El lugar era lindo, acogedor y con un toque hogareño que le hacia sentir cómodo, una pequeña casa amueblada con todo lo necesario, de dos pisos y un sótano, era hermosa, como en casa, a pesar de que su "casa" jamás volvió a sentirse así, al menos no desde que el lord había habitado en ella, constantemente tenía pesadillas con lo que se hacía ahí, podía oír los gritos, ruegos y lamentos de los magos y las brujas que fueron torturados por horas, despertaba sobre exaltado desde de revivir sub-conscientemente los desmembramientos, la sangre, pasaba hasta 3 días sin comer por ese solo recuerdo.
A pesar de que él había sido el menos afectado, si presenció cada cada muerte, tortura y violación que se llevaban a cabo en el propio salón de su "casa", las orgías que se armaban y la sensación de náuseas y asco al ver todo eso... Más a Greyback, este era el más sádico con sus víctimas, las violaba mientras las devoraba, éstas gritaban por ayuda, pero al final o terminaban desangradas o aún a duras penas vivas pero morían entre las fauces de los demás licanos al Greyback compartirle sus "juguetes", a como este le gustaba llamarles.
En una ocasión, no soportó por mucho tiempo el asco y las ganas de devolver el estómago que salió de ese lugar rumbo a su habitación y se encerró en el baño a hacerle honor a uno de los más utilizados métodos del sanitario desde que presenciaba todo eso, había sido un grave error, el sádico de Greyback lo había seguido, y se asustó al verlo en la misma habitación que él y completamente solos, la sonrisa y mirada que este le dirigió le había dado escalofríos, quiso huir pero este lo había tomado por la cabeza y estampado contra la pared lateral que daba al baño, gritó por el dolor, pero al parecer nadie iba a socorrerlo, fue peor cuando sintió como le arrancaba la ropa, quedando completamente expuesto ante el, aún recordaba la asquerosa lengua recorrer su cuello y luego su mejilla derecha, el como refregaba su miembro oculto en los pedazos de trapos que antes habían sido pantalones, entre sus expuestas nalgas, tubo terror de lo que sucedería si no llegaba nadie.
Flash Back
Greyback: No sabes cuantas ganas me he reprimido todos estos años - susurró en el oído izquierdo del rubio menor, para luego meter la lengua - Pero ahora, nada podrá detenerme, más ahora que mi lord te a dado de obsequio a mi - confesó para reír roncamente, podía sentir ver las lágrimas que el Rubio menor derramaba, sentía su temor, y no pudiendo con la tentación, mordió la piel del omoplato derecho, arrancando un trozo diminuto de carne, sólo para probar lo exquisita que siempre imagino que era, deleitando se con los gritos de dolor que éste emitía.
De repente alguien lo había tomado del pelo y jalo fuertemente de el, le había dolido, más al sentirse empotrado contra la pared frontal del otro extremo, cuando se levantó completamente furioso, vio que era la rubia, la cual demostraba estar súper furiosa, se lanzó sobre ella no importándole nada, no le iban a quitar su juguete, que tanto le había costado obtener, la tenía debajo suyo pero este lograba eludir sus fauces, luego sintió un rodillazo en los bajo que lo hicieron gemir de dolor, una explosión de magia lo había mandado a volar lejos, al recuperarse la vio muy dispuesta a enfrentarlo, se transformó completamente y fue por ella, esta vez había logrado esquivar lo a duras penas pero se había ganado un zarpazo entre la unión del cuello y el hombro del lado derecho, la sangre le brotaba copiosamente, pero el la quería muerta, volvió al ataque pero esta vez no se movió, podía sentir el hombro derecho de esta entré sus dientes pero un dolor lacerante en su cuello lo hizo jadear por aire, se sentía muy debilitado, se apartó confuso y por ello se transformó en hombre de nuevo, algo húmedo le recorría el pecho y llevó su mano izquierda ahí, al ver el líquido rojo en sus dedos se dio cuenta que le había cortado el cuello, dirigió la mirada asombrado hacia la rubia la cual a pesar del dolor le sonreía con suficiencia mientras dejaba caer un Sai de plata al piso.
Liam: Esto te enseñará a jamás tocar a mi dragón!! - siseó.
End Flash Back.
Luego de eso, sus padres se habían enfurecido, y eso había sido unos días antes de que el lord matara a su madre, desde entonces no le importaba que lo torturaran a base de Crucio, jamás volvió a presenciar ninguna de las "actividades de relajación" que se originaban en la salón. Claro que después de la mordida estaban malditos, pero aún al inicio había sido difícil, pudieron controlarla, además había descubierto que si escuchabas y aceptabas todo del lobo que yacía en su fuero interno, podía transformarse a voluntad con o sin luna, fue algo que le había enseñado a Liam, al profesor Lupin, a quien hacían visitas el y su hna. para convivir con Teddy, algunas veces se encontraban con Potter y los amigos de este, que siempre lo recibían con hostilidades y ese fue el inicio de su maldición, su lobo había encontrado a su pareja destinada, y si por si le cabía la menor duda de que iba a poder olvidarse de Potter, pues estaba muy equivocado, pues este era su pareja, por esa razón nunca lo saco de su mente en todo ese tiempo, su lobo lloraba ante el desprecio de su pareja, que según por lo que Remus le había contado, Greyback había mordido a Potter cuando éste junto a Bellatrix y otros mortifagos habían ido a quemar la madriguera y a Viktor Krum, pues éste había sido mordido en la batalla de Hogwarts por uno de los licanos que había en la líneas enemigas.
Liam: Draco!!! - gritó sobre exaltando al Rubio platino que había saltado en su lugar.
Draco: Merlin mujer!! ¿Qué éstas loca? - reclamé con un puño en el pecho mientras respiraba agitadamente.
Liam: ¡No!, el loco es otro, llevo hablándote como media hora - dijo esta con entrecejo arrugado y los brazos a jarra en las caderas.
Draco: Pues ¿qué quieres? - pregunté calmo, lo había hecho de nuevo, perderme en los traumas, olvidándome de todo a mi alrededor.
Liam: Que si asistirás a Hogwarts éste año - mencionó algo cohibida ante ese tema.
Sabía que si quería convertirme en el mejor pocionista o medimago necesitaba completar los éxtasis, y eso solo sería posible si terminaba los estudios, 19 años y aún seguía siendo estudiante de escuela.
Draco: ¿Tú si? - inquirí, pude ver el pánico reflejado en sus ojos.
Tenía derecho de estarlo pues el estaba igual, pero a como ella lo había cuidado desde que la encontró le tocaba a él cuidarla a ella, a pesar de que no estaba mejor que esta.
Liam: ¿Te parece si lo decidimos cuando nos llegue la carta de Hogwarts? - indagó indecisa.
Draco: Es lo mejor - acepté para suspirar pesadamente.
Liam: Ok, entonces termina de instalar te que yo prepararé el almuerzo o ¿prefieres aceptar la invitación de Remy? -
Draco: Quiero ver a Teddy - alegué sonriendo al recordar a ese hermoso bebé, esta más grande, es un bebé bastante inteligente para el añito y medio que este presentaba.
Liam: Remy será entonces - declaró regalándole una bella sonrisa.
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Remus: ¡Chicos! ¡Hola! - saludó contento al vernos, tenía consigo al pequeño Teddy que rió encantado al vernos.
Draco: ¡Hola Remus! - saludé devolviéndole la sonrisa - ¡Hola pequeñín! - dije con tono infantil recibiendo a cambio un ceño fruncido y una cucharita - Ok, ok, Teddy entonces - mencioné pues a este no le gustaba que le dijeran que era pequeño, este me sonrió y estiró las manos para que lo cargara algo a lo que no me negué.
Liam: ¡Hola Remy! - saludó dándole un beso en la mejilla y un abrazo - ¿Éstas sólo? - preguntó, sabía que no quería hacerme pasar un mal rato, me protege demasiado y yo lo aprecio.
Remus: Si - respondió indeciso, eso nos dio la respuesta siendo confirmada al por las voces en la sala.
Ron: Prof. Lupin, ¿Quién es? - preguntó asomando la cabeza poniendo mala cara al verlos - ¿Qué están haciendo aquí esos mortifagos? - rumió asustando a Teddy que comenzó a llorar.
Liam: Ves lo que tus estupideces provocan Weasley - berreó mientras le daba mimos a Teddy y yo lo mecía entre mis brazos.
Remus: ¡Ronald! - dijo serio, fue suficiente para que este me diera una mirada furibunda y volviera a la sala - Lamento esto, pero Harry vive conmigo y ellos vienen a visitarlo siempre - expresó sintiéndose culpable por el mal momento.
Draco: No pasa nada Remus - alegué aún meciendo a Teddy y dándole besos en la frente, mientras que Liam le acariciaba las mejillas.
Remus: Pasen, no se queden ahí - dijo apenado al darse cuenta de que aún estábamos en la calle, Liam y yo sólo reímos sutilmente ante el bochorno del mayor.
Aún cargando a Teddy llegamos a la sala, ahí estaban tanto Granger como Weasley, ambos con la muestra clara en el rostro que demostraba la inconformidad de vernos ahí.
Liam: !Uuujum! Cómo que estamos estreñidos ¿no? - comentó con burla, no pude contenerme la risa, a pesar de que fue sutil si fue escuchada por todos.
Hermione: Prof. - chilló indignada - No puedo creer que deje a estos mortifagos entrar en su casa, podrían hacerle daño a Teddy - reclamó.
Draco: Mortifagos o no, fue Pansy quien te salvo la vida, cuando los capturaron y llevaron a mi casa - declaré, dolido al recordar que ese había sido el único momento de lucidez que su amiga había tenido y todo para que el lord la torturara haciéndola abortar - Fue Blaise quien te salvo de morir a manos de Dolohov, Weasley, fue Astoria quien salvo a tu Hno. De morir aplastado, fue Daphne quien salvo a tu madre de Rabastan Lestrange, fue Theo quien salvo a tu Hno. Percybal de Rodolphus Lestrange, fue Liam quien salvo a tu padre Ivanov - recalqué viendo como el rostro de ambos adquiría un tono rojo de la furia contenida - No deben mucho a nosotros los mortifagos - obvié para dar la vuelta y subir las escaleras a la habitación de Teddy seguido por Liam.
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Remus: Más les vale a ambos comportarse con ellos - amenazó serio una vez que ambos chicos desaparecieran por las escaleras.
Ron: Pero - cayó al ver la mirada que el mayor le dirigía.
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Liam: Lo siento Dragón - se disculpó unos momentos después de haber ingresado en la habitación de Teddy.
Draco: No tienes porque sentirlo, no es como que fuera tu culpa las decisiones que yo haya tomado - alegué viendo a Teddy jugar en su ring con un pequeño lobo de peluche negro que le regalé.
Liam: No porque quisieras - reprochó con el ceño fruncido y cruzando se de brazos.
Draco: Ya se - dije para verla y acercarme a ella - Pero no iba a dejarte a ti o a los demás solos - mencioné luego de darle un beso en la frente, ella era media cabeza más baja que yo.
Liam: Para ser Slytherin's salimos demasiado Gryffindor's - declaró para suspirar pesadamente.
Draco: En realidad, las características deben ser ambición y astucia - alegué para acercarme de nuevo al ring de Teddy e inclinarme apoyando mis antebrazos en la barandilla - Las ambiciones pueden ser muchas, ya sea cambiar lo que tus padres quieren de ti o regir y dirigir tu propio camino, destacar y aprender a calcular para conseguir lo que quieres y te salga bien, para ello utilizas la astucia, pero también hay que ser valiente para llevarlas a cabo, inteligente y sabio para asegurarte de que todo es con un propósito que te beneficiara y beneficiara a todos, leal cuando un amigo necesita ayuda e ir al mismo infierno con tal de darle tu apoyo, así que nuestra casa vendría siendo una combinación de todos las demás - explique para verla de nuevo sonreír le, ella me la devolvió y se acercó a mi abrazando me por la cintura mientras apoyaba su cabeza en mi omoplato izquierdo.
Liam: Eso ya lo se, aún así me enoja como nos tratan - declaró con pesar para luego negar repetidas veces - Pero eso ya no importa, lo hecho, hecho ésta y ya no nos que más que aceptarlo y seguir adelante con la frente en alto - rezongó a lo que yo sonreí de acuerdo.
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Un azabache, con el cabello corto y un largo mechón en la parte de la nuca, atado en una coleta baja, presenciaba la escena escuchando todo lo que ambos chicos en el interior hablaban...
Era algo constante escuchar las conversaciones de estos, pues aún no se fiaba, pero cada que lo hacia quedaba más sorprendido con lo que descubría de ellos, no sabía porque pero le gustaba saber que no eran tan malos como se hacían ver... Es más, en más de una ocasión por poco terminaba corriendo a sus mejores amigos cuando estos llegaban a visitar a su ahijado, podía ver el miedo y el dolor reflejados en los ojos de ambos, más en los del Rubio platino que cada día le parecía más hermoso, aún así podía sentir el dolor de éste, a veces se preguntaba ¿qué tipo de torturas había utilizado Voldemort en ellos? Como para dejarlos así de vulnerables y rotos, porque a pesar de que los demás no lo notaran el si, y se moría por saber que era para así poder ayudarlos. Creyó que su deuda con Malfoy estaría saldada cuando le salvo de Azkaban a el y a su familia, cuando este no lo delato en su mansión luego de ser llevado ahí por los carroñeros; pero se había equivocado, tuvo que declarar que estaban bajo su cuidado para que los dejarán en paz o siquiera conservarán las varitas, luego de eso no se volvieron a ver, al menos no como antes por que ahora visitaban a Remus, que era como un padre para él y siempre tenían la mala suerte de encontrarse con sus amigos o con cualquier otro Weasley, aunque los demás les habían cogido cariño y respeto como lo eran el señor Arthur, la señora Molly, los gemelos, Percy, Bill y Charlie, Ron y Ginny no los aceptaban así como tampoco Hermione.
Cuando ambos se habían presentado esa tarde, se alegró porque aunque fuera lo vería de lejos, había encontrado fascinante ver al Rubio platino, ya no por sospechas sino por gusto, el Rubio le llamaba la atención y algo en su interior le exigía un poco más que sólo observar, pero no se atrevía a más... Estuvo a punto de tumbarle los dientes a su amigo y cacheteaba a su amiga por como los habían recibido, más sin embargo gozó con la respuesta que el Rubio les soltó, se asustó por eso porque estaba más que dispuesto a echar a sus amigos si seguían con lo mismo, a como lo había sugerido Remus.
Ahora, a días de recibir la carta de Hogwarts, no sabía si asistir o no, debía terminar sus estudios pero no sabía que carrera tomar una vez completara los éxtasis, sus amigos querían ser aurores pero el no, ya estaba arto de seguir a los malos, si quizá no le gustaba que gente saliera herida pero tuvo suficiente con el megalómano psicótico de Voldemort, así que no gracias.
Ahora se encontraba ahí, escuchando la conversación con un hechizo, pues a pesar de que la puerta estuviera entre abierta costaba que se oyeran las voces, había ido ahí luego de que estos subieran, sus amigos aún seguían abajo, pero no quería verlos sin antes cerciorares de que ambos estuvieran bien, al menos emocionalmente.
Remus: Nada comparado a lo que creímos ¿Cierto? - preguntó haciéndome dar un respingo en mi lugar - Han sufrido más de lo que te imaginas cachorro - aseguró viendo con pesar y cariño a ambos chicos en el interior de la habitación, lo vi interrogante - Sabes ¿porqué la señorita Parkinson se encuentra enferma? - inquirió centrado ahora en mi.
Harry: Por las torturas a las que Voldemort los sometió - respondí no muy seguro, siguiendo a Remus a su habitación.
Remus: En parte - respondió para suspirar pesadamente mientras abría la puerta y me hacia espacio para entrar en la habitación, luego entró él y cerró la puerta sellándola, lo miré serio porque sabía que cuando hacia eso era por algo muy delicado.
Harry: ¿Qué quieres decir con eso Remus? - pregunté cruzando me de brazos, lo vi suspirar y desarreglar su cabello, para luego dirigirme una mirada que me asombró por lo seria que ésta era.
Remus: Viktor Krum es amigo de ambos y sabe por lo que estos pasaron pues éste a parte de ser auror, también es psicólogo y lo fue de ambos - dijo indeciso de seguir o no, analizando la mejor forma de decirme lo que sea que lo preocupaba, eso me inquietó un poco - La señorita Pansy fue una ofrenda de su padre para con su lord, éste la violaba y ella no lo resistió, a parte cada que se comportaba de manera ausente o esquizofrénica, el la torturaba por horas - confesó, yo solo atiné a abrir grande mis ojos, no creí que algo así pudiera suceder pero al parecer hay muchas cosas que no me esperaba y se que es muy seguro que se dieron - Al mismo tiempo que Liam se ofreció con el mismo fin, pues el lord quería a Malfoy padre y ella no lo permitiría, según lo que Viktor me contó fue que ella prefirió que la lastimarán a ella en lugar que a su familia, meses después de enterarse del estado gestante de su amiga Parkinson, se enteró que ella estaba igual, cada uno de sus amigos y su propia familia lloró y decidieron apoyarlo hasta el final, pues según lo que Draco le dijo el bebé no tenía la culpa, era un ser inocente que no había pedido nada de todo eso, mismas palabras que Liam le había confesado a todos - reveló para suspirar y sorber su nariz, Remus lloraba, y yo estaba en shock.
Harry: ¿Cómo fue que terminaron con la maldición Lycan? - fue lo que salió de mi boca, esa pregunta llevaba mucho tiempo haciéndomela.
Remus: Greyback intentó violar a Draco, por experiencia se que el maldito disfruta torturando a sus presas, así fue como Draco término con la mordida, cuando él lo tenía desnudo contra la pared y con la esperanza perdida de que alguien fuera a salvarlo, Liam apareció, pelearon un poco hasta que esta se sacrificó recibiendo una mordida de Greyback en el hombro a cambio ella le cortó el cuello con un Sai de plata, para en ese entonces Liam ya tenía 4 meses gestando - respondió serio y con resentimiento cuando hablaba de Greyback yo no estaba mejor, nadie iba a tocar a ese Rubio más que él.
La respiración se le cortó ante tal pensamiento, no entendía porque había pensado eso, pero era algo más fuerte que el, en su interior algo se removía y luchaba por querer salir y hacer trizas al lobo que había osado tocarlo, respiro varias veces para tranquilizarse, ya después se pondría a encontrar una explicación lógica ante su sentir ultimada mente.
Harry: ¿Y los bebés? - pregunté con la voz más ronca de lo que jamás creí podría tener, Remus me miró confuso, y me sentí incómodo por su escrutadora mirada - Tú dijiste que Parkinson también estaba gestando - alegué para que dejara de verme así, respiré aliviado cuando lo hizo.
Remus: Ella lo perdió por las torturas a las que era sometida - mencionó mientras suspiraba - Liam lo perdió luego de recibir una maldición asesina, al parecer la magia del bebé la protegió sacrificando se el - reveló con la voz entrecortada, lloraba de nuevo y yo sentí como mis ojos se aguaban, un bebé que no había pedido ser, se había sacrificado para proteger la vida de su madre, Dios ellos y los amigos de estos la habían pasado peor que ellos y todos los juzgaban de la manera más cruel y despiadada, ahora entendía porque tanta protección con esta cuando estaban en media guerra, porque las Hnas. Greengrass habían sacrificado sus vidas protegiéndola, Merlin! Que ellos eran quien se merecían más que nada ser felices.
Harry: ¡Mierda! - rezongué enojado conmigo mismo por dudar de ellos todo ese tiempo, era un maldito igual que todos los demás idiotas que los humillaban.
Remus: Harry, necesito pedirte un favor - murmuró mientras me abrazaba para darme consuelo, yo solo me quedé callado esperando a que continuara - Si ellos deciden regresar a la escuela para completar sus éxtasis, prométeme que tu iras también - pidió casi en un ruego, me separé de él para que me explicara - Cómo sabrás, yo seré el maestro de DCAO, Sirius de transformaciones y Severus regresará a mismo puesto, hemos prometido protegerlos en cuanto podamos de los acosos que estos sufrirán, pero no todo el tiempo pues es algo de lo que no dispondremos, por eso te pido a ti que lo hagas por nosotros, que los cuides, vuélvete su amigo - aclaró mirándome con súplica.
Harry: Así lo haré Remus, no te preocupes, no dejaré que nada malo les pase - prometí decidido, después de todo la misma Liam había mordido a Severus para salvarlo de la mordedura de la serpiente de Voldemort.
Remus: También que ya no reniegues de tu lobo, pues sólo el te protege a ti y te llevará hasta tu pareja destinada, créeme lo se, yo ya encontré a la mía - me aseguró sonriendo feliz - No te equivoques Harry, si quise a Tonks, era una buena mujer, pero yo no obedecí a mi lobo y ahora gracias a Draco si y así como se que tu pareja es el, no me preguntes como sólo lo se, su padre es la mía, así que te recomiendo que uses como excusa eso para que el te enseñe - confesó sonriendo como si nada y yo que estaba sonrojado como la grana, quizá eso sea lo que me sucede con el, porque si no como responder a su carácter tan posesivo para con el, si definitivamente tengo que llevarme bien con mi lobo.
Las cosas iban a mejorar, no dejaría que nadie los lastimara, pues estos se merecían más que nadie ser felices y el haría todo en sus manos para que eso fuera posible, no le importaba si terminaba por quedarse sin mejores amigos, porque estaba seguro que a estos no les haría nada de gracia el que él quisiera proteger a los Sly y ser amigos de estos.
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