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Dulce Amor por RozenDark

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Notas del fanfic:

Historia dedicada a Daftka o D4ft_ka, quien no solo anima el fandom con su positividad, sino que además trata de mantener la paz con el fandom :D


Esta historia la puplique, debido a lo corta que es y que ya la tengo casi completa, además de las recientes guerras que hay en el fandom, debido a los cambios de chicos xD


Espero y agrade como las dos primeras partes (^3<)/

Notas del capitulo:

Después de tanto tiempo y regreso con un nuevo fic continuación de los otros dos con los que inicie en el fandom :3


En fin, los personajes de Binan Koukou Chikyuu Bouei-Bu Love son propiedad de su respectivo autor y los demás de mi propia autoría. Las imágenes utilizadas a lo largo del fic son propiedad de sus respectivos autores. La historia es 100% mía, así que no permito ninguna adaptación de ningún tipo.


Y sin más que decir, les invito a leer ^3^/

"Problemas A La Vista"

 

~°…ž°~ღ~°…ž°~

 

Tanto Yufuin En como su esposo, veían con total sorpresa y asombro al doctor frente a ellos, no creyendo del todo lo que habían escuchado minutos atrás.

 

—¿Es verdad lo que dijo doctor? —, el castaño no vaciló más, así que decidió preguntar.

—Le aseguro señores Yufuin, que he hablado con la más completa verdad. El señor Atsushi tiene aproximadamente tres meses se embarazo —, el galeno respondió completamente seguro y sonriente.

—El de cabello azul parpadeo un par de veces al oír aquello de nueva cuenta —. ¿Entonces aún puedo tener hijos? —, preguntó ilusionado.

 

El doctor suspiro tranquilo al oír aquella pregunta. Él más que nadie sabía y entendía la reacción de aquel matrimonio.

El matrimonio Yufuin había estado intentando tener un segundo hijo, más ahora con el mayor con seis años, pero por más intentos no hubo ni un solo resultado positivo.

Allí entro él, quien después de minuciosos y numerosos estudios, creyó que nunca lograrían tener otro hijo y con pena les informo que eso era un tema delicado y común entre donceles. Pero allí estaban reunidos nuevamente, después de un año transcurrido y aunque fue sorpresa para él, lo era aún más para la joven pareja.

 

—¿Oíste En-chan?, aún podemos tener hijos —, el doncel miro sonriente a su esposo, quien solo atinaba a sonreír de igual manera.

—Después de todo, Yumoto podrá tener hermanitos —, respondió alegre y sonriente, algo poco usual tratándose de él.

 

El doctor no podía evitar sonreír, y es que en realidad le alegraba que esa pareja pudiera lograr algo de esa magnitud, pero su sonrisa se borró por completo al oír que los Yufuin querían abusar de su poca buena suerte.

 

—Siento diferir es eso señor Yufuin, pero dadas las circunstancias y el evidente milagro que resulto el embarazo de su esposo, temo decirles que después de este niño, no habrá más bebés —, mencionó preocupado.

—En lo miro preocupado —. ¿Qué quiere decir?, ¿Atsushi y el bebé están mal? —, preguntó alarmado.

—No es que su esposo y el bebé estén mal, es solo que con este bebé les pido más cuidado, especialmente cuando se les había diagnosticado esterilidad —, explicó calmado —. Además, si este embarazo es de riesgo, uno futuro podría no solo llevarse la vida del feto, también la de su esposo, es po eso que les sugiero que después del parto, se opere para ya no tener más embarazos —, miro al de lentes con preocupación.

 

Tanto En como Atsushi se miraron con preocupación para después asentir con prisa. Ellos también temían, pero debían ser fuertes, no solo por ese pequeño en camino, también por su pequeño Yumoto.

 

—Haremos todo lo necesario para que nada malo ocurra —, prometió Atsushi.

 

El doctor sonrió, para después darle una receta de los medicamentos y vitaminas que necesitaría, junto con varias advertencias y explicaciones de lo que puede y no puede hacer. También le dio fecha para la siguiente cita, en la cual ya podrían saber el sexo del bebé.

 

~ღ~

 

La joven pareja Yufuin llego a su casa de manera alegre. Se morían de ansias por contar las buenas nuevas, pero al poner un pie siquiera en la casa, fueron asaltados por la preocupada madre del doncel de cabello azul, quien se encargaba de cuidar a su pequeño nieto.

 

—Mamá, ¿qué te sucede? —, preguntó Atsushi con preocupación.

—¡Ay hijo!, es Yumo-chan, no quiso comer y eso que le prepare Oniguiri, y lo peor, llego con su rodillita raspada y su ropa y carita enlodados —, se explicó la peli gris preocupada —. Yo creo que alguien lo molesta en la escuela, pero por más que le pregunto, solo me dice que se ha caído.

—En se acercó comprensivo —. Tal vez se preocupa demasiado, Yumoto es muy hiperactivo, además de que le encantan los dulces. Probablemente no quiera comer por tener dolor de estómago —, dijo con calma —. Iré a verlo y hablar con él, tú puedes decirle a tu madre sobre la sorpresa —, miro a su esposo con diversión.

 

Atsushi sonrió, mientras asentía. Vio cómo su esposo subía las escaleras para ir donde su pequeño hijo, así que a él le tocaría informarle a su madre, la cual lo miraba con duda y preocupación.

 

—Adivina lo que dijo el doctor —, le dijo con entusiasmo.

—La mujer negó con premura —. ¿Estas enfermo?, ¿es grave? —, preguntó alarmada.

—Nada de eso —, negó divertido —. Estoy embarazado.

—La mujer abrazo con fuerza a su hijo —. ¡¡NO PUEDO CREERLO!! —, grito —. ¿Cuánto tiempo tienes? —, quiso saber.

—Tres meses, de hecho, quería hablar con mi papá y contigo, aunque también con los padres de En-chan. Es un tema relacionado con el embarazo.

 

La mujer asintió preocupada, mientras se disponía a llamar a su esposo y amigos para pedirles que se reunieran en casa de sus hijos.

 

~ღ~

 

—¿Y cómo entro mi hermanito en la barriga de papi? —, Yumoto pregunto curioso, mientras abrazaba con fuerza a su peluche Wómbat.

—En se sonrojo con pena. Su idea de contarle aquello a su hijo, le estaba costando caro —. Eso lo sabrás cuando seas grande —, le dijo —. Lo único que puedo decir es que me ayudes a cuidar de tu papi y de tu hermanito.

—Está bien papá, Wom-san y yo haremos lo posible —, alzo alegre a su peluche.

—En sonrió ante la ternura que era su hijo —. Eso me esperaba de mi pequeño príncipe —, dijo —. Ahora sobre lo que tu abuela Yumi me contó, ¿qué te ocurrió en la escuela? —, preguntó preocupado.

 

Yumoto abrazo a su Wómbat, mientras su sonrisa se borraba de a poco. Miro a su padre y se dispuso a contarle su problema, pero de un momento a otro, sus abuelos y papi entraron al lugar.

 

—Lo siento En-chan, no pensé que mi madre les contará por teléfono —, se disculpó apenado el doncel.

 

En solo negó sonriente, para después cargar a su hijo y abrazar a su esposo. Ese día los adultos dejaron todo lo malo atrás, después de todo era un tema para festejar.

Pero por desgracia, se olvidaron del problema que Yumoto tenía, más el pequeño no dijo nada, decidió callar aquello que lo aquejaba y permitir a sus padres ser felices después de tanto.

 

~ღ~

 

Un mes paso volando y ahora con cuatro meses de embarazo, Atsushi y En estaban en la consulta mensual. Ambos andaban muy ansiosos por saber lo que su segundo hijo sería, especialmente porque ambos querían una niña.

 

—Bueno, al parecer su pequeño es un saludable niño y solamente hasta después de su nacimiento sabremos si será un varón o un doncel —, dijo el sonriente doctor.

 

Tanto En, como Atsushi, suspiraron resignados para después sonreír. Aún con aquella revelación ambos esperaban felices y ansiosos a ese hijo.

 

—Pobre Yumoto si su hermano llega a ser varón. No serían tres, sino cuatro locos con armas —, comentó Atsushi divertido.

—Bueno, sé que yo soy muy celoso y posesivo, de plano sé que su hermanito también lo será, pero ¿quiénes son los otros dos? —, preguntó dudoso.

—El peli azul comenzó a reír —. Tu padre y mi padre —, le respondió con diversión.

 

No solo ellos rieron, también el doctor, sin duda ese bebé le había traído alegría a esa familia.

 

~ღ~

 

Así de rápido era el tiempo y ya habían pasado tres meses más. Atsushi ya contaba con siete meses y sus movimientos se habían vuelto casi nulos.

En ese séptimo mes, las preocupaciones llegaron y es que como les había dicho el doctor, los riesgos aumentaron. Apenas una semana atrás, el doncel había tenido una falsa alarma con un adelanto y prematuro parto, afortunadamente no había sido de gravedad, pero aun así le pidieron reposo absoluto y cuidados todo el día y toda la noche. Razón por la cual, la señora Yufuin y la madre de Atsushi se quedaban a cuidarlo y ayudar con Yumoto.

Justo ese día, la joven pareja Yufuin estaba hablando con su pequeño hijo. La conversación era un tanto seria.

Resulta que En andaba preocupado por su esposo e hijo y esa misma preocupación le hizo pensar en lo que pasaría si su hijo naciera enfermito. No solo necesitaría cuidados, también una habitación cercana a la que compartía con su esposo. Y allí es donde entraba Yumoto, porque a En se le ocurrió cambiar a su hijo mayor a una habitación un tanto apartada y poner al bebé en la que ahora ocupaba el pequeño rubio, el cual estaba llorando justo ahora.

 

—En-chan, creo que lo mejor será hacer una habitación para el bebé —, Atsushi se sentía fatal al oír a su hijo llorar de aquella forma.

—No Atsushi, Yumoto debe entender que no siempre se va a salir con la suya —, En miro a su hijo con severidad —. Yumoto, si no dejas de llorar, te olvidas de ir a la fiesta de Yuki —, le advirtio.

 

Bien sabía que, si usaba aquella amenaza, su hijo se calmaría y aceptaría las cosas como son ahora, o eso había creído.

 

—No me importa. Yuki y yo no somos amigos —, le respondió molesto —. Además, esta habitación es más importante que otra cosa —, miro con dolor su armario —. Won-san y yo viajamos en el tiempo a través de aquí —, luego miro su ventana —. Won-san y yo tomamos baños de sol todas las mañanas —, abrazo con fuerza a su fiel amigo —. Won-san y yo compartimos muchas cosas en este cuarto, por eso me niego a dárselo a alguien más.

—En-chan, creo que deberías dejar este tema por la paz y mandar a hacer un cuarto para el bebé —, Atsushi miro a su esposo con suplica.

—El doctor te ordeno paz y tranquilidad, mandar a hacer una construcción es ruidoso, lo siento por Yumoto, pero así serán las cosas —, sentenció —. Mañana pediré que pinten la otra habitación para comenzar a amueblarla.

 

En salió en silencio, sintiéndose como el malo al oír los incesantes llantos de su hijo, pero debía ponerse firme por el bien de su familia.

Atsushi por su parte, abrazo a su pequeño, mientras le susurraba para tratar de calmar su dolor, solo esperando que las cosas se calmaran para el día siguiente.

 

~ღ~

 

Yumoto llegó a la escuela muy apagado. Su padre había comenzado desde temprano con su "mudanza" y ni siquiera llevar consigo a su Wómbat lo animaba y eso que una semana atrás cuando la maestra pidió que llevarán lo más valioso para ellos, se emocionó, pero justo ahora solamente quería llorar.

 

—Muy bien niños, comencemos con este día —, la amable mujer miro sonriente a sus alumnos —. ¿Quién quiere ser el primero? —, preguntó animada.

 

Todos los niños alzaron sus manitas, pero la mujer se extrañó de ver a su alumno estrella tan apagado. Y es que normalmente Yumoto Yufuin era el primero en levantar la mano para actividades como la de ahora, pero en esos momentos se le veía tan triste y decaído y no solo ese día, para ser precisos, desde hacía cinco meses atrás.

 

—Yumoto-chan, ¿podrías presentarnos a tu amigo? —, preguntó sonriente, mientras señalaba al peluche que el rubio abrazaba.

 

Yumoto asintió con prisa, para después acercarse a su maestra. Se sentía nervioso al ver que todos lo miraban con burla y maldad, sobre todo por ver a aquel niño que tanto lo odiaba.

 

—Es mi amigo Wom-san...lo tengo desde que tengo memoria y siempre hacemos todo juntos —, abrazo con fuerza el peluche.

—Suena interesante —, la maestra se agacho a la altura del niño —¿Y qué han hecho? —, preguntó curiosa.

—Yumoto la miro más animado —. Él y yo viajamos por el tiempo una vez...también vamos al parque todos los días y me acompaña cuando estoy solo.

 

La mujer comenzó a reír por las ocurrencias del pequeño. Y, a decir verdad, le alegraba verlo animado.

 

—Bueno, pues ya puedes sentarte —, le pidió amable —. El siguiente es... Rui Megawa.

 

Yumoto bajo la mirada al ver que aquel niño pasaba al frente con una pelota de béisbol. Ese niño se convirtió en su tormento desde que llegó a esa escuela.

Y es que el no entendía, porque un doncel que parecía dulce e inocente pudo poner en su contra no solo a sus compañeros, también a su mejor amigo Yuki, es por eso que siempre andaba solo.

Finalmente, todos pasaron a presentar su objeto más preciado y ahora disfrutaban de la hora de recreo. Pero Yumoto como siempre se la paso sin un amigo, bueno, tenía a su querido Wom-san.

 

—Mega-chan, no creo que debamos hacer esto, conozco a Yumoto y sé que se pondrá mal si le quitamos su peluche —, Yuki no quería hacer aquello.

—Vamos Yuki-chan, tu más que nadie detestabas que todos halagaban a Yumoto —, el castaño rojizo no se sentía satisfecho con la respuesta de su "amigo" —. Además, es muy tonto que diga que ese juguete sea su amigo, cuando hace poco tú eras su mejor amigo.

 

El pequeño Yuki lo miro triste. Yumoto siempre fue así, aun cuando lo tenía a él, Wom-san siempre era primero.

 

—Lo haré, te ayudare a robar a esa cosa —, le dijo.

 

Megawa sonrió satisfecho para después esconderse detrás de un jarrón, mientras Yuki hacia su parte de alejar al rubio de ese peluche.

 

—Yumoto, ¿podemos hablar? —, preguntó en susurro.

—El rubio lo miro dudoso —. Claro, si tú quieres —, le respondió nervioso.

 

Ambos niños salieron del salón, uno no muy seguro de hacerlo. El de lentes aprovecho para entrar al salón y tomar al peluche de entre las cosas del rubio que tanto odiaba.

 

~ღ~

 

Cuando Yumoto llego a su casa, subió rápido a su habitación, solo para llevarse una enorme decepción al ver que la mayoría de sus cosas ya no estaban. Se metió a su armario con todo y mochila y cerró, no sin antes prender la luz.

 

—Wom-san, hablemos por última vez en esta habitación —, dijo resignado, mientras abría su mochila, llevándose la desagradable sorpresa de que su amigo no estaba —. ¿Wom-san? —, salió corriendo —. Tal vez lo deje en la escuela —, preocupado iba a pedirle a su abuela que le hablara a su maestra, pero su abuela Yumi lo interceptó antes.

—Yumo-chan, tu amigo Megawa te habla por teléfono.

 

Yumoto palideció al oír ese nombre. Con temor tomo entre sus manos el teléfono y solo hablo cuando su abuela se alejó del lugar.

 

—¡¡WON-SAN!!

 

Tanto las señoras, como Atsushi se acercaron con prisa al pequeño, quien lloraba a mares después de haber colgado el teléfono.

 

—Yumoto, ¿qué te ocurre? —, Atsushi se agacho como pudo a la altura de su hijo.

—Papi, debemos ir por él —, susurró dolido.

 

Atsushi no entendía a quien se refería su hijo, supuso que, a su padre, pero al sentir el jaloneo de su hijo, lo descartó.

 

—Espera Yumoto —, le pidió preocupado, mientras se ponía de pie —. Yumoto por favor para, no podemos ir ahora porque está lloviendo —, le dijo con una sonrisa —. Más tarde iremos donde tú quieras, pero ahora no.

 

Yumoto lo miro dolido y negó con prisa, para después seguir jalando de la mano a su papi. Tanto las abuelas como Atsushi se preocuparon por aquel inusual actuar en el menor, pero de un momento a otro aquel ambiente cambio de panorama.

En uno de los intentos por hacer que su papi lo llevara a rescatar a su querido Won-san, Yumoto olvido que en la parte que dividía la sala y la puerta principal había una pequeña subida e hizo que su papi tropezara. Y aunque Atsushi logro evitar caer sobre su vientre, logro caer de rodillas.

Eso no sería tanto problema si no estuviera embarazado de riesgo.

 

—Papi lo siento —, Yumoto se acercó arrepentido.

—Yumi se acercó a su hijo —. ¿Estás bien? —, preguntó preocupada.

—Atsushi la miro con angustia —. Tengo un dolor no tan fuerte —, poso ambas manos en su vientre.

—Lo mejor será llevarte al hospital —, le dijo —. Ami-san, ¿podrías ayudarme a llevarlo al coche? —, le pregunto a la rubia.

—Ya voy, Yumoto tu ve a tu habitación —, le dijo con seriedad a su nieto.

 

El pequeño rubio hizo lo que le habían dicho, teniendo muy en cuenta que Won-san debía esperar un poco más. Miro por la ventana como su papi era llevado de emergencia al hospital, sintiéndose aún peor, por poner a su papi y hermanito en peligro.

 

 

Continuará

Notas finales:

Espero que les haya gustado este primer capítulo. La historia solamente contara con 3 o 4 capítulos y solamente ahora va a haber uno que otro drama, después de todo, no todo es miel sobre hojuelas :3


En fin, nos leemos pronto


Chau chau (^3<)/


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