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Cold Love por RozenDark

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Notas del fanfic:

Datos muy importantes que debo aclarar, este fic está basado en la novela de Susan Elizabeth Phillips “Besar a un ángel” o “Kiss an angel”. Esta historia no la tenía planeada para el fandom de YOI, de hecho, quise hacerla mucho antes que saliera el anime y con otro fandom, pero no me convencía del todo y no fue sino hasta después de ver el anime y leer unos varios fics que al fin decidí hacerlo. Otro dato que debo aclarar, yo no copio y pego, esta historia podrá tener algunos puntos parecidos al libro, pero créanme que, entre más avance, más diferente se va a hacer, así que no permito ninguna adaptación de ningún tipo, usen su cabecita y espalda resistente para escribir lo que quieren xD

Notas del capitulo:

Bueno, he aquí este fic que desde hace tanto quería subir, pero por temor a toda la arena que rodea al fandom no lo hacía xD


En fin, los personajes de Yuri On Ice son propiedad de su respectivo autor y los demás de mi propia autoría. Como dije antes, la historia original de “Besar a un ángel” o “Kiss an angel” es propiedad de Susan Elizabeth Phillips, yo solamente utilicé algunos puntos para darle un poco de salsa a la historia xD. Las imágenes utilizadas a lo largo del fic son propiedad de sus respectivos autores.


Otra cosa, veo que el libro de esta autora es muy utilizado en el sentido del plagio. Si llegan a ver algún plagio, que sé que hay muchos, repórtenlo por muy bueno que parezca, es horrible ver que otros se lleven el trabajo de otros, yo lo sentí y no es nada grato, más si se lo toman como burla :/


Y sin más que decir, les invito a leer ^3^/

"Recién Casados"

 

~°…°~ღ~°…°~

 

Aquel Omega de negros cabellos se encontraba sumamente nervioso. Cada que podía y sin darse cuenta, miraba al Alfa frente a él, mientras su cuerpo temblaba del miedo que esa fría mirada le provocaba. Miro atrás de él, poniéndose aún más nervioso por como lo veía su padre.

 

—Lo repetiré una vez más... Yuuri Katsuki, ¿acepta a Víctor Feltsman como su esposo, hasta que la muerte los separe?

 

El Omega miro nervioso al Padre que ejercía su boda. Se sonrojo al darse cuenta de que había estado tan inmerso en lo que pasaba en su mente y no en lo que estaba a punto de hacer.

Miro nervioso al hombre que se convertiría en su esposo y aun cuando este poseía una gran belleza, había algo en su azulina mirada que le causaba desconfianza.

 

—¡Aceptó! —, murmuró sin seguridad en aquella palabra.

—Entonces los declaró oficialmente casados y unidos como un matrimonio —, respondió el Padre —. Puede besar al novio —, miro al Alfa Feltsman.

 

Cuando el Padre dijo aquellas palabras, tanto el Alfa como el Omega se miraron de manera mutua e insegura. Y sin perder más tiempo, aquel hombre de mirada fría, le dio al joven e inseguro muchacho un beso corto y seco, sin ningún signo de amor o cariño.

 

—Muy bien Yuuri, espero y te comportes como debes con tu esposo, al menos por el año que deben estar juntos —, el señor Katsuki no perdió tiempo en aclarar las cosas con su hijo.

 

El Omega solo miro a su padre con dolor. Sin duda alguna, Toshiya Katsuki jamás cambiaría su actitud para con él.

Pero Yuuri no tenía más opción que hacerle caso a su padre, y no solo porque era su padre, también porque era su único familiar cercano con vida.

Su madre y hermana mayor, Hiroko y Mari Katsuki, murieron en un terrible accidente automovilístico hacia poco. Y aun cuando sus padres estaban formalmente separados, su padre le permitió a su madre quedarse con el apellido Katsuki, para evitar chismes y cuchicheos que afectarán ambos lados.

Pero, ¿cómo llegó a casarse con un desconocido?, pues al morir su madre, las deudas recayeron en él, además de que, si no pagaba, el hotel que su amada familia poseía se vería perdido con todo y su hogar y hermosos recuerdos, sin contar que iría a prisión si no pagaba a tiempo. Con todo eso abrumándolo, tuvo que recurrir a su padre, el cual no lo quería por la simple razón de haber nacido como Omega y no como Beta como lo era su madre o Alfa como lo eran su padre y hermana.

Toshiya Katsuki era de los pocos Alfas anticuados que creían que tener un hijo varón Omega en la familia era de mala suerte. Y no era para menos, si toda su familia era conformada por japoneses.

Japón era uno de los lugares con más supersticiones y eso Yuuri lo sabía demasiado bien. Además, su padre no solo era anticuado en ese aspecto, también en su trabajo. El patriarca Katsuki era un famoso historiador.

Katsuki era un apellido de renombre en lo que historia se refiere y para Toshiya, la historia debería permanecer intacta y fresca. Por ello no podía darse el lujo de aceptar a un Omega en la familia, más si eso significaba aceptar la mala suerte a su alrededor.

 

—Bueno Víctor, espero y ambos se la pasen de maravilla —, se dio un apretón de manos con el esposo de su hijo —. Cualquier cosa no duden en llamarme, recuerden que Nana-san y yo estamos para ustedes —, miro sin cariño a su hijo.

—No se preocupe Toshiya, que Yuuri y yo estaremos de maravilla aquí en mi amada Rusia —, respondió sonriente el Alfa de cabellos plateados.

 

Después de aquellas palabras, nadie dijo nada. Era obvio que aquella boda no era algo que se hubiera deseado o siquiera esperado.

Yuuri solo vio con extrema tristeza como su padre se iba con aquella mujer con la que suplanto a su querida madre, todo sin siquiera desear quedarse a solas con su ahora esposo.

 

o.~~.o

 

Después de aquello, Yuuri no quería ni recordar cómo es que acabo en aquella destartalada camioneta, ni tampoco quería saber que era lo que le esperaba en San Petersburgo, lo único que quería ahora era regresar el tiempo atrás y decir “no” ante aquella alocada petición de su padre.

 

—Disculpa... Víctor, ¿a dónde iremos? —, Yuuri miro con los nervios de punta a su esposo, mientras formulaba aquella pregunta que tanto quería que fuera respondida.

—Ya sabes que iremos a San Petersburgo —, respondió de manera seca, mientras le prestaba toda su atención al camino —. Para ser precisos, al lugar donde viviremos y trabajaremos.

—¿Trabajaremos? —, el Omega se había intrigado con eso.

—Así es. Tú y yo trabajaremos, después de todo, debemos tener dinero para sobrevivir, además de que no pienso trabajar para mantenidos —, al decir lo último miro con reproche al que ahora era su esposo.

 

Yuuri desvío la mirada hacia el camino. Él bien sabía que, aunque casi no sabía hacer nada, siempre hacia lo posible por ayudar a su madre y hermana en su amada Yu-Topia, es decir, él ayudaba en la cocina y de vez en cuando trataba de ayudar en la caja cuando su hermana y madre estaban ocupadas, pero era obvio que su padre había metido cizaña para ese tipo de comportamiento que su ahora esposo le daba.

Decidió que mejor ya no hacia preguntas y se dedicaba a observar el paisaje en silencio. Ya luego preguntaría lo necesario con respecto al supuesto trabajo que le esperaba en el que sería su hogar de ahora en adelante.

 

o.~~.o

 

Se sorprendió demasiado al ver en donde vivirían. Un extraño edificio con el enorme cartel en la puerta con el nombre "Ice Castle". Aquel edificio se veía algo viejo y por lo que sus ojos veían parecía una especie de, ¿circo?

Es decir, para llegar a la entrada, había un gran estacionamiento y en la entrada había una caseta con todo y línea de seguridad, para evitar el paso a los que no han pagado aún.

 

—¿Dónde estamos? —, cuestionó nervioso.

—Ice Castle es un viejo circo sobre hielo. A diferencia de los circos donde las personas explotan animales y hay payasos malísimos, este circo se especializa en montar un espectáculo sobre hielo —, explicó seriamente —. Sígueme y no hables.

 

Yuuri asintió nervioso. Víctor había comenzado a caminar con el Omega pisándole los talones.

El Japonés se sorprendía aún más al ver aquel congelado escenario, donde podía apreciar a varias personas en lo que parecía la práctica del día. Siguieron caminando hasta llegar a lo que parecían los vestidores, lugar donde al final había una puerta.

Víctor abrió dicha puerta, sorprendiendo al Omega al ver que esta se dirigía hacia lo que parecía el terreno de los remolques. El peli plata siguió caminando con Yuuri tras de él, todo hasta llegar al remolque más grande y lujoso.

 

—Ya llegué Lilia —, Víctor golpeó suavemente la puerta, mientras llamaba a la dueña del lugar.

 

Yuuri vio con timidez como la puerta de aquel moderno vehículo tipo camper se abría, pero quedo intimidado al ver salir a una mujer de edad algo madura, especialmente con la mirada que ella le enviaba.

 

—¡Vaya!, hasta que te dignas a traer tu trasero de vuelta al trabajo, Vity…

—Víctor —, la interrumpió presuroso el Alfa de ojos azules.

 

La mujer alzó una de sus cejas con mucha duda, pero al ver al Omega a lado de aquel testarudo Alfa, creyó entender la razón de Víctor para que no diga aquel apelativo con el que ella y su esposo lo llamaban.

 

—¿Quién es este chico? —, preguntó con exigencia de brazos cruzados.

—Víctor suspiro con resignación —. Lilia, te presento a mi esposo, Yuuri Katsuki —, respondió abatido.

—¡¿Tu qué?! —, la mujer miró con asombro a aquel par. No creyendo del todo lo que le acababan de decir, especialmente cuando conocía perfectamente los gustos que Víctor tenía —¿Cómo paso?, y no quiero mentiras Víctor —, miro seriamente al joven Alfa.

—Yuuri, espera afuera en lo que le cuento a mi gran amiga Lilia sobre nuestra romántica boda —, pidió sarcástico, mientras veía de manera gélida al Omega.

 

Yuuri no pudo ni opinar, para cuando quiso responder, Víctor y aquella mujer ya habían entrado y cerrado la puerta, todo sin siquiera esperar su opinión.

 

o.~~.o

 

La mujer no pudo evitar aquella mirada llena de reproche y enojo hacia aquel joven Alfa al que se dedicó a cuidar desde su niñez.

 

—Soy toda oídos Víctor y no quiero que omitas nada. ¿Quién es ese Omega? Y ¿por qué estás casado con él? —, la mujer exigió aquellas respuestas con completa seriedad, tratando de no utilizar su “voz” para no alertar a su esposo.

—Ya te lo dije Lilia, él es mi esposo o al menos lo será durante un año entero.

 

La mujer enarcó una de sus cejas y su expresión furiosa paso a ser una llena de intriga. Decidió que mejor permanecía callada y escuchaba atentamente a Víctor.

 

—¿Recuerdas a Toshiya Katsuki? —, preguntó el de cabellos plateados y al ver un asentimiento, decidió proseguir —. Yo le debía un favor, y bueno, no pude negarme cuando me pidió casarme con su hijo Omega. Y no creas que lo hice con mucho gusto, solo basta con mirarlo para que me entiendas —, rió bajito al recordar al joven Nipón —. Simplemente quise devolverle a Katsuki el favor que le debía y como eso era lo único para quitármelo de encima de manera definitiva, opté por aceptar casarme con su hijo. Además, ese chico no solo podrá aprender a trabajar como se debe, también sentirá lo que es estar casado con alguien como yo, porque aquí entre nos —, se acercó a la mujer de una manera totalmente descarada —. No creo que logre buscar marido, ni, aunque sea su destinado, eso lo entiendes con solo verlo —, murmuró con burla.

 

La mujer no dudo ni un poco golpear con fuerza la cabeza del insolente Alfa. Si había algo que aquella Alfa no toleraba, era que un Beta u otro Alfa menospreciaran a un Omega, no importando las circunstancias en las que se encontrará.

 

—Solo te advierto una cosa Víctor —, con advertencia miro al joven frente a ella —. Si ese Omega sale herido por tus tonterías, no esperes que llegue a tener misericordia para ti.

 

Víctor trago grueso al oír aquella advertencia. Por un momento se le olvido que Lilia era delicada con ese tipo de temas, especialmente porque aquella mujer perdió a su bebé que casualmente era un Omega. Sin duda debía tener cuidado con ella.

 

—Ni te preocupes Lilia. Yo no pienso enamorarme, y menos de un Omega —, a pesar del reciente miedo, el Alfa de plateados cabellos cambio su comportamiento —. Los Omegas mienten. Solo se encargan de seducir y dar hijos, más no para amar, así que despreocúpate, que yo no pienso ni quererlo, ni tolerarlo —, sentenció con frialdad.

—La Alfa suspiro resignada al oír aquellas palabras —. Bueno, será mejor que presentemos a tu esposo con los demás y que nos pongamos las pilas para esta noche —, hablo ya más calmada la mujer.

 

Ambos salieron para hablar como se debe con aquel joven Omega, pero al salir se dieron cuenta de que el Nipón no estaba precisamente solo y que aquella Beta y aquel joven Omega lo veían con un tremendo odio.

 

o.~~.o

 

Yuuri solo se dedicaba a caminar en círculos frente aquel remolque. Esperaba que Víctor no le diga nada malo de su persona a aquella mujer, porque temía que esta lo pusiera a hacer cosas más que difíciles en el lugar.

Y no se hubiera detenido, sino fuera porque sintió que lo miraban de una manera un tanto pesada e inquisidora. Miro con lujo y detalle al par de personas que lo veía, sonrojándose apenado al ver a aquel joven Omega de cabellos rubios y ojos verdes y a aquella Beta de ojos azules y cabellos castaños.

 

—H… Hola —, murmuró nervioso el Nipón.

—La mujer sonrió ampliamente, mientras se acercaba —. Hola —, saludo de manera energética —. Soy Anya Petrov, una de las patinadoras populares de este lugar —, se presentó, mientras decía lo último con una falsa sonrisa y un tono lleno de presunción —. Y este chico es Yuri Plisetski, un aprendiz con muchos dotes en el patinaje —, presentó al Omega adolescente, quien solo gruño con molestia.

—Un gusto —, el Nipón hizo una leve reverencia —. Mi nombre es Yuuri Katsuki y en verdad aprecio demasiado el haberlos conocido.

—La mujer sonrió ante aquello —. Vaya, al parecer tendremos a dos Yuris rondando por el lugar —, comentó sin perder aquella enorme sonrisa —. Bueno, Yuuri, ya que entramos en confianza, dime una cosa, ¿por qué tú y Vitya llegaron juntos? —, preguntó de manera sombría.

—¿Vitya? —, inquirió nervioso, y con un deje lleno de melancolía al recordar a alguien con ese nombre.

—Si, Vitya o Víctor, como prefieras llamarlo —, respondió la Beta.

—Bueno…eso es porque él y yo somos… —, miro dudoso hacia el camper donde había entrado su ahora esposo.

—¿Son? —, Anya se estaba impacientando, quería que le respondiera de una vez.

—Estamos… Él y yo estamos casados —, respondió en susurro y de manera nerviosa.

 

A Yuuri le invadió el miedo al ver como aquella mujer dejaba de sonreír y lo veía con un profundo y completo odio. No dudo siquiera en comenzar a retroceder al ver que se le acercaba con unas intenciones para nada sanas.

 

—¡¿Cómo que tu esposo?! —, exigió saber.

 

Lo sabía. Ella lo presentía, aquel sucio Omega llegó con nada bueno a aquel lugar. Lo supo al ver a SU Víctor llegar con aquel lastre detrás suyo.

Y aunque no quería creerlo, al oír los cuchicheos de sus compañeros de trabajo, tuvo que ir ella misma a confirmarlo, pero al ver de cerca al Omega en cuestión, no pudo evitar sentirse ofendida.

Es decir, aquel Omega no tenía absolutamente nada bueno. Cuerpo redondo, estatura baja, cabellos negros y ojos cafés. Un Japonés simple y demasiado pasado de peso. En cambio, ella, poseía estatura media, cuerpo delgado, una cintura para abrazar, piernas formadas y un rostro de ensueño.

Entonces, si evidentemente ella era una belleza, ¿por qué Víctor estaba casado con ese sucio Omega y no con ella?, la respuesta la conocía muy bien. Ella era Beta y el Omega. Era obvio que el muy sucio había seducido a SU Víctor con el Celo Omega y que su amado Alfa no lo pudo resistir.

 

—No te lo perdonaré mal nacido —, murmuró con odio y rencor. Dispuesta a matar a aquel ventajoso Omega.

 

Y de no ser porque Lilia y Víctor salieron, ella hubiera eliminado a aquel estorbo con sus propias manos.

 

—¿Anya y Yuri?, ¿qué hacen aquí? —, la Alfa miro seriamente a los dos inoportunos chismosos —. Vayan a seguir practicando como se debe —, ordenó con severidad.

 

El rubio Omega chasqueo la lengua y sin decir nada, desapareció del lugar.

Anya por otro lado, apretó los puños y miro con más odio al Omega japonés. Sin decir nada más, decidió mejor irse a hacer lo que Lilia había dicho, ya luego se vengaría de aquel ladrón de hombres.

 

—¿Yuuri?, ¿no? —, cuestionó la Alfa.

—Si —, respondió nervioso.

—Bien, me presento como se debe. Soy Lilia Baranovskaya, y como podrás ver, soy la dueña del circo —, hablo la Alfa con seriedad —. Y como sabrás, aquí todo mundo pone de su parte, no solo para el espectáculo, también para el mantenimiento y aseo del circo, así que, de ahora en adelante, tú también deberás cooperar.

 

Yuuri asintió nervioso ante lo que la mujer decía. Sin duda ese sería un largo y agotador año.

Solo esperaba que Víctor cambiará su actitud con él o no podría soportar aquella fría indiferencia.



Continuará

Notas finales:

Y esto fue todo para este primer capítulo, espero y la historia sea de su entero agrado y que me tengan paciencia, porque suelo tardar un poquitín.

 

Si les parece que la historia es muy parecida a la original, descuiden que eso va a cambiar conforme avance, créanme cuando lo digo. No por nada tengo varias adaptaciones, un ejemplo, mis fis “Amor Sucio, Amor Limpio” y “El Ángel Malvado” xD

 

Y bueno, cualquier falta ortográfica, no duden en informarme xD

 

Y como buena persona que soy, les doy adelanto de lo que pasará en el próximo capítulo…

 

*Yuuri comenzará su trabajo en el circo.

 

*Alguien roba una gran cantidad de dinero y culpan a Yuuri.

 

*Yuuri descubre que no es nada grato trabajar en un circo, especialmente cuando su castigo implica tener que entretener a las personas y empatizar con aquellos que usan grandes botargas de personajes graciosos, en este caso, un cerdito.

 

Todo eso y más en “Castigo Injusto”

 

Y si el fic es de su agrado y me lo hacen saber con sus hermosos comentarios, se los agradeceré muchísimo ;) 

 

En fin, nos leemos pronto

 

Chau chau (*_-)/


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