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AYUDA DIVINA. por Isabel Uchiha Malfoy

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Notas del capitulo:

Sinceramente lamento la demora... Pero lo recompenso con un cap. largo, bueno al menos eso creo, en fin os dejo leer, nos vemos en notas finales.

Había aparecido en la habitación de su ahijado, suspiro lastimera, no quería llorar más, pero era una opresión en el pecho que podía más con ella, un dios estaba detrás de lo ocurrido, sentía impotencia por no poder hacer nada, porque la magia empleada era muy antigua y más que todo era alquimia y de eso ella no tenía mucho conocimiento, sólo lo teórico, en lo práctico no sabía absolutamente nada, nadie sabía de alquimia ni siquiera su abuela y los Midgardianos no tenía conocimiento de alquimia, al menos la verdadera alquimia.

Júpiter: Abuela ¿que hago? - preguntó con tono lastimero, mientras veía hacia el cielo, le había puesto el mismo hechizo que al techo del comedor en Hogwarts a la habitación - Harry, te prometo que no dejaré que te utilicen - dijo viendo al pequeño que aún dormía plácidamente.

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3 años después.

Júpiter: ¿Harry?¿dónde estas? - preguntó juguetona, mientras fingía no ver al pequeño azabache detrás de las cortinas - ¿Dónde te haz metido? - dijo acercándose sigilosamente hacia donde se ocultaba - ¡Ja! ¡Te tengo! - celebró mientras lo cogía para que no saliera corriendo luego de haber apartado la cortina.

Harry: Kyyaaaaaa!!!!, no si vale, Jup - reclamó haciendo un bello pucherito.

Júpiter: ¿Porqué dices eso Ry? Tú dijiste que si yo te encontraba, no te opondrías a ir conmigo a visitar a mis abuelos - recalcó mientras le hacia cosquillas en el cuello.

Harry: Yaaaa!! - demandó en medio de las carcajadas, tratando de detener a la peli negra - Peo yo no se quenes son tus abelos - alegó luego de que la mayor parara con las cosquillas.

Júpiter: Por eso iremos hoy de visita, verás que te caen bien y que ellos te adorarán - ánimo ante la duda del pequeño.

Harry: Eta ben, peo teno medo - confesó con los ojos aguados.

Júpiter: ¿De qué? - indagó curiosa.

Harry: No o se - respondió sincero.

Júpiter: ¿Qué sucede Ry?, tu no eres así - cuestionó sin comprender.

Harry: Tue una peasilla - informó con temor - Un hombe lubio te levaba lejos de mi, y no te vovia a ve - aclaró con miedo.

Júpiter: Ok, ya entendí - mencionó para suspirar pesadamente - Harry, mírame - pidió mientras lo cogía para cargarlo - Si eso llega a pasar, te prometo que no estarás sólo, tienes a Lucius y a Draco contigo... Y por si fuera poco, yo no importa donde este, siempre velare por ti - aseguró muy seria.

Harry: Peo no selia lo mimo - alegó triste.

Júpiter: Lo se Ry, pero en este universo no siempre lo justo es correcto y no siempre lo correcto es lo justo - mencionó con pesar.

Harry: Etonces, no impota canto tempo tades en llega, yo te esperale - declaró para abrazarse a la peli negra que parpadeó varias veces para que las lágrimas no salieran.

Júpiter: "dioses, cuidenlo por mi si llego a faltarle" - rogó viendo el techo de la habitación.

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Jöttunjeim era un planeta hecho de hielo, los mortales sin y con magia lo conocían como Plutón, el sol muy contadas veces se hacía presente, así que la mayor parte del tiempo era oscuro pero no tanto sino como cuando hay luz de luna, había luces artificiales echas del mismo hielo, Aurora boreal llamarían los mortales, pero era un solo color, blanca.

Hacia mucho tiempo que no visitaba a sus abuelos, pero algo pasaba pues su abuela siempre la recibía sin tener que avisar su llegada, ella ya sabía que llegaría, instinto maternal le dijo una vez que preguntó ¿como sabía que llegaría? Pues quería darles una sorpresa pero la sorprendida terminaba siendo ella misma, así que era raro el que ni su abuela ni abuelo con todos los gigantes estuvieran ahí, rodeándola y dándole la bienvenida, algo estaba pasando y la opresión en el pecho no la reconfortaba, asió más a su ahijado con la manta, pues a pesar de que había aplicado varios hechizos calentadores en su cuerpecito, Jöttunjeim podía ser demasiado helado para un bebé y era mejor prevenir que lamentar, así que lo vistió con ropas abrigadas y lo envolvió en 5 mantas acolchadas.

Así con el pequeño envuelto apresuró el paso hasta terminar de subir la colina, lo que vio la hizo lagrimear y fruncir el ceño en rabia y enojo, los jöttun, su pueblo se enfrentaba con los guerreros asgardianos y entre ellos pudo divisar a sus padres.

No sabía que hacer, pero de algo estaba segura, no podía quedarse sin hacer nada, apretó el cuerpecito de su niño más a su pecho y a cambio escuchó un quejido.

Harry: Malina, no espiro - se quejó removiendo se hasta que al final logró su objetivo, sacar la cabeza, pero se estremeció ante el frío lo que provocó que estornudara - Pedon - dijo apenado al estornudar la ropa de la peli negra.

Júpiter: No te preocupes amor - consoló - Harry, mi pueblo me necesita así que necesito que te cubras y no te sueltes de mi espalda, quiero que permanezcas oculto mientras yo le pateo el trasero a los malos ¿si? - pidió viendo con el ceño fruncido la batalla que se llevaba a cabo.

El pequeño Harry confuso por la mirada de su madrina viró su rostro en la dirección que ella veía y también frunció su ceñito al ver a su familia ser atacada de ese modo, porque su madrina era su familia y la familia de esta también era la suya.

Harry: Acaba con elios - aceptó mientras se envolvía de nuevo en las mentas.

Júpiter sonrió y ató los extremos de las mantas todas juntas a su quedando como un bolso y lo paso por sobre su cabeza recargando el peso en su hombro derecho y quedando Harry en su pecho.

Así con todo listo extendió las manos hacia los lados y hielo comenzó a formarse desde sus palmas como dos estalactitas las cuales se transformaron en espadas de hielo, fuertes e irrompibles, adquirió su verdadera forma y se impulsó hasta alcanzar una gran altitud y luego se dejó caer en el centro de la pelea con una rodilla en el suelo y la otra pierna flexionada, produciendo un gran estruendo.

Thor: Vaya ¿al parecer alguien decidió unirse? - se burló girando a mjölnir en su mano dispuesto a atacar.

Júpiter: Sabes hijo de Odin, que te metas conmigo es una cosa, pero con mi pueblo no lo soportaré ni perdonaré, tus berrinches infantiles me están hartando, te propongo algo hijo de Odin, una pelea definitiva - habló completamente seria erguida frente el con las espadas en mano - Si gano, me dejas en paz a mi y a mi pueblo - propuso.

Loki: ¿Y que si no ganas? - mencionó con altanería a la par de su Hno.

Júpiter: Harán conmigo lo que quieran pero igual dejarán a mi pueblo en paz - graznó.

Thor: ¿Y crees poder ganarnos? - se mofó señalando a sus amigos, a los guerreros y a su Hno.

Júpiter: Los he vencido cientos de veces, una más no hará la diferencia - dijo encogiendo se de hombros - "¿Dónde éstas abuela?" - pensó preocupada buscándola entre los gigantes de hielo para que protegiera a Harry y lo llevara aún lugar seguro lejos de esa masacre, el era muy pequeño para presenciar algo así de sanguinario.

Estaba distraída y por poco Thor logra partirle la cabeza de un martillazo, por suerte lo esquivo a tiempo, siguió esquivando los ataques de este al no poder dar con ningún jöttun libre pues todos tenían una barrera mágica que les cubría, todos a su alrededor eran Asgardianos que con escudos y espadas cerraban toda vía de escape, lagrimeó frustrada al no poder poner en un lugar seguro a su bebé.

Loki: ¿Que sucede? Es todo lo que puedes dar - se burló con las manos enlazadas en su espalda - Y mi Hno. Thor a tenido problemas contigo, que estupidez - graznó viendo con superioridad al Rubio el cual gruñó enojado.

Abrió grande los ojos al ver desaparecer a su pa' y luego aparecer frente a ella con una daga, larga y filosa, sabía lo que vendría y simplemente giró sobre sus talones, aferrando se protectora mente a Harry, cerró fuertemente los ojos al sentir la daga enterándose en su costado izquierdo, sintió vértigo al sentir como esta se incrustaba en su corazón, jadeó fuertemente cuando de forma rápida esta fue sacada, cayó de rodillas abrazado a su pequeño, jamás había transpirado en su vida o siquiera cansado, respiraba agitadamente sintiendo como su corazón dejaba de latir lentamente.

Loki: ¿Tanto te costó hacer eso? - indagó con ironía a su Hno.

Un grito desgarrador los asustó a todos, la reina jöttun había logrado traspasar la barrera mágica produciendo quemaduras graves en su piel, nadie pudo pararla al momento en que esta se echó a correr con dirección a la ahora pelo blanca, al llegar la tomó justo a tiempo antes de que esta cayera por completo al suelo.

Farbauti: Mi niña - llamó en medio del llanto - Vas a estar bien, lo prometo -

Júpiter: Abuela, lamento no haber venido antes - artículo en medio de jadeos al tratar de respirar, le era difícil que el aire llegara a sus pulmones.

Farbauti: No tienes porque disculparte amor - alegó acariciando el cabello blanco mientras veía lágrimas silenciosas rodar por las cienes de su pequeña.

Algo removerse la asustó, vio que se trataba de un puñado de telas acolchadas, pero sus ojos se abrieron sorprendidos al ver como un bello niño de ojos tan verdes como las más bellas esmeraldas asomaba su rostro y le veía sorprendido por unos instantes para luego sonreír y extender su manita hasta su rostro.

Harry: Tu ebes se la abela fabati - dijo con su voz inocente, acariciando las marcas en el rostro de la gigante.

Los príncipes de Asgard no daban crédito a lo que veían y el príncipe Hechicero sintió un enorme nudo en la garganta al darse cuenta el porque la peli blanca esquivaba a su Hno., el porque su distracción y el motivo por el cual únicamente logró darle la espalda antes de apuñalar la de frente, sintió su corazón apresarse en su pecho y el picor en sus ojos.

Todos estaban mudos, y se sintieron culpables ante el infortunio del pequeño, Thor por otro lado se sintió extraño, el pequeño era idéntico a su Hno. Loki y no entendía porque.

El Niño al ver que todos tenían puesta su atención en el buscó a su madrina, al verla sonrió, siempre le gustó el cabello blanco de esta, era bonito y suave, y sus ojos vi color eran estupendos.

Harry: Malina, agun día pode tenel un pelo así como e tuyo - indagó con un mechón de pelo blanco entre sus dedos.

Júpiter: Cla-claro que s-si ha-rry, mi a-abu-ela te enseña-ra co-como - respondió entre cortada y con voz débil, tenía sueño.

Harry: Malina ¿sta ben? - preguntó confuso.

Júpiter: No peque - lloró levantando su mano con esfuerzo hasta posarla sobre la pequeña mejilla sonrosada del pequeño - Re-recuerdas cu-cuando me pregun-taste acerca de lo que le ha-bia pasa-do a tus padres - indagó casi en susurros ante la pérdida de sangre.

Harry: Si, deciste que elios estaban en el cielo y que esde ahí me ven y protegen - respondió.

Júpiter: Te amo Harry, te amo peque y per-perdo-doname por de-dejar-jarte yo tam-también - pidió mientras lo halaba a su cuerpo y estrecharlo en un abrazo - A-abue-la cu-cuida a Harry por mi - rogó cerrando los ojos, la pesadez de sus ojos y su cuerpo no la dejaban seguir despierta.

Harry: Malina, no me ejes, tu no, no pees dejame solito, yo pometo se un niño beno, pometo se ebedente, peo no me dejes, no quero que te vayas tu taben, pu favo no mi dejes, yo te quero, Malina!!!! - lloró aferrado al cuerpo de la peli blanca quien adquiría un color azul como el de los jöttun sólo que también se convertía en una estatua de hielo.

El llanto desgarrador del pequeño oprimió el corazón de todos, tanto jöttuns como asgardianos, lady Sif lloraba en silencio algo que sorprendió a sus amigos pues esa mujer era un aisbert sin emociones o sentimentalismos baratos.

Sif: Hemos llegado muy lejos con tu obsesión Thor - objetó viendo al pequeño mortal remover el cuerpo de la peli blanca mientras suplicaba que no lo dejara - ¿Era esto lo que querías?, se supone que eres heredero al trono, que deberías velar por el bienestar de la paz en los nueve mundos, ¿esto representa bienestar para ti? Dejar a un niño sin su madre - reclamó enojada.

Thor no tuvo tiempo a responder cuando un fuerte viento empezó a azotar todo el campo jöttun, Farbauti cubrió al pequeño con las mantas, a pesar de que este peleaba por que no lo alejarán de la peli blanca, muy a su pesar tuvo que hacerlo, pues este podría quedar atrapado entre los brazos de lo que antes fue su nieta y ahora se convertía en estatua.

Poco a poco el viento se volvió tranquilo y este dejó ver a una mujer vestida de negro con una extraña corona de cuernos en la cabeza, era la diosa de la muerte.

Hela: Vaya hijo de Odin, haz crecido - siseó con ironía - Debes estar contento con tu logro ¿no?, sin duda cada día te pareces más a tu padre - dijo sarcástica caminando en dirección a la estatua.

Pero se vio inmovilizada, era una magia poderosa, quizá no tanto como la suya o la de su sobrina pero si que se dejaba notar, vio sorprendida al niño en brazos de Farbauti, podía ver el esfuerzo por mantenerla justo donde estaba, sonrió enternecida pues le recordó a su sobrina a esa edad.

Harry: No te aceques a mi Malina - advirtió con esfuerzo, una gota de sangre calló hasta el suelo congelado desde su nariz.

Hela: Tranquilo cariño, soy tía de tu Malina - dijo con gracia ante la última palabra - Sólo quiero ayudarla, aún puede que se quede con nosotros ¿acaso no lo deseas? - preguntó preocupada por la sangre que escurría del orificio nasal derecho de la nariz d pequeño.

Harry: ¿Tú eres tía ela? - preguntó entre jadeos.

Hela: Si peque - respondió pronto sintió que podía moverse de nuevo.

Harry: Ayula a mi Malina, no quero que si vaya con mis pares, ¿soy malo a no querer eso? - pidió entre el llanto y preguntó afligido.

Hela: No peque, yo también quiero que se quede - respondió llegando hasta el para cargarlo y llevarlo hasta la estatua - Ahora solo haz lo que te pida ¿si? - indagó sonriendo fraternal al pequeño el cual asintió - Eres muy valiente peque - aseguró para besarle la pequeña frentecita.

Luego fueron presente del como la diosa de la muerte revertió el efecto estatua de la peli blanca, el como la sangre retrocedía del hielo hasta volver al cuerpo de Júpiter quien volvía a su estado pálido pero que aún delataba su herencia jöttun.

Hela: Ahora es tu turno peque - habló a Harry el cual veía todo sorprendido.

Harry: Peo ¿qué hago? - preguntó curioso.

Hela: Llámale, dile cuanto la quieres y cuanto la necesitas, dale una razón para seguir con vida, para seguir adelante - respondió con cariño.

El pequeño Harry asintió e inclinó hasta alcanzar la oreja derecha de su madrina para hablarle.

Notas finales:

¿Qué os pareció? Sinceramente espero que os haya gustado, prometo actualizar cada fin de semana, así que ya sabéis para que estéis a pendiente... Besos y abrazos psicológicos para vosotros, nos vemos en otra actualización.


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