“Los amigos en Inglaterra”
Se habían cumplido casi diez años desde que la paz regreso al mundo mágico en Europa (aunque algunos insistían que la magnitud abarcaba todo el mundo). No había nadie que no conociera la historia de “ya sabes quién” o “el que no debe ser nombrado”, pero así también no había anciano, hombre, mujer o niño que tampoco no conociera el nombre de Harry Potter.
Todos sabían del poderoso mago que derroto al señor oscuro y trajo la paz al mundo mágico, tal era la dicha de esa noticia que opacaba a veces la noticia que ese mismo día quedo huérfano, y el júbilo de que ahora estaban en paz a las personas en general se les olvidaba que había sido un bebé y que actualmente era un niño y pensaran más en Harry Potter, como una figura heroica, un gran mago, alguien que hiso lo que otros magos jamás habían logrado, en vez de que era un niño de once años actualmente.
Pero había gente que recordaba ese último hecho, ya que esa es la edad en que todos los niños magos entran al colegio Hogwarts, y obviamente ese año Harry Potter asistiría ese año.
Algunos padres pensaban con emoción que sus hijos asistirían al mismo colegio que Harry Potter, tal vez terminarían en la misma casa, mejor aún, terminaran siendo amigos del famoso mago; otros pensaban que serían sus maestros, pero se repetían que no habría favoritismos por parte de ellos, después de todo famoso o no seguía siendo su alumno y ellos profesores; otros pensaban que el tiempo no espera a nadie y este sigue sin detenerse, enfrentarían de cara la prueba de sus errores o lo último que quedaba de alguien que amaron y también de esa otra persona que aborrecieron en vida.
Harry Potter era una figura importante, casi mítica en el mundo mágica, lástima que no era lo que esperaban para la mayoría de ellos, además, en la actualidad ni si quiera se apellidaba POTTER.
-Sí, los papeles de adopción están en orden Lancy- una mujer hablaba por uno de esos teléfono muggle que le había regalado su primo.
-Gracias por hacerme este favor Circe, debía confirmar que los papeles estuvieran en regla- al otro extremo de la línea respondió su primo, primo en segundo grado para ser exactos, aun así seguían siendo familia y a pesar de vivir en continentes separados se llevaban muy bien ambos.
Circe Scamander era definitivamente la prima favorita de Lancelot Graves, y era la persona con la que más confianza tenía para pedirle este tipo de trabajo en estos momentos.
-Siempre es un placer ayudarte Lancy, aunque no entiendo del todo como es que el Ministerio dejo pasar tan fácilmente esto-
-Ni yo-
Así como tenía la confianza de pedirle favores también tenía la suficiente seguridad que Circe no divulgaría los detalles de su actual caso, tal vez ella no era una auror, pero como persona que trabajaba en el departamento administrativo del ministerio tenía acceso a la mayoría de documentos y se encargaba de documentar y archivar la mayoría de los casos en los que trabajaban actualmente los aurores en el ministerio.
Tal vez no tenía esa vena “aventurera” como la mayoría de sus parientes prefiriendo un trabajo de oficina en un escritorio, pero como la mayoría de su familia siempre buscaría la justicia.
Aun así le sorprendía terminar involucrada en un caso como este.
Ella aún estaba estudiando su carrera, recién salida de Hogwarts, cuando la guerra estaba en su punto más crítico, sus padres pensaban seriamente enviarla a América junto a sus primos y tíos para mantenerla a salvo lejos del peligro, uno no sabía quién era amigo o quien se había vuelto al mando del lado oscuro.
Aun con estos peligros Circe no quería irse dejando a su familia en medio de este caos, y fue cuando ocurrió el milagro.
El señor oscuro desapareció y las cosas parecieron mejorar de un día para otro, algunos niños que nacieron después de la guerra lo creen y varios adultos también, pero aun había mucho trabajo para que las cosas fueran como antes.
Sin su líder los mortifagos empezaron a caer uno detrás de otro, a veces las cosas parecían que iban demasiado rápido con juicios rápidos que en muda opinión de muchos administrativos como ella no se hicieron con los procesos convencionales, y a veces parecía lento con estos magos oscuros aun andando libremente representando una amenaza para todo el mundo.
Circe se enorgullecía de trabajar en el ministerio británico, realmente lo hacía, aun así sabía que distaba de ser perfecto.
Prueba más que suficiente es ver el caso de la custodia de Harry Stilinski, que de por si era muy negligente a la hora de dejarlo con sus antiguos tutores y rayaba en lo absurdo con la facilidad en como fácilmente se había cambiado de tutores e incluso de apellido al joven Harry.
Circe conocía tan bien las leyes como cualquiera de su cargo y aunque no era especialista en la área de adopción sabía que al menos un auror debió estar presente en este proceso para investigar a los posibles nuevos tutores para ver si el joven mago terminaba en una casa adecuada, no importaba si estos eran familiares al fin y al cabo, es más, al ser muggle los tutores debían prestar especial atención para ver si no rompían el estatus del secreto o dañaban al joven mago.
Pero no se hiso eso en este caso, y era realmente preocupante, siendo Harry el héroe o no del mundo mágico era un mago menor de edad al cual se le debía cuidar sus derechos y brindarle protección si era necesario, porque desde un principio se sabía que era un mago y había quedado huérfano a la hora de derrotar a “quien tú sabes” , ¿y si Harry no había sido el único caso? Después de todo en esa época habían quedado varios niños huérfanos debido a la guerra y aunque aún el ministerio estaba en algo de caos concentrado en atrapar a los mortifagos restante era preocupante pensar en que desatendieron varias áreas de trabajo del ministerio en el proceso.
Ahora Harry estaba en un buen hogar, pero era preocupante saber la facilidad en que pudo ser adoptado, ¿y si cualquier otra persona lo hubiera adoptado tan fácilmente como en esta ocasión?
Magos o muggles, no importa, pudo haber terminado en una familia aun peor que esos Dursley o en algo mucho peor.
De solo de pensarlo Circe se estremecía de miedo.
Reviso los papeles en su mano, aun con todo el descuido en sus manos tenia los papeles que equivalían en el mundo mágico a los de adopción en el mundo muggle, al menos alguien debió darse cuenta, o tal vez no, cuando el apellido de Potter cambio a Stilinski en los papeles legales de Harry, ya que había un pequeño encantamiento en ese tipo de papeles por si algún mago quería cambiarse de nombre legalmente o se casaba y adquiría el apellido de su pareja, supuestamente ayudaba a ahorrar tiempo, ahora veía lo fácil que era burlar el sistema con este tipo de cosas.
Solo se podía hacer de manera legal, por lo que al menos debías ir a un registro civil muggle o de un gobierno mágico para hacer el proceso, por eso los alias no se registraban, aun así si era lo suficientemente astuto el mago podía hacer el cambio de nombre fácilmente.
-¿Qué pasara ahora Lancy?- esta pregunta no solo abarcaba la duda a cual escuela iria Harry, sino descubrir quien había encubierto los detalles de la primera custodia de Harry, su herencia, como el gobierno británico había prácticamente ignorado la existencia o mejor dicho la calidad de vida de su “héroe” todos estos años.
-Por el momento por favor envíame los papeles de adopción de Harry Stilinski, ya tiene la residencia de Estado Unidos, aun así debemos respaldar su custodia legal y se necesitan para sacar su pasaporte en el mundo mágico-
-Entonces es probable que venga a Inglaterra-
-Solo es para estar seguros, además aún tengo que ver lo de su herencia-
-Solo un loco y desesperado intentaría robarle a un gnomo, mucho menos Gringotts, así que puedes al menos estar tranquilo que su herencia está a salvo en el banco- le tranquilizo lo mejor posible.
Ese era otro factor algo preocupante, pues nadie llego a informarle a Harry Potter, ahora Stiliniski, que era heredero de la fortuna Potter.
Como ya dijeron los gnomos no permitirían que alguien robara en su banco, donde era más que seguro que la bóveda de la fortuna Potter estaba, pero debían descubrir no hubo alguien que le hablara de su herencia al muchacho.
-Lo sé, hablare con la sucursal de NY de Gringotts para esto. De nuevo muchas gracias Circe-
-No hay problema, y si no es mucha molestia, por favor mantenme informada. Para cualquier otra cosa que se presente aquí estaré-
-Hasta luego-
-Bye bye querido Lancy-
Así colgó el teléfono y lo coloco en su bolso.
Tal vez sería bueno hacer unas investigaciones por su cuenta propia, preparar un archivo para su primo para más adelante.
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