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Noah por Chorlite

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Más días habían pasado y Noah se encontraba ahora en el regazo de su nueva madre fanática mientras esta trataba de darle caldo esta vez de pescado pero parecía un poco frustrada su niño no había comido casi nada, además su niño parecía que tenía algún tipo de problema de estómago porque cada vez que le daba caldo de comer al niño le agarraba diarrea no podía entenderlo se supone que es caldo es muy nutritivo para los infantes.

Noah casi no podía creer que su madre nueva fuera tan estúpida, para cualquier persona con dos dedos de frente seria obvio que el niño no quería el caldo.

El fanático de gafas estaba sentado leyendo el periódico felizmente ignorando al infante y su terca madre.

La puerta del frente de la casa de pronto paso volando por el aire con un ruido horrible de una gran explosión, los fanáticos se levantaron de prisa tirando sus sillas en el proceso.

El hombre de las gafas salió corriendo a la vuelta de la esquina para mirar.

-Es él Lily, toma a Harry y corre yo me quedare para darte algo de tiempo- casi grito el hombre, sus ojos marrones estaban algo saltones y su respiración agitada lo que revelaba su nerviosismo con la situación.

La mujer hizo lo que se le dijo ni siquiera perdiendo el tiempo para mirar atrás a su marido el cual si salían con vida de esa es probable que nunca volvieran a ver con vida.

-Quítate del medio del camino Potter, no es por ti por quien he venido hoy- el hombre que había llegado tan ruidosamente le dijo al Potter.

-¡No! no mi hijo por favor es mi heredero- James Potter sabía que no podía ganar una pelea de uno a uno y frente a frente con el hombre delante de él por lo que estaba ocupando su tiempo en buscar una salida para salvar a su bebé y la continuación de su familia.

-Apártate Potter tú no tienes que morir, tienes mi palabra de que tu mujer y tú vivirán esta noche para que tengan otro heredero, solo tienes que entregarme la vida del niño- Voldemort le dijo con calma, estaba atascado en una situación que nunca había esperado, una que no le gustaba para nada y a la cual solo le veía una salida, nunca se imaginó a sí mismo ni en sus sueños más locos como un infanticida pero no tenía opción.

James estaba devanándose los sesos en busca de una solución a toda prisa  final mente después de unos cinco minutos en silencio las palabras llegaron a su boca cuando una idea loca floreció en su cabeza.

-No, no tómame a mí en vez de a él- exclamo a gritos mientras recitaba el largo encantamiento en la cabeza, sentía mucha pena por hacerle tal cosa a su único hijo pero era lo mejor que podía.

En teoría, el encantamiento permitiría unir la magia del señor oscuro en una promesa dada de manera voluntaria le permitiría a su hijo vivir ya que la propia magia del señor oscuro lo castigaría si trataba de matarlo aunque con el pequeño problema de que él también debía dar su promesa de no pelear en contra del hombre y asegurarse de que ninguno de los miembros de su familia lo hiciera tampoco (atacarlo) , sería difícil convencer a Lily de no pelear más pero podían ayudar de otras formas no activas.

El hombre bajo la cabeza, su rostro oculto en las sombras de su capucha negra.

-Muy bien- finalmente Voldemort dejo escapar su respuesta.

-¿Lo aceptas?- James pregunto, lo malo de no preocuparse por aprender la magia de familia y de haber seguido a Dumbledore como perritos falderos es que James Potter no sabía lo que estaba haciendo, no del todo, él debía preguntar ¿lo prometes? Lo que hubiera resultado en lo que él quería la promesa de que no dañaría a su hijo nunca en lugar de eso pregunto ¿lo aceptas? Palabras que más tarde demostrarían cambiar el mundo de Noah de una manera en que nunca pensó que podía.

-Sí, lo acepto- respondió Voldemort, en ese momento la magia de ambos hombres dio un pequeño pico en señal del compromiso, el señor oscuro casi ni lo noto más ocupado pensando en lo que le quedaba por hacer, Potter no le dejaba pasar por lo que solo le dijo lo que aparentemente quería escuchar, el hombre no se había dado cuenta de que había dado su consentimiento para algo.

Sin más levanto su varita y lo mato.

Momentos antes.

Ella corrió por las escaleras en dirección a la habitación del bebé.

Debajo de ellos en el piso inferior se podían escuchar sonidos de lucha un seguido de una conversación  algo fuerte momento antes de que de pronto fueran silenciados por una explosión de luz verde seguido de un sonido de un golpe seco contra el suelo.

Noah se sorprendió al ser puesto en su cuna por la mujer pelirroja, ella corrió a una de las ventanas para abrirla corrió las cortinas y regreso por él.

La puerta de su cuarto también fue volada de su marco.

“Este tipo no conoce la cortesía” pensó mirando su puerta arruinada que había chocado contra la pared opuesta sin siquiera darle una segunda mirada al cuerpo de su madre aplastado entre la puerta y la pared.

La puerta en la pared cayó al piso con otro golpe seco la mujer que gorgoteaba se derrumbó encima de ella, un hombre vestido de negro entro por el marco recién arrancado.

Noah se aferró a los barrotes de madera de su cuna y se puso de pie.

Él se llevó las manos a la boca como si de pronto tuviera ganas de vomitar y quisiera detenerlo.

-Avada Kedavra- una explosión de luz verde y la miseria de la mujer se terminó.

El hombre se volvió hacia e niño con su varita apuntando el pequeño cuerpo gordito.

-Lo siento mucho pequeño- él hizo una pausa apartando la mirada de su pronto a ser víctima con una sombra de vergüenza y pesar en sus ojos- pero no he llegado tan lejos con mis objetivos para perder todo mi esfuerzo a causa de un pequeño peón que no entiende nada de las razones detrás de la lucha-

La mano blanca aflojo un poco el agarre antes de que el hombre lo corrigiera con prisa, estaba muy nervioso Noah tenía la teoría de que se debía a él no que no aparto sus pequeños ojos verdes de su rostro en ningún momento desde que comenzó a apuntarlo, la punta de la varita se ilumino en verde brillante.

“¿Va a tratar de matarme con un avada?” el niño frunció su pequeño ceñito “le va a salir por la culata los maggles no podemos morir por medios mágicos”

Por un momento sintió nada por el hombre porque si hacia lo que tenía pensado no saldría bien para su persona pero entonces la luz verde lleno su visión y lo próximo que supo es que estaba cayendo hacia atrás en su cuna.

 

Un ruido como de un llanto amargo lo trajo de vuelta a la conciencia, Noah abrió los ojos lenta mente y el cielo oscuro lleno de estrellas le dio la bienvenida, alzo sus pies al aire y se balanceo con ellos para sentarse sobre su trasero.

Su cuarto estaba hecho añicos, el techo había desaparecido, las paredes parecían haber explotado hacia afuera con la fuerza de una pequeña bomba muggle y sus cosas estaban regadas por el suelo echas pedazos, que desastre.

Noah fue atraído por el ruido del llanto.

Un hombre de pelo grasoso y con pesadas vestiduras negras estaba en el suelo llorando sobre el cuerpo frio de la fanática muerta, Severus Snape.

Parecía desaliñado y en la espalda llevaba algún tipo de bolsa café parecía hecha con piel animal de la que sobresalían un par de piernas pequeñas y gorditas, además alcanzaba a distinguir una bola medio calva con una pelusa castaña muy oscura, por lo que Snape tenía a su hija con él.

Los pensamientos del bebé se vieron interrumpidos por el  fuerte sonido de su panza, ahora que recordaba el hombre de las luces verdes había atacado durante la cena antes de que la pelirroja se diera por vencida con la sopa y le diera algo de papilla vegetal para comer, tenía hambre necesitaba encontrar comida rápido.

El hombre de negro levanto su cuerpo en posición de rodillas al oír el ruido extraño.

Entonces Noah vio que el hombre tenía su pesada túnica desabrochada al frente, un par de pezones gruesos e hinchados resaltaban como bultos tras la delgada tela de la camisa negra, su próxima comida.

El hombre se veía muy sorprendido de que estuviera vivo.

Noah hizo una escena saltando, chillando y estirando los brazos hacia el hombre el cual en un principio retrocedió alarmado por el llanto repentino del bebé pero luego decidió agarrarlo cuando hubo notado que cuanto más se alejaba más gritaba el niño.

 

Con cuidado de no pisar el cuerpo ni tampoco nada delicado de las cosas destrozadas en el piso el hombre se acercó y se apresuró a sacar al niño que lloraba y se retorcía entre sus brazos pensó en revisar el pañal por si necesitaba un cambio pero la causa del llanto se aclaró cuando sintió su pequeña boca con pocos dientes tratar de capturar su pezón izquierdo sobre la tela de su camisa negra.

Reviso sobre su hombro sin estar muy seguro de si Alina seguía dormida por su encantamiento, ella lo estaba.

Sentándose en el suelo se dedicó a darle de mamar al bebé mientras pensaba en como su advertencia aparentemente no había servido para nada y en lo que le deparaba en el futuro.

-Ella fue mi amiga ¿sabes?- el afligido hombre le comento al niño en sus brazos, los ojos verdes se desviaron hacia su cara al escuchar su voz pero salvo por eso no mostro ninguna reacción él estaba más ocupado en tragar toda la leche que pudiera en el menor tiempo posible que escuchar sus palabras sobre la fanática muerta, la mujer fue terrible en la comida para con él solo le daba de mamar una vez al día el resto de tiempo le daba jugos naturales y más recientemente papilla y caldo terrible con la excusa de que no quería perder la figura de sus pechos.

-Nos conocimos unos años antes de que recibiéramos nuestra carta de aceptación cuando éramos muy jóvenes, yo sabía de la magia porque mi madre era una bruja pero ella no sabía nada por ello nos hicimos amigos- el hombre tomo un momento para cambiarlo de pezón apresurase cuando el niño arrugo la cara al momento en que le quito la comida dado que aún tenía hambre después se secó las lágrimas con una pañuelo rosado presuntamente una mantilla de la bebé para posterior mente sonarse la nariz- Petunia la hermana de Lily estuvo muy entusiasmada con la magia en un principio cada vez que yo llegaba casi no había otro tema del que quisiera hablar, hasta el día en que las cartas llegaron y no había para ella, yo le había dicho antes que era posible tal situación pero ella igual espero, entonces escribió una carta al director pidiéndole un lugar y el director le contesto que no era posible porque ella no tenía magia lo que es un requisito si quieres estudiar en un colegio mágico yo creo que fue en el preciso momento en que termino de leer esa carta en que su corazón cambio, se olvidó de las ilusiones y conoció el resentimiento, dejo el cariño y llamo al disgusto, tiró el amor y recogió el asco, ella  amaba la magia hasta que supo que no podía tenerla entonces renegó de ella y la condeno por envidia, desde entonces ella nunca volvió a ser la misma hoy ni siquiera me puedo acercar a su casa sin que haga un alboroto o que amenace con llamar a la policía, francamente yo…-

El hombre tomo su pequeña mano derecha y la acercó a su rostro para mirar más de cerca debido a la falta de buena luz algo que le llamo la atención y que no había notado antes.

-Oh… ¿qué es esto?- sus cejas se contrajeron en confusión, cuando Noah miro de lo que se trataba casi se ahoga con la leche entonces el hombre lo despego de su preciado pezón y aunque estuvo tentado a protestar su atención se centró en los objetos infractores que estaban puestos inocentemente sobre uno de sus dedos, un  par anillos, pero no cualquier par anillos, el primero era una banda delgada con gravados en su superficie y el segundo era tenia forma de serpiente hecho de oro blanco con ojos de pequeños de diamantes y una esmeralda engazada en la cabeza, sus escamas diminutas estaban talladas por fuera finamente ella abrazaba su dedo a su tamaño perfecto, un anillo de boda y uno de compromiso.

Noah se sintió un poco choqueado, él sabía que esos anillos no habían estado en su mano antes de que el hombre de las luces verdes entrara e intentara matarlo.

-Mmm por lo que en lugar de hacerme un cadáver me hizo su esposo- se llevó una de sus pequeñas manos a su mentón y lo masajeó mientras pensaba, Snape enarco una ceja por la postura extraña en un niño tan joven- nunca había estado casado antes- Noah se encogió de hombros y decidió  que no le importaba total su nuevo marido había desaparecido y su cuerpo era demasiado joven como para aparearse aunque sopesaba sus posibilidades en que tener un bebé quizá fuera más difícil ahora no podía dar su cuerpo a cualquiera solo su marido tenía derecho a poseerlo aunque su boda hubiera sido tan terrible por lo menos no tuvieron invitados metiches.

-Este es un anillo muy raro- el hombre continuo murando a la lujosa serpiente de metal en su dedo con el ceño fruncido en la confusión seguramente preguntándose porque un par de leones le pondrían una sortija con forma de serpiente a su bebé, la serpiente siseo cuando sus dedos fueron muy cerca y trato de morderlo, Snape casi salto de su piel del susto, abrió la boca seguramente para hablar sorprendido pero entonces sus respectivos pensamientos fueron interrumpidos por un estruendo en el piso de abajo como el sonido de alguien tropezándose con algún estorbo en el piso seguido de un sonido de alguien sonándose la nariz pero que más bien parecía un burro  rebuznando continuado de palabras fuertes y sollozos.

El hombre de negro se levantó de un salto tratando de no hacer ruido alguno.

-¡Me lleva la que me trajo! Es Lupin-exclamo bajito segura mente para evitar su oído extremada mente sensible- de ninguna manera quiero que me vea aquí capaz y en su dolor y rabia ciega intenta dañarme y yo no me puedo defender con todo lo que sé no con mi hija dormida en mi espalda- el hombre preocupado llevo al niño recién alimentado a la cuna semi destrozada y tras ponerlo en ella le dio un beso en la frente y una suave disculpa antes de escapar por la ventana con su preciosa carga en la espalda y consiente de que Lupin nunca dañaría a quien su lobo interno veía como su cachorro.

Noah hizo un puchero disgustado con el lobo fanático cuyos ruidos espantaron a su cuidador de negro y con él su rica leche casi sentía envidia de Alina que la tenía todos los días y en un horario adecuado a diferencia de él cuya madre le importaban más la buena figura de sus pechos que la adecuada nutrición de su bebé, Noah cruzo los brazos en su pecho mirando el cadáver de la mujer en cuestión con resentimiento.

-“De que te sirve tu buena figura ahora ¡ah! Perra”- agitó sus pequeños puños cerrados al aire como si le echara porras antes de tomar su almohada y arrojársela al cadáver en la cara con desprecio.

Entonces antes de que siguiera arrojándole cosas a la muerta continuando con su pañal cargado de excrementos el sonido de pasos subiendo las escaleras a toda prisa le distrajo de su meta, en su molestia con la mujer y la falta de la leche se había olvidado de que había alguien en el piso de abajo presumible mente llorando sobre el cadáver del fanático de las gafas.

-Mierda- quiso decir pero solo balbuceos salieron de su pequeña boca, bajo la cabeza- si mierda- exclamo vengativa mente antes de arrojar su pañal al pecho de la mujer y rápidamente tumbarse boca arriba para jugar con sus manos su chupete en la boca tranquila e inocentemente.

El hombre lobo entro en la habitación corriendo, la vista del cuerpo de la mujer muerta en el suelo le hizo soltar un gemido de dolor al detenerse y mirar toda esa sangre regada en el piso pero entonces antes de que pudiera perderse en su desesperación los sonidos del bebé que juega le llamaron la atención.

Se levantó de un salto casi perdiendo el equilibrio y cayendo de espaldas en el proceso, al llegar a la cuna miro al bebé sin poder creérselo.

-¡Harry! Estás vivo- grito con regocijo.

Sus manos grandes y callosas levantaron al bebé de la cuna para poder abrazarlo en medio de su llanto con dolor y alivio mezclado pero Harry no quería verse forzado a lidiar con el sentimentalismo del hombre por lo que en poco tiempo fingió cansancio y muy pronto estaba “dormido” a pesar de los meneos y besos repetitivos entre revisar que no estuviera herido y rozar con los labios su rostro.

Noah no llegaba a entender cómo es que la gente llegaba a aguantar tales caricias asfixiantes diariamente.

-No lo puedo creer primero Sirius ahora Lily y James solo me quedas tú- grandes lágrimas saladas se deslizaban por su cara llena de cicatrices hasta caer en la espalda del bebé descontento.

-No puedo creer que Peter nos traicionara, aún recuerdo cuando lo conocimos éramos todos niños, primeros años que no sabíamos nada, James Sirius y yo nos conocimos en la plataforma, nos hicimos amigos casi de inmediato yo no podía creerlo nunca había tenido un amigo incluso mis propios padres me miraban con disgusto y asco cuando creían que no los estaba viendo y dolía oh como dolía-

El hombre tomo un tiempo para calmar sus grandes sollozos y su llanto escandaloso mientras jugaba con el pelo blanco del bebé distraídamente, tardo unos diez minutos en reinar en sus emociones antes de poder continuar con su historia sin importarle que el bebé estaba “dormido”

-Por fin tenia alguien a quien podía llamar amigo aunque admito que en un principio no confiaba en ellos, habían sido años de vivir en las sombras y en el lado malo de la gente por algo que no podía controlar y que yo no provoque en primer lugar, no fue mi culpa pero aun así la gente me culpo por ello y me condeno-

El lobo fanático arrugo la cara y estallo en más lágrimas y sollozos sin control, otros diez minutos más tarde por fin volvió a calmarse y continúo con el relato.

-De pronto en el altavoz del tren se nos informó de que llegaríamos a la parada en quince minutos y que era hora de cambiarnos la ropa a los uniformes del colegio todos en el compartimento éramos niños pero mi cuerpo estaba lleno de cicatrices dejadas por mí mismo durante el descontrol de mis transformaciones así que tuve vergüenza y no quise que ellos vieran mi cuerpo desnudo arruinado de modo que pensé en una excusa y finalmente les dije que tenía ganas de ir al baño a lo que ellos alegaron que iban a acompañarme, me quede callado un rato no sabiendo que hacer para espantarlos pero  luego pensé en que ellos no se meterían en mi cubículo probable mene solo tomarían agua en el lavabo mientras yo hacia mi negocio, les dije que estaba bien y juntos salimos del compartimento cerrando la puerta por si acaso, tal como pensé ellos esperaron en los lavabos y yo pude cambiarme en soledad aunque algo apretado pero lo conseguí me acorde de tirar de la cadena para guardar las apariencias-

El hombre hizo una nueva pausa y aprovecho para beber agua de una cantimplora que el niño no había visto que tenía, seguramente oculta entre sus ropas harapientas.

-Entonces cuando regresábamos a nuestro compartimento nos encontramos con un embotellamiento que no había estado ahí cuando pasamos hacia el baño, eran un grupo de alumnos mayores que estaban intimidando a un niño, un primer año, James y Sirius saltaron a defenderlo usando sus nombres de familia para hacerlo pues también eran primeros años y no podían defenderse de otra forma contra alumnos experimentados y lo que sabían de niños enseñado en casa por sus padres de seguro no podía ser suficiente, tardaron un poco pero finalmente los muchachos matones se fueron por su camino y dejaron al primer año en paz, eran un niño gordito y estaba en el suelo hecho una bola entre los tres nosotros nos llevó casi todo el trayecto restante del camino para lograr hacerlo entender de que no le haríamos ningún daño, de hecho el maquinista tuvo que darnos tiempo porque cuando llegamos a la parada aun no estábamos listos para bajar, el hombre no estaba nada contento y estuvo todo el tiempo prácticamente respirando en nuestro cuello para que nos apurásemos, yo estaba asustado de ganarme un castigo aun antes de que las lecciones iniciaran oficialmente aquella situación no era para nada ideal pero nos las arreglamos y al final no recibimos ninguna detención por suerte al bajar el hombre se fue sin darnos una segunda mirada pero tuvimos que irnos en los carruajes porque el resto de los primeros años ya se habían ido el amo de llaves no había notado que no estábamos y se fue con los otros niños fue una buena experiencia aunque tuvimos que esperar hasta después de la cena para ser seleccionados en la oficina del director con los jefes de las cuatro casas presentes- su discurso se había puesto muy apasionado seguramente estos eran de sus mejores recuerdos infantiles.

“Ha pobre tonto, seguir a la cabra con de dos patas le costara caro, muy caro”

Noah estiro sus pequeños y regordetes brazos dramáticamente y bostezó con pereza antes de voltear lentamente su cuerpo gordito tratando de alejarlo lo más posible del lado el fanático podía ser muy tonto pero su cuerpo estaba calientito lo que no era bueno ni malo pero le molestaba porque él prefería el frio del invierno estaba muy caliente su piel  y aunque no le hacía daño a veces era  algo incómodo.

Lo sollozos del hombre comenzaban a fastidiarlo demasiado y en un momento llego a sentirse con grandes ganas de hacer una rabieta para que lo soltara francamente ya lo tenía arto, entonces los cantos de las fiestas muggles y el llanto del lobo fueron interrumpido por el sorpresivo sonido de un claxon y el chirrido violento de frenos mecánicos  seguido de un estruendo en la planta baja de la casa, el sonido del rebuznar de burro se repitió una vez más seguido de sollozos tristes.

Lupin se puso de pie y saco su varita para encarar al intruso llevando a Noah entre sus brazos demasiado apretado para su gusto.

Noah hizo un esfuerzo por aguantar lo último que quería era otro fanático manoseándolo a placer pero la presión fue demasiada soltó un grito de dolor y hundió su único diente en la carne expuesta del brazo que lo sostenía.

Agarrado por la sorpresa el hombre dio un brinco y lo soltó un segundo después se encontró aferrando uno de los tobillos del niño cuya cabeza estaba a solo un par de pulgadas del suelo, aterrorizado el hombre levantó al niño y lo acomodo como debería antes de dejarse caer al suelo temblando de miedo por casi haber matado al bebé debido a su descuido o eso creía él.

-¿Quién está ahí?- el lobo fanático pregunto temerosamente, ¿acaso los seguidores de ese hombre habían venido tras él y al no encontrarlo buscaban con quien desquitarse?, el bebé que le había derrotado sin duda sería un buen juguete para sus nefastos propósitos.

-Remus- grito una voz con un temple entre la tristeza y  el alivio.

Por el otro lado de la esquina de donde estaba escondido Remus salió un hombre gigantesco vestido con ropas de algún tipo de piel animal, su pelo enmarañado brillante por la gran cantidad de mugre que contenía, tenía tanto pelo en la cara que su rostro apenas era visible, sus ojos brillaban como gemas negras entre todo el desorden.

-¡Hagrid!- el lobo se llevó una mano al pecho y respiro profundamente- Me asustaste- dijo cerrando los ojos, Noah bostezo otra vez y se acomodó a dormir o al menos fingir que dormía- ¿qué haces aquí?- inquirió.

El hombre pareció pensar un poco pero entonces sus ojos negros cayeron en el pequeño cuerpo acomodado en uno de los brazos del hombre en el suelo.

-Oh Harry- el enorme hombre llevó una de sus enormes manos callosas a una de las mejillas suaves del bebé, Noah pensó que era muy áspero como papel de lija pero si lo comparaba él diría que lo que más le molestaba era el horrible olor agrio como a vómito o algo similar que tenía en los dedos, él sabía que al bebé no le gustaba ser cargado por lo que si Remus lo tenía en brazos quería decir que el niño estaba dormido aunque presto especial cuidado al pequeño pecho que subía y bajaba continua y suave mente con tranquilidad.

-El profesor Dumbledore me pidió que viniera por él- respondió después de unos pocos minutos en silencio.

El lobo abrió la boca como si quisiera protestar pero un momento después pareció pensárselo mejor al menos para él y sin dudarlo un momento más entrego el bebé al hombre grande.

-Estas sangrando- el hombre barbudo le señalo al más pequeño.

-Oh fue Harry, cuando tú llegaste pensé que era alguien más y creo que lo apreté demasiado y bueno… él se defendió- él se froto la herida pequeña en su brazo peludo- ten cuidado con él, no lo despiertes ya sabes que no le gusta ser cargado no sea que trate que lo sueltes y se caiga de la moto-

El hombre gigante parecía especialmente nervioso por dicha perspectiva, trago saliva y asintió conforme.

Después de eso hicieron unos pocos minutos intercambiando palabras sueltas y finalmente se despidieron.

El hombre lobo monto una bicicleta y se alejó rápidamente pedaleando por la calle adoquinada.

Hagrid acomodo al bebé aparentemente dormido en una cesta tejida de mimbre y lo ató con fuerza en el maletero de la motocicleta que le había pertenecido a su padrino ahora fallecido y que ahora la gente del viejo senil parecía darse toda la libertad del mundo para usarla a su antojo al igual que otras cosas personales, al menos la degradada familia Black se tomó las molestias de que su oveja desviada no entregara todas sus riquezas al viejo senil de verdad detestaba a dichas personas de la luz si alguien les negaba algo que los podría haber ayudado a avanzar estaba agradecido por ello.

El viaje duro un buen rato y en el trayecto casi se durmió de verdad pero las sacudidas y la turbulencia se encargaron de alejar el sueño de su cuerpo, unos pocos minutos después de haber llegado al colegio se encontró desnudo tumbado en una de las camas de la enfermería aun fingiendo dormir tranquilamente.

La enfermera le había revisado a punta de varita y después de dar su diagnóstico en su mayoría favorable salvo por la extraña cicatriz en su frente por la cual advirtió de la gran cantidad de magia negra ubicada en dicho lugar, el viejo se anduvo por las ramas haciendo preguntas tontas y sin importancia o relevancia antes de pedir a la mujer que lo dejara solo con el bebé lo que ella se apresuró a hacer sin queja alguna, “fanática” pensó con disgusto.

Después de que ella salió el viejo senil trabo la puerta con magia, le quito la ropa y ahora estaba escribiendo en su piel con la sangre de su madre fanática lo sabía porque él conocía su firma mágica dado que vivía con ella aunque eso no explicaba cómo había conseguido la sangre de la mujer tal vez había enviado a Hagrid para distraer a Remus y así había llegado arriba él mismo y así obtuvo la sangre.

Paso casi una hora tratando de atar el hechizo de sangre a su núcleo mágico un núcleo que no tenía, la frustración era evidente en la cara del viejo, finalmente cansado de su trato cada vez menos suave y que le costaba mantener su fachada de bebé dormido agarro el hechizo con su magia para que no se disipara y así el viejo lo dejara en paz, Dumbledore paso su mano arrugada por su frente quitándose el sudor, una sonrisa triunfante se abrió paso en su cara vieja satisfecho por su trabajo, durante casi toda la noche y parte del día próximo Noah no sabía exactamente las salas y hechizos que el viejo hizo  porque su teatro de dormir no fue teatro todo el tiempo a pesar de que era un hombre en mente su cuerpo era muy joven y no podía mantener el ritmo de su mente, solo permaneció despierto el tiempo suficiente para ser alimentado, por la tarde le pareció medio escuchar a una mujer fuera de la puerta de su habitación en aislamiento en la enfermería que seguía cerrada por el viejo, durmió unas horas antes de ser despertado groseramente encontrose de nuevo en la cesta de mimbre amarrado en el maletero de la motocicleta, una media hora después el fanático gigante lo desato del maletero y entrego la cesta a su jefe senil.

-Me niego, profesor Dumbledore no lo deje aquí, he estado viendo a la familia toda la tarde y quede sorprendida por la evidente falta de educación del niño vino toda la cuadra dándole patadas en la espinilla a su madre mientras le exigía chocolate y ella no hacía más que prometerle que se lo daría- una mujer vestida con túnicas marrones y rostro serio despotrico al viejo aunque ella parecía abogar por él, por su tono Noah sabía que era más un intento de convencerse a sí misma y que no haría nada contra las órdenes del viejo lo que probo ser cierto unos momentos después cuando ella siguió protestando cada vez con menos fuerza hasta que finalmente se quedó en silencio haciendo evidente lo que ya había aceptado horas antes cuando supo lo que él quería hacer.

El viejo puso la cesta en el suelo y sacando una carta de entre sus ropas la metió entre las mantas del niño.

-Buena suerte Harry- le susurro con malicia- la necesitaras- se alejó por la calle hasta las sombras bajo un gran árbol en una esquina de la cuadra y desapareció en el aire.

Noah tomó una siesta disfrutando de las temperaturas congelantes del ambiente, solo duro media hora, al despertar lo primero que  hizo fue estudiar las salas y los hechizos colocados en él, tenía un bloqueo del noventa por ciento de su núcleo mágico el cual era obsoleto porque no tenía núcleo mágico, una sala para interceptar su correo, una sala para detectar su magia accidental, una semilla mental de vergüenza, otra semilla de confianza hacia él como receptor, y una pequeña bomba sensorial que estaba lista para explotar con su primera magia detectada por la sala lo que dañaría su pasaje mental y lo dejaría incapacitado de crear alguna vez aunque fuera la más débil de las defensas mentales además dañaría su cerebro dificultándole aprender y comprender la información que recibiera en esencia dejaría su mente desprotegida y débil y lo volvería un estudiante mediocre.

Espero media hora más para estar seguro antes de levantarse de la cesta, el sonido de papel arrugándose atrajo su atención la carta que el viejo metió entre sus mantas, no necesito tocarla para saber que tenía magia en ella, había salas de odio con él como objetivo en ella quien leyera la carta adquiriría odio por él pero solo si ya estaba ahí la sala acentuaría lo que ya estaba ahí, eso explicaba la malicia en la voz del viejo y se declaración de que necesitaría suerte.

No lo pensó más dejo la carta entre la cesta, uso la nieve para quitarse la sangre de encima y luego camino derecho a un lado de la calle desnudo con cuidado de no caminar por las partes muy profundas de la nieve para no atascarse con sus piernas cortas casi había caminado una hora y empezaba a amanecer cuando un alboroto en un callejón delante de él atrajo su atención, camino por la orilla de una cerca densamente poblada por plantas, miro por entre las ramas e hizo un hueco en las hojas para mirar, un hombre joven poco  más que un adolescente estaba en el suelo tumbado sobre un costado hecho una bola mientras un grupo de hombres y una mujer vestidos con túnicas negras y varitas en sus manos se divertían lanzándole hechizos y pateándolo.

-¡Escoria!- grito la única mujer del grupo y le lanzo una patada en la cara- se te dijo que no volvieras nunca- ella le lanzo un hechizo cortante, la sangre brinco a su cara cuando le corto el cuello- ¡qué asco!- ella lo golpeo otra vez y luego se apartó con su grupo todos parecían cansados seguramente no estaban en forma por la tendencia a basarse demasiado en sus varitas y nada más.

-¿Lo matamos?- uno de los mortifagos pregunto a la mujer señalando al joven que yacía laxo desangrándose en la nieve.

La mujer lo pensó un momento, frunció el ceño ante el sonido de los gorgoteos que hacía a causa de la herida en su cuello.

-No, no vale la pena, dejémoslo así morirá por si solo- ella dijo con una sonrisa cruel.

El grupo rió con gusto y después desaparecieron en el aire.

Noah espero unos minutos en su escondite, no tenía ninguna intención de quedarse donde el viejo le había puesto pero necesitaba alguien que lo cuidara por lo menos en su más tierna infancia el muchacho agonizante podía ser su cuidador.

Con cautela se acercó al chico y entro en su línea de visión, la nieve había absorbido gran parte de su sangre, también le corría por boca.

-¿Quieres vivir?-


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