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Noah por Chorlite

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06 agosto 1525

Era tarde ya, el sol se estaba poniendo en el horizonte, Noah permaneció acostado en la ladera boca abajo, planeaba quedarse ahí esa noche para dormir bajo el cielo oscuro pero admirar la puesta de sol y las estrellas antes.

Su espalda ardía como el fuego y su vientre solo estaba un poco mejor, la treta de su madre para estafar a uno de los hombres muggles con los que a menudo se acostaba había salido mal, casi había sido capturada y echada a prisión por tratar de usar magia en un lugar tan público.

-“Estas loca, quieres ser quemada en la hoguera y condenar a muchos otros contigo por tu irresponsabilidad, a tu hijo Florencia”- la señora de la casa del frente la había regañado recordándole la horrible situación en la que estaban los magos y brujas en aquel momento siendo cazados como animales y después asados  en las hogueras ella estaba horrorizada de ser descubierta a causa de Florencia y de ser quemada junto con sus tres hijas y su hijo bebé ahora que su marido había muerto ya no tenía su apoyo ni su protección.

Luego de que la mujer se hubiera ido para su propia casa su madre se había vuelto contra él y le dio una golpiza como si lo que paso hubiera sido su culpa, gritándole entre los golpes.

Más tarde ese día Noah miro por la ventana a su vecina montar sus cosas en una carreta y salir con sus hijas y su bebé no dispuesta a quedarse en el pueblo arriesgando su pellejo cuando su vecina bruja era tan imprudente y temeraria sin ninguna buena razón para ello más que su codicia.

Ella lo había mirado todo magullado y obviamente recién golpeado por el gran moretón en su cara y su labio partido pero la señora Weasley solo había apartado la cara y hecho un gesto con su mano hacia él como si le dijera “no es asunto mío” y siguió su camino tras la carreta.

Y ahora estaba a las afueras del pueblo en la pradera acostado sobre su panza porque esta estaba un poco mejor que su espalda y por ello le dolía menos.

-Desde aquí no parece tan difícil de alcanzar- comento mirando como su mano parecía agarrar una parte de la luna en lo alto del cielo desde su perspectiva.

-No se preocupe amo Noah sé que las cosas mejoraran- una serpiente grande y gruesa le respondió desde su regazo.

-¿Tú no me dejaras nunca verdad Moriko?- siseó temeroso, no le importaba las demás personas así como nunca nadie se había entendido de él lo suficiente para ayudarlo a salir de su horrible vida como la señora Weasley.

-No amo yo siempre estaré para usted de la misma forma de que usted siempre estará para mí- la gran serpiente se movió por tierra para ponerse cara a cara con el niño pero parte de su cuerpo aún estaba en el regazo del niño por lo que se movió suave mente para no irritar sus heridas.

Noah lo sabía entonces Moriko era suya y él era de Moriko compañeros y buenos amigos los dos solos contra el mundo.

Noah se despertó con un suspiro y pequeños sonidos que no se ponían entender “Moriko” susurro en su mente, su pequeño cuerpo de bebé se agito en el recuerdo de su fiel amiga la cual de seguro aún seguía durmiendo congelada en el  tiempo como su vieja casa en el bosque que no tenía idea si seguía siendo bosque había pasado siglos desde que él había estado por esos lares aun así él estaba seguro de que su casa y su pequeña propiedad no había sido tocada sus runas impedían eso.

Habían pasado unos meses desde su nuevo nacimiento y todavía no terminaban de gustarle sus nuevos padres para Noah no eran más que fanáticos idiotas y francamente no quería tener nada que ver con esos dos.

Mientras tanto dejo de agitarse y pensó en su pasado, los sueños de su pasado eran hechos recurrentes en su nueva vida casi no había un momento en que cayera dormido y los recuerdos de su pasado no llegaran a él.

Cerro sus pequeños ojos sumergiéndose en su mente la mayoría de su tiempo se la pasaba ahí dentro preparando su mente y sus escudos, su pasaje mental era una representación del espacio exterior no había aire en el para respirar, las estrellas se podían ver a lo lejos, su nueva madre le había hablado de las muchas cosas que los muggles habían logrado hacer con el paso del tiempo y lo que habían descubierto a Noah le gustó mucho el relato del espacio y decidió crear un modelo de ello para sus escudos mentales, su espacio mental parecía el espacio exterior enorme y vacío, tenía una galaxia con un enorme sol morado en el centro al cual orbitaban diez planetas cada uno de tamaños y colores diferentes, todos tenían anillos, el primer planeta de color marrón contenía las memorias de su primera vida el sol morado daba energía lumínica y fría por lo que la superficie del planeta era congelada y fría pero estaba habitada de criaturas parecidas a los seres humanos pero azules y otras criaturas diferentes pero todas muy agresivos, la superficie era de hielo congelado muy grueso sus memorias estaban escondidas en la profundidad del mar frio debajo del hielo bien resguardadas de los intrusos.

El segundo planeta era de color rojo ardiente su superficie era árida fría, desierta, no tenía agua y estaba lleno de bichos chupasangre.

El tercer planeta era de color variado suave, su superficie un poco menos fría estaba llena de plantas espinosas pero florales, los lagos estaban sembrados con lotos no había una sola parte del planeta que no estuviera lleno de flores, las flores estaban llenas de insectos como abejas y otros imposibles pero lo peor era el aroma de las flores, agradable pero ya que estaban por todas partes el olor era asfixiante.

El cuarto planeta era de color negro y su superficie era un gran mar de alquitrán.

El quinto planeta era de color café y superficie pantanosa estaba plantada con plantas cadáver el aire era casi irrespirable el hedor estaba por todas partes.

El sexto planeta era de color verde y su superficie estaba ocupada con una selva espesa llena de animales y criaturas extrañas.

El séptimo planeta era de color morado, su atmosfera estaba llena con medusas moradas y venenosas.

Escogió el octavo planeta de color anaranjado para guardar sus nuevas memorias de su nueva vida dejando los demás como señuelo sus memorias ocultas enterradas bajo la superficie oculta por la neblina naranja permanente y protegida por las plantas carnívoras.

El noveno planeta era de color amarillo, su superficie desértica sin agua y su aire cargado con gases venenosos.

Y el décimo planeta de color blanco nuboso había una tormenta eléctrica permanente que no podía verse desde el espacio debido a las nubes.

Su plan de protección mental resulto muy bien equilibrado, solo estaba pensando si debería añadir otro planeta o un agujero negro al espacio.

Sus pequeños ojos verdes se abrieron al mundo real, su panza no dejaba de quejarse por el hambre, su nuevo padre entro en la habitación y fue a sacarlo de la cuna estaba hablando de algo pero Noah no le puso atención el hombre por lo general solo decía tonterías.

Una rápida caminada y estaban en la cocina, en cuanto cruzaron por la puerta el hambre huyo del bebé cuando sintió el olor de la comida era carne de pollo su nueva madre intento darle caldo de pollo pero Noah se resistió los maggles no podían comer carne de ningún tipo sus cuerpos simplemente no podían digerirla bien ni siquiera caldo de modo que después de muchos intentos y de que su nueva madre no parecía entender que él no quería caldo hizo explotar la pequeña taza, sus padres gritaron y él se apresuró apoderarse del brócoli con sus pequeñas manos regordetas, mientras sus padres se ocupaban discutiendo entre sí y limpiando el desastre él se ocupó de tratar de masticar la ramita arrancada del brócoli con sus encías desprovistas de dientes, cerca de cinco minutos pasaron en el que sus padres no hacían más que hablar entre ellos con grandes sonrisas en sus caras mientras lo apuntaban con sus dedos en repetidas ocasiones dejándole saber que estaban hablando de él, no parecían muy preocupados por el hecho de estar bañados en caldo de pollo en absoluto.

El hombre castaño de gafas salió de la cocina a toda prisa con su rostro muy contento apariencia que no le dio muy buena espina a Noah.

La mujer de pelo rojo finalmente puso su atención en el bebé y se apresuró a quitarle el brócoli por miedo a que se ahogara con el vegetal, después de quitarlo de su alcance procedió a llenar otra taza de caldo pero Noah la hizo explotar antes de que si quiera pudiese ponerla en la mesa ella frunció el ceño en algún lugar entre molesta por la situación o feliz por lo que su hijo podía hacer a su edad tan joven ella no pareció decidirse en su lugar se levantó de su lugar después de reparar las dos tazas lavo una de ellas y fue  a llenarla de caldo otra vez, cansado de su insistencia con el caldo que tanto desprecia Noah intentó explotar la taza pero su nueva madre la protegió pues era algo que ya se esperaba ella se dio la vuelta con una mueca burlona en su cara.

-No, no Harry querido no debes destruir los trastes- ella le regaño meneando uno de sus dedos frente a su cara de un lado a otro.

Molesto por su obvia estupidez al no querer reconocer que su hijo no quería dicho caldo el niño cruzo sus bracitos regordetes sobre su pecho algo gordo estrecho los ojos y frunció los labios en un claro puchero de desafío, acto seguido la olla con caldo salió propulsada de la estufa como un cohete encendido que se dispara hacia el cielo, la olla choco contra el techo donde se hizo pedazos y rego su contenido por toda la cocina menos en el niño.

La mujer quedo petrificada con la boca abierta ante el espectáculo que representaba su cocina sucia.

Volvió la cabeza hacia el sonido de la risa de su hijo la expresión de su cara la impacto.

-¿Te burlas de mí?- ella pregunto atónita.

Por un momento Noah sintió deseos de asentir solo para ver su expresión pero tal acción dejaría claro que él podía entender lo que hacían y lo que decían lo cual los dejaría abiertos a preguntas innecesarias y sospechas quizá bien fundadas pero de ninguna manera convenientes por lo que se limitó a mirarla con ojos brillantes pero vacíos de cualquier entendimiento antes de que aparentemente perdiera el interés en  ella y dedico su atención a algo que le pareció más interesante, tratar de romper un tomate con las encías.

Ella suspiro cerrando sus ojos.

-¿Cómo de estúpida soy? Es obvio que no puede entenderme- ella se dijo a si misma perdiéndose la mirada de maliciosa del bebé como diciéndole “no tienes idea”

-Tengo que admitirlo James sino lo hubiera visto con mis propios ojos es probable que no lo hubiera creído- la voz del viejo sobresalto a la mujer el niño solo siguió mordiendo el tomate sin cuidado alguno dado que ya antes había notado la presencia del anciano.

-Albus ¿Cuándo llegaste? Ni siquiera te note- la fanática de pelo rojo exclamo con la mano en su pecho haciendo notar su descontento con haber sido asustada por su repentina salida de las sombras.

El viejo sonrió con benevolencia antes de responder.

-Ah Lily, solo he estado aquí los últimos minutos, James me llamo, tengo que admitir que este pequeño es más fuerte de lo que pensaba- sus ojos brillaban con algo parecido a la alegría mirando a Noah a los ojos pero él sabía mejor no era nada positivo lo que había en su mirada era de hecho envidia.

Noah lo vigilo mientras aparentaba estar concentrado en su tomate.

-¿Sera él?- pregunto la mujer.

-Cada día que pasa estoy más convencido de ello, es inteligente y poderoso, casi no me queda duda de que la pesada carga de aguardar el destino de los demás aquí en el mundo mágico será una responsabilidad que caerá en los hombros de su hijo- el viejo miraba hacia el suelo como si estuviera avergonzado de verse obligado a darles la terrible noticia pero Noah noto que sus manos temblaban y sus nudillos estaban tan tensos que tenían un color blancuzco en lugar del rosado normal lo que no era un síntoma de vergüenza si no de ira, al parecer estaba molesto por no tener el poder del niño.

-No quisiera ese destino para mi hijo, ¿no hay manera de que la profecía este equivocada?, es tan injusto para él- el fanático de las gafas redondas exclamo mirando al viejo a la cara mientras abrazaba a su esposa.

-Me temo que no hay opción James, es bastaste clara no hay duda de ella- el viejo acerco su cara al niño para observarlo de cerca o eso le parecía a los padres, Noah sintió un cambio en el ambiente algo se movía contra él tratando de generar agujeros en la piel de magia que lo cubría para medir su potencia, un rápido vistazo hacia abajo le mostro la punta iluminada de una varita escondida en la manga de la horrible túnica del anciano moviéndose en patrones cortos y controlados, desde la periferia donde sus ojos captaban a la pareja de fanáticos sabía que ellos no podían ver lo que el anciano estaba haciendo, la boca del hombre se movía casi en total silencio y unas gotas de sudor comenzaron a formarse en su frente por el gran esfuerzo que requería explorar la magia rara del niño al tiempo que esta actuaba como un mismo polo rechazando su magia.

Cansado de la constante molestia que le provocaba el hombre con sus cosquillas Noah uso un poco de magia en sus encías para simular molares, rompió el tomate con facilidad y se aseguró de apretarlo más de lo necesario para salpicar al viejo molesto en la cara.

La fanática se apresuró a disculparse con el viejo y pasarle un trapo de cocina bien limpio para que se limpiara la cara.

-Lo siento mucho Albus, no sé qué le pasa por lo general es un niño muy tranquilo y no molesta a nadie- el fanático de gafas dio una pobre excusa, Noah  estuvo a punto de hacer una mueca, su nuevo padre se disculpaba de tal forma con el anciano que parecía a la manera en que se comportaría un plebeyo en su primera vida si de alguna manera hubiera hecho algo que ofendiera al rey y tuviera miedo de ser mandado a la horca por ello, sin duda no era más que un fanático idiota, casi sentía repugnancia de llevar su sangre algo que desafortunadamente no podía cambiar, por ahora.

-No se preocupen seguramente no fue con intención- dijo el viejo mientras trataba de sacarse una semilla del tomate del borde de su parpado izquierdo sin pincharse el ojo.

-Lo siento- la fanática dijo bajito.

-No hay cuidado- el viejo parecía algo avergonzado pero a Noah le parecía más molesto.

-Estas seguro de que la profecía no se equivoca- el fanático de gafas redondas presiono un poco más.

-No hay duda alguna, bueno también podría referirse a Neville pero entre los dos bebés Harry es el más cercano a cuando el séptimo mes muere y además es el más fuerte en lo que a capacidad mágica se refiere aunque todo depende de la elección de Voldemort…- los fanáticos se movieron como si sus cuerpos hubieran experimentado los efectos de una brisa fría repentina, escalofríos-… yo creo que tenemos a nuestro salvador justo frente a nuestros ojos- el viejo continuo hablando como si no hubiera notado la reacción al nombre por parte de sus dos subordinados.

Noah estrecho los ojos pensando mientras se encargaba de llenar su barriga con jugo de tomate el que tenía en la boca era ya el tercero que degustaba desafortunada mente no podía comerse la parte carnosa del vegetal debido al hecho de no tener dientes pero para él morder los tomates con sus encías hasta vencer la fina cascarita era relajante con la ventaja añadida de escuchar los desvaríos de los fanáticos y su jefe chiflado, Noah sabía que la mayoría del tiempo solo decían tonterías pero también estaba consciente de que esas tonterías podían ser muy útiles en algún momento por lo que gastaba su tiempo haciéndose el desentendido pero prestando mucha atención auditiva.

-Yo recomiendo que se escondan bajo el manto del encantamiento fidelio- el hombre mayor les hablo.

-Pero ¿Quién sería nuestro guardián secreto?- la mujer pregunto.

-¿Qué tal Sirius?- el hombre de gafas alzo la voz- él sería perfecto es nuestro gran amigo casi mi hermano-

Pero Sirius no podría hacerlo, Noah solo había estado en los brazos del hombre unas pocas veces dado que su deteriorado estado de salud no le permitía salir como quisiera, nadie lo sabía pues lo había mantenido en secreto pero el corazón de Sirius Black estaba muy dañado por ser demasiado pequeño en comparación con el cuerpo del hombre, había nacido con un corazón enfermo y no había nada que los sanadores magos podrían hacer por él solo los doctores muggles podrían salvarlo si se sometía a un trasplante no era seguro pero en caso de que lo hiciera sus posibilidades de sobrevivir aumentaban significativamente, pero el hombre era un sangre pura y a pesar de no tener nada en contra de los muggles en realidad no los conocía y no sabía prácticamente nada de su cultura mucho menos de su medicina, en resumen estaba condenado, Noah calculaba que quizá viviría un mes o dos pero no más que eso.

-Sí, creo que él es una buena opción nos pondremos en contacto lo antes posible- la mujer les dijo a los hombres.

-Pero ¿y Remus?- luego de una pausa algo prolongada la mujer cuestiono a los hombres en especial a su marido a quien veía fija mente al hablar.

El hombre de gafas frunció el ceño y bajo la mirada mientras pensaba en su respuesta.

-Lily Remus también es nuestro amigo pero es un hombre lobo, nunca se puede llegar a confiar totalmente en tales criaturas oscuras- desestimo batiendo sus manos al aire para restarle importancia.

Noah dejo de chupar su cuarto tomate y miro a su nuevo padre, su cara contorsionada en una mueca de petulancia y casi sintió deseos de echar a tierra su cubierta y gritarle hipócrita hasta reventarle los tímpanos como recompensa por su arrogancia, no es que a Noah le molestara como hablaban del hombre en cuestión era más bien su actitud, el hombre era un seguidor también y a pesar de que las pocas veces en que lo había visto en la casa se le notaba el su comportamiento que sabía que el afecto de sus amigos menos el de Sirius no era verdadero no quería reconocerlo y Noah sabia por experiencia propia no hay peor ciego que el que no quiere ver, así pues Noah no se metería en esos problemas no eran su asunto de todas formas tenía otras cosas de que preocuparse como que hacer con su casa ahora que sabía que los muggles la habían inundado al construir una represa para producir electricidad.

-Bueno creo que estamos en las manos correctas- el viejo hombre chiflado llevo sus manos a los costados de Noah y lo levanto de su lugar sin duda con ganas de tratar de explorar su magia usando las manos desnudas, el niño no protesto cuando el hombre lo puso en su cadera tratando de distraer a los padres con una charla sin sentido aparente mientras hacia su negocio, Noah sonrió aparentemente muy contento con su posición acto seguido apretó los labios para pujar y defeco en la horrible túnica del anciano, Noah arrugo la cara ante el olor nauseabundo “cielos quien pensaría que el puré de manzana podría oler tan mal”

El viejo grito y casi arrojo al bebé al suelo al notar el olor y grito aún más al advertir el rio de excremento líquido de color café que caía por su costado desde su cadera.

Noah gateo por el suelo con el trasero desnudo ahora que su madre noto que se había quitado la ropa interior para huir de ella.

El fanático de gafas intento ayudar a su jefe senil a limpiarse pero parecía que solo tenía éxito en ensuciarlo más.

Noah hizo un puchero cuando su madre le puso un nuevo pañal después de limpiarlo y esta vez lo aseguro con magia para que no pudiera quitárselo “Idiotas”

La locura en su casa continuo durante varias semanas con el viejo viniendo casi todos los días, finalmente acabaron decidiéndose por su otro amigo Peter Pettegrew luego de que descubrieran los huesos de Sirius tras visitar la casa para hablar con él sobre su preposición como guardián secreto lamentablemente cuando se decidieron el hombre llevaba muerto casi un mes y debido a que nadie sabía de su enfermedad no tenía a nadie que velara por él.

Las autoridades llegaron a la conclusión después de revisar los restos de que la muerte se produjo por causas naturales.

Notas finales:

Hasta el proximo viernes.


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