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drunken desires » minv por YodaVirus

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Notas del capitulo:

lo revisé, pero seguro seguirá teniendo algún error de dedo, por eso, perdón :(

La primera vez sucedió luego de que TaeHyung entrara en su habitación compartida después de una discusión con su novio. JiMin no dudó en acercarse, dejando de lado la tarea pendiente que debía enviar a su escuela online, y le ofreció un par de cervezas estratégicamente guardadas para que nadie más que él las encontrara.

Pasadas de las primeras tres botellas de cerveza, se encontró sentado en su propia cama, las mejillas rojas por el calor corporal, su pantalón desabrochado y la ropa interior bajada basta sus bolas, mientras la boca de su mejor amigo subía y bajaba a su alrededor, mejillas ahuecadas y las arcadas sin impedir que metiera cada vez más de JiMin entre sus labios.

No fue nada planeado, obviamente. Jamás pensó que podría suceder, pero se encontró amando cada minuto de ello. En especial cuando, aún ante sus advertencias susurradas dificultosamente de estar por terminar, acariciando y estirando desesperadamente el castaño cabello de su mejor amigo sin causarle daño mientras embestía dentro de su boca, TaeHyung siguió devorando su polla, la garganta completamente relajada a su alrededor y sin ningún problema para respirar. Luego de terminar con un gutural gemido, se encontró lloriqueando silenciosamente al ver la lengua y labios de su mejor amigo atrapar cada gota de semen escurriendo de su boca.

Cuando la borrachera pasó, no pudieron verse a los ojos hasta dos semanas después, cuando volvió a ocurrir.

Ya habiendo terminado su tormentosa relación con aquel sujeto, habían decidido celebrar la soltería de TaeHyung yendo a un club recientemente inaugurado al otro lado de la ciudad. A las ocho de la noche se encontraban en camino, esperando llegar a eso de las diez, para poder estar disfrutando del ambiente a las once de la noche.

JiMin vistió sus mejores prendas, esperando encontrar a alguien con quien pasar la noche porque quería sacarse de la cabeza la imagen de los labios de su mejor amigo llenos de su semen. Pero luego de un par de tragos de tequila y una amena conversación en la que lograron destensar las cosas, JiMin y TaeHyung se encontraron en el baño del club, habiendo trabado la puerta luego de verificar que no hubiera nadie, y con TaeHyung arrodillado otra vez frente a JiMin, devorando su pene como si fuese el majar más delicioso que hubiese probado en toda su vida.

Cabe recalcar que esta vez no estaban tan ebrios, así que aún ante el abrumador placer de sentir las ahuecadas mejillas de TaeHyung a su alrededor, la suave succión y la caliente lengua lamer lo que alcanzaba, pensó que sería aún más incómodo que la vez anterior cuando todo terminara.

Esta vez terminó en el rostro de TaeHyung por gusto del mismo, quien se encargó de masturbarlo mientras le miraba fijamente a los ojos al tiempo que dejaba suaves besos a sus testículos.

Cuando la nublosa excitación abandonó los sentidos de ambos, tan solo les quedó limpiar el rostro de TaeHyung con todo el papel higiénico y agua que pidieron, para volver con sus amigos y actuar lo más normal que podían ante la incomodidad.

La tercera vez fue más intensa que las anteriores, ya que fue frente a algunos de sus amigos. Incluso llegaron al final.

Ya que vivían en un departamento enorme y compartido con otras cinco personas, decidieron armar su propia pequeña fiesta. Compraron alcohol, comida y cada una de las cosas que se les ocurrió. La fiesta inició a las siete de la noche, y para las diez todos estaban canturreando felizmente ebrios, mientras pensaban qué hacer para seguir la fiesta. Hasta que el alma adolescente de SeokJin salió a la luz y les pidió jugar: “qué probabilidad hay”, porque de joven no tuvo la oportunidad. Como buenos dongsaengs aceptaron, aunque les parecía el juego más ridículo. Y dado a que JungKook, el más joven, era quien peor se ponía por el alcohol, a su cabeza llegaron ideas locas en medio del juego.

NamJoon tuvo que bajarse el pantalón y mostrarles su trasero en todo su esplendor. YoonGi les mostró la manera de hacer una buena felación usando una banana como ayuda. HoSeok y SeokJin tuvieron que medir sus penes, y la peor parte les tocó a JiMin y TaeHyung. O la mejor.

JungKook murmuró: “¿qué probabilidad hay de que se besen hasta quedarse sin aire durante cinco minutos?” y maldición, del uno al tres, dijeron el número dos al mismo tiempo. Aun cuando se negaron rotundamente, lo hicieron.

Comenzó como un beso simple, ambos moviendo sus labios como robots, sin disfrutar ni un poco, hasta que algo ardió dentro de ellos y lentamente el beso comenzó a tomar más intensidad al mismo tiempo que sus cuerpos se calentaban y se pegaban más, como imán con aluminio. Sus lenguas se encontraron luego de leves choques tímidos contra los labios del otro, y más pronto que tarde se encontraron con las manos recorriendo ansiosa pero disimuladamente el cuerpo del contrario, mientras sus lenguas chocaban y la bestialidad del beso hacía que la saliva escurriera de las comisuras de sus labios.

JiMin mordió la lengua de TaeHyung, a lo que el menor respondió con una mordida a su relleno labio inferior, sacándole un gemido que hizo estremecer el cuerpo del castaño.

Siguieron así, juntando y separando sus bocas entre chasquidos húmedos hasta que sus labios y lenguas se acalambraron, no sabían cuánto tiempo había pasado puesto que cuando se separaron –porque si seguían besándose se les acalambraría la cara–, los demás estaban completamente dormidos.

Sin hacer mucho ruido los dejaron dormir en la sala, y como silencioso acuerdo, fueron a su habitación compartida y continuaron con la sesión de besos, sin detenerse a pensar mucho, pese a que el estado de ebriedad había disminuido considerablemente gracias a la excitación.

Con ojos nublados, labios hinchados y mejillas rojas, TaeHyung se encontró nuevamente arrodillado entre las piernas de su mejor amigo mientras este se encontraba plácidamente sentado en su cama, esperando ansioso a volver a sentir la calidez de esa boca sobre su polla.

Desabrochando los bermudas negros de JiMin y bajando  su ropa interior, TaeHyung se encontró lamiendo la punta de su pene, sosteniéndolo firmemente con la mano mientras los suspiros roncos de JiMin no se hacían esperar.

El pene semi-erecto se perdió entre los labios rojizos del castaño luego de un par de lamidas más y, completamente lubricado con saliva, se enterró en lo profundo de la garganta de TaeHyung, quien decidió tomar todo cuanto podía de él en su boca. Masturbó ansiosamente lo que sus labios no alcanzaban a cubrir junto a los testículos y siguió su labor con hambre, gimiendo y mandando vibraciones deliciosas al miembro de JiMin, lo cual le hacía sentir aún mejor.

Esta vez, al sentirse cerca del borde, demasiado duro, mientras la boca del menor lo succionaba como queriendo tragarlo y siguiendo un movimiento rítmico de arriba abajo, JiMin detuvo los movimientos de TaeHyung, aun cuando su hinchada y roja erección prácticamente gritaba piedad para obtener más estimulación y poder liberarse. Tomó a su mejor amigo de la barbilla y lo hizo estirarse hacia él, besando sus labios con necesidad, degustando el extraño pero no tan malo sabor de su pre-semen combinado con la saliva de TaeHyung.

Todo estaba yéndose de sus manos, ambos lo supieron cuando se miraron a los ojos luego de devorar los labios del otro durante un tiempo, la mano de TaeHyung aun masajeando distraídamente la erección de JiMin para que no bajara, pero también pensando en que no quería que se corriera aún. Porque ya no era suficiente con tener el semen de JiMin en su boca o rostro, lo quería dentro, así que fue a por ello.

Empujó el cuerpo de JiMin contra la cama, quitándole por completo los bermudas y ropa interior, y pronto se encontró a horcajadas sobre JiMin, él también estando sin ropa de la cintura para abajo, y meneando su trasero suave y rítmicamente sobre la erección de JiMin presionándola contra su abdomen.

“¿Quieres continuar?” susurró. Sí, estaban bebidos, pero ya no lo suficiente como para no saber lo que estaban haciendo.

“Sí, maldición” gruñó el mayor.

TaeHyung sonrió y se dio la vuelta, colocando su trasero firmemente sobre el rostro de JiMin, ordenándole silenciosamente que le preparara.

Y dios si JiMin lo hizo.

Su maldita lengua larga, húmeda, caliente, recorriendo el culo de TaeHyung con hambre, sosteniéndolo por las caderas para que su tembloroso culo no se alejara de su boca. Pronto TaeHyung se encontró restregándose con necesidad contra la lengua de JiMin, sintiéndose demasiado húmedo, hasta que un dedo grueso entró en él, lo que le hizo soltar un quejido silencioso. Dos minutos después, jadeante, sudoroso y deseoso de más, gimió al sentir otro dedo. Dos dedos moviéndose dentro suyo con experiencia, recorriendo su interior hasta encontrar su punto, lo cual le arrancó un gemido desde lo más profundo de su garganta.

Un dedo más fue agregado justo después de que TaeHyung comenzara a empujar su culo contra los dedos de JiMin, y supo que estaba más que listo. Estaba desesperado. La lengua de JiMin seguía jugando alrededor de su entrada, incluso escurriéndose hacia sus bolas para atraparlas entre sus labios y después chupar y lamer su pene con deseo.

JiMin le palmeó el culo cuando sacó los dedos se su agujero, por lo cual ni corto ni perezoso TaeHyung volvió a darse vuelta, encarando al mayor y sonriendo mientras se acercaba a besarlo intensamente al tiempo que su mano derecha se escurría entre sus cuerpos para perfilar el pene de JiMin sobre su entrada dilatada y mojada.

Gimió sobre los labios y lengua de JiMin cuando dejó entrar fácilmente el glande, sintiéndolo palpitar con necesidad al instante. JiMin gruñó y mordió su labio inferior.

“Dios, Tae, ¿qué esperas?” gimió gravemente.

TaeHyung rio divertido, y dándole un último beso, se dejó caer sobre la palpitante, caliente e hinchada polla de JiMin. Suspiró audiblemente, sintiéndose palpitar dolorosamente alrededor de su mejor amigo al tiempo que comenzaba a moverse, saltando sobre su polla para acostumbrarse rápido al tamaño.

JiMin cerró los ojos y maldijo por lo bajo mientras le sostenía por las caderas firmemente, queriendo marcarle un ritmo. TaeHyung obedeció el silencioso pedido y cedió a moverse al gusto del mayor, comenzando a acariciarse a sí mismo mientras se mordía los labios. Su cuerpo se sentía tan caliente, casi tanto como la polla de JiMin dentro de su culo, y el pensamiento hizo que su pene vibrara y se agitara entre sus dedos.

Tenía la polla de JiMin dentro de él. Sin condón. Incluso estaba seguro de que podría contar las venas marcadas en la polla de JiMin.

Estaba malditamente ansioso por sentir la calidez del semen de su mejor amigo dentro de su culo.

Siguió moviéndose sobre JiMin, aumentando y disminuyendo la velocidad al gusto del mayor, hasta que su pene se sintió más caliente que antes, repentinamente hormigueante mientras su mano seguía moviéndose, pero la sensación fue interrumpida cuando JiMin le hizo caer sobre la cama para colocarse entre sus piernas estando frente a frente, tomando su tobillo izquierdo para colocarlo sobre su hombro. El sentirlo entrar dentro de su caliente interior le hizo gemir nuevamente y apretar los labios mientras arqueaba ligeramente su espalda. JiMin le miraba fijamente cuando comenzó a penetrarlo otra vez.

JiMin no podía creer que esto estuviese pasando.

Bajó la mirada, centrándola en la visión de su polla hinchada y roja dentro de TaeHyung, haciendo ver su entrada forzosamente abierta, como si su culo no estuviese preparado para recibir dentro el tamaño de su polla, y gimió porque el sentirlo tan apretado era realmente delicioso y junto a la sensación de calidez en el interior de TaeHyung, estaban llevándole al límite.

“Muévete más” pidió TaeHyung en un ronroneo. JiMin le obedeció, sintiendo también la necesidad de aumentar la velocidad.

Lo cierto era que TaeHyung estaba tan malditamente cerca del orgasmo, que ya casi no podía sentir a JiMin dentro suyo. La necesidad de sentirlo hasta dentro, mucho más de lo que ya lo estaba, embriagándolo casi tanto como el tequila de aquel club en el que volvió a poner la polla de JiMin dentro de su boca.

El recuerdo solo logró excitarle más.

Pensó en lo bien que se sentía el grueso pene de JiMin abriéndose paso en su boca, lo caliente y delicioso que era, y en el semen que manchó su sus labios.

No podía más.

La excitación lo inundó al mismo tiempo que al parecer JiMin comenzó a acercarse al borde.

Sin tener que pedirlo, las embestidas aumentaron la profundidad al tiempo que él se masturbó más rápido, apretando el agarre sobre sí mismo. La rapidez era lo de menos, TaeHyung quería sentirlo hasta el fondo, y JiMin estaba deseoso de enterrarse dentro de él hasta no poder más.

Sus cuerpos se calentaron hasta que el hormigueo fue insoportable, y luego de una embestida que dio justo donde TaeHyung deseaba, en su punto dulce, él terminó, soltando un gruñido ronco combinado con un chillido agudo mientras aún podía sentir a JiMin penetrarlo como deseando partirlo en dos.

El movimiento sobre su polla no se detuvo, la imagen de JiMin con los ojos entrecerrados follándolo era demasiado excitante, y aun cuando su pene flácido pedía compasión y podía sentir la calidez de su corrida entre sus dedos, él no podía dársela, demasiado perdido en la excitante imagen de los músculos del abdomen, brazos y muslos de JiMin trabajando para poder follarlo más duro.

Segundos después, sin poder soportarlo más, JiMin se corrió, soltando un potente gemido que fue rápidamente acallado por los labios y lengua de TaeHyung.

JiMin siguió moviéndose dentro de TaeHyung de manera progresivamente más suave, hasta que salió de su interior y ambos gimieron, uno por la imagen, y el otro por la sensación del semen de JiMin derramándose del culo de TaeHyung al inicio de sus nalgas, manchando las sábanas.

Había sido una larga corrida, nada fuera de lo normal, pero abundante, o quizá era solo que la espeses del semen caliente le hacía pensar eso a TaeHyung.

JiMin quitó la pierna de su hombro y cuidadosamente la colocó sobre la cama, dejándose caer después al lado de su mejor amigo, ambos soltando un suspiro al mismo tiempo, aun esperando a regular sus respiraciones.

TaeHyung abrió y cerró su culo un par de veces, esperando que la mayor cantidad de semen saliera. Aún sentía su culo y pene hormiguear y palpitar.

Volteó a mirar a JiMin, y para ninguno fueron necesarias las palabras. Comenzaron a reír suavemente, mientras sin poder evitarlo sus manos iban al cuerpo del otro. TaeHyung recostó su cabeza sobre el pecho del mayor solo porque podía hacerlo, era normal entre ellos, y suspiró.

Ya no estaban para nada ebrios.

Aun cuando ninguno de los dos dijo nada al respecto, estaban seguros de que aquello se repetiría, estando bajo la influencia de alcohol o no, y estando sus amigos cerca o no.

Sin duda se repetiría.

Notas finales:

espero que lo hayan disfrutado, y lamento mi poca capacidad de escribir lemon ahre.


pOR UN MUNDO CON MÁS MINV, AMÉN.


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