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Cuando tu felicidad toca a tu puerta por ScarlletParaise

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- ¡Ya voy! – Grito Kardia mientras dejaba todo listo en la sala de estar y en las otras partes de la mansión, era muy claro que su suegro quería pasar la navidad en compañía de todos sus seres querido y odiados. Cuando abre la puerta se lleva la clara sorpresa que Camus y Degel cargaban cada uno con una caja con cosas que desconocía – Eh… Bienvenidos – Dijo sin más y haciéndose aun lado para dejar pasar a las visitas, en eso se voltea para ver que su hermano menor bajaba vistiendo con su usual ropa oscura y eso no era bueno - ¿Por qué diablos estas usando ese tipo de ropa? Ve a cambiarte ahora mismo – Milo le dedica una de sus miradas rabiosas y también gruñirle a modo de advertencia.


 


- Me da igual usar esta ropa o no, solamente déjame en paz Kardia – El mayor cierra la puerta de la casa para después cruzarse de brazos y mirar a modo de reproche a su queridisimo hermano menor.


 


- Milo, ¿Acaso paso algo para que estés usando esas ropas oscuras? – Aquella pregunta hecha por Krest los tomo por sorpresa a los hermanos Diamantidis, el más chico de los dos traga suave al verse pillado y no quería dar esa clase de impresión.


 


- Esto… Yo… - Se da media vuelta muy incomodo al no saber que decir con respecto a la pregunta – Con su permiso me iré a cambiar ahora mismo – Camus al dejar la caja del suelo aprecia con un semblante neutro de como Milo abandona la sala para así subir a toda velocidad hasta la planta de arriba.


----- ~ Merry Christmas ~ -----


- Veo que limpiaste y ordenaste la mayor parte de la mansión Kardia, me hace sentir orgulloso al tener una pareja tan responsable – El heleno de cabellos azules se ruboriza al escuchar el piropo que le lanzaba su amado Degel, quien parecía estar desempacando el pesebre.


 


- Gracias amor, lo hice para dar buena impresión a tu padre y además Camus ya estaba medio acostumbrado en ver el desorden de esta casa – El susodicho mira de reojo a la feliz pareja que no perdieron tiempo para obsequiarse unos cuantos besos de amor, niega ante esa escena para posteriormente llevar la decoración navideña a la sala quienes ya estaban presentes Seraphina y su padre, que ayudaban a su tío con el pino.


 


- Aquí desempaque las luces, las coronas navideñas, las bolitas de colores y otra de estas cosas que no me acuerdo como se llaman – Krest le sonríe a su sobrino que dejaba todo aquello en un completo orden sobre la mesita de café.


 


- Buen trabajo Camus, se que es tu primera navidad con tu primo y yo, y mi único deseo es que pases estas fiestas con mucha alegría al lado de tus seres queridos – el menor sonríe tristemente dado que recordar que Mu no estaba en el pueblo, le daba esa sensación de vacío, pero sacude levemente su cabeza para dejar pasar aquella realidad.


 


- Espero que en las próximas fiestas también este Mu y su familia con la nuestra, extraño a mi mejor amigo, pero se que en donde este estará al lado de su felicidad – Los que se sumaban era Kardia y Degel, quienes intercambiaban miradas de pena al recordar el rumor de que Shion fue auto internado en un hospital psiquiátrico.


 


- “Lo mismo digo para Shion, se que hace unos días fui a visitarlo y no estaba en las mejores condiciones… Me lastima mucho al verlo llorar a causa de su depresión”– Degel se abraza hacia su novio quien le aprieta cariñosamente y llenándole de confort, Kardia también estuvo en aquel sitio y pudo apreciar que su mejor amigo este en esas condiciones tan deplorables.


----- ~ Merry Christmas ~ -----


Se había cambiado de ropa utilizando una polera de lana en un color rojo vino, unos pantalones gris oscuro ceñido a sus piernas, las mismas zapatillas que utilizaba siempre que salia a trotar o por la casa. Observarse en el espejo le demostraba que no pudo superar todos los obstáculos que la vida le puso, por ejemplo utilizar ese tipo de ropas.


 


- No entiendo porque Kardia me insistió en que usara este buzo – Suelta un suspiro de resignación para posteriormente acomodar un poco su cuarto, las clases para ese día estaban suspendidas debido al festejo para los católicos, niega al ver que encima de su escritorio había una gran pila de partituras viejas y otras reescritas – “Villancicos y… Amado mio”– cambia sus facciones neutras a una de pura tristeza, al leer esa partitura recordando sus días al lado de su primer amor, acomoda aquella pila de hojas y repartirlas en diversas categorías, e incluso de manera inconsciente eligió cuatro partituras para tocar - ¿Pero que diablos hice? – Lee cada una de las hojas hasta escuchar el sonido de su puerta tocar.


 


- Milo ¿Vendrás ayudarnos con la decoración, o qué? – Frunce el ceño al escuchar la irritante voz de su hermano mayor, no quería saber nada acerca de eso, pero lo único que se le vino a la mente se lo hace saber.


 


- ¡Déjame solo, no me interesa nada de eso! – Le hace saber con su típico tono de voz de autoridad y superioridad, sin embargo, escucha los constantes golpes a su puerta.


 


- ¡Vas a salir ahora mismo de tu cuarto que hay visitas y deja de comportarte como un niño pequeño! – No se pudo contener y le lanza con su poder vampírico un mueble contra la puerta haciéndole saber que no quería saber nada. Al otro lado de la puerta Kardia se espanta al oír el mueble romperse a causa del impacto – “Veo que sigues detestando estas fechas”– Se retira de allí fijando su rumbo a la sala para así ayudar a los demás con la decoración navideña.


 


Cuando escucha los pasos alejarse, su mirada melancólica se posaba en la puerta, se abraza a si mismo temeroso y aprisionado por los recuerdos de su niñez – Odio la navidad – Murmura para si mismo, podía darle la razón a Kardia con respecto a su comportamiento inmaduro, pero era tanta la presión del pasado que le es difícil de no recordar. Sin embargo, se voltea hacia su cama y aprecia que no había hecho lo que Alberich le sugirió que hiciese cuando estuviera listo, camina hasta la mesita de noche para tomar el sobre con las instrucciones que debía llevar a cabo – “Es un ritual de amor, pero… ¿Por qué me dio esto?” ¿Acaso es brujo? – Se encoje de hombros para así él mismo ponerse hacer eso, dado que la ultima vez que lo hizo prácticamente lo arranco entre sueños y no pudo saber como continuar su día a día desde que Camus fue dado de alta en el hospital.


----- ~ Merry Christmas ~ -----


Entre todos se pusieron de acuerdo en organizar las cosas para navidad, sabiendo que todo el pueblo estaba de fiesta y más cuando a los niños les urgía en hacer sus cartas a Santa Claus. Krest y García se encargaron de colocar el pino de plástico en su sitio, Degel y Seraphina estaban en la cocina debatiendo en como hacer las galletas de navidad, Kardia y Camus estaban adornando la entrada de la mansión.


 


- Esta muy tirante, se cortara las lianas mono de circo – Le hace saber Camus al novio de su primo quien estaba arriba de la cornisa luchando con las exigencias del más chico.


 


- Yo no soy ningún mono de circo y además tu tío te esta dando malos ejemplos, mocoso – El más chico hace un puchero al oír aquello, no le parecía tan propio y menos era el apropiado para decir como deben de educarlo.


 


- Entonces… - Se la piensa bien antes de armar pleito porque no le era apropiado, sabiendo que pronto sería navidad y quería por fin pasarla al lado de las personas que mas quería – Kardia, puedo hacerte una pregunta – El de cabellos azules lo mira un tanto contrariado, dado que jamás logro obtener una conversación sana y sin debates con ese chiquillo - ¿No se sienten muy solos estando viviendo en una casa tan grande? – El más grande desvía su mirada algo apenado ante esa pregunta por demás interesante, siempre se lo pregunto desde que era chico, desde lo que ocurrió hace demasiado tiempo atrás y era el motivo de que nunca supo como lidiar con su hermano menor.


 


- Ja – Suelta aquel monosílabo mientras escondía su mirada debajo de sus largos flequillos, le era algo gracioso estar melancolico por cosas del pasado – Sabes una cosa mocoso – Camus le sostiene la escalera ya que Kardia se disponía a bajarse de la escalera – Esa pregunta siempre me la hicieron desde que era un muchacho, viví más cosas que tu y cada experiencia era por demás traumática, por ser un vampiro, por ser un niño con un hermano pequeño introvertido, ambos sin padres… - Hace una pausa rememorando las veces que su hermanito lloraba en esas fechas, por siempre estando pidiéndole a Santa Clous que le trajera de nuevo a la vida a sus padres y sabia que eso jamás se cumpliría, porque para ese tiempo no creía en los milagros y ni en un Dios – Yo debí hacerme valer para demostrarle a Milo como ser un hombre con principios, alguien de temer y a la vez de admirar, porque antes lo único que servía era hacerle la vida imposible a los vecinos o a cualquier mujer que pasaba con sus largos vestidos, por ejemplo levantarles las faldas mostrándoles a todos los calzones que usaban – Camus se asombra al escuchar aquello, le era algo novedoso saber y le llamaba por demás la atención de cuantos años tenia Kardia.


 


- ¿Qué edad tienes? – El heleno lo mira anonadado ante la pregunta tan tonta que le hacia el primo de su amado, podía decirse que el chico sabia como cambiar el rumbo de la conversación cuando uno se sentía nostálgico o deprimido por rememorar cosas del pasado.


 


- Manigoldo, Saga, Kanon, Aioros, Dhoko y yo tenemos docientos cincuenta y tres años, somos los más grandes en el grupito que ahora tu y Degel pertenecen por ser cercanos a nosotros, los que estan cerca de las tres cabezas de las tres familias nobles vampiricas, tienen más inmunidad que cualquier otro – Camus se queda en shock al saber aquel dato tan importante, por alguna razon entendia el motivo de muchas cosas, un ejemplo era cuando Milo lo defendio de un ataque hacia su persona en la clase.


 


- ¿Eso tambien incluye a Shaka, Mu y a Afrodita? – Kardia asiente con una sonrisa amable dado que los amigos de su hermano y los suyos eran de esos que se enamoran a primera de cualquier humano.


 


- También Shura, porque él antes era un humano como tu y se convirtió en vampiro cuando Aioros lo fue a buscar por haber metido la pata – Camus ladea un poco la cabeza sin creerse aquella historia, porque podia apostar que la historia de amor de Aioros y Shura para él era un completo misterio – Si quieres algún consejo de amor, ellos son los más indicados en hablar, pero yo te sugiero que si discuten por decir cosas serias, diles las palabras magicas para que se calmen – Se acerca a él para decirle aquella palabra mágica que los detenía abruptamente si discutían como marido y mujer, al saberlo, Camus empalidece ante aquella palabra tan vulgar.


----- ~ Merry Christmas ~ -----


Baja de las escaleras ya sintiendo un aroma que le parecía de lo más conocido, se asoma por la cocina llevándose la sorpresa que Degel y Seraphina estaban haciendo galletas de jengibre adornadas con crema de colores. Después sale disparando afuera apreciando a su hermano hablando con Camus, quienes al verlo lo miraban asombrados, se relame los labios para ingresar de nuevo a la casa hecho una furia, entra a la sala de estar para después romper el árbol navideño enfrente de todos.


 


- ¡SAQUEN TODO ESTO DE MI CASA! – Expreso sumido en una furia mientras tiraba con todas sus fuerzas el árbol de navidad recién decorado, rompiendo en mil pedazos las bolitas de colores.


 


- ¿Qué te sucede Milo? – Le pregunta sin entender aquel comportamiento por parte del menor de los Diamantidis, lo seguía de cerca quedando congelado cuando arranco las guinarlas de colores que se había esforzado para que quedaran como le gustaría que estuvieran.


 


- ¡¿Me preguntas que me sucede?! ¡QUIERO QUE TODOS SE LARGUEN DE AQUÍ Y NO VUELVAN MÁS! – Le grita con todas sus fuerzas, Camus rompe a llorar ya no sabiendo como hacerle frente eso y Kardia ya se había hartado de ver como su hermano menor se comportaba de esa manera tan cruel.


 


- ¡¿QUIÉN TE CREES PARA ECHAR A TODOS DE AQUÍ?! – Toma a su hermano del brazo para obligarlo que lo mire a los ojos, porque le era algo incomprensible y además pensó que si cambio.


 


- Tu lo sabes más que a nadie en esta bendita casa Kardia, que detesto estas fechas, odio con todo mi ser esta clase de celebración y sobre todo ¡ODIO LA NAVIDAD! - En eso por el umbral de la puerta que conectaba la sala de estar con el pasillo de la entrada apareció un Camus por demás asustado, demostrando en sus facciones la tristeza de saber que alguien odiase esas fechas, cosa que a todos le lleno de asombro y quedarse quietos, dado que Milo se volteo quedando petrificado al ver aquel rostro que reflejaba el dolor.


 


- ¿Por qué, Milo? ¿Por qué haces esto? Acaso… - El heleno menor se acerca a él para cambiar su porte de asombro a uno que ya Camus conocía, sin más preámbulo lo que hizo fue retirarse de la sala para encerrarse en la biblioteca, dicho lugar en donde casi siempre se refugiaba cuando era más pequeño.


 


-Bien, creo que será lo más convincente hija que vayamos antes a darnos una vuelta por el centro comercial para ver si “los regalos” estan listos – Hablo García mientras se ponía de pie dispuesto a retirarse de la casa, no sin antes palmear el hombro de Kardia que no se inmuto ante las duras palabras que le dijo su hermano menor – No te aflijan mucho Kardia, tarde o temprano Milo recapacitara, sigue siendo tu hermanito pequeño y tu el mayor – Acto seguido sale de la casa no sin antes mirar a un Camus que se quedo inmóvil, pero lo dejo estar, porque la única manera de hacerse responder es indagar por los rincones más indicados por ir.


 


Por otro lado, Seraphina se disculpa con Degel quien le sonríe con amabilidad demostrando que eso ya era costumbre y más tratándose de un ermitaño nato como lo era Milo – Esta bien, yo me iré con mi padre o sino él terminara por enojarse con las escaleras mecánicas y los letreros luminosos – La de largos cabellos platinados se despidió de todos no sin antes darle una hoja con las direcciones de lo que podría serle útil a Camus – Mi pequeño copito, no te asustes y no dejes que las emociones frías de Milo te afecten, porque la respuesta a tus preguntas estan anotadas en esta hoja de libreta – Camus alza su mirada hacia la hermosa mujer, sonríe con melancolía mientras tomaba entre sus manos aquel pedazo de papel, lo abre dejando en evidencia nombres y direcciones. Por lo tanto, ya sabiendo que su tarea se hizo decidió abrazar a Kardia quien no se pudo contener con el corazón roto y entre sus manos, esa escena fue la más dura que le pudo pasar dado que su amigo y hermano de crianza tuvo que ver desde que Milo se revelo ante esas cálidas fechas; lo deja con esa calidez del abrazo y para después retirarse de la casa.


----- ~ Merry Christmas ~ -----


Cuando García y su hija se marcharon, Degel fue hasta su novio para tomarlo de los hombros para guiarlo hasta un sillón para que se sentara y meditara en paz, en cambio, Camus dudaba si ir hablar directamente con Milo o simplemente salir de la mansión, pero lo mejor que podía hacer era consultarlo con su primo y tío.


 


- No sé si deba preguntar esto, pero… - Se acerca hasta Kardia dispuesto a demostrarle que hay esperanza de que una persona como Milo pueda recapacitar ante el comportamiento que esta teniendo - ¿Ya hizo este numerito antes? - El mayor de los Diamantidis se quedo absorto ante la pregunta, de seguro que pedía un hecho reciente, pero temía por ser de nuevo el blanco de las discusiones que siempre terminaban mal los dos y con Milo marchándose antes de tiempo hacia la mansión de sus tíos.


 


- Camus, hay cosas que uno no sabe como decirlas o explicarlas – Empezó a hablar Kardia con un tono de voz apagado y carente de angustia total, su mirada turquesa la mantenía puesta en el suelo de madera y lo único que lo mantenía en pie eran las muestras de cariño de su amado Degel – En mi caso y como te lo dije cuando estábamos colocando las guinarlas en la entrada, para mi esos recuerdos fueron las marcas perfectas de lo que nos ocurrió de niños, más aun cuando ninguno de los dos supo como superar la perdida de dos seres que te dieron la vida… Mis padres, para Milo era su mayor sustento de vida y yo ahora no puedo llegarles a los talones, por el simple hecho de que nunca fui un gran hermano mayor para él – Al decir estas duras palabras, se cubre el rostro por demás avergonzado y trataba de contener las inmensas ganas de romper en llanto, eran muchos siglos tratando de encontrar un pilar para él y otro para su pequeño hermano.


 


Cuando escuchaba aquellas palabras no pudo imaginarse a él en esa situación, sin a nadie quien te abrace, que te reciba cuando llegas a casa, cuando te caes al suelo y te lastimas, y veas que allí estan para sostenerte. Ese sentimiento de soledad lo conocía perfectamente, hasta que otra luz aparece en tu mundo para borrar con su esplendor toda esa oscuridad que se te ocasiono al verte sumergido en ella, ahora mismo podría decir que comprendía algo a Kardia y más aun a Milo, siendo él el más chico de ambos.


 


- No te preocupes más Kardia, se que Milo cambiara como yo en su tiempo lo hice y es todo gracias a mi tío y primo, ellos cada verano y cada invierno iban a París para visitarme en ese horrible orfanato, con demostrarme que tenía otra familia y a otros que si me querían en su mundo, eso me dio las fuerzas de seguir aquí y realizar ese deseo de estar con mi ahora nueva familia – En eso Krest que se había levantado para tomar las llaves del coche dispuesto a buscar algo en su casa, ingreso a la sala por demás conmovido por las dulces palabras de su sobrino y más aun para Degel, que no dudo ni un minuto para abrazar a su primo con mucho amor.


 


- Es mejor que vayas a buscar esas respuestas para que entiendas la realidad en la que vive Milo, yo en su tiempo lo hice pero al lado de un bicho grande que era por demás pegajoso – Al escuchar aquello Kardia sintió la necesidad de llevarse a su Degel al cuarto para darle su merecido al llamarlo de esa manera, no obstante, Krest se cruzo de brazos mirando aquella escena con una sonrisa carente de esa comprensión digna de un padre a sus hijos.


----- ~ Merry Christmas ~ -----


Había por fin logrado dar con la casa de los gemelos Stoltidis, ver la decoración de la casa podría ya pensar que era la típica familia estrambolica, sin más impedimento y con timidez toca la gran puerta, se aleja un poco a la espera de ser atendido. Sin embargo, en menos de un segundo la puerta se abrió, llevándose la clara sorpresa de ser atendido por un hombre alto, de tez maso menos pálida, de ojos azules oscuros, de largo cabello azul claro y vistiendo ropas por demás elegantes.


 


- “Camus… Camus Afrontes… ¡¿En esta casa?!” ¡mamá, papá aceleren el tramite con el desempaquetar de las cajas, pasa y ten mucho cuidado con no resbalarte con las cosas de navidad – Se hace aun lado para dejar a ese muchacho ingresar a la mansión, ya que al bajar las escaleras se presento Kanon que observaba al pequeño primo de Degel ingresar a su casa.


 


- Aspros nos hubieras avisado a Saga y a mi que venia el pequeño Camus – El mayor de los pares de gemelos lo mira con cara de pocos amigos, era un tema que no sabría lidiar y más con la clase de persona que era su pequeño hermano.


 


- Me importa un comino lo que me digas, llama a Saga y hablen lejos del alboroto de mamá y papá – Camus escuchaba aquella pequeña conversación en un completo silencio, no obstante, Kanon le hizo una seña de que lo siguiera a la segunda planta.


 


Cuando lo seguía no pudo evitar asombrarse por la decoración de antaño no era nada de equivalente a la casa de los Diamantidis, eso era algo que no sabría como explicarse.


 


- Me da mucha alegría que te atrevas a visitarnos, más en estas fechas y eso no se puede comparar en nada con tu primo Degel – Esas palabras no sabría como reaccionar, ya que no encontraría una emoción por la que debería mostrar – Saga estará esperándonos en la biblioteca de la casa, si te asombras no hace falta que exageres las dimensiones en tu cabecita – Camus alza la mirada hacia arriba sin saber como refutar ante las palabras por demás ásperas y elocuentes de su compañero de curso.


 


Cuando Kanon con sus poderes vampíricos abrió las dos puertas de la biblioteca superior, el menor de los Afrontes vio aquello por demás asombrado, ya que no le parecía nada normal el utilizar los poderes vampíricos frente a un ser que no esta relacionado del todo. Al ingresar pudo identificar a pocos metros la silueta de cierta persona que ya conocía, era Saga, pero lo podía ver un tanto decaído y podría sospechar que tenía relación con cierta persona.


 


- Ya acaba de llegar nuestra segunda víctima de Navidad, Saga – Comento Kanon en un tono burlón, logrando a su vez acatar la atención de su gemelo mayor y que al fijar su mirada en Camus, no le quedo de otra dejar de lado su melancolía y dar espacio a un plano más alegre.


 


- No había la necesidad que García te haya hecho dar un paseo por todas las casas Camus, apuesto que te tiene trastocado los extraños cambios de humor de Milo, ¿No es así? - Empezó hablar Saga ya de entrada, dado que para esas alturas Camus no supero del todo lo que le hicieron pasar esas tres escorias y lo más sensato a la hora de revelar hechos del pasado era diciéndole poco, pero a la vez útil para una clara comprensión.


 


- ¿Como supieron a que vine por eso? - Ambos gemelos intercambian miradas ya sabiendo que decir por el otro, dado que la situación para los dos es un tanto particular y más cuando la repentina discusión entre sus progenitores.


 


- “Parece que Aspros terminara por marcharse de la casa si papá deja de hacer sus típicas bromas de mal gusto con mi madre” - Se dijo mentalmente Saga lamentándose la loca idea de haber nacido en un habiente familiar por demás exagerado y poco sano para jóvenes vampiros como ellos – No hace falta Camus que debamos adivinarlo a la primera, porque es demasiado evidente que Milo no sabe todavía como comportarse en tu presen… - No pudo terminar de hablar cuando su gemelo le dio un pisotón en el pie, quería matarlo, pero podía comprender la indirecta.


 


-Olvida lo que Saga te dice, anda en un mar de amores y no logra superarlo o simplemente entender a esa persona – Hablaba Kanon mientras los dos se miraban con cara de rivales eternos, pero Camus podía ver la tensión que genero y apostaba que esos dos eran extraños.


 


- “Parece que no lograre saber nada aquí” - Suelta un suspiro no sin antes ponerse de pie y comenzar avanzar hacia la salida, ya que Saga y Kanon comenzaron a discutir sin ningún motivo, cosa que a Camus no le interesaba estar metido.


----- ~ Merry Christmas ~ -----


Había dado con la casa correcta, era la más vistosa y elegante del barrio, hasta que desde el porche podía ver el ingreso de una gran camioneta negra. Se estaba muriendo de frío por estar esperando a ser atendido por alguien en aquella casa, en eso su mirada es cruzada por la de cierto chico de cabellos cortos y azules.


 


- ¿Camus? - Se cuestiona Deathmask al ver a ese chico al pie de la entrada, baja del vehiculo sosteniendo dos grandes bolsas de compras, dado el hecho de que estando en compañía de su abuelo y el gemelo de este no era de lo más grato, ya que era algo de temer - ¿Qué te trae por mi casa? ¿Acaso ocurrió algo con Milo? - El de cabellos aguamarina asiente con la cabeza un poco angustiado, eso lo percibió Death y no le quedo de otra que dejarlo pasar a su hogar.


 


- ¡Vaya, el pequeño Camusito vino a nuestra casa de visita! Espero que Kardia no haya hecho la cena porque es capaz de calcinar toda la casa – La puerta de la casa se abrió dejando en evidencia la presencia de Albafica, algo que para Camus al voltearse creo un aire de incomodidad absoluta – Oh – Dejo salir de sus labios Manigoldo, pero recibe un coscorrón por parte de su hermano menor que para su mala suerte le cambio de semblante, ya que tomo por los hombros a la visita para que ingresara.


 


Ya estando adentro, en compañía de los hermanos Doria y de Albafica, apesar que los dos hombres que se encargaban de dirigir el instituto se marcharan hacia la cocina, no sin antes Sage comenzar a decirles en italiano a los tres chicos que deben de hacer.


 


- Disculpa a mi abuelo, es que recién nos despertamos y no pudimos comenzar ha armar el árbol de navidad como también decorar la casa – Se excuso Death mientras le extendía una tasa de chocolate caliente a Camus, quien con una sonrisa amable en sus labios acepto gustoso la tasa.


 


- No tienes porque, ayer tuvimos que armar el arbolito de navidad en casa de mi tío y porque hoy a modo de tradición fuimos ayudar a Kardia en decorar su casa, pero… - agacho la mirada por demás triste al recordar las duras palabras y apreciar como Milo destruyo toda la decoración, ese era el motivo del buscar el porque actuó de esa manera.


 


- De seguro que Milo destruyo todo, les grito, los insulto e incluso apuesto que hirió tus sentimientos con respecto a estas fechas, ¿No es así? - Alzo su rostro por demás sorprendido ante la respuesta que le dio Death en ese claro tono de ya anticiparlo, cosa que no pudo como responder a eso.


 


- Me imagino como debe de estar confundido ahora Milo, se que les hice mucho daño en el pasado, pero agradezco al poder recibir otra oportunidad y apuesto por ti Camus que Milo recapacitara, con tal de verte sonreír felizmente – Los presentes dirigieron sus miradas hacia un Albafica por demás avergonzado al decir esas amables y dulces palabras, cosa que a Manigoldo le hizo sonreír.


 


- Albafica – Murmuro apenas audible Camus, dado que eso no se lo esperaba para nada y no pudo contenerse la necesidad acercarsele – Yo te perdono si es que todos lo hicieron, creo que no fue tu culpa por hacerme lo que me hiciste a principio de año lectivo, pero eso no justifica los hechos, sino el que quisiste cambiar antes de que sea demasiado tarde – El de cabellos lacios y celestes no pudo contener la necesidad de llorar, abraza a Camus rompiendo en llanto, cosa que para los hermanos Doria le conmovió el corazón.


 


- Volviendo al tema, creo que es mejor que te diga algo que te pueda servir con respecto a Milo – Hablo Death mientras se puso de pie para acercarse a Camus y decírselo al oído, aquella pregunta fue lo que le hizo a él también recapacitar.


----- ~ Merry Christmas ~ -----


Cuando no oye ningún sonido proveniente de la sala le hizo saber que se quedo solo, eso le dio un poco de tristeza, era algo que nunca llego a reparar la magnitud del daño que causo. Sale de la biblioteca con un semblante digno de decirle que estaba asustado, aprecia todo el desastre que hizo con tan solo ver un árbol de navidad tirado en el suelo, un flash en su mente le vino, y por inercia comienza a levantarlo con lágrimas en los ojos.


----- Flashback ------


Estaba sentado en el sillón en frente del especialista que concluía en su toma de apuntes, él solamente se estiraba en el sillón a la espera de que su psiquiatra comenzara a hablar.


 


- Bien, Milo – Se acomoda los lentes mientras con sus poderes vampíricos traía una gran caja con cosas para decorar y armar el árbol de navidad – Dime, ¿Qué significa para ti la navidad? - Le soltó aquella pregunta con un tono frío y neutro, cosa que casi siempre le retumbaba en su cabeza cada pregunta, cada duda o hasta incluso esas sabías palabras.


 


- No me significa nada la navidad, es algo que en esta humanidad nunca se debe de celebrar a pesar que sea religioso, comercial o lo que diablos signifique – Le respondió sin ganas de estar allí, dado que el especialista movió con su pie la caja e incitándole a que viese dentro.


 


- ¿Estas seguro que esa es la respuesta que le das? O hay algo en tus recuerdos que no logras superar, algún trauma de tu niñez o esta relacionado con esa persona que tanto amaste y ya no esta a tu lado – Aprieta con fuerza sus labios tratando de retener las ganas de golpear aquel sujeto, sabía que no podía hacerlo o sino terminaría siendo castigado de la peor manera.


 


- No, es que… No sé como responder a eso, solamente quiero terminar esta sesión ahora mismo – Luco suelta un suspiro cansino con respecto a no poder lograr que ese joven vampiro hablase acerca de sus preocupaciones, miedos, inseguridades y traumas, porque su salud terminara siendo más delicada de la que ya esta.


 


- Ten presente esto Milo, ¿Qué significa o qué significo la navidad para ti? - Acto seguido el más chico de los hermanos Diamantidis se retiro con un mal sabor de boca.


----- End Flashback ------


En un completo silencio comenzó acomodar lo que destruyo, era algo que le costaba asimilar porque la respuesta a esa pregunta no la consiguió. Sabía que la mejor sorpresa que le podía dar a Camus era mostrarle que su actitud estaba cambiando, porque estaba al tanto de las conversaciones de chat que tenia con sus mejores amigos, todo gracias a Aioria y Death.


----- ~ Merry Christmas ~ -----


No se sentía cómodo estando en la mansión León, porque Regulus no dejaba de mirarlo de esa manera tan altanera e indiferente y con la presencia de su mejor amigo, que estaba ayudando a Aioros con las cajas.


 


- Es grato tenerte de visita Camus, muy poco vienes hablar y no creo que Degel te deje venir solo ¿No es así? - Suelta una risa disimulada ante el tema de conversación que saco Aioros que colocaba los calcetines hechos por cada uno de la familia en la chimenea de la sala de estar.


 


- Creo que no sea eso Aioros, de mi parte amigo me hace muy feliz ver que saliste de tu madriguera – Hablo Shaka mientras con ayuda de su amigo abrían los nuevos adornos para el árbol de navidad.


 


- No es para tanto, mi tío me dijo que saliera de vez en cuando a dar una vuelta y en compañía de Milo, pero hoy, ocurrió algo que necesito buscar una clara respuesta – Aioros se detuvo al oír aquello y más cuando de las escaleras bajo Aioria, que se encamino a paso rápido hacia la sala encontrándose la presencia de su novio y el amigo de este.


 


- ¿De nuevo Milo haciendo del Grinch’s? Camus no deberías de darle mucha vuelta a ese asunto, Milo si te lastimo con sus palabras, debes hacerte la cabeza de que tarde o temprano recapacitara y de algo le sirvió ir a un psiquiatra – Le hablo Aioria mientras se sentaba al lado del cabellos aguamarina, que se volteo para mirarlo a los ojos y sin comprender el punto de esas palabras – No creo que Death se haya atrevido o Kardia de decirte lo que paso cuando Milo y él perdieron sus padres – Hizo una pausa ya intercambiando una mirada con su hermano mayor que no dudo en darle el permiso para que le contase esa verdad – El motivo del porque Milo odia estas fechas y el porque no quiere festejarlas, es porque cuando era más pequeño, le escribió una carta a Santa Claus de que le trajese de nuevo a la vida a sus padres – Camus y Shaka se quedaron asombrados al escuchar aquello, en cierto punto era triste imaginarse la situación – La primera no se le cumplió el deseo, en el segundo año también hizo ese pedido y también los siguientes, pero no se cumplió – Aioria agacha su cabeza al suelo a dolorido en recordar las veces que su mejor amigo ni quería salir a jugar en la nieve, cosas que en el pasado le lastimaba y ahora era distinto.


 


- Al no recibir algo a cambio, Milo tomo la idea de romper cualquier árbol de navidad que viese, siempre se iba de viaje con Kardia hacia la casa de sus tíos que viven en Europa – Concluyo Aioros mientras se acercaba a Camus para tomarle las manos y concluir con la narración – El mejor de las veces que Milo se sintió feliz fue hace un año atrás, cuando Degel lo obligo a festejar navidad en compañía de todos, ese año se hizo una gran fiesta en la mansión Diamantidis, todo para mostrarle a Milo lo que era la navidad para Degel – Termino Aioros fijando su mirada en su novio que no dudo en apoyarlo, dado que Shura estaba en compañía de El Cid buscando un pino natural en el bosque.


----- ~ Merry Christmas ~ -----


Cuando regresa ya entrada la hora de la cena, se sorprendió al ver toda la mansión en la parte del frente iluminada con luces de colores, y en la parte de adentro era lo más bello que vio; hasta que se dirige a la sala viendo a Milo con una cara de culpa, ese rostro no pudo contenerse en acercarsele para mostrarle que ya podía comprenderlo.


 


- Milo, yo… - No pudo empezar hablar cuando el chico de cabellos rizados y rubios lo tomase de la mano, incitándole que le acompañase hasta el árbol, alza su rostro asombrándose al no ver una estrella en la punta.


 


- Ya sé lo que me dirás – Los dos se mirar a los ojos, omitiendo la presencia de los demás presentes y dado que el único que disfrutaba aquello era García – debo pedirte disculpas por herir tus sentimientos, fui un mal educado contigo y no saber lo que significa para ti estas fechas – Camus sonríe ruborizado ante esas dulces palabras, cosa que para Milo no paso desapercibido y el también se incomoda ante la situación.


 


- Eso quiere decir que puedo hacerte una pregunta – El de cabellos rubios asiente con una sonrisa tímida, mientras le entregaba la estrella que tenia en mano, pero Camus se negó aceptarla – Milo, ¿Qué significa el brillo de una estrella en la punta de un árbol de navidad?- Esa pregunta tomo desprevenido a Milo, pero este ya en su mente intuía quien era el culpable en pasarle esa pregunta, porque detestaba a Death con todas las letras cuando hacía eso para acercarlos más.


 


- La unión de todos, pero la mejor estrella que tengo para admirar es a una persona que ahora mismo me cautivo – Aquella respuesta no pudo contener la necesidad de soltar una risa de felicidad, ya que Milo en compañía de él colocaron la estrella en la punta del árbol de navidad.


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