Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El club de los roku por Ananeko123

[Reviews - 4]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Naruto ni sus personajes me pertenecen. Todo a Masashi Kishimoto. 

Beteado por Stefanny <3 

Notas del capitulo:

El fanfic esta basado en la película "The Breakfast Club" y en el capítulo de Victorious: El club de los cínicos.

 

Sábado 14 de abril de 2018. Escuela secundaria Konoha. 7:04 am. Todo el recinto estaba vacío, pero se notaban algunas cosas: La cafetería, los salones, una pared con un escrito "Odio a los vendidos", el gimnasio, el patio, etc.

Seis personas: Cuatro chicos y dos chicas. Cada uno en esa mañana llegaba a la escuela.

—Hmp—musitó un azabache de ojos negros, en el asiento del copiloto del auto de su padre.

—Tienes suerte que esto no irá a tu registro estudiantil—lo regañó el adulto.

— Sí.

—Itachi jamás hizo esto—lo comparó de nuevo con su hermano mayor.

Sasuke sólo apretó los puños, colérico. Odiaba eso, sin decir nada más tomo su maletín y salió del coche dando un portazo, lo último que escuchó fue un “¡Ya termina con ese idiota!” ¡Ja! Como si le hiciera caso en eso.

En otro auto, Minato suspiraba dándose cuenta que su hijo no cambiaría su carácter, al menos Kushina ya había hecho algo.

—Sólo compórtate, sé que ere-

—Eres adolescente y por ello estoy en una etapa de cambios, ya lo se papá.

—Promete que sólo será esta vez.

— ¡Lo prometo 'ttebayo!—sonrió, agarró su maleta y despidiéndose de su padre salió del auto encontrándose en la puerta con Sasuke.

Un chico de cabello rojo caminaba con los brazos cruzados, sus ojos daban mucho miedo.

—Hinata-sama, ten cuidado por favor— habló un muchacho de cabello castaño y largo.

—Claro Neji-nisan ¡No te preocupes!

—Cuídate.

Ella vio cómo se iba y entró a la institución la cabeza baja y sus manos cerca de su pecho chocando sus dedos en aire tímido.

— ¿Por qué me das esto?— preguntó otro chico de cabello negro en un auto a su tío.

—Sé que lo necesitaras.

"¿Cómo pasar una detención un sábado?"—leyó—. Sí, me ayudará.

—Procura leerlo.

—Está bien—dando una sonrisa falsa, se marchó del vehículo.

—Pero papi ¡No puedes hacer que me castiguen hoy! Tengo una fiesta y sino no voy hermosa, esa frente de marquesina se burlará de mí por el resto del año.

— Sólo serán unas horas—la tranquilizó su progenitor.

— ¿No puedes hacer algo?

—Nada.

Ino gruñó y se despidió, tomó su bolso y  furiosa entró al recinto ignorando todo.

La biblioteca era un recinto grande, se podría decir que era lo más grande que tenía ese lugar. En medio de los libros, había seis mesas donde cada estudiante —menos Sasuke y Naruto que se sentaron en una— tomaron lugar en una, en eso el profesor Iruka Umino entró, mirando con severidad a todos.

 —Tienen idea del porqué están aquí ¿no?— preguntó.

La rubia alzó la mano y se le concedió la palabra.

—Iruka-sensei, es un error que yo esté aquí.

—Entonces márchate—comentó Gaara con una voz de odio.

Ella sólo le mandó una mirada cargada de enojo. 

—Todos ustedes estarán aquí durante ocho horas por su mal comportamiento—empezó a pasearse por en medio de las mesas notando las miradas de fastidios de los adolescentes.

Naruto se apoyó en el respaldo y con la mirada en el techo, dio un escupitajo. Sasuke a su lado, se apoyó igual y abriendo la boca lo recibió para luego dar una pequeña sonrisa.

—Iug—se quejó Ino.

—Ahora quiero que pongan sus celulares aquí—con la caja que estaba sobre la mesa vacía se pasó por los lugares de los chicos para que depositaran sus móviles.

— ¿Qué razón hay?—preguntó Sai, con una de sus sonrisas falsas.

—Están castigados. 

— ¿Entonces no podemos hacer nada?—interrogó Naruto pasando su brazo derecho por los hombros de Sasuke.

—Castigo es castigo. Nada de llamadas, mensajes ¡Nada!—dijo—Ahora, silencio ¡Ya no digan ninguna palabra!

—Ninguna palabra—rio por lo bajo Gaara.

— ¡Sabaku No se ganó otro sábado en detención!

—Hmp—musitó.

— ¡Otro sábado!

—Ah-Ah…—Hinata por primera vez solo lanzó un grito agudo y puso su cabeza contra la mesa, tapándola con un saco que traía.

—Ya.

— ¡Ya son tres! ¿Quiere otro?

—Oiga, ya déjelo en paz—salió en defensa Naruto.

—Entonces uno para ti también Naruto—lo señaló.

— ¿Eh? ¿Pero qué hice ahora 'ttebayo?—se quejó del castigo injusto y al mismo tiempo que su novio le daba un codazo con un Cállate.

— ¡Ya tienes otro!

—No te metas en esto Uzumaki—dijo Gaara y Sasuke lo observo molesto.

—Lo siento Iruka-sensei—se disculpó.

— ¡Otro sábado! ¡Van tres! ¿Quieres un cuarto?

—Pe-Pero ¿Qué?

— ¡Ya son cuatro!—lo señaló.

Sasuke le tapó la boca a su novio para que no dijera otra tontería.

—Sí que le gusta castigar, señor pene pequeño—comento Sai como si nada, con otra de sus sonrisas falsas ganando una mirada de desconcierto de los demás.

— ¡Castigado también Shimura!

—Ups.

—Solo compórtense y no hagan escándalos, por favor. Es lo menos que pueden hacer después de estar aquí.

Diciendo eso, salió del salón.

— ¡Váyase al diablo!—gritó Sasuke causando una carcajada del rubio.

Media hora después, todos seguían en su mundo.

Sasuke y Naruto se besuqueaban. Sai leía su libro mientras jugaba con un cordón jalándolo de un lado a otro. Gaara volteaba un reloj de arena cada diez segundos. Ino estaba con su codo en la mesa apoyando su cara mientras miraba al techo y fantaseaba en algún muchacho sexy. Hinata dibujaba un Naruto ninja que decía "¡Viva mi camino ninja!" con un lápiz y luego empezó a echarle poca escarcha blanca que por accidente se le derramó y cayó bastante, por lo que sólo pudo bajar la cabeza triste.

9:10 am. Todos estaban aburridos. Gaara arrancaba las hojas de un libro que hablaban de relaciones familiares sin importar a donde caían los restos.

— ¡Quiero ramen 'ttebayo!—se quejó dejando caer su cabeza sobre la mesa—. Sasukeeeee.

—No me veas a mí ¿Tengo cara de Ichiraku, dobe?—preguntó—. No respondas.

—El ramen es para pobres, yo prefiero carne a la parrilla—empezó a imaginarse un gran plato de eso y su boca se hizo agua.

«A Na-Naruto-kun le gusta bastante el ramen» pensó la tímida que lo veía de reojo hasta que sintió que unos ojos negros la miraban con resentimiento, por lo que agacho la mirada.

—Nadie te pregunto—habló el de cabello rojo.

Ino gruñó y se acercó a él, iracunda. Se puso frente a frente. Azules versus turquesa claro.

—Deja de contradecirme.

—…—nada.

— ¿Qué paso? ¿Ahora no tienes nada que decirme?—se burló—. ¿Acaso me tienes miedo?

—Yo no le tengo miedo a nada—su voz heló a todos en la sala menos a Sasuke.

— ¿Enserio?—trago saliva—. No te creo. Vamos, dime. No creo que seas tan bravucón como todos quieren que pienses.  

—Ya déjalo en paz—salió en su defensa Naruto y Sasuke rodó los ojos, su novio se metía donde no lo llamaban.

—Tú piérdete idiota.

El rubio se levantó y caminó hasta ella.

— ¿Tanto te divierte molestar a quien no debes?

—Es algo con lo que aprendes, gay—rio.

—Una niña mimada insultando con la palabra gay ¡Qué madura!—el azabache expresó su notable sarcasmo.

—Sasuke-kun ¿Por qué en vez de estar con una chica bonita, estás con este idiota?

—Este idiota es mejor que cualquier chica y-

—Y le da todo el sexo que le gusta.

Silencio.

Ino se desconcertó por eso y al mismo tiempo le dio un poco de repugnancia ¿Cómo podían hablar de esas cosas tan abiertamente? Le daba asco de tan solo pensarlo. Simplemente miró a ambos con hostilidad y se fue a su sitio.

 —Deja de defenderme, Uzumaki. Nadie te lo pide.

—Vamos Gaara ¡Únicamente intento ser amable 'ttebayo!—alzó su puño para chocarlo contra él, pero el otro no se inmutó, solo volvió a su pose original: cruzado de brazos y cerrando los ojos.

Otro silencio.

Todos sentados en las mesas y sí; tenían mucha hambre, pero faltaba algunas horas para el almuerzo así que tenían que esperar aunque a la vez ya se estaba aburriendo de no hacer nada.

— ¿Enserio no se puede hacer nada más?—Ino golpeó la mesa con sus manos. Necesitaba hacer algo ya.

—Deja de quejarte.

Volteó a ver a Gaara quien la miraba como si nada.

—Mi paciencia tiene un límite ¿Lo sabes?

—No me importa.

Naruto iba a volver a intervenir, pero fue detenido por el brazo de Sasuke y su mirada asesina, por lo que volvió a sentarse.

— ¿Acaso disfrutas haciéndome la vida imposible?— Demandó saber ella—. ¿Es la única diversión de un criminal como tú?

—…—Gaara no decía nada.

—Oh. Ya entiendo—rio—. Te encanta molestar a otros porque así te sientes superior a los demás—sus palabras cada vez tocaban fondo—, pero si sigues así, nadie te querrá ¡Oh espera! ¡Nadie lo hace!

Eso termino por matar al chico del tatuaje y en un abrir y cerrar de ojos había saltado sobre la chica y ahora la aprisionaba contra la mesa. Los demás se sorprendieron, sin embargo, no hicieron nada; no pasaba a mayores aun.

— ¿Nadie me quiere? Ja—soltó una carcajada maquiavélica— ¿Qué me dices de ti? ¿Acaso alguien de esta escuela te quiere? No me hagas reír.

—Si-Si lo hacen—contestó con un evidente miedo que la carcomía.

—Quieren tu dinero y todos los lujos que les puedes dar si te siguen como una simple escoria.

La rubia quedó callada ¡Eso no era cierto! ¿Verdad? Tenía amigos, muchos amigos ¡Por algo era la más popular y tres veces reina del baile! Aun con Gaara encima de ella, se permitió apartar la vista, al parecer mirar un punto a la distancia, era más divertido.

—Todos ustedes son divertidos ¿Saben?—habló Sai con su sonrisa falsa en el rostro como siempre—. Digo, por un lado tenemos a un mapache y una belleza peleando como perros y gatos; por otro a dos gays, uno con pene pequeño besándose ajeno a todos; y por último a una rara que solo mira al de pene pequeño mientras se sonroja.

—Tú estás leyendo tu libro ¡Y no me digas así, bastardo!

—Chi-Chicos…—todos voltearon a la última mesa donde estaba Hinata y se sorprendieron, porque bueno ¡Habló!—, yo-yo...— titubeó —, creo que debemos mantenernos calmados, Iruka-sensei puede venir en cualquier momento.

—Hinata tiene razón—los celos de Sasuke se encendieron—, pero aún tengo hambre de ramen.

Gaara sólo se limitó a bajarse de Ino, al parecer estaría callado unos minutos antes que despertara su lado salvaje.

— ¡Ya sé!—Naruto se paró del asiento y jaló a su novio hasta adelante, vigilando que nadie entre—. Recordé que en mi casillero deje un tazón de ramen que deje ayer antes de irme a casa.

— ¿Estás sugiriendo que comamos esa cosa que ya seguro está malograda?—una mueca de asco se formó en el rostro de la popular.

— ¿Alguna otra idea?

Nadie dijo nada más.

— ¡Decidido 'ttebayo!

—Espera pene pequeño, te recuerdo que no podemos salir del aula y que seguro si lo haces, Iruka-sensei nos verá.

—A este usuratonkachi se le ocurren buenas ideas—opinó Sasuke con media sonrisa arrogante.

— ¡Y el teme tiene mucha razón! ¿Quieren venir o no?—todos se miraron entre si y se encogieron de hombros.

 Naruto saco media cabeza por la puerta, girando su rostro de un lado a otros verificando que en los pasillos no hubiera nadie y con la mano hizo un gesto indicando que era seguro y podían salir todos. Empezaron a caminar con cuidado siempre viendo que no esté Iruka por ningún lado hasta que llegaron a los casilleros.

—Apúrate Naruto, no somos ninjas.

—Ya voy, ya voy—empezó a dar vueltas a su candado con combinación hasta que la abrió, de ahí saco una bolsa de papel marrón y de esa extrajo un recipiente de ramen—. Vámonos.

Cerró el casillero y empezó a correr seguido de Gaara, Sai y Sasuke. Ino se quedó mirando a Hinata.

—Es ramen ¡Ramen de ayer!—observo a Hinata muda—. ¿Tú apruebas esto?

Sin escuchar nada, rodó los ojos y siguió a los demás al igual que la otra.

Todos caminaban tranquilos por los pasillos hasta que llegaron a uno y doblando la cabeza para la mano derecha estaba Iruka, se asustaron y empezaron a correr, la única que se quedó unos dos segundos fue Hinata un poco en shock hasta que Sai la jaló para hacerla reaccionar. Iruka volteó y no vio a nadie, por lo que siguió su camino.

Corriendo de nuevo hasta que lo encontraron otra vez por el salón de Literatura y corrieron de regreso por donde vinieron.

Así sucesivamente corrían una tres veces más hasta que llegaron a una pared sin salida.

—Mierda, no hay camino—Sasuke golpeó la pared con sus puños.

— ¡Bien hecho idiota! ¡Todo fue por tu estúpido ramen!—le gritó Ino desesperada y aterrada.

— ¿Ahora qué hacemos?— preguntó Sai por primera vez serio y ojeando su libro en busca de una respuesta, en alguna parte debería aparecer "¿Qué haces cuando estas escapando y no tienes salida?"

—Pues…—Naruto pensaba en algo.

—Lo distraeré—los cinco contemplaron a Sasuke, el rubio iba a decir algo—. Cállate, me deberás algo porque sacarte de este embrollo.

— ¿Qu-Qué vas a-a hacer Sasuke-kun?

—Solo miren—le arrebató la bolsa y la metió en los pantalones de su chico—. Regresen a la biblioteca.

—Sasuke…

Bufó y empezó a correr arrancando carteles mientras:

—Toki wa hizuka ni teku no hoisu wo (Hace tiempo había escapado en secreto) —cantaba e Iruka a los lejos lo escucho.

El profesor quería ver de dónde provenía ese canto.

— tada hashidatta... (De esta metrópolis…)—siguió arrancado carteles e Iruka lo perseguía.

Era una persecución que casi llegaba a su fin, Sasuke era listo y pensó que no lo atraparían fácilmente.

—Izude kakeketa yume ni kizuita mada tokimeku (En mis sueños olvidados me di cuenta) —ya casi sentía que perdía al superior—, mada tokimeku… (Que aún palpita…)

Y sin percatarse, chocó con el castaño.

—Sasuke Uchiha, no me lo esperaba de ti.

—Hmp—musitó.

— ¡Estás en serios problemas jovencito!—lo jaló del brazo sin dejarlo decir nada—, aunque la canción estuvo buena.

Lo arrastró hasta el armario del conserje e hizo que entrara, sentándose en el suelo con una expresión aburrida.

—Sasuke, no esperaba este comportamiento de ti ¡Eres el alumno ejemplar!

Al azabache le fastidiaba que le dijeran eso ¡Sus padres y la mitad de la escuela se lo recordaban! Apretó los puños coléricos, dirigió sus ojos negros hacia el rostro del otro.

— ¿En dónde estarás en cinco años si te sigues comportando de esa manera? Quiero lo mejor para tu futuro, un chico perfecto merece mucho más que eso—se agachó a su altura y puso una mano en su hombro izquierdo, como dándole a entender que lo entendía, sin embargo, Sasuke reacciono diferente y la aparto de un manotazo, sacando un suspiro del mayor.

—No moleste, sólo Naruto entiende como me siento.

Sin decir nada más se fue por la puerta y la cerró con llave, sabía que aprendería una lección.

Sasuke se levantó y empezó a buscar una salida, debía llegar pronto con Naruto y los demás —estos no les interesaba mucho—, hasta que llevando su vista al techo encontró una rejilla, a lo mejor llevaba a una biblioteca o algún lugar cercano, sonrió con arrogancia y con ayuda de las cosas dentro del armario empezó a construir una repisa de cosas: cajas, basureros, etc. Cuando completo todo, subió con cuidado y camino por los ductos hasta que a lo lejos escuchó voces y una muy irritable Naruto, pensó y llego hasta su destino, pateó la rejilla y cayó en la mesa de la chica rara que no evitó gritar de sorpresa.

— ¡Sasukeee!—sintió unos brazos en su cintura y luego unas vueltas hasta dejarlo en el suelo.

—Ya estoy aquí Naruto, cálmate—le dio un beso en la mejilla para que se tranquilizara—. ¿Queda ramen?

—Si.

Lo dirigió hasta unos sofás donde estaba todos mirando el recipiente de ramen en el centro.

— ¿Entonces quieren probar o no?

—Yo creo que Sabaku No quiere primero—retó Ino cruzándose de piernas y sonriendo con burla.

—No me interesa comer ramen de ayer—contestó.

— ¿Tienes miedo?—se acercó a centímetros de su rostro—Cobarde—mencionó alejándose.

— ¿Cómo me dijiste?

—Cobarde o prefieres gallina. Tú elijes.

Gaara no era impulsivo.

—Ábrelo Uzumaki.

— ¡A la orden 'ttebayo!—rompió la tapa y le dio el tazón—. Sólo un poco.

El peli-rojo probó un poco y dijo: Nada mal. Ino rio y solo porque tenía hambre también lo hizo al igual que todos menos Hinata.

—Hyuga ¿Por qué no pruebas un poco?

—Yo-Yo…— tartamudeó —. Bueno…

—Todos lo hemos hecho, faltas tú—Ino agarró el bol lleno de la comida y se lo aproximó. 

Hinata tragó saliva, sentía todas las miradas menos la de Naruto.

— ¿Acaso eres vegetariana?

— ¡No-No!— exclamó negando la cabeza rápidamente.

— ¿Entonces por qué no pruebas? ¿Probaste el ramen de alguien?

La chica de cabello negro bajó aun más la cabeza y como pudo señaló a Naruto quien estaba distraído oliendo el cabello de Sasuke.

— ¿Naruto? ¿Has probado ramen con Naruto alguna vez?

— ¿Yo qué?—se unió a la conversación el rubio cuando escuchó su nombre.

—La pequeña Hinata dice que ha probado tu ramen.

—No-No, no quise decir eso ¡Ni siquiera hablo con Na-Naruto-kun!— intentó defenderse.

— ¿Qué sucede Hinata?—la aludida sintió una opresión en la garganta por la mirada del Uchiha.

—Na-Nada…

— ¿Señalaste a Naruto o no?— preguntó.

—Bue-Bueno…no quiero que Na-Naruto-kun sepa que no-no me gusta el ramen…

— ¡No le veo problema 'ttebayo!—el chico le mando una sonrisa de apoyo ocasionando un Tch a Sasuke.

— ¿Saben?—llamo la atención Sai luego de probar un poco de ramen—. Esta cosa-

—Esa cosa tiene nombre—lo interrumpió Uzumaki con el ceño fruncido.

—Lo que sea—le restó importancia—, lo que iba a decir ¡Me dio ganas de…!

 Se paró del sofá y empezó a correr por todo el lugar, nunca había sido imperativo, pero había una primera vez para todo. Se sacó la chaqueta que traía puesta y la boto por algún lado e hizo algunas piruetas de lado. Todos lo ovacionaban incluso Hinata se permitía aplaudir con diversión. Sai bailaba con diversión de un lado a otro, se movía como podía y saltaba entre las mesas, se sentía por fin libre de todo.

13:25 pm. Todos seguían en los sofás sentados disfrutando de lo último que quedaba de ramen. Sasuke tenía a Naruto en sus piernas, a su lado izquierdo tenían a Ino quien abrió la boca cuando el azabache le dio un poco de jugo de tomate que trajo consigo en su maleta. La rubia tomó un poco, pero al instante tosió debido al sabor.

—Es un hecho, a las chicas no les gusta el jugo de tomate—comento Sai mientras jugaba con los palitos y hacía como si no llegaran a su boca.

Todos rieron, luego Naruto se puso unos lentes de Gaara e hizo unas muecas graciosas, más risas.

Hinata hizo el intento de chocar la mano con Gaara, pero este en vez de eso le choco en la cara haciendo que se cayera de espaldas, a decir verdad eso causo gracia en la chica.

2: 40 pm. Sentados estaban en un rincón alejados de las mesas, se miraban entre sí, alguien debía hablar.

 — ¿Y porque no nos cuentan la razón del porque están aquí?—empezó Naruto observando con detenimiento a todos.

— ¿Y si empiezas tú?—se la devolvió Gaara.

—Es algo graciosa 'ttebayo—se rio—. Resulta que Sasuke y yo estábamos con ganas de-

—En resumen, Iruka nos atrapo teniendo sexo en los baños. Fin.

— ¿Por qué nunca me dejas terminar de contar, bastardo?— reclamó su novio enojado.

—Porque puedo.

—Son extraños— comentó Ino riéndose—. ¿Acaso la escuela es un motel o algo así?

—Oh niña, la calentura te agarra donde menos quieres—rio Naruto— ¿Y los demás?

—Yo insulte a Ibiki-sensei porque en un libro que leí, decía que eso era bueno—todos los miraron incrédulos—. ¿Qué?

—Nada—respondieron en grupo.

—Yo…—voltearon a ver a Gaara—. Mandé a la enfermería a Rock Lee.

— ¡Escuche eso! ¡Dicen que fue un duro combate!

—Lo fue—dio una pequeña sonrisa—. Sigan.

Giraron sus cabezas hacia Hinata callada e Ino que bufó.

—De acuerdo, de acuerdo—dijo la rubia por la presión—. Soborne a Hiruzen-san para que me deje ir a Paris por una semana, no funcionó al parecer.

— ¿Cómo lo sobornaste?

—Le ofrecí bastante dinero, el viejo no quiso aceptar—rio al recordar.

—Quedas tú Hinata—le sonrió Sai.

—Pu-Pues…yo…—jugo con sus dedos—, explote el-el salón de Química, puesto que mezclé agua con magnesio…

— ¿Qué te hizo hacer eso?—A Ino le intereso saber, le causaba gracia.

—Pe-Pensaba en alguien…

—Me imagino quien— gruñó Sasuke.

— ¡Lo-Lo siento Sa-Sasuke-kun!— bajó la cabeza, arrepentida.

—A veces—el azabache comenzó—, me siento presionado por mis padres, quieren que llegue a ser el chico perfecto del cual todos estén orgullosos.

Naruto besó su mejilla y continúo.

—A mí la escuela me ve como el payaso de la clase, del que te esperes que esté haciendo una broma o metiéndose en problemas por eso.

—Soy antisocial ¿saben?—Sai sacó un libro de atrás—, me encanta alejarme de la realidad y sólo leer.

—Mis padres creen que soy alguien de mu-mucho carácter, no obstante, soy-soy muy tímida, me-me da miedo hablar con la gente—Hinata sintió una mano junto a la de ella, apoyada en el piso, miro que era Sai y sacó una pequeña sonrisa.

—No me gusta hablar y todos piensan que soy un bravucón, aparte tengo un talento extraño.

Eso llamo la atención.

— ¿Cuál?— interrogó Sai.

Gaara metió la mano al bolsillo de su pantalón y extrajo un puñado de arena, lo unió con la otra mano y en un minuto formó una estatua de una mujer.

Los cinco aplaudieron a excepción de Ino que lo hizo de una forma sarcástica, eso se noto y todos la miraron.  

—Fabuloso para un chico malo, aunque es extraño.

—Tch.

—Déjalo ya Ino, sólo te metes con él—Naruto intentó apaciguar las cosas.

— ¡Es su culpa por decir que no tengo amigos! ¿Acaso a él lo quieren o tiene a alguien?

—Cierra la boca—dijo con la cabeza baja.

— ¿Digo la verdad o qué?— gritó ella.

— ¡Que cierres la boca!

— ¡Pues lo siento por no tener amigos y ser la más popular! ¡Que todos sólo estén contigo por tu dinero y tus cosas!

Al gritar eso, se desahogó de todo lo que tenía. Al parecer cuando peleaba con Gaara, se quitaba un peso de encima porque la veía como una igual o menos incluso. Los seis se miraron y comenzaron a soltar risas, era tan divertido, solo eran adolescentes que estaban castigados.

Hinata estaba contra una extraña estatua y se movía dando giros.

Sai agarró sus libros juntos a otros y empezó a tirarlos al compás de una música inexistente.

Ino, Sasuke, Naruto y Gaara bailaban moviendo sus cuerpos y cabezas. Sai golpeaba un muro como una batería. La rubia empezó a mover sus pies y sus brazos. Todos giraban o jugaban a tener instrumentos musicales.

Gaara y Hinata sobre una mesa se movían de un lado a otros metiendo sus pies y sacándolos sin mover los brazos.

Sasuke, Naruto y Sai, uno atrás de otro y con los brazos a cada lado, estaban casi pegados, entonces se desplazaban de adelante hacia atrás.

Hinata e Ino se movían al igual que los demás sobre una mesa, con las manos a la altura de su pecho y de un lado para otro.

Gaara bailaba alocadamente sin preocuparse del como quede su cabello después.

Sasuke al final danza moviendo sus manos junto a su cabeza cayendo de rodillas al piso, siguiendo con el baile hasta dejar caer su cabeza al piso y cerrarla con sus brazos.

Un rato después, ya había terminado de bailar y estaban descasando. La de cabello negro miraba de reojo a Sai, con algo de timidez, deseaba acercarse, pero sentía miedo.

— ¡Boo!— asustó la rubia y al notar el sobresalto de la chica, carcajeó —. Miras mucho a Shimura.

—Cre-Creo que sí…es una buena persona.

— ¡Tengo algo para ti!—la jalo para llevarla a otra estancia.

Cinco minutos después, estaba maquillándola y poniéndole sombras en los ojos.

— ¿Estás segura?

—Claro que sí, tonta— contestó.

Hinata empezó a caminar hasta el de cabello negro, quien al notar su cambio: Corte hasta los hombros, maquillaje no tan superficial y vestimenta un poco más ligero, se veía simplemente hermosa.

—Te vez Woow—no tenía palabras—. Debo buscar un libro sobre que decir ahora…

Ella rio por lo bajo.

—Te ayudo si deseas.

16:00 pm.

Por fin salían, cada uno con su pareja:

Sasuke y Naruto agarrados de la mano.

Hinata y Sai sonriéndose entre sí, muy juntos.

Gaara e Ino con los brazos cruzados, mirando a otro lado.

—Nos vemos el próximo sábado—aviso, despidiéndose el pelirrojo a un profesor con máscara que estaba pasando por ahí.

Ya afuera, cuatro de los seis vieron que los habían venido a recoger. Gaara le dio su reloj de arena a Ino quién le guiño el ojo con seducción y se lo metió en el brasier, posteriormente cada uno al auto de sus padres.

Hinata y Sai se besaron un poco y con la mirada prometieron verse el domingo.

Iruka-sensei, gracias por este día. Se despiden:

Un chico perfecto, un payaso de clase, un asocial, un bravucón, una tímida y una popular.

Atte.

El club de los roku.

Con Naruto y Sasuke, la historia iba diferente, solo siguieron su curso hasta llegar al campo de entrenamiento con el sol casi poniéndose a pesar de que aún era temprano. Ambos levantaron sus manos entrelazadas al cielo.

Notas finales:

¡Espero y les haya gustado!

¡SAYONARA!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).