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Your place por UniPandaHamster2

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Notas del capitulo:

Sé que normalmente las shipps son RyuxSugi / JxIno, pero, si tengo que ser sincera... me pueden mucho más lo beios que son el uno con el otro Ino y Ryu en backstage XDDDD ¿Soy la única que siente que les basta con sonreírse para entenderse? shyuagsa

Ya ya, basta de fangirlear(?

-¡Buen trabajo!- gritó Ryuichi una vez todos estuvimos en el backstage. Siempre nos felicitaba eufórico aunque ya casi estuviese afónico.  La presentación acababa de terminar y nos encontrábamos completamente exhaustos, especialmente él y sus cuerdas vocales.

Sugizo le palmeó la espalda amistosamente en tanto J asentía con una gran sonrisa y Shinya lo felicitaba. Todo el staff nos felicitaba. Nos dimos las manos, nos abrazamos, nos sonreímos, y entre tanta cosa terminé llegando a su lado:

-Buen trabajo, mereces más hielo para esa garganta- rió.

-Estuviste genial- apoyó su mano en mi hombro.

Así como hacíamos cada vez, aquella noche el staff reservó un restaurante para ir a celebrar una vez el show acabase, por lo que no nos dimos mucho el lujo de descansar tras bambalinas. En tanto Shinya y J se vestían y Sugizo se quitaba el maquillaje, Ryuichi y yo nos quedamos sentados en el sofá recomponiéndonos, ambos envueltos en un silencio que por supuesto no era nada incómodo. Entonces aproveché para encenderme un cigarrillo mientras él seguía pasándose frío por el cuello:

-Estoy demasiado agotado, creo que ya no estoy para estas cosas- reí.

-No digas eso que me haces sentir viejo- puesto que ambos teníamos la misma edad. Lo escuché reír.

Le di una calada al tabaco entre mis dedos, de soslayo observé la sonrisa que le había quedado junto a la mirada plasmada en la pared blanca frente a nosotros.

Durante el día Ryuichi había estado muy disperso:

-¡Nosotros ya estamos!- apareció J estirándose un poco ya listo para seguir con la fiesta.

-¿Vas a vestirte?- miré al despistado.

-Ah, Sugizo acaba de entrar al vestidor-

-Ve al otro- le dijo Shinya que apenas salía.

Dejó las bolsas en una de las mesas y rápidamente se metió a cambiarse. Me preguntaba qué tanto lo tendría pensativo:

-¿Tienen idea de qué le ocurre?- miré a mis compañeros, quienes me miraron extrañados.

-¿A quién?- dijeron al unísono. Suspiré.

-No importa-

-¿Quién falta cambiarse?- interrumpió Sugizo.

-Yo, ya vuelvo-

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Nos subimos todos a la combi de la banda en dirección al lugar que habían rentado. Ryuichi se sentó junto a Sugizo y J, y yo me senté en la parte trasera junto a Shinya:

-Díganme que no soy el único con intensión de beber hasta el hartazgo, ¿verdad?- dijo J.

-Por supuesto que no- lo siguió Shinya.

-Lo siento yo paso hoy. O al menos no voy a embriagarme- el bajista lo miró como si este lo hubiese traicionado- No me mires así, que exagerado eres- reímos.

-¿Es porque ahora eres hombre de familia?- los miré curioso.

-¿Al final sí está embarazada?- me sorprendí más al escuchar la pregunta del batero. Algo había ocurrido y no me estaba enterado.

-¿Qué me perdí?- casi que me lancé al respaldo del asiento del guitarrista queriendo que explicara.

-Va, va, va, de a uno que me marean-

-Yo primero que no entiendo nada- reclamé.

-Sugi-chan se comprometió, y tal parece que se adelantó un paso a la boda- rió divertido Shinya- ¿Verdad?-

-¿Eh?- dije sin entender.

-Que ya la dejó embarazada bobo- bufó J.

-¡Oh!-

-¿Y tú qué si aún no dije si sí o no?-

-¿Sí o no?-

-… sí…- balbuceó con una ligera sonrisa.

Todos nos lanzamos a felicitarlo y abrazarlo, él parecía bastante satisfecho con la idea de ser padre de familia. Sin embargo, mientras nosotros seguíamos interrogándolo al respecto y riendo, me percaté de que a su lado Ryuichi solo sonreía ligeramente. Se veía algo ajeno a la situación:

-Ryu-chan, ¿estás bien?- me acerqué a su respaldo hablándole cerca del oído.

-Sí, no te preocupes- sonrió con ahínco.

Le devolví el gesto, quizá… sin creerle del todo.

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Antes de empezar con la fiesta cada uno habló para agradecer como es habitual, pero a Ryuichi lo miré con especial atención… definitivamente había algo que lo estaba incomodando, y me urgía saber qué era. ¿Con qué fin? Supongo que ninguno, quizá brindarle una mano cuanto pudiese, aunque no me sintiese el más capacitado para ello:

-¿Qué pasa?- me miró J.

-¿Por qué?-  

-Porque no dejas de mirar a Ryu, y por lo que dijiste hoy ahora me preocupa, ¿qué tiene de malo?- pensé un segundo.

-Mm… es que lo he notado muy disperso, pienso que quizá le ocurre algo… o quizá solo sea mi imaginación- bebí.

J dirigió la vista a nuestro vocalista que se hallaba sentado entre Shin y Sugizo comiendo. Tras varios segundos de observarlo, como si hubiese sentido el peso de nuestros ojos sobre él, Ryuichi alzó la vista hacia nosotros y nos asintió:

-¿No comen?-

-Primero cerveza- le mostró su bebida con una sonrisa- ¿Está bueno?-

-Muy bueno- se llevó otro bocado a la boca y alzó su pulgar en señal de aprobación.

Entonces J me susurró:

-No lo sé… ¿no le preguntaste?-

-Sí, pero él dice que está bien- volví a beber. El bajista suspiró.

-No es como si pudieses obligarlo a que te cuente- se rascó la nuca- Dale tiempo, si necesita a alguien ya recurrirá a alguno-

Dejando la conversación allí, instantáneamente J se puso a bromear con los otros. Aquello me quedó dando vueltas en la cabeza.

Las horas pasaban y poco a poco el ambiente se fue descontrolando, puesto que antes de que diesen las 3am la mayoría del equipo se encontraba completamente ebrio hablando y gritando estupideces. Shinya y J volvieron a tocar el tema de la nueva familia de Sugizo, lo cual desató que absolutamente todo el staff se pusiese a felicitarlo y festejar por la noticia.

Pero en medio de todo aquel bullicio, de pronto perdí de vista a nuestro vocalista:

-¿Me estás escuchando?- rió J- Ino-

-¿Dónde fue Ryuichi?-

-Qué se yo, no entiendo ni dónde estoy yo mismo en este momento- carcajeó para luego proceder a terminar de contar su anécdota en la mesa.

Intentando ignorar el bullicio en la sala me enfoqué en buscarlo con la vista, ¿acaso nadie se había dado cuenta? Nadie parecía preocupado…:

-Ya vuelvo- me puse de pie, aunque tampoco parecieron darme importancia a mí.

Salí directo a la calle tras haber revisado el bar sin éxito:

-¡Ahí estás!- lo miré con el entrecejo fruncido queriendo que notase mi enfado. Estaba solo sentado en un cantero que había a mitad de la cuadra.

-¿Qué pasó?-

-A mí nada, ¿qué te pasa a ti?- me senté a su lado.

-Nada tampoco, solo me sentí un poco mareado por tanto alcohol y decidí-…- ¡Auch!- le pegué en el brazo- ¿Qué contigo?-

-No me gusta que me traten de idiota- reclamé.

-¿De qué hablas?- desvió la mirada aún sobándose el brazo.

-De que estuviste raro todo el día. Puede que los demás sean muy despistados pero yo no soy así. Y tú tampoco, sin embargo lo estuviste todo el día-

-… me siento algo mal, ¿contento?-

-¿Mal por qué?-

-Que metiche eres- sonrió divertido, pero ni me inmuté. Suspiró.

Su frustración era casi palpable:

-¿Si te cuento, aceptas ir conmigo a dar una vuelta?- asentí.

____________________________________________________

Estuvimos alrededor de quince minutos caminando sin rumbo en completo silencio, por suerte era una noche agradable. Durante todo el trayecto se había mantenido con la mirada centrada en el suelo. La realidad era que lucía triste:

-¿Entonces?- me atreví a preguntar.

Hubo más segundos de silencio antes de que alzara la vista:

-¿Por qué quieres saber?-

-Ah…- me agarró de imprevisto- Porque… ¿somos amigos?-

Su boca se curvó en una muy ligera sonrisa:

-Gracias-

-Me asustas- dije preocupado- ¿Es grave?- de pronto carcajeó.

-No es grave. Digo… duele pero no es de vida o muerte-

-¿Qué te lastima?-

-¿Qué Sugizo sea feliz?- masculló casi con culpa.

Esta vez fui yo el que se quedó en silencio.

Pero… realmente no me sorprendí en lo absoluto.

Si bien él jamás había hablado de ello y siquiera hecho alusión al respecto, daba por sentado que no era secreto para nadie que Ryuichi le daba exclusiva atención a él. Pero tener la certeza de que así era se sentía diferente… especialmente porque eso lo lastimaba.

Cuando estuve a punto de hablar me di cuenta por lo brilloso de sus ojos que aquello le pesaba, mucho. Las palabras se ahogaron en mi garganta, no sabía cómo actuar a pesar de que quería ayudarlo con todo mi ser.

Se detuvo de golpe para tomarse un momento mirando hacia el cielo nocturno, queriendo evitar que las posibles lágrimas aparecieran:

-No me siento mal por mí, no es que me sienta mal porque él no me corresponda sino que… no creí ser tan mal amigo- soltó una risa que no pudo mantener, una que derivó en un par de lágrimas y un llanto que contuvo mordiéndose el labio inferior- Lo siento-

-¿Qué dices…?- me acerqué a él.

En un gesto que hice sin pensar demasiado le limpié el rostro con mis manos:

-No eres un mal amigo por eso, es normal sentirse de esa forma- nos miramos.

¿Cuánto tiempo habría estado guardándoselo? Me sentí mal pensando que nunca lo noté hasta ahora…:

-Por favor que no se entere- pidió suplicante.

-Descuida-

Supusimos que quizá los otros se habrían percatado de nuestra ausencia, y como ya era bastante tarde decidimos volver al bar.

En el camino de vuelta me confesó que a pesar de todo pondría su mejor esfuerzo por mantener su amistad con el guitarrista tal y como estaba:

-Me odiaría si por esto él dejara de hablarme. No solo porque lo aprecio sino porque también repercutiría de forma negativa en la banda, es lo último que quiero- lo miré con una sonrisa- ¿Qué?-

-Nada- reí- Solo pensé que eres genial- se apenó provocando que volviese a reír- Es que siempre piensas en nosotros, siempre estás atento a nuestras opiniones y agradeciéndonos… Ryu-chan es muy gentil-

-No digas eso- masculló más apenado aún- Es que realmente los aprecio, por eso siento que debo hacérselos saber…-

Me detuve antes de entrar al bar:

-Ven aquí- dudó- ¡Ven!- le extendí los brazos, entonces entendió y me correspondió con una tímida sonrisa-También te aprecio, y puedo apostar cualquier cosa a que los demás también. Pero hablando por mí, puedes buscarme cuando quieras. Para eso soy tu amigo- rió ligeramente.

-Gracias, Ino-chan-

Nos dedicamos una última sonrisa volviendo junto al resto.

.

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.

-Woh, ¿ya cumplirá tres años?-

-Tres. Si tú no puedes creerlo, yo menos que soy el padre- reí.

-Debe ser duro ver a la pequeña crecer- suspiró.

De aquel entonces habían transcurrido cuatro largos años. Me sorprendía recordar con tanta claridad aquella noche.

En tanto Sugizo y yo hablábamos, Shinya se sentó a descansar en el sofá acariciando a su cachorro, J afinaba su bajo, y Ryuichi arreglaba unos asuntos con el staff. Acabábamos de terminar la primera jornada de ensayo.

Por un instante mi atención se desvió a él observándolo darle instrucciones a los ayudantes; siempre de forma amena y acabando con una gentil sonrisa. En todo ese tiempo que llevábamos trabajando juntos, me había dado cuenta de que yo había sido afortunado conociéndolos a ellos… después de todo… es tan difícil conseguir buenos compañeros en esta industria…:

-¿Cansado?- se dirigió a mí percatándose de que lo miraba.

-Un poco-

-Tú te ves como si recién hubieses llegado- le dijo Sugizo haciéndolo reír.

-Alguien tiene que resistir y mantener la compostura-

-Y definitivamente ese no va a ser Shin- acoté. Los tres observamos al batero entre risas durmiendo junto al perro.

Sugizo se repuso de su asiento dejando que en su lugar se sentara él.

Habían pasado cuatro años… sin embargo, desde aquella noche jamás habíamos vuelto a tocar ese tema:

-¿Me acompañas afuera un momento?- asintió mirándome curioso.

-¿Por qué afuera?-

-A fumar- salimos del estudio

Antes de ir a la entrada del edificio compramos bebidas en una de las máquinas expendedoras ubicadas en el hall principal. El aire en la calle era cálido, ideal de un día de primavera:

-¿Pasó algo?- nos sentamos en los escalones.

-¿Por qué?- abrí la lata- ¿Necesito algún motivo para pedirte que me acompañes a fumar?- rió.

-Creí que querías decirme algo, llevas rato siguiéndome con los ojos en el estudio- carcajeé, nada se le escapaba.

-Bueno...- di un sorbo- Sugi-chan me contó que su hija cumplirá tres años dentro de poco-

-¡Oh, tres años ya! Cuanto tiempo ha pasado-

-Eso mismo pensé- viré hacia él- Y recordé que… no hemos vuelto a hablar de eso…-

Alzó las cejas un instante y sonrió mirando hacia adelante:

-Ha pasado mucho tiempo, además de muchas cosas en el transcurso. Por supuesto que lo quiero aún pero… ese cariño especial que sentía por él mutó. Ya no lo veo de la misma forma si es lo que quieres saber- sopló un viento ligeramente más frío que le revolvió el cabello.

-No quiero decir que me alegra porque sonaría feo, pero sí me alegra que ya no estés mal-

Sonrió nuevamente de esa forma tan pura y modesta que lo caracteriza:

-Es gracias a Ino-chan-

-¿A mí?-

-Por ser mí apoyo-

 -Para nada-

-Si esa noche no hubieses salido por mí y hubiésemos tenido esa conversación, probablemente me abría quedado inmerso en mi miseria- fingió drama- Asimismo, aunque siempre nos llevamos  bien, aquello nos sirvió para hacer nuestra relación más estrecha… ¿verdad?- nos miramos.

Definitivamente habíamos cambiado mucho con respecto al otro, tanto que a veces solo era cuestión de intercambiar miradas para entendernos a la perfección. Y era extraño… al menos yo me sentía extraño teniendo tal conexión:

-Cierto- reímos.

Un sentimiento extrañamente acogedor:

-¿Volvemos?-

-Sí-di el último trago- Oye, ¿tienes libre luego? ¿Vamos a comer a algún lado?-

-¡Por supuesto!-

 

Notas finales:

Gracias por leer~ 


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