Los personajes no me pertenecen, el uso para entretenerme.
Arthur observó a su tercer hijo retirarse con aquel grupo. Vio cómo su nieta besaba a su padre y los seguía.
Ellos tardaron todavía un poco en irse a sus habitaciones.
Las palabras de Molly y sus quejas no eran escuchadas por su esposo quien en ese momento y al igual que sus hijos mayores comenzaba una retrospectiva hacia el tercero.
Cuantas veces le vio tomar “vitaminas” cuantas veces observo que el brillo inocente desaparecía.
Él sabía que había fallado como padre al no darles lo que merecía, pero lo compensaba con cariño y amor.
En ese momento se daba cuenta que le había fallado a uno de sus siete hijos.
Mientras en una pequeña aula los mayores recordaban eventos en el colegio. Uno se marcaba mucho en ese momento.
Oliver y otros chicos les habían ido a buscar por que Percy se había desmayado.
No vieron a su hermano hasta casi una semana después un resfriado se había complicado y ellos siempre dejaron para otro momento el verlo. Habia cosas más importantes que ver a su hermano enfermo.
La familia es primero, era el lema de los Weasley, lo son los demás, Percy al no encajar era el último.
Percy se encontraba en la misma habitación que los chicos Vongola, Dino así lo había decidido, sus pensamientos estaban en el beso que le había dado en la frente. Un beso lleno de promesas por descubrir.
Después de liberar un suspiro decidió acostarse. Sabía lo que tenía que hacer. No tanto por sus hijos, mismos a los que amaba, y ahora con la esperanza dada, ya estaba ilusionándose con su llegada. Sino por el mismo, en cuanto pudiera hablaría con Demian para podrá comenzar a trabajar para él.
Era hora de que recuperar sus sueños.
La mañana llegó con una aura extraña la familia Weasley quien siempre estaba ruidosa estaba en ese momento silenciosa. El tercer hijo estaba con los mafiosos y sus hijos, sonrisas tentativas a su alrededor. Era bien recibido por aquellos desconocidos.
Encajaba con perfección, fue el pensamiento de Arthur al verlo hablar con el extraño grupo y ver como sus ojos brillaban al sentirse aceptado.
El desayuno termino y todos se acomodaron para ver las siguientes presentaciones.
El encapuchado apareció y dejo caer la capa mostrando a un joven de cabellos oscuros y ojos grises, que tenía un brillo interesante. Vestía con un pantalón de cuero y una playera sin mangas. Llevaba una pistola en la pantorrilla izquierda.
Los gritos de las chicas no se hicieron esperar como tampoco los gruñidos de los chicos.
-- Sé que es una locura, pero creo que es la versión masculina de Bella--susurro Sirius siendo escuchado por Fon y Remus.-- claro que sin tanta locura.
--Buenos días a todos, diré mi apellido al final y el nombre de mi padre lo dirá mi hermana, la última princesa. Soy Ares, tengo dieciocho años y soy un doble, mis padrinos son Andrómeda Tonks y Viper o Mamon como lo quieran llamar. Mi llama es del cielo y también poseo la llama de la tormenta. En ocasiones apoyo al equipo de Radegast. ¿Preguntas?
-- ¿Novia o Novio?
-- No tengo pareja-- exclamó y aunque no hubo cambio alguno en sus facciones sus ojos demostraban tristeza
-- No te preocupes Ares los demonios y yo nos haremos cargo-- exclamó Alexa con una sonrisa sádica
-- Gracias Alexa pero prefiero que no pierdan su tiempo con alguien como esa…
-- Esa se pierde del partido que eres-- exclamó Sirius
--Aunque si mirara a otros rumbos estaría con la persona correcta—exclamo Orión mientras miraba de reojo a los hermanos Lupin
-- Ahora dinos quien es tu madre—exigió Sirius
-- Madre tiene razón, eres muy impaciente tío Sirius. Bueno mi madre es nada más ni nada menos que Bellatrix Black.
El silencio rodeo el lugar y Sirius simplemente sonrió.
-- ja lo sabía-- exclamó con una sonrisa
Todos lo miraron extrañados debido a su actuar, pero Orión se había encargado de contarle sobre bella y como estaba.
--¿Por qué el nombre de Ares?—cuestiono Narcissa, a su sobrino—la tradición Black es el nombre de una estrella
--Bueno cuando iba a nacer, mi madre le dijo a papa, cual quería que fuera mi nombre, pero él le dijo que prefería el nombre de Ares, que era el nombre del dios de la guerra, mi madre dijo que me llamaría así y que si volvía a tener un niño le pondría como había elegido primero.
--De ahí que los enemigos le llamen el dios de Varia—susurro Xiang a su hermano, quien asintió.
--Bueno es todo de mi parte sigues linda.
El siguiente encapuchado se quitó la capa dejando ver a una joven de cabellos negros, con ojos violeta. Su tez blanca y pequeños labios. Vestía un sencillo vestido blanco con unas sandalias de tacón pequeño. Lo único que resaltaba era su dije en forma de estrella, que tenía llamas de las niebla activas.
Así como sucediera con Ares, sucedió con la chica, quien no dudo en sonrojarse, provocando un gruñido en Reborn.
--Si no quieren perder puntos se callaran—fue la voz de MacGonagall, que hizo que todos guardaran silencio—puedes presentarte linda
--Se lo agradezco madama, mi nombre es Kirene y soy la segunda hija de Skull
--Tengo una hermosa princesa—exclamo alegre el motociclista
--Gracias papa, continuo tengo diecisiete años, mi llama, por extraño que suene, es la del sol, soy alumna del tío Reborn—dijo alzando los hombros—mis padrinos son el tío Tsuna y el tío Hibari, no me pregunten porque, pero él se ofreció
--si ofrecer es amenazar a nuestros padres—susurro Yue
--soy buena tocando el piano y se artes marciales, mi padre quiso que aprendiéramos a defendernos. Antes de que pregunten, no, no tengo pareja, aún no ha llegado la persona indicada. Es todo, tu turno.
La chica bajo de la plataforma y beso a su padrino Tsuna y a su papa, mientras miraba como su padre ocultaba de nuevo su mirada. Sus ojos se dirigieron a donde Demian y asintió ante la muda pregunta que estaba.
El último chico del futuro apareció y dejo caer su capucha permitiendo que vieran sus hijos color celeste y el cabello rubio cenizo. Su tez blanca. Vestía un jeans deslavado con tenis y una playera, en la muñeca izquierda llevaba una pulsera de cuero.
--- hola personas del pasado soy Ian Kakimoto tengo 19 años y pertenezco a kokuyo que es una subdivisión de vongola mi llama es sol y soy considerado uno de los mejores hackers del mundo.
Chikuza miraba sin expresión a quien se presentaba como su hijo, aunque por dentro tenia sentimientos encontrados por un lado estaba feliz de tener un hijo pero por otro la tristeza de que no era del chico que llevaba tiempo enamorado.
-- mis padrinos son el tío Mukuro y la tía M.M.
-- ¿que por qué ella?-- cuestiono Ken sintiéndose un tanto confundido con eso, ya que ellos casi no se llevaban
-- mi papa dijo que de no ser por ella nunca hubiera estado con papa.
-- gracias Chikusa, en tu cara bestia.
Ken simplemente decidió ignorarla y ver al chico, tenia una buena corazonada con ese chico
-- no rengo novio por el momento. Espero conseguirlo pronto. Bueno tengo un hermano y… es difícil-- exclamo acariciando su cuello in tic que grupo kokuyo reconoció como de Ken
-- ¿que sucede?-- cuestiono el chico de lentes preocupado por la actitud de su hijo
-- durante una misión tú y papa estuvieron involucrados. Todo estaba saliendo como lo planeado, pero… hubo algo que no esperaban y tú decidiste quedarte atrás para poder proteger a padre y bueno… recibiste mucho daño…
-- caíste en coma-- exclamó Johan mientras abrazaba a Ian-- un año antes de irte, teníamos seis años cuando eso paso.
--La familia se hizo cargo de nosotros junto, pero papa cayo en depresión y estamos más que seguros—dijo Ian mientras suspiraba profundamente-- que papa nos dejara pronto
-- ya somos independientes así que papa dice que ya no lo necesitamos, el simplemente ya no quiere vivir
--Creo que es más que obvio quienes son nuestros padres, pero para dejarlo más seguro lo diremos
--Somos los hermanos Joshima Kakimoto
Ken sonrió y como el rostro de Chikuza para plantarle beso tipo telenovela. Pero en aquel beso también estaban las lágrimas por lo que sucedería. Perdería a su amado y eso no lo iba a permitir
-- olvídate de ir a esa misión-- exclamó mientras lo abrazaba-- te quedaras en casa con los niños
El chico del yoyo correspondió el abrazo y ocultando las lágrimas que sentía.
-- Lo hare si prometes regresar- susurro.