Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

¡Me Enamoró! (Fukigen Na Mononokean) por RozenDark

[Reviews - 8]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Y después de tantos meses, al fin llegó con la continuación.


Sé que no sirve de nada pedir perdón, pero aun así lo hago… Lamento demasiado mi tardanza con la actualización, en serio lamento haberles ilusionado y luego desaparecido :(


Pero no se diga más, los personajes de Fukigen Na Mononokean son propiedad de sus respectivos autores y los demás de mi propia autoría. La historia me pertenece, y no permito adaptación alguna. Las imágenes utilizadas a lo largo del fic, son propiedad de sus respectivos autores.


Y sin más que decir, les invito a leer (^3-)/

"Verdades Ocultas"

 

~.°.~.ღ.~.°.~

 

Abeno llevaba por lo menos media hora tocando el timbre de aquella casona, pero en ningún momento hubo indicios de que el dueño de dicho lugar, pensara salir siquiera. Estaba a punto de derribar la puerta, a sabiendas de que se metería en problemas grandes, pero poco o nada le importaba en esos momentos.

Y justo cuando iba a comenzar a hacer destrozos, un nervioso Harada, llegaba a tiempo para detener al rubio Haruitsuki.

 

— ¿Abeno-dono?, ¿ocurre algo malo? —, nervioso le preguntó aquello.

 

Abeno lo miro de mala manera, pero al juzgar por la confundida y aterrada mirada, Harada Ritsu no tenía idea de su repentina llegada, lo que es más, el castaño traía consigo víveres y demás cosas del hogar. El chico vivía de manera tranquila su vida y así pudo entenderlo.

Esta vez, su confianza férrea hacia los Yokais, fue lo que condenó a Ashiya. Todo ese embrollo lo había ocasionado nadie más que Tora-san y una mala broma de Yahiko, y por si fuera poco, Harada Ritsu no tenía ni idea de lo que estaba pasando.

 

o.~~.o

 

Ashiya se sentía adolorido, demasiado diría si le llegaran a preguntar. Quiso moverse, pero el punzante dolor en su hombro se lo impidió, al tiempo que hizo que abriera los ojos de golpe al recordar cómo se había herido.

Asustado, abrumado y con más sensaciones llenas de alarma y nervios, vio con lujo y detalle que ya no se encontraba en el camino animoso que siempre tomaba para ir a la escuela, lo que es más, ni siquiera sabía dónde se encontraba.

 

—Veo que ya has despertado hermoso. —

 

Hanae volteo la mirada hacia atrás, encontrándose con aquel extraño ser, que trato de eliminar a Yahiko y el causante del punzante dolor en su hombro. Intentó ponerse de pie, pero el solo hecho de moverse un poco, le causaba más dolor a su hombro.

 

—Tómalo con calma hermoso —, el Yokai estaba preocupado. Su hermoso prometido no había podido despertar en un día entero, aun cuando había tratado aquella grave herida, el doncel no parecía despertar, y ahora que lo había hecho, no se movería de su lado hasta que estuviera estable para formalizar su matrimonio —. Me encargue de parar el sangrado y suturar la herida, y claro, también tuve que cambiarte esos feos atuendos, nada lindos para alguien tan hermoso como tú —

— ¡¿Que Hizo que?! —, exclamó Ashiya, mientras miraba nervioso y apenado sus nuevas ropas.

 

En lugar de su particular uniforme y su suéter amarillo favorito, Ashiya traía puesto una de esas simples yukatas veraniegas que usualmente usaba en algún lugar con aguas termales o en un viaje escolar. Y claro, si no fuera porque aquel hombre que no solo lo hirió, también lo secuestró también se tomó las libertades para desvestirlo y ponerle lo que se le venga en gana, estaría más tranquilo, pero ahora, estaba más que horrorizado.

 

— ¡Oh!, ¡qué modales los míos! —, exclamó exaltado, ignorando la mirada de espanto que el chico tenía —. Permíteme presentarme como se debe hermoso. Mi nombre es Himura Yuudai y solamente soy un Yokai que desea casarse y formar una familia a lado de un hermoso espécimen como lo eres tú, mi precioso prometido.

 

Ashiya solamente atinó a negar una y otra vez de manera nerviosa. Y aunque le dolía a horrores ponerse de pie, lo hizo sin pensarlo dos veces siquiera y encaró a ese perfecto extraño.

 

— ¡No voy a casarme con usted! —, dijo con una inusual seriedad para nada acorde a el —. Para empezar, ni siquiera lo conozco, y además, se atrevió a atacar a mi amigo con intenciones de matarlo —, le recordó lo obvio. Ashiya no estaba dispuesto a hacer lo que ese tipo quería.

—Hermoso niño, más te vale que aceptes que te vas a casar conmigo. —

 

Aquella reacción tomó por sorpresa al doncel de cabellos y ojos azules. Ashiya no pudo evitar temblar por la repentina cercanía de ese tal Himura Yuudai. Aquel intimidante Yokai le ponía los nervios de punta, especialmente por la imponente aura que poseía.

Solamente un Yokai a logrado poner demasiado nervioso a Ashiya, y aunque pensó que no se encontraría con otro ser tan tenebroso como el Ejecutivo, justo ahora temía por su vida al tener demasiado cerca a ese Yokai.

Yuudai por su parte,  dibujó una sonrisa ladina en su pálido rostro, divertido de ver esa expresión en el que se había convertido en su prometido. Encantado y fascinado de ver la belleza que el doncel poseía aún con ese rostro lleno de terror y miedo.

 

—Al parecer a Yuudai-sama le gusta asustar a su nuevo prometido. —

 

Himura Yuudai miró con severidad hacía la entrada de aquel lugar, encontrándose con su fiel y leal sirviente. Se alejó del asustado doncel para acercarse a esa serpiente.

 

—Shiro Hideki, ¿cuánto tiempo sin vernos? —, preguntó divertido a aquel hombre.

—El suficiente como para no divertirse señor —, respondió aire divertido —. Y tal parece que usted no cambia. Yuudai-sama, tiene que ser más cuidadoso con su prometido, le recuerdo que fue mucho trabajo y esfuerzo para que lleve ese anillo, además de que yo hice de mandadero señor.

 

Hanae miró sorprendido a ese nuevo Yokai. Y aunque con esa apariencia humana que tenía le costó trabajo identificarlo, sabía a la perfección que ese hombre de cabellos blancos y ojos cerrados era la misma serpiente blanca que lo había mordido.

 

— ¿Tu eres la misma serpiente que asusto a mi mamá y me mordió? —, preguntó exaltado —. ¡Es tu culpa que yo esté metido en este embrollo! —

—Es un honor que me recuerde, Hanae-sama —, Shiro sonrió fascinado al doncel —. En cuanto a su rencor, yo creo que debería agradecerle a Tora-san, porque ese yokai que tanto protegía el amo de la Mononokean, fue el que te ofreció para evitar que su dulce niño fuera el prometido de Yuudai-sama.

 

Ashiya negó sin creer aquello. Es decir, que toda la broma fallida de Yahiko, el enojo y odio de Abeno-san, su infinita tristeza y su reciente y obligado compromiso, todo era culpa de Tora-san.

 

— ¡No puede ser posible! —, exclamó sorprendido —. ¿Por Qué Tora-san haría algo como eso? —, les exigió saber con enojo.

 —Eso no es lo importante ahora hermoso —, Yuudai se acercó hasta situarse justo frente al rostro de su prometido —. Justo ahora debes preocuparte en descansar y sanar esa herida para que así podamos casarnos como se debe.

 

Hanae no espero que aquel yokai se le acercara de aquella manera, ni que le tomara de una manera tan delicada, pero a la vez con fuerza y exigencia de la barbilla. Y aunque esos hermosos ojos plateados podían ser fascinantes y extrañamente atractivos, no pudo evitar sentir un repentino cansancio. Ashiya no pudo evitar caer dormido en los brazos de aquel ser, pero por alguna razón, lo hizo.

 

—Yuudai-sama, ¿necesita algo más? —, la serpiente preguntó aquello, mientras colocaba frente a su amo la bolsa que llevaba consigo.

—Por el momento es todo lo que necesito aquí, pero te pido de favor que mantengas vigilado al amo de la Mononokean. No quiero que nos encuentre sin antes estar casados, porque lo más seguro es que Abeno Haruitsuki vaya directamente con el Legislador, y sabes lo que implica que uno de los tres poderes se entere de mi regreso.

—Pero por supuesto que lo se amó. No por nada fue mucho trabajo y esfuerzo para el anterior amo de la Mononokean sellarlo. Además, no quiero verle la cara a Justicia y al Ejecutivo —, dijo con cara de pánico, para después tomar su forma de serpiente —. Bueno, por el momento me despido, espero y le guste los atuendos que traje para Hanae-sama.

 

La serpiente Hideki no espero nada más, simplemente se fue de la misma forma en la que llegó.

Yuudai por su parte, regreso al doncel que era su consorte a aquella cama improvisada de flores. Sonrió fascinado, mientras arreglaba uno de los rebeldes mechones y le colocaba un clavel rojo para sostenerlo.

 

—Hanae, mi hermosa flor —, murmuró con una imperceptible sonrisa plasmada en su pálido rostro.

 

o.~~.o

 

Abeno llevaba rato buscando en el inframundo a ese embustero de Tora. Y es que después de hablar con Harada Ritsu y que este le dijera que no tenía idea de lo que Tora había planeado, el rubio dejó a Yahiko con Harada y se encargó de ir directamente al inframundo y buscar a ese yokai.

Y justo cuando estaba considerando ir directamente con el Legislador, lo vio. Tora estaba tan campante y despreocupado hablando con Koura. Así que no pudo evitar acercarse y mirarlo con desdén.

 

—Tenemos mucho de qué hablar, Tora-san —, dijo seriamente.

 

El atigrado yokai tembló al ver al amo de la Mononokean, sin embargo, asintió y prosiguió a despedirse de la amable mujer que le había tratado una herida causada por cierta serpiente hacía poco, para ser específicos, el día que Ashiya había sido culpado por su herida.

Así, ambos se alejaron hasta llegar a un pequeño lago lo suficientemente alejado de oídos ajenos, pues lo que el tigre contaría era algo demasiado grave.

 

—Lamento lo que hice Abeno-dono, sin embargo, no me arrepiento de nada —, mencionó, mientras tomaba forma humana.

 

Aun cuando Abeno se sorprendió de ver aquella habilidad en Tora-san no dijo nada. Incluso se sorprendió de ver que Tora parecía un muchacho de su edad o un poco más grande, cuando según, era un yokai sumamente viejo.

Decidió dejar aquello de lado, y mejor concentrarse en averiguar lo que había ocurrido con Ashiya.

 

— ¿Por qué lo hizo?, ¿sabe usted cómo es Ashiya de sentimental?, lo ignore pensando que él lo había lastimado, pero todo fue un plan para alejarme de él, ¿no es así? —, Abeno demostró lo enojado que estaba, y no se midió siquiera en las exigentes preguntas que le hizo al yokai.

—Como le dije Abeno-dono, lo lamento demasiado, pero no me arrepiento. Era Ashiuya-dono o Ritsu, y preferí ver a su empleado siendo el consorte de Himura Yuudai, antes que ver a Ritsu a su lado —, le aseguro totalmente serio.

— ¿Himura Yuudai?, ¿quién es él exactamente? —, cuestionó. Por alguna razón ese nombre se le hacía familiar.

—Él era una deidad hace ya tanto tiempo. Se decía que tenía el don de hacer florecer cualquier planta, incluso de sanar heridas, ¡por dios!, también tenía el don de la buena fortuna. Los humanos incluso crearon un templo para el —, Tora se tornó melancólico al recordar esos días —. Pero nada es para siempre, especialmente cuando se comienza a ser codicioso y avaricioso. Antiguamente era tan fácil para los yokais comunicarse con los humanos, yo por ejemplo, siempre le serví fielmente a la familia Harada, incluso llegue a enamorarme de un doncel Harada, y para mi mala fortuna, Yuudai también lo hizo. Usted y yo sabemos que es tabú una relación romántica entre yokai y humano, sin embargo, no pude evitar enamorarme de Reika y a su vez, el no pudo evitar enamorarse de mí.

—Abeno suspiro al oír aquello, no pudiendo evitar peinar su cabello hacia atrás y revolverlo después. Eso no explicaba la razón de Tora para hacerle eso a Ashiya —. Supongo que esa deidad comenzó a pedir sacrificios a su conveniencia, ¿no? —, aquello era lo más obvio para el rubio.

—Y no se equivoca, Abeno-dono —, respondió el atigrado yokai —. Yuudai ni siquiera lo pensó dos veces y amenazó con abandonar la aldea si no obtenía lo que quería, y la familia Harada al ser una de las familias más famosas en el lugar, no tuvieron opción, y entregaron a Reika a Yuudai —, apretó sus puños con fuerza al recordar aquel día —. Después de ese día, Reika no fue el mismo, al igual que yo, pero en él fue peor el asunto. Él dejo de comer, incluso dejó de dormir, todo hasta el punto de decaer hasta morir. Yuudai no soporto la idea de que Reika jamás lo amó, y se salió de control por completo. La aldea antes enriquecida por la buena fortuna, comenzó a decaer, los humanos dejaron de servir a la deidad, pero el al ver que poco a poco se debilitaba, lanzó una maldición a la familia Harada.

— ¿Qué clase de maldición? —, inquirió nervioso. Por lo que se oía, la deidad, Himura Yuudai, fue alguien sumamente inestable, y saber eso solo hacía que se preocupara aún más por Ashiya.

—El lanzo al aire unas palabras que solamente trajeron tragedia y preocupación a la familia Harada. Y cito, “Reika no va resurgir en un yokai. Su destino es y seguirá siendo ser mi fiel esposo. El próximo doncel nacido en la familia Harada, será la reencarnación de mi amado Reika, y como tal, él deberá casarse conmigo” —, se aseguró de decir palabra por palabra lo que en aquel entonces Himura sentenció —. Sabrá usted que el último doncel nacido en la familia Harada, fue Ritsu. Al igual que al oír la amenaza de aquel que fue una reconocida y amada deidad, no tuve más opción que llamar al anterior amo de la Mononokean y pedir ayuda. Y él, a pesar de la difícil tarea y que le costó mucho convencer a los tres poderes, especialmente al Ejecutivo, se aseguró de sellar a Himura Yuudai dentro de esa caja, y dicho sello comenzó a debilitarse cuando tu predecesor falleció, incluso comencé a escuchar la voz de ese maldito burlándose de mí. Y justo cuando estaba pensando en locuras innecesarias, los yokais comenzaron a lanzar rumores acerca del nuevo empleado del amo de la Mononokean. Decir que no espié a Ashiya-dono seria mentir, porque observe a su empleado durante bastante tiempo, así que le propuse a Yuudai un intercambio. El dejaría a Ritsu fuera de su vida, y yo le ayudaría a obtener a Ashiya-dono.

 

Abeno quería sentir empatía por Tora, en verdad deseaba sentirla, pero el solo hecho de haber involucrado a Ashiya, hacía que quisiera matar a Tora. Pero echarle toda la culpa a ese yokai o incluso a Yahiko, sería quitarse culpas a él mismo. No fueron Tora-san o Yahiko los que alejaron a Ashiya, fue el con su tonta forma de ignorarlo, de alejarlo y dejarlo completamente vulnerable y a merced de esa loca y obsesiva deidad.

Y se odiaba por eso, odiaba el solo hecho de haber ignorado a Ashiya, odiaba el solo hecho de haber entregado a ese molesto, pero agradable niño de cinco años en bandeja de plata.

 

—Y supongo que Harada-san no sabe absolutamente nada de su vida pasada, ¿no es así? —, le pregunto ansioso.

—Él no sabe nada, y es lo mejor. No miento cuando digo que Reika y Ritsu son diferentes en ciertas cosas, y tampoco miento cuando digo que ambos me enamoraron tanto como para hacer cosas tan desagradables a otros, con tal de no ver la historia de Reika repetirse con Ritsu, soy capaz de matar.

—Es por eso que decidió renunciar al mundo mundano, ¿no?, usted no cree ser merecedor de Harada-san, ¿o me equivoco? —, aquellas palabras solamente las dijo para ver si en verdad valía la pena hablar a favor del atigrado yokai, pues de ser la respuesta equivocada, el mismo ayudaría a Justicia a encerrarlo para siempre.

—Es porque no soy merecedor de su afecto y mucho menos de estar a su lado. Hice algo tan terrible y de lo que me arrepiento. Por mi culpa, Ashiya-dono esta justo con Himura Yuudai, aun cuando sabía que ese doncel no era para nada malo, aun cuando ese doncel es amado por todo yokai que lo conozca, yo le hice algo tan horrible. No soy más que un egoísta —, completamente desesperado, coloco sus manos en su cabeza, hasta el punto de jalar sus grisáceos cabellos y cerrar con fuerza sus rojizos ojos.

—Abeno suspiro resignado —. Si tanto se arrepiente, me ayudara a ponerle fin a todo esto y rescatar a Ashiya sano y salvo —, dijo autoritario —. Y descuide, que Ashiya no es para nada rencoroso, después de todo, perdono fácilmente a Yahiko, así que no dude que al escuchar sus razones, él lo perdonará en un dos por tres. Después de todo, Ashiya no sería el mismo, si no fuera de esa manera.

 

Tora no tuvo más remedio que aceptar ayudar a Abeno. No solo por el hecho de que extrañaba a Ritsu, también porque temía por el bienestar de ese amable muchacho, que ni siquiera debía verse involucrado con alguien como Himura Yuudai. Solo esperaba que no fuera demasiado tarde.

 

—A todo esto, Yahiko menciono algo de una serpiente blanca y dicha serpiente mordió a Ashiya y le dio ese anillo de compromiso, ¿quién es ese yokai? —, saber que aquella serpiente podía merodear y arruinar sus planes de rescate le preocupaba.

—Shiro Hideki es una serpiente de lo más ruin. Una vez me deje engañar por él y por poco no la cuento. Esa serpiente es un fiel sirviente de Himura, y aunque pensé que había muerto, al parecer fue uno de los que ayudo a Himura —, respondió nervioso. Saber que esa serpiente andaba cerca, solo le hacía preocuparse más por Ritsu y Ashiya-dono.

 

o.~~.o

 

Himura veía tan ansioso aquel hermoso Yukata, sabía de antemano, que en su dulce y hermoso prometido, quedaría más que perfecto, solo debía esperar a que despertara de la siesta que le había impuesto. Sabía que Hanae andaba de mal humor, y en su condición convaleciente, no deseaba que se pusiera peor.

 

—Muero de ganas porque luzcas ya, tu vestimenta de boda, pero tendré que conformarme con verte lucir estas yukatas tan hermosas.

 

Algo era seguro para Himura, y era que esta vez, el amo de la Mononokean no le quitaría lo que por derecho ya le pertenecía, y aquel hermoso doncel de nombre Hanae, era solamente suyo, y nada ni nadie se lo quitaría.

 

—Hanae, definitivamente eres mi más hermosa flor —, murmuró sonriente.

 

Continuará

Notas finales:

Bueno, hasta aquí hemos llegado con este segundo capítulo.


Datos curiosos del fic.


“Reika” quiere decir “pétalo bello, hermoso”, se supone que es un nombre de mujer, pero me gusto el significado xD


El clavel rojo según el lenguaje de las flores, significa “corazón que suspira, amor vivo, admiración”, así que ya sabrán que Abeno la tendrá difícil.


Y si el fic les gusto y me lo hacen saber con sus hermosos comentarios, se los agradeceré muchísimo :3


En fin, nos leemos pronto


Chau chau (^3-)/


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).