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No Estás Solo por Mikel25

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–Después de haber ganado mi batalla de gimnasio contra Débora, y probar mi valía en la guarida dragón para conseguir mi octava medalla resiví  una llamada del profesor Elm quien decía que fuera urgentemente a su laboratorio. Al llegar me dio una extraña pokeball, la Máster Ball y tambien me contó que las chicas kimono de Ciudad Iris querían verme lo más pronto posible en el teatro danza–


–Al llegar a Cuidad Iris ya era de noche, corrí lo más rápido posible al teatro donde las 5 hermanas «A quienes había conocido individualmente en ocasiones anteriores» presentaban su espectáculo de baile, estaba a punto de tomar la manija para abrir la puerta del lugar cuando alguien salió de pronto, causando que chocaramos–


¿Por qué? ¡¿Por qué?! ¿Por que nunca puedo ganar?... –Reconocería esa voz donde fuera, ese era Silver. Pero su voz sonaba quebrada y llena de frustración– ¿Lo has visto, Gold? Yo creía que sería fácil derrotar a cinco chicas con kimono pero no, me han dado una paliza. Seguro que tú también viniste a enfrentarlas, como has logrado vencer al Equipo Rocket creerás que ellas no tienen nada que hacer en contra tuya. Pero la verdad es que son extremadamente fuertes, eso te lo puedo asegurar.


Vamos, sabes que no hay nada ni nadie que sea lo suficientemente fuerte para mí –Respondí dándole una sonrisa llena de confianza pero al parecer eso simplemente lo alteró aún más–


¡Entonces adelante, intento! Pero yo me voy, no pienso quedarme a verte a ganar –Soltó con enojo comenzando a caminar con pasos lentos para después echarse a correr–


¡Espera Silver! –Sin pensarlo tan solo un momento corrí detrás de él, fuera lo que fuese que quisieran las chicas kimono podrían esperar ¿No?. Lo seguí hasta el bosque a las afueras de la cuidad, no parecía querer dejar de correr por más que se lo pidiera, lo único que hacia era acelerar aún más sus pasos hasta que me lanze contra él colocando mis brazos y piernas a su alrededor impidiendo que escapase–


¡Quítate de encima! –Gritaba tratando de empujarme– ¡Que te quites te digo!


¡¿Quieres dejar de comportarte como un niño mimado y dejar que sea tu amigo!? –Grite arto de toda esta situación, tal parece que no esperaba esa reacción de mi parte «La verdad es que ni siquiera yo la esperaba» pues incluso dejo de moverse para solamente verme a los ojos–


N-no se de qué estás hablando –Dijo desviando la mirada al darse cuenta de lo que hacía–


Sabes perfectamente de lo que hablo, desde que nos conocimos en Ciudad Cerezo lo único que has hecho es tratarme como si fuera una basura –Mencioné observándolo con la vista fija–


¿Y eso qué? –Respondió tratando de fingir indiferencia, solté un suspiro y me puse de pie extendiendo una mano para ayudarle, aún que dudó un par de segundos al final aceptó, sin soltarlo lo guíe hasta un árbol cercano para sentarnos debajo–


¿Quieres saber cuál es mi secreto para ganar? –Pregunté levantando la vista para ver los débiles rayos de luna que pasaban atraves de las ramas, él no decía nada pero podía notar su mirada clavada en mi rostro– Debes confiar en tus amigos, no solo en tus pokémon, también en los amigos que hagas durante tu viaje para ser el mejor de todos.


¡¿Eso es todo?! –Gritó con asombro y sin poder creerlo, yo solté una risa divertido para verlo–


Si, no es nada más que eso, es sencillo ¿No crees? –Dije llevando mi mirada a sus ojos platinados–


Pues supongo que seguiré siendo un perdedor –Comentó poniendose de pie y sacudiendo su ropa– Porque, por si no lo has notado yo no tengo ningún amigo –Continuó diciendo–


Entonces quédate, y quisa hagas uno está noche –Respondí sin moverme de mi lugar–


¿De qué demonios está hablan... –Guardo silencio al entender a lo que me refería– Pareces muy empeñado en eso. –Y sin decir más volvió sentarse a mi lado, no hacíamos nada más que observar el cielo nocturno, incluso logre ver a un grupo de Ledybas y Ledians iluminando el bosque a su paso–


¿No te parece hermoso? Y pensar que pudiste habértelo perdido si te ibas –Pero no obtuve una respuesta de su parte pues había caído dormido. De mi mochila saque la manta que mi madre había colocado para mí viaje, cubriendonos a ambos con ella, La noche pasó tranquila, el primero en despertar fui yo, cosa algo rara pero que importa. Silver parecía dormir profundamente, decidí no despertarlo, lo cubrí de mejor manera con la cobija y simplemente el resto tome mis cosas para partir a Ciudad Iris nuevamente. Sin embargo un fuerte impulso me detuvo en ese momento, lentamente me acerque a él quedando a escasos centímetros de su rostro, poco a poco la distancia se acostaba. Parecía que nuestros labios chocarian, pero al final lo que bese fue su frente esta vez partiendo por fin–


–Al llegar luche contra cada una de las chicas kimono, saliendo victorioso casi por los pelos. Para después vivir una increíble aventura en la que logré capturar al pokémon legendario Lugia, para por fin poder dirigirme a la Calle Victoria y de ahí a la Liga Pokémon, pero nunca espere lo que encontraría o más bien a quien encontraría a la salida, era una cabellera pelirroja que conocía casi a la perfección, inconscientemente mis piernas corrieron hasta él, al llegar frente a él, me retó a una batalla la cual acepté sin dudarlo–


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