Beacon Hills 2
Stiles nunca supo que quería un hermano hasta que lo tuvo la oportunidad de tener uno, creciendo como hijo único recibió toda la atención de sus padres pero como cualquier niño necesita relacionarse con chicos de su edad, pero a veces no es tan fácil hacer amigos.
Stiles siempre ha sido una bola de energía, de niño corría, saltaba y hablaba a la vez hasta marear a sus propios padres, era difícil, por no decir imposible, mantenerlo quieto y llegaba a distraerse fácilmente, no era un comportamiento atípico de un niño, pero en Stiles se incrementaba demasiado, por lo que un día después de ir al doctor le dijeron que tenía algo que hacía que se comportara de esa manera y tendría que tomar ciertas pastillas de ahora en adelante.
Esa noticia le puso un poco triste, porque confirmaba que era raro, como decían ciertos niños en el parque o en la guardería. Sus papas le aseguraron que no era nada malo y no había ningún problema con ser un poco extraño, por ejemplo a su madre le encantaba comer pepinillos encurtidos con mantequilla de mani y a su padre se le quema hasta la sopa en la cocina, las peculiaridades y las extrañezas le dan diversión a la vida, le aseguraron.
Después de esa plática ya no estuvo tan preocupado, pero aún seguía sin hacer amigos, podía jugar con algunos niños en el parque pero no había alguien que se le pudiera decir amigo.
Un día su padre dijo que irían de vacaciones a Inglaterra, un lugar muy lejano, ¡al otro lado del mundo! Y fue una noticia muy emocionante, sería como una aventura, pero la mejor noticia fue que su padre le dijo que conocería a sus primos.
Él ya sabía que tenía primos, pero no los había visto porque vivían en este lugar llamado Inglaterra, Harry y Dudley se llamaban, eran un año mayor que él y no sabía cómo exactamente eran, pero estaba muy emocionado y feliz de al fin conocerlos y jugar con ellos.
El viaje en avión fue tremendamente aburrido pero después de una noche de descanso por fin fueron a visitar la casa de sus tíos y el resto es historia.
Cuando supo que Harry iría a vivir con ellos y tendría un hermano casi explota de la emoción, aunque no paso si rompió una lámpara del cuarto de hotel por saltar en la cama al saber que sus padres adoptarían a Harry. Jamás se le cruzo por la mente que sus padres lo quisieran menos, o lo estaban sustituyendo, en su lugar pensó que tendría por fin alguien con quien jugar y platicar, alguien con quien compartir sus juguetes y ver juntos las caricaturas y películas favoritas, un amigo y más que eso, de nuevo casi rompe la otra lámpara de la habitación, que Harry seria su hermano.
Aun con su inocencia e ingenuidad infantil sabía que Harry no la pasó para nada bien con sus tíos aun si sus padres no le habían contado todo, notaba lo tímido, retraído, delgado y a veces dudoso que era Harry, por lo que prometió ser el mejor hermano del mundo para el chico de ojos verdes.
Descubrir que su hermano tenía poderes mágicos fue una sorpresa extra pero muy emocionante. Lo bueno de ser fanático de comics y de películas de ciencia ficción era saber lo importante que eran a veces los secretos, había secretos que hacían daño y otros que servían para proteger a quienes amas, por lo que cuando sus padres se sentaron con ambos niños para explicar que debían tener mucho cuidado a quien le contaban sobre el don de Harry comprendió que este era un secreto que solo su familia y quien realmente podías confiar debía saber.
Era como la identidad secreta de los superhéroes, o los poderes mutantes o mágicos que debías esconder para esconderte de los enemigos y la gente que podría hacerte daño o a los que quieras.
Siempre le sorprendía las cosas que podía hacer su hermano, a veces más por accidente que por iniciativa propia, suponía que era más un problema de concentración que otra cosas que a veces saliera su magia para expresarse libremente, como cuando no sabía controlar que decir en voz alta, así que ambos niños hacían ejercicios de concentración cuando Stiles a veces iba con su terapeuta que aconsejaba a sus padres sobre su hiperactividad.
Con Harry en sus vidas sus días cambiaron para mejor, el prometió ser el mejor hermano pero a veces pensaba que a él le había tocado realmente tener el mejor hermano del mundo, especialmente cuando su madre empezó a enfermar.
Fueron tiempos difíciles, ver como decaía la salud de su madre y el ánimo de su padre igualmente caía por el suelo, sin Harry probablemente se hubiera vuelto loco.
Volviendo en la actualidad ambos hermanos habían llegado a la estación de policías, ahí ya todos los oficiales les conocían y sabían que venían a dejarle comida al sheriff.
-Aquí vienen los pequeños ayudantes del sheriff, ¿Cómo están chicos?- saludo la oficial Johnson que estaba en recepción al ver a los chicos pasar por la puerta.
-Muy bien Helen-
-Es oficial Johnson cuando estoy en servicio Stiles, ¿Traen la comida del sheriff?-
-Así es oficial Johnson, ¿papá no ha comido nada aun?-
-No que yo sepa Harry, así que no se preocupen que haya hecho trampa en la dieta que le puso el doctor-
-Muy bien, prometo traerte galletas la próxima vez que horneemos-
-Stiles no lo digas en voz tan alta, suena como si estuvieras tratando de sobornar a un oficial de policía- susurro el agente Johnson al par de niños.
-¿No lo estamos haciendo?-
-Sí, pero no quiero que los demás chicos se enteren y luego traten de pedirme galletas. Ahora vallan con su padre, no se encuentra ocupado en estos momentos-
-Muchas gracias oficial Johnson-
Al entrar en la oficina de su padre lo encontraron leyendo algunas carpetas, también mordisqueando una rosquilla. Alguien se estaba volviendo un experto en contrabandear y esconder comida estos días.
Cuando alzo la vista y los vio se apresuró a meterse el resto de la rosquilla en la boca en lugar de esconderla ya sabiendo que lo habían visto, mejor comerse esta golosina y ser regañado a ver como sus hijos la desperdiciaban tirándola a la basura y ser regañado de igual forma.
-¡Papá! Dijimos nada de harinas esta semana-
-El oficial Benson me ofreció una, son de aquella panadería italiana en el centro, ¿Cómo negarme?-
-Con la silaba “no”-
-Me han tenido comiendo sanamente este mes, no he comido carnes rojas o cosas fritas, una dona no me hará daño-
-¿Solo te comiste una?-
-Bueno, tal vez dos-
-¡Papá!-
-¿Cuándo los niños regañan a su padre y no al revés?-
-Desde que el doctor dijo que tenías alto el colesterol y tenías que comer más sano-
-Estoy comiendo más sano, si fuera por ustedes comería todos los días ensaladas como conejo-
-Empezaremos a hacer eso si sigues haciendo trampa en tu dieta-
John suspiro, sabía que sus hijos eran capaces de cumplir con su amenaza.
-¿Ya hicieron la tarea?- opto por cambiar de tema.
-Todavía no, traemos en nuestras mochilas-
-Junto a tu comida-
-Bien, déjenme despejo un poco el escritorio y comiencen a hacerla. No queremos que ninguno de ustedes haga escuela de verano por falta de cumplir con las tareas-
John guardo las carpetas en su archivero y despejo la mesa lo suficiente para que sus hijos pudieran hacer sus deberes, le gustaría decir que los ayudaba a hacerla, pero en realidad sus hijos eran lo suficientemente listos para realizarlas por si solos, el único que llegaba a pedir ayuda en algunas cosas era Harry pero Stiles le ayudaba a comprender los temas o explicaba cómo resolver los problemas.
Claudia estaría muy orgullosa de sus niños.
Las últimas semanas de clases pasaron y con ellas la llegada de las vacaciones de verano, incluso los profesores estaban felices de la llegada de estas fechas.
Algunos padres estaban preocupados de que hacer con sus hijos con horas interminables de tiempo libre, y otros por cumplir con sus promesas de verano.
En esta segunda categoría entraba John Stilinski, que en las últimas semanas se había encargado de hacer tanto trabajo fuera posible de adelantar para no decepcionar a sus hijos estas vacaciones.
Lo primero que hicieron fue ir a pescar al lago que se encontraba a unos kilómetros de la ciudad, rentaron un bote para toda la tarde y trataron de atrapar la cena.
Como era de esperarse en un principio fue algo aburrido para los chicos tener que esperar pacientemente a que algún pez picara el anzuelo, hasta que al par de niños se les ocurrió contar algunos chistes, en el bote había prohibido los celulares o videojuegos en parte para que no cayeran al agua o cualquiera de ellos se distrajera con otras cosas que no fuera estar en familia.
El primera caña de pescar que se movió fue la de Stiles, quien trato de subir al pez por todos lo medio al bote pero termino cayendo en el fondo del bote al tropezar.
-Ven chico, para ser la primera vez no lo hiciste tan mal-
-Pero se escapó- se quejó el castaño.
-Debió ser del tamaño de una ballena para hacerlo- animo Harry al ver la cara triste de su hermano.
-Tal vez, o de un tiburón pequeño- secundo su padre.
-¿Hay tiburones en el lago papá?-
-No hijo, pero podría haber peces así de grandes- dijo John extendiendo sus brazos tan anchos como podía para dar un ejemplo, aunque el en persona jamás había visto un pez así de grande o en el lago de Beacon Hills.
-¡Atrapemos uno así de grande!-
-¡Sí!-
Con los ánimos renovados la familia se propuso a atrapar el pez más grande posible, al final del día no atraparon a uno del tamaño de un pequeño tiburón, pero lograron atrapar unos cinco de buen tamaño.
Comieron pescado toda una semana.
Eso había sido la última semana de Junio y ya comenzaba Julio cuando John pensaba en el mejor lugar para acampar cuando escucho la puerta de su casa ser tocada una mañana como cualquier otra.
Cuando fue a abrir la puerta no encontró a nadie, por lo que pensando que se imaginó el ruido o fue en otra casa como la de sus vecinos cerró la puerta para ver si podía preparar algo de tocino antes de que despertaran sus hijos y comerlo, pero nuevamente sonó la puerta.
Debía ser un niño muy valiente si esto era una broma, ir a la casa del sheriff a esta hora y hacer el famoso toca y corre solo un niño muy valiente o tonto lo haría.
Abrió nuevamente la puerta y de nuevo nada, era por eso que no tenía timbre en la casa.
Estaba por cerrar nuevamente la puerta cuando algo golpeo su pantufla, volteo hacia abajo y encontró un ave muy grande picoteándole. Extrañado por un momento pensó que el ave estaba herida o había chocado con la puerta y estaba atontada, el animal era muy grande, y se dio que no era un ave cualquiera, era ¿un búho? ¿o lechuza? Siempre se confundía con esos animales.
Se agacho listo para recoger al animal pero este se apartó de un salto para atrás, el pobre no calculo bien y termino tropezando para caer en el siguiente escalón de su entrada, al menos no era muy alto.
Estaba por hacer su segundo intento por atrapar al ave cuando escucho los pasos de sus hijos por las escaleras, al parecer no fue el único en darse cuenta porque rápidamente el búho/lechuza alzo sus alas y voló por encima de su cabeza para entrar a su casa provocando el grito de asombro de sus hijos.
Bonita manera de comenzar el día.
Estaba listo para atrapar al ave pero para su asombro no estaba causando desastre como hubiera creído, en su lugar estaba sobre el barandal de la escala, específicamente frente a su hijo de ojos verdes y extendía una de sus garras que contenían lo que parecía una carta, John no se había dado cuenta que el ave la tenía hasta ahora.
Ambos niños se miraron y luego a su padre que no pudo hacer otra cosa que alzarse de hombros, él tampoco sabía que estaba pasando.
Harry extendió tentativamente la mano y al ver que el pájaro no reaccionaba agresivamente tomo la carta, el ave parecía muy satisfecha después de eso.
Al ver la carta los ojos de Harry se abrieron aún mas de sorpresa si era posible, era un sobre amarillento, con letras escritas en tinta verde, con su nombre y una muy específica dirección.
Señor H. Stilinski
Habitación segunda a la derecha en el segundo piso
Calle Lincon 1230
Beacon Hills
California, E.U.A.
-Debes estar bromeando- susurro Stiles a su lado después de leer lo mismo que su hermano.
Harry dio la vuelta al sobre esperando encontrar el remitente o una estampilla postal pero en su lugar encontró un sello en la carta como el que se ve en las películas ambientadas en épocas antiguas, un sello con cuatro animales representados en lo que parecía ser un escudo; un león, una serpiente, un tejón y un águila rodeando una H.
-¿Qué pasa?- pregunto John acercándose a sus hijos, el ave no se había movido ningún centímetro, si no se notara que respirara juraría que era un animal disecado.
-Es una carta dirigida a Harry-
-Déjame ver- John se acercó más a sus hijos y efectivamente, era una carta dirigida a su hijo.
-¿La abro papá?-
-Deja lo hago yo, no vaya a ser que tenga algo extraño dentro- con cuidado tomo la carta y la peso en sus manos, pesaba como cualquier otra carta. Agito un poco el sobre, solo sonaba el papel de la carta rosar con el interior del sobre. Por último la puso contra luz, no parecía haber nada más que la carta dentro del sobre, no había polvo o algún bicho retorciéndose dentro de este.
Podría parecer paranoico, pero en estos tiempos uno nunca podía dejar de ser precavido, mucho menos si se trataba de sus hijos.
Rompió el sello y saco el contenido, una breve pero muy trascendental en la vida de esa pequeña familia.
COLEGIO HOGWARTS DE MAGIA
Director: Albus Dumbledore
(Orden de Merlín, Primera Clase,
Gran Hechicero, Jefe de Magos,
Jefe Supremo, Confederación
Internacional de Magos).
Querido señor Stilinski:
Tenemos el placer de informarle de que dispone de una plaza en el Colegio Hogwarts de Magia. Por favor, observe la lista del equipo y los libros necesarios.
Las clases comienzan el 1 de septiembre. Esperamos su lechuza antes del 31 de julio.
Muy cordialmente, Minerva McGonagall
Directora adjunta
-¿Qué es Hogwarts?-
-¿Qué significan todos esos nombres entre paréntesis? ¿Ahí dice mago y hechicero?-
-¿Era una lechuza y no un búho?-
-¿Es lo que vas a preguntar papá?-
-Toda la situación en si es extraña Stiles, además jamás había visto que alguien usara búhos-
-Lechuzas papá-
-Lechuzas como palomas mensajeras-
-¿Quién utiliza ahora palomas mensajeras?-
-Parece ser las mismas personas que ahora utilizan lechuzas-
-Bueno, primero preparemos el desayuno y hablemos con más calme sobre esto-
-¿Y la lechuza?-
-Parece que ella no se ira-
La familia Stilinski se trasladó a la cocina y propuso comer, para una familia cualquier estos hechos en la mañana serian la cosa más rara del mundo, pero desde que Harry llego a vivir se acostumbraron a reaccionar de manera calmada a algunas rarezas que les pasaran.
Desde flores que florecen por si solas, el jardín lleno de luciérnagas por una semana, no poderle cortarle el pelo cuando era niño porque le crecía del mismo largo prácticamente en cuestión de minutos, etc.
Prepararon hotcakes con mucho jarabe, y una vez que todo el mundo estaba más despiertos y con el estómago lleno retomaron el tema de la carta.
-Es probable que sea el colegio al que fueron tus padres Harry- dijo John después de reflexionar un poco.
-¿En serio?- pregunto el chico asombrado, sabía que sus padres habían ido a una escuela para magos, pero ninguno en su familia sabia como contactar con dicho colegio o recordaba cómo se llamaba, John trato de recordar pero su prima Lily solo hiso mención una vez del nombre en una de sus cartas y preguntarle a Petunia para confirmar estaba fuera de la cuestión.
-Eso creo, recuerdo vagamente que empezaba con la letra H... no tenía idea que usaran lechuzas para enviar cartas de admisión al colegio, ni siquiera enviamos una solicitud-
-Tal vez los padres biológicos de Harry lo inscribieron antes de morir- comento Stiles que miraba a la lechuza que ahora estaba en el respaldo de una de las sillas del comedor.
-¿Cuándo Harry tenía el año de edad? Eso es ser demasiado precavido-
-Quien sabe, tal vez así actúan algunos magos-
Ninguno podía afirmar o negar ese último punto que dijo Stiles, ninguno de ellos conocía a un mago personalmente o el estilo de vida de ellos. Fue con este pensamiento que Stiles miro a la lechuza nuevamente con más intensidad que se le ocurrió una idea.
-Pudiéramos preguntarle a ella- dijo el castaño señalando el ave que solo parpadeo.
-¿A la lechuza? Stiles, las lechuzas no son como los loros-
-Ya lo sé Harry, pero si esta lechuza nos trajo una carta, ella puede darle una a quien nos envió junto a tu respuesta-
-Suena de lo más lógico- John se levantó y busco en los cajones de la cocina para encontrar una libreta y una pluma, la que usaban normalmente para apuntar la lista de compras para la despensa “ten Harry- dijo John extendiéndole ambas cosas.
-¿Yo?-
-Sí, la carta iba dirigida a ti hijo, además es tu respuesta la que espera-
El tema de estudiar magia no fue completamente ignorado en la casa Stilinski, John era consiente que su prima, y al parecer el esposo de ella, habían asistido a un colegio para magos y brujas, pero no era como algo que se anunciaba en la sección amarilla o en el periódico por lo que John no tenia idea de como contactar en dichas instalaciones o si había alguna en suelo de E.U. o al menos en el mismo continente.
Cuando Claudia estaba viva ambos padres se preguntaron cómo ayudar en esa parte de la educación de Harry en caso de que nunca pudieran encontrar y contactar con alguna de esas escuelas, o si Hogwarts era la única existente, compraron algunos libros pero los que encontraron normalmente era de esoterismo, muy alejado de las pocas descripciones que les dio Petunia en su último encuentro y a lo que Harry podía hacer. Hablaron con su hijo que si llegaba el momento y si tenían suerte tratarían de inscribirlo a alguna escuela como su madre si es lo que quería, jamás pensaron que sería la propia escuela la que los contactaría.
-Me gustaría saber más sobre como poder usar la magia, y si este es el colegio al que asistieron mis padres yo…- Harry se detuvo un momento mirando apenado a su padre.
-Está bien que quieras saber de tus padres Harry, yo solo te puedo contar tanto de tu madre porque pase mi infancia con ella, pero no tanto de tu padre, lo siento-
Ese era otro tema que no era ajeno a la casa Stilinski, John nunca le oculto nada a su hijo de lo que sabía de sus padres, pero ahí estaba el problema, solo podía contar lo que sabía, y no fue hasta que adopto a Harry que supo que Lily y James Potter eran brujos, había tantas cosas que Harry no sabía como él, y no era justo para Harry, no podía decirle cómo fue su padre de niño, si Lily a veces hacia llover cuando realmente estaba triste como el algunas veces hacia o si James tenía más parientes, cosa ultima que dudaba si dejaron al niño con los Dursley como primera opción.
Harry inclino un poco la cabeza para ver de reojo a su hermano, no podía evitar sentir cierta preocupación, en un miedo de que esto cambiaria toda su vida nuevamente, y no sabía si para peor si aceptaba ir a este colegio. Deseaba saber más de la vida de sus padres y la magia, pero por lo que sabía tendría que dejar por meses a su familia, a Stiles.
Stiles extendió la mano y envolvió la de su hermano sintiendo sus preocupaciones. Sabía que esto era importante, para su familia y para Harry, así que le sonrió a su hermano.
¿Quería que su hermana fuera lejos? Obviamente no, pero esta era una oportunidad que parecía tan única que no justo arrebatársela a Harry.
Sintiendo más confianza tomo la pluma y empezó a escribir, cuando se sintió satisfecho arranco la hoja y se la paso a la lechuza que la tomo con su pico.
-Tú, umm ¿se la pudieras dar a alguien que pudieras aclararnos ciertas dudas? Me interesa mucho ir a Hogwarts, pero realmente no se mucho sobre este- no sabía si el ave le comprendería, pero suponía que si era lo suficientemente lista para llegar a su casa y entregarle la carta de Hogwarts sin si quiera haberlo visto antes, al menos que el supiera, también sería lo suficiente lista para seguir este pedido -¿por favor?-
La lechuza pestañeo y pareció asentir, luego voló hacia la ventana de la cocina que estaba abierta y se fue.
-¿Qué escribiste en la nota Harry?-
-Casi lo mismo que le dije a la lechuza, si me interesa ir a Hogwarts pero primero quiero saber más de esta… o si tengo otras opciones. ¿Creen que se tarde en responder?-
-No lo sé hijo-
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