Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Destruyendo el futuro por Anle Ruma

[Reviews - 8]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Los personajes aquí presentados no me pertenecen, le pertenecen a sus respectivos creadores y/o compañías, mi uso es simplemente para entretenimiento, no gano nada con utilizarlos.

 

Hermione y sus amigos no dudaron en seguir a la joven, mas no la encontraron lo único que encontraron, o más bien los encontró fue un patronus.

 

“Rose está bien, necesita descansar, continúen con las presentaciones.”

 

Las palabras tranquilizaron un  poco a Hermione, quien trataba de entender que había pasado con su hija, cuando Ginny le pregunto aquello, así como también por que se había tensado al ver a la pelirroja.

 

--Bueno ahora que sabemos que Rose está bien, debo ir a hablar con Hugo, regreso pronto—fueron las palabras de Ron para ir donde sabía que su hijo estaba.

 

Mientras que Hermione lo miraba irse, de pronto las palabras dichas por Ron le llegaron ¿era posible que ellos se casaran sin amor?

 

 

Mientras aquello sucedía en la mente de Hermione, en la sala de los menesteres donde Rose se encontraba dormida en el regazo de una de las jóvenes, después de desahogarse con ella, el cansancio y el peso de sus decisiones la agotaron.

 

--Creí que diría quien era su padre—exclamo una voz masculina acariciando el cabello de la chica—siempre hablando de lo perfecta que era su vida

--Escucho algo por eso cambio—respondió una voz femenina—me presentare y diré quién soy, todo

--¿Estas segura?--cuestiono Orión quien había decidido ver  a los demás, para preguntarle por ella

--Lo estoy, será difícil, no lo negare, pero apoyare la apoyare como siempre, ¿puedo hacerlo su majestad?—cuestiono mirando a la joven quien tenía a Rose recostada

--No me llames así—respondió esta—pero si tu estas segura de tu decisión, tienes mi apoyo

---Bien que los siguientes se preparen.

 

 

--Hay algo extraño en esa familia—exclamo Tsuna quien miraba a sus amigos y a los hijos de sus amigos--¿nos pueden decir algo?

 

Los chicos se miraron como intentando decidir que mencionarles. Alexa suspiro ante aquello, sin los principales ella debía tomar las decisiones.

 

--La mayoría acepta la existencia de algunos bastardos—inicio haciendo una mueca—Rose y Hugo son de aquellos que no pueden aceptar los cambios aunque eso signifique su felicidad.

--Victorie, sus hermanos así como algunos de sus primos lo aceptaron, por que aceptaron que sus familias y ellos serían más felices con los cambios—termino Ray.

--Lo que sucedió con Rose, fue extraño, porque ella y Hugo habían decidido seguir con la farsa—dijo Belinda mirando a la puerta—así que el que huyera, solo significa que algo sucedió para cambiar de opinión.

 

Los mafiosos asintieron ante las palabras dichas, ellos entendían que los cambios eran para la felicidad de todos.

 

Ron se encontró con su hijo quien aventaba con furia algunas piedras al lago.

 

--Sabes el calamar no tiene la culpa de nada—fueron las palabras de estas ante su hijo, quien le volteo a ver con lágrimas en sus ojos--¿Qué pasa Hugo?

--Rose no se presentó como debía—dijo mientras abrazaba sus piernas—me prometió que lo haría.

--¿Por qué era tan importante que ella se presentara? ¿Hugo?

--Es mi hermana

 

Ante la respuesta Ron suspiro, las aspiraciones de su madre se hicieron verdad, él se casó con la chica que veía como a una hermana, todo por no querer aceptar su homosexualidad.

 

--Hugo, dime la verdad, tú y Rose ¿son felices? Eres capaz de responderme mirándome a los ojos

 

Hugo miro por algunos instantes a su padre, para después desviarlos y comenzar a llorar, no ninguno de los dos era felices, pero querían aferrarse a esa falsa felicidad por culpa de su abuela

 

Ron no dijo nada, solo abrazo a su hijo dejándole que se desahogara como debía.

 

--Shhh, hare lo que este en mi poder para que tú y Rose sean felices, pero debes saber algo Hugo, quiero a Hermione como a una hermana, más incluso que a Ginny—exclamo y sintió un estremecimiento en su hijo--¿Qué pasa?

--Na…nada

--Hugo ¿Por qué le tienes miedo a Ginny?

--No es nada papa

--Hugo, necesito saber todo lo que te haga infeliz para evitarlo en el futuro, por favor.

--Te… te lo diré cuando Rose este presente

--Está bien, confiare en tu palabra—fueron sus palabras para después besar la coronilla de su hijo.

 

 

Mark estaba en el prado donde Yue había dicho al viento que lo amaba, necesitaba  ese tiempo  para pensar en qué hacer, pero lo único que venía a su mente es encontrarse con aquel joven que se había ganado su corazón, dejar su orgullo muy lejos de ahí y arrodillarse para suplicar el perdón de aquel hermoso ser, así como una oportunidad misma que el desecho con su miedo.

 

Era lo único que pensaba, e incluso soñaba con aquellos, de dos formas, una donde Yue le dice que sí y otra donde le dice que no.

 

Suspiro ante aquellos sueños, de pronto el sonido de una rama, lo hace incorporarse y prepararse para atacar, cuando ve quien es

 

--Yue

--Lo siento, no sabía que estabas aquí Mark, yo… yo me voy

--¡No!—grito provocando la sorpresa del otro—lo siento no quise gritarte, no es necesario que te vallas, puedes quedarte, claro si no te molesta mi presencia

--Nunca me ha molestado tu presencia—responde el otro y camina hasta un tronco caído, donde se siente--¿crees que Rose este bien?

--Si, ya abrió los ojos, así que de ahora en adelante estará bien

--Tienes razón

 

El silencio los rodea, pero como siempre es un silencio realmente agradable, Mark observa como la luz le da un toque etéreo a Yue y no puede evitar sonreír, siempre ha sido de la idea de que él es un ángel, un ángel que él debía cuidar sin importar que.

 

Aunque él había fallado, al lastimarlo de aquella forma.

 

Yue noto la tristeza de Mark se mordió el interior de la mejilla, necesitaba saber que estaba bien, así que tomando el valor que necesitaba se acercó a el

 

--Mark

--¿Qué sucede?—cuestiono mirándolo a los ojos

--¿estás bien?

--siempre te has preocupado por mí, aunque no lo merezca

--No digas eso, eres la persona más importante para mí después de mis hermanos y padres

--No debería serlo

--El corazón manda, no el cerebro—respondió con una sonrisa triste

--Eso es cierto, el corazón manda y hay ocasiones en que el cerebro decide de forma incorrecta

--Tienes razón

 

Se quedaron en silencio, Mark mirando al joven que se había robado desde hacía mucho el corazón, pero que había dañado por estúpido

 

--¿Mark?—cuestiono al sentir la mirada de quién era su compañero y como su corazón latía de forma incontrolable debido a esa mirada--¿sucede algo?

--No, solo estaba observando tu belleza

 

Sus palabras obtuvieron lo que deseaba, un sonrojo y la mirada baja de su acompañante

 

--Siempre me ha gustado cuando te sonrojas

--No…no digas esas cosas—exclamo mientras se abrazaba, provocando que Mark se preocupara

--Yue

--Había decidido olvidarte, darle una oportunidad a Dylan y ahora

--Lo sé, sé que soy un idiota que no debe tener ni siquiera una esperanza de que me perdones, que no debo pensar en que me perdonaras por mi estupidez, que soy el idiota más grande por no aceptar lo que eras para mí, el ser más importante de mi vida

--Por favor---susurro con lágrimas—si no lo sientes de verdad, por favor no lo digas

 

Sintió su mano ser sostenida y al abrir los ojos que había cerrado intentando evitar las lágrimas se dio cuenta de que Mark estaba hincado y lo miraba con aquello ojos que demostraban un orgullo y una determinación indestructible, perdiéndose en aquellos luceros que le miraban con una emoción que nunca espero ver en ellos.

 

--Lo he sentido desde hace mucho, pero temía, no ser digno de ti y he demostrado con creces que no lo soy, te he dañado pensando que así te protegería, aunque mi corazón siempre me lo dijo el cerebro actuó convirtiéndome en un idiota. Como ya te lo dije no tengo más que una mínima esperanza de que me permitas cortejarte como se debe, un cortejo que nos llevaría al altar donde uniríamos nuestra vida para siempre. Me enfrentare a todos en cuanto me digas que sí, tanto en este tiempo como en el futuro. Sé que no lo merezco, te hice llorar, pero por favor, aquí de rodillas te suplico una oportunidad para reparar mi daño y demostrarte que puedo ser digno de ti

 

Yue tenía lágrimas en los ojos ante las palabras de su amado, se dejó caer de rodillas y se abrazó de él.

 

Mark cerro los ojos esperando el rechazo, pero el susurro que se escuchó en ese pacifico lugar le hizo sonreír y besar la coronilla de Yue.

 

Las cosas con ellos se estaban arreglando.

 

Ahora debía enmendar cada uno de sus errores con su hermoso ángel y esperar el castigo que su tío le dé debido a su estupidez.

 

 

 

 

 

 

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).