
- Será mejor ir a buscarlo, si hay algo en lo que los muggles son despreciables es en la debilidad de su corazón y voluntad - mencionó Draco al salir del baúl con una vestimenta como la de Legolas solo que en gris.
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Reflexionaba, sobre si la decisión que tomaba era la correcta, al menos eso hacia hasta que se dio cuenta de que no estaba solo completamente.
- No debemos vagar solos - mencionó Boromir mientras recogía leña seca - Sobre todo tu - alegó señalándolo con un leño.
Frodo lo miraba con desconfianza, por alguna razón no podía confiar del todo en ese hombre.
- Todo depende de ti - aseguró - ¿Frodo? - indagó al ver como este buscaba como evadir lo, alejarse de el - Se porque buscas la soledad, tu sufres lo veo continuamente, ¿seguro que no sufres sin necesitarlo? Hay alternativas Frodo, otros caminos que puedes recorrer -
- Se lo que vas a decir - aseguró Frodo cortando la cháchara del hombre - Y parece muy sabio, pero me previene mi corazón - declinó ante las insinuaciones de Boromir.
- ¿Porqué?, en contra de que, todos estamos asustados, pero que el miedo nos lleve a destruir nuestra única esperanza, no lo ves es demente -
- No existen más opciones - le corto de nuevo.
- Yo solo quiero tener la fuerza para defender a mi pueblo - dijo tratando de quitarle el anillo, siendo esquivado por Frodo - ¿Podrías prestarme el anillo? -
- No - rechazó Frodo asustado mientras se alejaba a paso veloz.
- ¿Porqué te alejas? ¿Acaso te parezco un ladrón? - cuestionó Boromir enojado.
- Ahora no eres tu en realidad - dijo sutilmente mientras seguía alejando se y buscando una vía de escape.
- ¿Crees que tu tendrás ocasión de triunfar? - gruñó enojado - Te encontraran, se llevarán el anillo y tu suplicarás que te den muerte y al final - mencionó desesperado enojando arrojó los leños para irse encima de Frodo - Solo es tuyo por simple casualidad!! Pudo ser mío, debería ser mío!! - chilló mientras peleaban en el suelo - Dámelo!! - ordenó.
- No!! -
- Dámelo!! -
- No!! -
- Dame el anillo!! - ordenó forcejeando.
Frodo se defendía como podía, trataba de quitarse a Boromir de encima, y de que este no le quitara el anillo, al final en contra de todo lo que quería se lo puso, volviendo se invisible, asombrando a Boromir quien se irguió, pues podía sentir el cuerpo bajo suyo pero no lo veía, de repente se vio empujado hacia un lado, y escuchó pasos correr.
- Se lo que piensas - argumentó enojado, buscando con la mirada algo que sin duda no veía - Le llevaras el anillo a Sauron, nos vas a traicionar, irás a tu aniquilación y la de todos nosotros... Maldito!! Te maldigo!!, a ti y a todos los medianos!! - rugió y azotó el suelo a sus pies, haciendo su berrinche hasta que se detuvo cayendo en cuenta de lo que había hecho - ¿Frodo?... Frodo!!, Frodo!!... ¿Qué hice? Ven - se cuestionó sintiéndose culpable - Frodo!!, Frodo!! Ven, perdóname!! - pidió llamándolo y buscándolo.
Corría alejando se de Boromir, podía escucharlo llamándole pero ya no podía confiar en el, llegó hasta unas ruinas y se escondió tras una estatua, pero había algo que le llamaba y al asomar la cabeza por sobre la estatua pudo verlo, fue como viajar cientos de kms en seguidos y justo frente a el se alzaba el enorme ojos envuelto con guirnaldas de fuego, un miedo atroz invadió su cuerpo, más cuando este le llamó y asustado retrocedió tratando de quitarse el anillo hasta que cayó por el risco de la ruina, volviendo se visible al llegar al suelo tras quitarse el anillo.
- Frodo - llamó Aragorn de repente haciendo saltar en su lugar al mencionado y que este se pusiera a la defensiva.
- Controla a Boromir - informó.
- ¿Dónde esta el anillo? - preguntó el montarás de forma sospechosa según Frodo.
- Alejate!! - ordenó mientras retrocedía y veía como el montarás caminaba hacia el.
- Frodo!! - llamó de forma más severa, haciéndole detener - He jurado protegerte - aseguró.
- También de tu mismo ¿no es verdad? - aseguró Frodo más tranquilo - ¿Podrías llevarlo a destruir? - preguntó indeciso abriendo la palma en la que tenía el anillo, ofreciéndoselo a Aragorn.
Pudo ver como este, ignotisado veía el anillo y se acercaba lentamente a el, extendía la mano derecha hasta la suya y luego el como cerraba su mano con la propia de el y se incaba frente a el hasta alcanzar su altura.
- Te abría acompañado hasta el final, hasta los fuegos de Mordor - dijo sinceramente.
- Lo se, cuida bien a los otros, en especial a Sam, el no podrá entenderlo - pidió al montarás.
- Corre Frodo - dijo al sentir el peligro.
El hobbit de forma veloz descubrió la hoja de su espada la cual brillaba de azul, vio al montarás asustado y detrás de este un grupo bastante grande de Orcos se dejaba ver, dispuestos a la batalla.
- Corre! - ordenó poniéndose frente al hobbit - Corre!! - repitió al ver que este no se movía.
Sin esperar otra orden, el pequeño se echó a correr, dejando atrás al montarás, quien peleaba a la par de Legolas y Gimli, eliminando a cuantos podían para que este estuviera a salvo a pesar de que los dos últimos desconocían de las intenciones del pequeño hobbit.
Mientras corría se dio cuenta de que algunos Orcos le seguían, de forma rápida se escondió tras un árbol y los vio pasar, pudo oír que alguien le llamaba y al ver la dirección de la que venía, descubrió a Merry y Pippin escondidos bajo un tronco tapados por unos arbustos, el sonido de explosiones y filos de espadas le hicieron ver que Lancelot junto a su Hno. y Harry peleaban contra ese grupo, cuando escuchó el chistar de nuevo vio a sus primos, quienes le llamaban.
- Frodo, escóndete aquí, ven!! ¿Qué esperas? - sugirió Pippin obteniendo a cambio una negativa por parte del mencionado - ¿Que esta haciendo? - cuestionó sin comprender la actitud de este.
- Ya se va - susurró Merry afirmando más que otra cosa algo que sorprendió a Pippin.
- No!! - exclamó saliendo de su escondite llamando captando la atención de los Orcos.
- Pippin!! - reclamó Merry tratando de detenerlo.
Ambos vieron como los Orcos aún no se daban cuenta de su presencia, y vieron a Frodo el cual estaba decidido a seguir su camino.
- Corre Frodo!!, corre, ¿que esperas? - advirtió Merry - Ey!! ¿Qué esperan? Por aquí - gritó a los Orcos asustando a Pippin.
Los Orcos se dirigieron a ellos, para seguirlos, despejando el área y dejándole una oportunidad a Frodo quien corrió en dirección contraría siendo visto por los magos, Harry iba a seguirlo pero una mano en su pecho le detuvo.
- Déjalo - habló Draco - Es mejor así - aseguró empuñando su espada y varita - Es mejor ir a ayudar a Merry y Pippin - sugirió al ya haber acabado con los Orcos con los que se habían encontrado.
- Sólo espero que le vaya bien, de el depende el destino de toda la tierra media - mencionó Lancelot preocupada por el hobbit.
- Es sólo un niño, pero si, tienes razón - aseguró Harry.
Decididos corrieron en la dirección en la que los Orcos perseguían a los pequeños Hobbits.
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Corrían hasta donde sus piernas les daban, justo cuando creían que no tendrían escapatoria, Boromir salió de la nada y peleaba por protegerlos, viendo se rápidamente desenvainaron sus espadas para pelear a la par del caballero de Gondor. Pero al ver que los rebasaban en número tomó su cuerno y sopló.
- Es el cuerno de Gondor - mencionó Legolas peleando a la par que Gimli y Aragorn.
- Boromir - aseguró el montaras para matar al último Orco del grupo al que ellos se enfrentaban.
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Sopló el cuerno cuantas veces pudo mientras se enfrentaba al enemigo.
- Corran!! Corran!!! - les ordenó a los Hobbits, pero estos no le querían dejar.
No muy lejos de ellos vieron a los magos pelear, lanzando hechizos o certeros estoques con las espadas, pero eran demasiados, uno de los Orcos cargaba un arco y su carcaj con flechas negras seguramente envenenas.
El Orco puso una flecha en el arco y tomó de tiro al blanco a Boromir, la primera flecha que lanzó le había dado en el costado izquierdo, eso hizo relantizar al caballero de Gondor pero se dio un respiro y siguió peleando con más ímpetu, pero una segunda flecha se había clavado en su hombro derecho, dando bocanadas de aire, veía a los Orcos pasar, y como se llevaban a Merry y a Pippin, quienes pataleaban por liberarse y ayudarle, aún con la esperanza de ayudarles se puso en pie y siguió peleando pero la última flecha se había ensartado en el costado izquierdo arriba de la primera, cayó de rodillas y ya no se pudo levantar, podía escuchar la carrera de los Orcos y los pasos del Orco que lo había usado de tiro al blanco, vio como este se le ponía en frente y con el arco armado con la fecha le apuntaba, podía oír a los magos pelear aún con unos Orcos, pero no creía que hubiera alguien disponible para ir en su ayuda, así que con orgullo se irguió frente al Orco esperando a la flecha, pero de la nada Aragorn había llegado en su ayuda y se puso a pelear con el Orco, decapitando lo al final, ya no podía sostener se rodillas y su cuerpo se sentía relajado, no supo en que momento se vio en los brazos del montarás sino hasta que este lo acercó a las raíces de un árbol.
- Se los llevaron... A los dos - dijo con dificultad refiriéndose a los Hobbits - Frodo, ¿dónde esta Frodo? - preguntó preocupado.
- Deje que se fuera sólo - respondió el montarás sincero.
- Hiciste lo que yo no - dijo arrepentido - Quería que el anillo fuera mío -
- Ya está fuera de alcance -
- Perdóname, no vi con claridad - pidió con lágrimas en los ojos, lágrimas de total arrepentimiento - Les fallé a todos - aseguró.
- No Boromir - pidió tratando de calmarlo y disminuir su pena - Fuiste valiente, conservaste tu honor - afirmó.
- El mundo - dijo mientras con fuerza se aferraba a la camisa de Aragorn - El mundo de hombre va a caer, todo se sumirá en las tinieblas y mi ciudad en la ruina -
- Aún no se que fuerza este en mi, pero, prometo que no voy a dejar que muera la ciudad blanca, ni que nuestro pueblo falle - sentenció como promesa.
- Nuestro pueblo - repitió como saboreando la frase - Nuestro pueblo - afirmó mientras estiraba la mano para alcanzar su espada, la cual estaba lejos pero Aragorn se la acercó, al tomarla la posó sobre su pecho en señal de respeto al hombre frente a el - Yo te abría seguido mi Hno., mi capitán.. Mi.. Rey - artículo entrecortada mente exhalando su último respiro.
- Boromir - jadeó Lancelot al llegar junto a Draco, Harry, Legolas y Gimli, pues estos todavía seguían con un grupo al cual se unieron a ayudarles - No - dijo con pesar mientras sus ojos y los de su Hno. junto a Potter se aguaban, Gimli y Legolas veían triste la escena - Boromir - repitió en un susurró lleno de pena y sin soportarlo se abrazó a Legolas, pues era al que tenía más cerca.
- Puedes reposar, hijo de Gondor - susurró tras darle un beso en la frente y luego posar su mano sobre la que este aferraba la espada.
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Recordando lo que Gandalf una vez le había dicho en Moria. Con anillo en mano, veía el camino que había tomado sólo, decidido y sin dar vuelta atrás lo guardo y empujó la barca para luego subirse y empezar a remar, sin darse cuenta de que Sam ya lo había notado.
- Frodo!!, Frodo no!! - llamó Sam en gritó adentrando se en el agua para darle alcance.
- No Sam - dijo para si mismo.
- Frodo!!, Frodo no!! Frodo!! - llamaba desde la orilla con el agua a las rodillas.
- No vengas Sam!! - gritó al ver como este se internaba más en las aguas - Yo voy a ir a Mordor solo - sentenció.
- Claro que si señor, y yo voy a ir con usted - declaró mientras indeciso seguía adentrando se en las aguas.
- No sabes nadar - hizo notar preocupado por el riesgo que corría el testarudo hobbit - Sam!! - exclamó al ver como este intentaba llegar hasta el pero sólo logrando sumergirse más - Sam!! -
Pero no sirvió pues el Hobbit se había sumergido, el peso de la mochila era demasiado y lo hizo hundirse, no pudo retener el aire por mucho tiempo, y cuando creyó que moriría una mano sujeto la suya y lo hizo emerger de nuevo.
- Yo hice una promesa señor Frodo - habló Sam con tristeza - Una promesa, no lo abandones Samsagaz Gamyi y no es mi intención... No es mi intensión -
- Sam - rió para abrazar al Hobbit testarudo, siendo correspondido - Vámonos - sugirió para tomar los remos y ofrecerle uno.
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Vieron como la corriente se llevaba la Barca en la que iba el cuerpo del que una vez fue Boromir, cuando este cayó por la cascada, Legolas empujaba otra barca para alcanzar a los Hobbits que habían cruzado el río.
- Vengan!! Aún podemos alcanzarlo antes de llegar a la costa - dijo Legolas aún empujando la barca - No piensas acompañarnos - indagó al ver al montarás tranquilo envolviendo su mano con un pedazo de tela.
- Frodo y su destino ya no nos necesita - aseguró tranquilo desconcertando al elfo.
- Entonces todo esto fue en vano - alegó Gimli, viendo como Sam y Frodo se adentraban en el bosque al otro lado del río - La comunidad a fracasado - sentenció decepcionado.
- No - hablo Draco llamando la atención de todos - Quizá no formemos parte del destino de Frodo, pero la tierra media aún necesita de nuestra ayuda - refutó decidido.
- Frodo lo hace para protegernos, del seguro devastador futuro que nos espera si fracasa - mencionó Lancelot con la vista clavada en la otra orilla del río - Lady Galadriel le mostró algo que le asustó y no quiso que nosotros sufriéramos el destino que nos esperaba - dijo encogiendose de hombros ante la mirada inquisitiva de todos - Solo lo se, no pregunte - gruñó con fastidio.
- Además aún están Merry y Pippin, debemos rescatarlos, Draco tiene razón - dijo haciendo que ambos Sly alzaran sus cejas derechas preguntándose ¿en que momento Potter se daba esas confíancitas de llamar por su nombre al dragón? - La tierra media necesitará quien la respalde de todos esas cosas - aseguró haciendo sonreír ladinamente a ambos Sly.
- Tan Gryffindor como siempre Potter - rió Draco.
- Dejen atrás todo lo innecesario - ordenó Aragorn de acuerdo con lo dicho por los magos - Que empiece la cacería de Orcos - sentenció decidido haciendo sonreír al resto del grupo.
Pero aún así eso sirvió para que todos se pusieran en marcha, tras los Orcos que se habían llevado a dos de sus pequeños amigos, pero rogando en sus adentros que Frodo tuviera éxito en su misión.
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