El crujir de la duela maderada se hacía sonar al rítmico paso de unas presurosas pisadas, que justo al llegar a su destino dejan su repiqueteo, un par de golpes con insistente premura sonaban a las puertas del camarote del vigésimo séptimo Maou, una vez más insiste el repiqueteo esta vez como más ahínco, al no recibir respuesta son abiertas las puertas de par en par, la insistente persona entra con ansiedad, tras un escritorio repleto de documentos un mal humorado monarca seguía concentrado en sus asuntos sin prestar atención a quien acabase de entrar.
. - ¡Yuuri! ¿Dime por cuánto tiempo más vas a seguir con todo este papeleo? Se supone que es nuestro viaje de bodas, ¿Por qué tienes que estar inmerso en tanto trabajo? Delégale todo a Lord Von Cristh, o a Lord Von Volteare y presta más atención a tu reina -.
Reclamaba la actual soberana de Shin Makoku, con tremendos berridos; en el camarote del Maou su fiel escolta estaba presente quien simplemente contemplaba a su majestad el cómo ignoraba a su esposa, trataba de disimular su sonrisa tras un ademan de su mano y buscando evitar contemplar la escena más, era imposible al ver a Lady Berenice tan furica.
. - Su alteza, su majestad ahora mismo está muy ocupado con la planificación de los nuevos puertos en Cabalde y la reconstrucción de los pueblos vecinos de Franshia, por lo que está disperso de su persona, sea paciente y de le un poco de tiempo -.
Terminaba diciendo el escolta de su majestad, el leal y siempre sereno Sir Weller, tratando de tranquilizar a la Reina, a lo que la soberana daba un tremendo manotazo en el escritorio haciendo que objetos salieran volando, tremendo estruendo provoco que documentos muy importantes terminaran llenos en tinta al caer sobre estos el tintero, su Majestad Shibuya Yuuri, inhalo profundamente y miro a la mujer con gélida expresión que no pudo evitar, tanto Weller como Lady Berenice quedaron estupefactos ante tremenda expresión, Yuuri Heika se levanto de su asiento y salió de la habitación sin decir siquiera media palabra, a pesar que en repetidas ocasiones Berenice le llamase.
. – Y-Yu… Yuuri, Yuuri, esto…. Yo lamento mucho…Yuuri, Yuuri…. ¿Me estas escuchando? Te estoy hablando Yuuri. ¡¡YUURI!! ….
Mas no hubo respuesta, tras dar unos cuantos pasos más dijo a sus acompañantes que se hicieran cargo de arreglar el estropicio causado en su camarote y se fue a la popa de estribor, con un ademan de su mano una columna de agua se alzó, giro a donde sus seguidores y con serenidad se dirigió a Sir Weller.
. – Conrad, me adelantare, te espero en Cabalde, por favor cuida de la Reina, hay cosas que tengo que solucionar antes de que por los estropicios de un momento de imprudencia su majestad arruino un importante convenio, así que… te encomiendo a su majestad Conrad, ¿Entendido? -.
. - ¡¿Pero qué sandeces estas diciendo Yuuri?! ¡¿Te vas así nada más y me dejas en medio del océano?! Yuuri, Yuuri… ¡¡YUUURIIII!! -.
Su majestad después de encomendar a Conrad a la reina simplemente entro en el portal de agua que acababa de crear y desapareció sin escuchar en absoluto a su esposa, quien estaba que reventada en un tremendo berrinche al ser ignorada, Sir Weller, simplemente se limitó a acatar la orden encomendada, los demás tripulantes de la nave no veían esto ajeno o extraño de su majestad dado que hacía casi lo mismo con su antiguo prometido Lord Von Bielefeld, o al menos era típico el ver cómo era asediado el Maou por tremendos regaños de parte del rubio, aunque algo era diferente, aun y a pesar de los constantes berridos que pudiera pegar lord Bielefeld, su majestad jamás dejaba de atender a su excelencia, siempre estaba allí con una sonrisa y mirada tranquila y a diferencia de Lady Berenice, Yuuri Heika, simplemente le ignoraba sin más.
Los cascos de poderosos corceles se escuchaban al ir ingresando a la plazuela central del castillo Bielefeld, donde bajaba de un salto quien comandaba el escuadrón recién llegado, las espuelas de sus botas resonaban en los pasillos al ir caminando y poco después acelerando el paso hasta convertirse en una carrera, se abren las puertas principales del gran salón donde una hermosa joven de piel canela aguardaba la llegada de dicho personaje, la chica al ver quien ingreso mostro la más dulce sonrisa y extendía los brazos para recibirle en un cálido abrazo.
. – ¡Wolfram- Onii-san! -.
. - ¡¡Greta!! ¡Mi querida Greta! Que alegría el tenerte aquí, mírate nada más, cuanto has crecido mi niña hermosa, estas preciosa -.
Decía Lord Bielefeld a la hermosa jovencita la cual era aprisionada en un cálido abrazo, era evidente que a pesar del tiempo y la distancia sus afectos seguían siendo los mismos, no se podía negar la calidez entre ellos, los soldados que escoltaban a su excelencia Bielefeld sonreían al ver tan emotivo cuadro simplemente una escena digna de padre e hija.
Todo era alegría y risas en ese momento cuando un resplandor en el jardín lateral se hizo presente, la presencia que emanaba la fuente de dicho lugar era bien conocida por Lord Von Bielefeld y por supuesto por Lady Shibuya, ambos presurosos fueron a los jardines cuando ven emerger de este a su majestad Yuuri Shibuya, tenía un semblante tétrico, estaba sumamente de malas, aun no se le pasaba el incómodo momento en su buque naval.
. - … Yuuri… -.
Dijo en voz baja Lord Bielefeld, mientras no acababa de comprender la presencia de su majestad en sus tierras en ese momento puesto que tenía entendido que su majestad había salido de viaje con su reina en un crucero romántico para celebrar sus recientes nupcias, y ahora el verle allí, frente a sus ojos en sus tierras, y con ese semblante de malas… muy pocas veces Lord Von Bielefeld le había contemplado de esta manera, algo terriblemente mal había sucedido, para ponerle así.
Rápidamente Greta fue al encuentro de su padre quien al verle sonrió tratando de disimular su enojo, la joven princesa estaba feliz de ver de regreso a su padre y aún más el que estuviera en tierras de los Bielefeld. Yuuri abrazo y beso en la frente a Greta mientras salía de la fuente, dio un par de pasos más hasta que fue alcanzado por Lord Von Bielefeld quien cual cabal soldado al servicio del Maou no tardo en presentar sus respetos, colocando rodilla al piso e inclinando su cabeza, mostrándose sumiso y obediente a su soberano.
. - Yuuri- Heika, mi señor, ¿Qué os trae a tierras de Bielefeld? -.
- ¡Wolfram! -.
Yuuri dejo a un lado a su querida hija y fue al encuentro de su más amada posesión, lo levanto del piso y sin dar oportunidad le tomo en brazos y beso sin menor pudor, la escolta de Lord Bielefeld simplemente se quedaron sin palabras, mientras que Lady Shibuya sonreía sumamente contenta estaban sus padres juntos y se veía a todas luces que se amaban.
. - ¡¡¡¿¿PERO QUE RAYOS CREES QUE HACES??!!! -.
Le replico su excelencia Bielefeld entre un sonrojo colosal y un enojo espectral, a lo que su majestad solo atinaba a sonreír, aun y a pesar de lo amenazante y terriblemente furico Wolfram, sin importar que tan molesto se viera el rubio, Yuuri podía sentir como Bielefeld se estremecía en sus brazos al ser sostenido por él, Yuuri una vez más sin dar explicación repitió aquel apasionado beso, su deseo por embriagarse en el dulzor de labios del príncipe de fuego era insaciable, mas Bielefeld rompió el enlace y de un fuerte golpe en la cabeza.
. – Ateteteteteteeee…¡¡¡¡Wolf!!! Eso dolió, enserio que me has dañado -.
Decía el Maou, mientras se sobaba la cabeza, agachado con un ligero lagrimeo en su mirar, a lo que Lord Bielefeld mostraba una terrible expresión de enojo, y Lady Grata solo atino a estallar en una terrible carcajada que dejo sorprendidos a ambos, haciendo que el enojo de Wolfram desapareciera y el dolor de Shibuya se evaporara, su risa era tan melódica, tan dulce, no cabía duda que la pequeña Greta ahora lucia más como toda una encantadora princesa sacada del más puro cuento de hadas, Yuuri se enterneció y cual más, abrazo a su hija agradeciendo a los cielos por tener una hija tan linda.
. - ¡Ah, mi dulce, dulce Ángel! Papí se siente tan feliz de tener como mi bello capullo ha florecido en una hermosa rosa -.
. – Ay, papá, tu nunca cambias, eres incorregible -.
Sin más Lord Bielefeld, veía sorprendido la escena y era como si un terrible hormigueo lo invadiera y sin aviso alguno se echó a reír, Greta y Yuuri quedaron sin palabras, era simplemente imposible el ver a tan loable príncipe, siempre tan recto, siempre tan perfecto, tan estoico ahora reventar en risas.
. - Us… Ustedes sí que no cambian hahahahahaha… hahahaha… Hahahahaha…. -.
Greta saliendo de brazos del Maou se abrazó a Wolfram celebrando la alegría de Lord Von Bielefeld, a lo que se unió obviamente su majestad, por un momento aquello parecía una escena clásica de la familia real más la realidad está completamente diferente, cuando la razón regreso a Bielefeld, con un ligero toser recobro su sobriedad, gentilmente aparto de su ser a Lady Shibuya y a su majestad Yuuri, dando unos cuantos pasos poniendo distancia entre el Maou y su persona a sabiendas pues de que Yuuri últimamente se había vuelto demasiado voluntarioso y excesivamente afectivo hacia sí.
. – Retomando lo antes mencionado, estoy realmente sorprendido de que Yuuri Heika este en tierras de Bielefeld, ¿No se supone que su Majestad viajaba camino a Cabalde, para realizar importantes asuntos, junto a vuestra esposa? ¿Qué es lo que le retorna a tierras Mazokus? -.
. – Yuuri, Wolfram- Onii-san tiene razón, ¿Pensaba que estabas con Lady-Berenice en camino a ver a Beatriz y su padre, porque estás aquí? -.
. - Mmmm… La verdad, estaba a punto de ir a Cabalde por medio del portal, pero un pensamiento cruzo por mi mente y me trajo a donde realmente quería estar. - .
Decía el Maou mientras se aproximaba a Bielefeld y le tomaba de las manos acercando su rostro al del rubio intentando robar un beso, mas Bielefeld no podía permitir el que esto se repitiera además enfrente de su escolta y demás de palacio, sin mencionar que su Majestad ya era de otra persona.
. - Oí, Yuuri Heika… ¿Qué pretende con este comportamiento? … (en voz baja y mirada aterradora) Si te acercas un poco más Yuuri te pateare, te juro que lo hare…
. – Espera, espera, espera Honney-chan no seas tan tacaño, ¿Qué tanto es un beso? (Contestaba Yuuri intentando acercarse más) -.
La joven Greta solo sonríe, bien sabe que ese par se siguen gustando como siempre, aún recuerda la primera vez que les vio besarse, recuerda aún era muy joven, ellos creían que dormía más la chiquilla era astuta y realmente amaba ver a sus padres juntos y felices.
FLASH BACK
. - ¡¡¡ HENASHOKO!!! Te lo dije, te lo dije y te lo repetí un montón de veces ¿No es cierto Yuuri? ¿Cómo es posible que el Maou haya olvidado traer el artefacto contra la lluvia de Anissina? “El Cubre lluvias-kun”, ahora Greta y yo estamos todos empapados -.
. - Lo siento, lo siento, se me olvido por completo ¡Ah, mi querida Greta pensara que soy un mal padre! -.
. - Hehehe, no te preocupes Yuuri, ¡¡¡achu!!! Solo me moje un poquito¡¡¡ Achu, achu, achuuu!!! -.
Debajo de un frondoso árbol se resguardaban de la lluvia los tres, mientras esperaban que amainara un poco aquel tremendo chubasco, Wolfram regañaba duramente al atolondrado Maou que estaba muy afligido de ver a su querida niña toda mojada hasta los interiores y estornudando bien sabía que la pequeña pesco un resfrió.
. - Greta, déjame tocar tu frente, solo espero no tengas fiebre -.
. - Achu, achu, achu, no… no te preocupes Yuuri, estoy bien es solo un poquito de gripe, Achu, achu, achu -.
. - No cabe duda que aun sigues siendo un debilucho Yuuri, anda acérquense los dos de una vez a mí-.
Termino diciendo el Mazoku de fuego mientras extendía sus brazos para que aquel par se acercaran a él, Yuuri y Greta se miraron dubitativos por un momento mientras que Wolfram les esperaba con los brazos extendidos y los ojos cerrados, era evidente como un colosal sonrojo se presentaba en sus mejillas, al notar que ni uno de los dos se acercó a su persona Wolf abrió uno de sus ojos y contemplaba el asombro de su Maou y su hija, un ligero enojo se presentó y tras una tremenda reabierta se aproximó a ellos.
. - ¡No sean atolondrados! Yuuri, Greta no cabe duda que son padre e hija, ¿que no saben que yo domino el elemento del fuego? El propósito por el cual deben aproximarse es para usar mi Mayorku y calentarles el cuerpo, así sus ropas se secarán y Greta y tú no se resfriarán, Yuuri utiliza tu Mayorku también para aliviar el resfrió de Greta, al menos eso deberías poder hacer como un padre responsable ¿no? -.
Al comprender los motivos por los que Lord von Bielefeld intentaba se acercasen a él era meramente por su bienestar ambos no dudaron en aproximarse a Bielefeld, se abrazaron al rubio y este usando su gracia, creo una cálida llama que les abrigo y seco sus ropas mientras aún seguían refugiando se bajó aquel árbol esperando por que cesara la lluvia.
Y al anochecer, y de regreso en el palacio Pacto de Sangre Yuuri arropaba a su querida hija mientras esta simulaba dormir, mientras Wolfram terminaba de cambiar sus ropas, el rubio estaba tan entretenido acomodando los lasos de su camisón para dormir que no se percató que el Maou le contemplaba algo sonrojado a ver le vestir aquellas ropas, si no mal recuerda fueron un presente de su madre el Mazoku termino por alistar sus ropas de cama y giro su rostro a donde el moreno quien rápidamente evito encontrarse con la mirada.
. - ¿Qué te pasa Henashoko? Te ves algo extraño, como algo colorado… ¡¡¿¿¿¿EEEEHHHH????!!!!! ¡¡¡No me digas que has pescado un resfrió Yuuri!! Te lo dije, te lo advertí, todo por tu terquedad y ese mal hábito de olvidar las cosas, ahora ven aquí, déjame tocar tu frente debo saber si tienes fiebre -.
. - Eto…Eto, eto…. N-no, no esto enfermo Wolf, para, para, para, ¿qué haces acercándote tanto? Oí, oí, oí, eso es demasiado cerca… y…-.
. - ¡Y nada Yuuri! Soy tu prometido, es mi deber velar por la salud de mi esposo ¿acaso está mal eso Yuuri? -.
. - {{No es que este mal Wolf, pero si te acercas tanto a mí, no sé qué tanto auto control podría tener, además con esas ropas te vez muy bien… Oí, Oí Yuuri, ¿Pero qué rayos estas diciendo? Si me escuchara Wolfram seguro pensaría que yo … bueno… después de tanto tiempo, y tantas cosas juntos… ¿sería malo si yo?}} Oí, Wolfram… tu… tu… ¿Por qué te preocupas tanto por mí? ¿de verdad me quieres mucho? -.
. - ¿¡EEEEHHHH!? ¿Pero qué clase de pregunta es esa Yuuri? ¡Por supuesto que yo te quiero! Eres el Maou y soy tu hermoso y encantador prometido es más que obvio que yo haría cualquier cosa por ti Yuuri ¡Faltaba más! -.
. - ¿Es así? Entonces… si yo te pido algo ¿lo harías en nombre de ese amor? ¿he Wolfram? -.
Yuuri por un momento parecía ser otro, su mirada destellaba y se notaba más adulto, por un minuto pareciese otro, el corazón de Bielefeld se aceleraba y el nerviosismo se estaba apoderando de su persona ¿quesería eso que le pediría para comprobar su cariño hacia su majestad?
. - Deja te ya de tonterías Yuuri y vamos a dormir ya… [[Que raro estas actuando Yuuri, no es que me moleste, pero… es la primera vez que siento que me vez con esos ojos, Yuuri no estés jugando, si sigues así, me harás crear falsas esperanzas Yuuri, deja de verme así, deja de hablarme así, ¿eres tonto o qué? Deberías ser tu quien supiera mejor que nadie que haría todo por ti]] -.
Una idea descabellada pasaba por la mente de aquel pelinegro en esa noche, un destello de travesura y malicia se presentan en el ambiente, el inocente Yuuri Shibuya pareciese ser otro, un escalofrió recorrió la espalda de Bielefeld cuando sintió en su nuca el aliento de su majestad y el cómo sus manos le sujetaron de los hombros mientras acerco más su cuerpo al rubio.
. - Si tanto es lo que amas a tu Maou, dame una prueba fiel de tus sentimientos puros, demuéstrame lo de manera que yo pueda creer en tu palabra -.
. - Yuuri… P-Para ya con eso… t-tu… estás jugando conmigo ¿verdad Yuuri? -.
. - En ningún momento he pensado que esto sea un juego Lord Bielefeld, demuestra a tu Maou tus fieles sentimientos -.
. - ¡¿Mi Maou?! Y-Yuuri… tu estas…-.
Bielefeld no pudo terminar aquella frase puesto que Shibuya estaba tan cercas que lo único que pudo hacer fue dejarse llevar, mientras por primera vez siente como sus labios tocan los de su majestad y pudo sentir por primera vez como latía el corazón de su prometido tan fuerte, tan acelerado tan impetuoso, tan imposible de creer, más allí estaba ambos, labio a labio, dejando que aquel momento se volviera en el instante más mágico hasta ese entonces en sus vidas, sin saber que su querida hija les contemplaba debajo las sabanas con un sonrojo y una enorme sonrisa, podía estar segura, podía estar tranquila, sus padres se amaban no había lugar a dudas y eso hace sentir inmensamente feliz a ésta chiquilla.
FIN DE FLASH BACK.
Ya cayendo la tarde en tierras Mazokus, en terrenos de Bielefeld, el Maou aún seguía insistente en que Lord Von Bielefeld le acompañase hasta Cabalde, Wolfram seguía renuente, puesto sabía que sería inadecuado y poco impropio el estar como compañía de su majestad siendo que la reina Berenice es quien debía cumplir dicha función, la hermosa Greta como siempre abogo por su padre para convencer así a su excelencia y este diera su consentimiento.
. - Esta bien, está bien, si tan necesaria es mi presencia en esas tierras humanas no me queda de otra que asistir, pero tenga presente su majestad que solo lo hago como su fiel subordinado, y mi única función en todo esto es acompañarle como escolta, así que no intentes nada extraño -.
Termino diciendo y lanzando una mirada fulminante a Shibuya que solo atino a sonreír sumamente contento y satisfecho de haber conseguido que su querido príncipe de fuego le acompañara a tan larga travesía, aunque a decir verdad solo vasto un ademan de parte de su majestad y las aguas de una copiosa fuente se alzaron y crearon un portal donde desde allí se podían ver las tierras de Cabalde.
. - Ven tú también Greta estoy seguro que a Beatriz le encantara verte -.
. - ¡Claro que voy contigo papá! -.
Era el séptimo día del noveno mes cuando la comitiva de su majestad Yuuri Shibuya arribaba en costas de Caloría, la hermosa hija de Lord Von Hystro les daba la calurosa bienvenida, las naves quedaron aparcadas en el muelle y a la escolta personal de su majestad así como a su hermosa reina le guiaban a palacio, algo que llamase la atención de la reina fue que quien acompaño a su recepción en el puerto fue la Reina Greta hija adoptiva del Maou, aunque nadie mencionase nada un ligero ambiente de incomodidad se podía percibir, en eso cuando por fin sus pies tocaron tierra a las puertas de los Hystro su majestad Yuuri Shibuya ya le aguardaba junto a la noble familia real de Cabalde pero lo que más resaltaba era aquella enorme sonrisa que presentaba su esposo, era como ver a su majestad en aquellos tiempo cuando era joven, con esa gracia y amabilidad que siempre le caracterizaban, por un momento sintió que esa alegría era por su arribo a tierras de Caloría, lejos estaba de enterarse que dicha sonrisa pertenecía a alguien más, cuando Sir Weller quien escoltaba a la reina se aproximó más a su majestad pudo percatar al fondo la silueta por el tan conocida, de real envergadura al portar el uniforme de tierras Bielefeld, su excelencia Wolfram Von Bielefeld hacia guardia tras de su majestad, siempre solemne con un semblante algo molesto no cabía duda de ello, mas guardando la compostura en todo momento.
La reina Berenice se acercó a saludar a la noble familia real y por supuesto a su esposo quien de inmediato solo atino a esquivar el beso que diligentemente su reina le ofrecía, tomándola de las manos y besando estas, le obsequio una gentil sonrisa y nada más, le soltó y regreso a la conversación que llevaba desde hacía un buen rato con Lord Von Hystro y demás.
Todos avanzaron al interior del palacio y por supuesto la reina quedo algo aletargada aun conmocionada de la fría actitud de su majestad, Conrad y Wolfram se miraron uno al otro como en una especie de comunicación entre hermanos, Weller miraba al rubio preguntando el porqué de su estadía allí y el porqué de su semblante de aflicción, sin mencionar que se percataron de la actitud de su majestad hacia la reina, Wolf solo evitaba confrontar de lleno la mirada de Conrad, y soltaba un apesadumbrado suspiro al ver a la reina tan conmocionada, sentía pena por esta a la vez que se culpaba por estar allí y robarle a su reina a su majestad, pues en todo el tiempo que ellos estuvieron en Cabalde, Yuuri sin dudarlo un solo segundo estuvo con él, tanto en lo público como si Bielefeld siguiera siendo su prometido así como en lo íntimo, tomando de su ser cuanto poseía, cuando deseara su majestad, pues aun y cuando su majestad Shibuya escuchaba de labios de Bielefeld ese suplicante “NO” era para este como si Bielefeld de pidiera por más.
. - Mi señora, por favor permítame escoltar le a las habitaciones que han sido dispuestas para su majestad -.
Con una solemne reverencia Bielefeld ofrecía sus servicios para guiar a la soberana de Shin Makoku a sus habitaciones para que esta descansara, Lady Berenice agradeció la gentileza de Bielefeld y acepto, tomando del brazo al rubio, cosa que pudo notar su majestad, con una expresión de sumo enojo Yuuri miraba partir a Berenice del brazo de Wolfram esa escena simplemente le revolvía el estómago, Conrad pudo percibir que algo no anda nada bien entre el Maou, la reina Berenice y su querido hermano menor.
. - Yuuri Heika, le aconsejo cambiar prontamente su semblante antes que alguien más pueda notar que esta celoso de Lord Von Bielefeld -.
Dijo a oído a su majestad, mientras este le regresaba la mirada y haciendo un gran esfuerzo trato de mantener un ánimo calmado y gentil con los dirigentes del reino de Cabalde, más tarde en las habitaciones de sus majestades.
. - No lo entiendo, no sé porque se comporta de esta manera, dime, dime, cuando su majestad era tu prometido ¿también era así de distante? -.
. - ¡¿Eh?! Por supuesto que lo era, para su majestad Yuuri el compromiso hecho entre nosotros fue meramente un accidente, mas conté con su gracia y gentileza al no haber disuelto de inmediato tal atadura, Yuuri Heika en el tiempo que fui su prometido jamás me mostro un gesto de aprobación, es decir el jamás acepto que fuésemos prometidos, a decir verdad, era yo quien le recordaba dicha unión. -.
. - mmm… Ya veo, así que siempre ha sido así… tampoco conmigo en el tiempo que fui su prometida me fue a visitar o hablamos sobre nuestros sentimientos, a decir verdad, las únicas veces que lo pude ver era cuando eran ceremonias importantes donde se requería que los dos estuviéramos, pero él nunca ha sido cariñoso o franco con sus sentimientos… me tranquiliza saber que no solo hacia esto conmigo, sino que es así, es decir seguramente es muy tímido, si, seguro es eso -.
. - Disculpe mi señora debo regresar a mi puesto con su majestad, espero haberle sido de ayuda, disfrute su estadía, aunque estas son tierras humanas y para nosotros los Mazoku es difícil es permanecer aquí, sé que disfrutara de hermosos paisajes, es un hermoso país, si necesita algo más, no dude en llamarme estoy a vuestras ordenes -.
. - ¡Lord Von Bielefeld espera! … -.
Justo cuando Wolfram se retiraba de las habitaciones de la reina esta le detiene inesperadamente, sujetándolo del brazo haciendo lo regresar el rostro, los ojos de Lady Berenice estaban destellantes suplicantes, casi al punto del llanto cuando en eso ella acerco sus manos al rostro de su excelencia y le acerco a su fas, Wolfram quedo por un momento paralizado al no saber de qué manera reaccionar al sentir en sus labios el tibio calor de los labios de su majestad Berenice.
. - A decir verdad, si hay algo que necesito, lo necesito ahora mismo y solo Lord Von Bielefeld puede dármelo… Lord Bielefeld yo… Quiero que tu… -.
. - ¿¡Pero que está diciendo su alteza!? Le suplico se abstenga de este tipo de acciones, lamento teneros que decir que no puedo ayudarle en esta situación, por favor no pierda vuestra compostura -.
Decía Bielefeld apartando de su ser a la reina y buscando rápidamente la salida, un terrible sentimiento de repulsión le causo el ser besado por aquella dama, su mente estaba volviéndose un lio completo, por una parte, los sentimientos hacia su majestad, por otro los sentimientos de culpa hacia la reina por ser el amante del rey y ahora esto.
. - Os lo suplico Lord Bielefeld, me es imprescindible, me es más que imposible, la verdad es que yo… yo… -.
Justo en el momento en el que la reina pretendía sincerarse con Wolfram se abren las puertas de la habitación de su majestad y un ambiente sepulcral se hace sentir, se podría cortar el aíra con un cuchillo, era tan pesada la presencia del recién llegado, y aún más en las precarias circunstancias en las que se encontraban su excelencia y Lady Berenice, ella prácticamente colgada al cuello del rubio y este con una pálida tez que hacía notar sus sorpresa más aun un marcado carmín tatuado en sus labios a consecuencia de aquel osado beso robado.
Un par de ojos iracundos en un inmenso color negro veía aquella escena y su enojo iba incrementando, pues por más que Bielefeld trataba de zafarse de brazos de su majestad esta simplemente no se le despegaba.
. - ¡¿Qué significa esto Berenice?! ¡WOLFRAM! Te pido salgas de la habitación en este momento tengo que hablar con esta mujer -.
. - S-Su… Su majestad… Y-Yo… yo…. Yo no… Yuu… Yuuri de verdad -.
. - No hay mucho que decir en una situación como esta ¿no es obvio? Simplemente Lord Bielefeld me está dando las atenciones que Yuuri Heika no, ya que me tienes como una tonta aquí sola, debo buscar en brazos de otro lo que tú... ¡ah!.... ES…Espe… espera ¡¡Yuuri me lastimas!!-.
El Maou no pudo tolerar más aquel comentario desvergonzado de parte de Berenice y en un arranque de celos tomo del brazo a la reina y la aparto con violencia de Bielefeld, con la mano libre que le quedaba tomo de la barbilla a Wolfram y con el dedo pulgar limpio aquel colorete que estaba impregnado en sus labios, imprimiendo algo de fuerza en aquel acto como castigando a Bielefeld por permitir que aquella mujer lo besara, Wolfram simplemente intento retraerse para salir de la habitación pero se interpusieron en su camino las maletas de la reina y cayó de espaldas, Yuuri regreso la mirada a Berenice y la guio hasta su cama y de un tirón la arrojo a esta, la reina quedo sin palabras era la primera vez que le veía tan enojado, regreso a donde Bielefeld y lo levanto del brazo de igual manera que tomase a Lady Berenice, guiándolo con brusquedad fuera de las habitaciones de la reina .
. - Ve a mis habitaciones y más vale no vayas a ningún otro sitio, si llego y no te encuentro allí no habrá lugar en todo Shin Makoku donde tú puedas esconderte ante mis ojos, Wolfram, quiero que me esperas allí ¿Entendiste? -.
Lord Bielefeld solo atino a asentir con la cabeza, bien sabía que cuando Yuuri hablaba de esa manera no era una simple amenaza cualquiera, además era más que obvio que el Maou había despertado y estaba sumamente furico.
Regreso Yuuri Heika a donde Berenice y le tomo de los hombros, mirándola con gran rabia, no iba permitir que esa mujer le arrebatara a su amado demonio de fuego antes eliminaría con sus propias manos a quien lo inténtese.
. - ¡¿Qué demonios era lo que pretendías con esto Berenice?! ¿Acaso no sabes quién soy y lo que soy capaz de hacer? No me provoques, es mejor que te lo sepas de una vez, no te atrevas a poner una mano encima otra vez en Wolfram, ¿lo has comprendido? -.
. - ¡¿¿¿Porque???! Porque he de hacerte caso, si tú eres el primero en no prestarme atención, es normal que yo busque en otros brazos aquello que no me das, ¿Quién te crees que eres al tratarme como un objeto? ¿Qué no lo sabes? Soy tu esposa, y soy a quien te debes y por la que solo deberías estar furioso de que otro hombre me toque, pero tal parece que estas más molesto por que he elegido a Lord Bielefeld para satisfacer mis necesidades, ¿Qué es lo que te molesta? ¿Que sea yo quien busca consuelo en otro hombre o que sea precisamente Lord Von Bielefeld a quien he elegido? Tal parece que te importa más él; que yo. Si tanto te molesta ¿Por qué rompiste el compromiso con él, si tanto lo amas, no deberías estar casado con él, y no conmigo? Pero tú eres así, tu no quieres a nadie, tras esa fachada de niño bueno eres un maldito egoísta que tratas a tus parejas como si fueran menos que basura, mírame, mira me bien Yuuri, soy una mujer que necesita ser amada, soy tu mujer para bien o para mal, soy tu reina y debes de cumplir con tu papel de hombre, de esposo, debes amarme a mi o yo buscare en otros lo que no me das -.
. – No me importa lo que hagas o dejes de hacer con otros hombres, sábetelo bien; tu solo eres un adorno, solo eso, tu única función al lado del Maou tu rey, es lucir linda para los demás, no me sigas fastidiando, no voy a tolerar más insubordinaciones de tu parte, escucha bien, y entiéndelo, No te amo, no me gustas y nuestro matrimonio fue un maldito error, un contrato meramente comercial ¿entendiste? En cuanto pueda anular este maldito matrimonio lo hare, tú has sido la peor de mis decisiones.-.
. - ¡¡¡BASTA YUURI!!! ¡¡BASTA!!-.
De pronto ingreso a la habitación Bielefeld y aparto a Shibuya de su majestad, Yuuri tomo aquello como una traición de parte de Wolfram, por un momento creyó que el rubio le correspondía a Lady Berenice, la mujer aprovecho para una vez más abrazarse a Bielefeld, mas este libero un poco de su Mayorku evitando le volviese a tocar.
. - Disculpe me, su majestad, pero no quiero que se confunda, lo único que estoy impidiendo es que mi señor Yuuri Heika se convierta en un hombre cruel, le suplico se retracte ante su majestad, Yuuri Heika, él no es un mal hombre, no es un mal rey, es solo que Lady Berenice no ha sabido expresar su tristeza y frustración al no ser tomada encuentra por el ¿Verdad?... Yuuri Heika, usted no es cruel ni una persona insensible, el Maou al que le he jurado lealtad, es justo y sobretodo amable, tierno y bondadoso. Yuuri Heika es la persona más noble y dulce de todas, y este terrible incidente no debe hacer que Su Majestad este perdiendo así los estribos, por favor, Yuuri Heika, regrese a su buen juicio y trate de calmarse, se suplicó. Sé un buen rey Yuuri… -.
Wolfram se interponía entre Yuuri y Berenice, con mirada suplicante casi al borde de las lágrimas, no sabía de aquello resultaría, no sabía si sus palabras alcanzarían a Yuuri, este empuño sus manos y salió de las habitaciones de Lady Berenice sin decir nada más, Wolfram pudo afín respirar tranquilo al parecer la furia del Maou pudo ser contenida, ante los ojos de Lady Berenice este acto fue simplemente maravilloso ningún otro ser se habría atrevido a retar al Maou para defender la, ningún otro antes le había hecho latir tan deprisa su corazón aun y a pesar de que siente el firme rechazo de Bielefeld a su persona, aun y así, algo crecía en el corazón de Lady Berenice.
Las horas corrían y el ambiente era tétrico,
+su majestad estaba de pésimo humor y no había podido hablar con calma con Bielefeld, pues todo el tiempo estaba presente Lady Berenice, tomando de pretexto que su majestad Yuuri pudiera hacer le algún mal, convenció a Bielefeld para que le guareciera del Maou, por fin se llegó la hora de ir todos a descansar, Wolfram pudo librarse de la reina y como se lo pidiera en un inicio su majestad Yuuri fue a sus habitaciones.
. – Yuuri Heika… ¿Puedo pasar? -.
. - ¡Entra de una vez! -.
. - ¡¡¡Yu… Yuu…haaammmm… Yuuri!!! Ahhmmmm….. mmmmnnnn….. nnnnaaahhh…. Ahhh… Yuuri…. Ahhhmmmm… d-de… detente…ahhh…. Yuuri …. -.
. - No puedo esperar más… ahhmmmm… oh Wolf… mi Wolf… mmmmhhhh ahhhhmmmm…. Si no lo deseas, si no lo quieres esntoces dime que no… -.
. - Ahhh… ahhhhmmmm … Yuuri… Yuuri ahhmmmm agggghhh al…alguien podría oírnos, por favor Yuuri…. Ahhh…. No… No… no puedo decir uno ahhh… ammm Yuuri… Yuuri… Mas, mas… dame todo de ti ahhhh…ahhhmmmm… T-Te… Te… Te amo, te amo ahhhmm…
. - Oh Wolf… mío, mío, mío, mío siempre mío ahhhmmm… Te amo, te amo…. -.
Cuando Lord Von Bielefeld fue a ver a su majestad, El Maou ya le esperaba con gran desespero, al ingresar a las habitaciones. Yuuri tomo por su espalda a Bielefeld y le giro un poco solo para poder besar sus labios, aquel beso era tan demandante, tan desesperado como si de una deliciosa ambrosia se embriagase muerto de sed por probarle una y otra vez robando el aliento a Bielefeld que a su vez no podía resistirse a tan apasionado beso, El Maou no solo le besaba, si no también le iba despojando una a una su prendas dejando expuesto su tan tonificado cuerpo, probó y bebía de su amante oji verde las mieles de su pasión, Yuuri recorrió habilidosamente centímetro a centímetro de aquella piel en tonalidad perla, con destreza introdujo un par de falanges en boca de Bielefeld y este solo atinaba a lamer y chupar estas hasta dejar les completamente humedecidas, tan chorreantes y lubricados sabía bien a quien pertenecía cada latido de su corazón cada palmo de su piel cada aliento de su boca, cada caricia, cada beso, Yuuri recorrió con sus labios cada centímetro de Wolfram, justo hasta llegar a su entrepierna la cual estaba palpitante y sumamente necesitado de atención.
Yuuri acaricio, chupo y lamio desde la punta hasta la base, de ida y regreso, tomo una de las piernas de Bielefeld y la paso por encima de su hombro, Bielefeld se estremecía al sentir como los dedos de Yuuri escarbaban dentro de su cuerpo, llegando con sus largos dedos hasta ese punto dulce donde Wolfram perdía total cordura, y todo destello de control, Wolfram no pudiendo más se entregaba al total y desbordante desenfreno de pasión.
Entre besos y caricias, el Maou tomaba posesión de lo que siempre ha sido suyo, más en esta ocasión los celos lo volvieron un poco más insistente, más ansioso por estar en Wolfram, con premura tomo del cuerpo del Mazoku todo cuanto este podría darle, entrando con potencia en su ser, sintiendo el abrazador calor que desprende Bielefeld, su voz ahogada en un gemido que suplicante pide por mas, provocando en el soberano Mazoku; un descontrolado deseo por no soltarlo nunca, entraba y salía con rítmica cadencia, con potencia en sus caderas, con fuerza en sus brazos le sostenía de los hombros mientras con impulso empujaba con su pelvis intentando penetrar hasta lo más recóndito de su amante, el rubio parecía desfallecería del placer recibido, no fue ni una u dos las veces que se corrió, lo cierto era que la cuenta había perdido al dejarse llevar por el monarca, el tiempo parecía volar, esa noche que ambos deseaban fuera eterna no podría ser, la luz del alba anunciaba que el sol estaba cercas, que su momento juntos terminaría y que debían una vez más seguir con sus vidas ordinarias. ¿Cuándo dejaran ambos de perder momentos tan valiosos por estar separados? Ya han constatado en más de una ocasión que son el uno para el otro, pero parece que aún siguen sin comprender que deben unir sus vidas de una vez.
Yuuri besaba los hombros de Bielefeld mientras este dormitaba un poco, su hermosa y blanca piel estaba marcada con las candentes muestras de pasión del Maou, sus piernas, pecho y brazos estaban adornados con coloridas amatistas, ese entre violeta y rosa en forma circular, grabando o más bien con el deseo de tatuar en cada espacio de tan hermoso lienzo los labios de su majestad, Yuuri sonreía al verle tan suyo, por un momento su mirada lo guio a un gran espejo donde se podía ver en cuerpo completo, y allí mismo se dio por enterado que no solo Lord Von Bielefeld le pertenecía, sino que él también estaba más que sellado con los besos y aruños de Bielefeld, por toda su piel, sus brazos y espalda estaban delineados con finas líneas carmín, como si de heridas provocadas por un felino fueran hechas. Su pecho tenia mascas de besos, su cuello parecía haber sido el blanco favorito de este vampírico felino, reía de medio lado y sucumbía un poco al agotamiento.
. – Wolfram, no permitiré que seas de nadie más, me perteneces, tu cuerpo, tu alma y tu corazón, todo es mío -.