Era una locura lo que acababan de hacer pero no se arrepentía no cuando veía a Liam tan feliz.
-¡Lo hice! – Grito Liam al terminar un juego perfecto en la plataforma de baile.
-¡Fue increíble! – Lo alzo Bruno
-¡Cierto! – Liam estaba tan alegre que no le importo las miradas ni los cuchicheos de los demás, de hecho se sintió un poco decepcionado de que Bruno lo bajara tan rápido.
-Es la primera vez que vengo a un lugar tan divertido – Dijo Bruno apenado por dejarse llevar en un lugar público.
-¿En serio? Y entonces que hacías con tus…los chicos del equipo.
-Ah, bueno nosotros, eso, eran solo fiestas y cosas así.
-Pues yo si venia un montón con mis antiguos amigos, bueno hasta que se enteraron que era gay.
-Lo siento no quería hacerte recordar algo triste.
-Relájate, no es para nada así, era divertido pero ya eso paso, me alegra estar contigo aquí.
-A mí también – Sonrió Bruno.
-¡Oye! mira vamos a jugar ese – Señalo Liam una mesa de pimpón.
Liam era muy rápido pero los reflejos de Bruno eran superiores devolvía cada golpe una centésima de segundo antes de que cayera la pelota y cuando parecía que el partido llegaba a su fin Liam devolvía el golpe con más fuerza, duraron así casi media hora, entonces se dieron cuenta de que estaban rodeados por varios chicos que estaban sorprendidos por la partida.
Una hora después finalmente Bruno gano con una mirada tan genial que Liam no pudo sino aceptar la derrota con una gran sonrisa.
-Eso fue increíble – Se le acercaron varias chicas pechugonas a felicitar al ganador mientras Liam intentaba recuperar el aire.
-Sí, gracias- Trataba Bruno de irse.
-Soy Britany – Se presentó una de las chicas.
-Yo – Iba a hablar Bruno cuando Liam llego.
-Y Yo soy Liam y si me permiten chicas mi novio y yo estamos en una cita justo ahora – Agarro de la mano a Bruno dejando a varias admiradoras en shock y otras con cara de yaoi ¡Sí!
-Toma – Le entrego Bruno una botella de jugo a Liam.
-Gracias, no estoy acostumbrado a tanto ejercicio.
-Pues lo hiciste muy bien.
-Bueno no quería quedar mal frente a ti -Se sonrojo Liam al darse cuenta de lo que estaba diciendo, cosa que le duro poco cuando Bruno le robo un beso.
-Lo siento – Se disculpó de inmediato Bruno – Es que estoy muy tan feliz de que le hayas dicho esas chicas que somos novios.
Liam lo vio entre sorprendido por el beso y confundido por sus palabras.
-Bueno lo dije porque es la verdad – Fue lo único que se le ocurrió decir con un puchero ¿Que pensaba Bruno que eran?
- Sí, es cierto – Sonrió más feliz Bruno
De repente sonó el teléfono de Liam.
-Tks, es mi tía, creo que me tengo que ir.
-Que ¿ya? – Dijo como un cachorrito Bruno.
-Así parece – Liam se dio cuenta de que a él tampoco le hacía gracia separarse tan pronto de Bruno.
-Nos vamos – Bruno Le extendió la mano a Liam quien no dudo un segundo en tomarla.
El tiempo que duraron en camino hacia donde se encontraba la tía de Liam fue el paraíso para Bruno quien no cabía de la dicha, no solo había tenido una primera cita maravillosa sino que Liam había dicho que eran novios, Kyaaaa, novios, cada vez que lo recordaba parecía un sueño, se fueron tomados de la mano durante todo el camino y de vez en vez se daban uno que otro beso.
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-¿Entonces ellos están juntos? – Pregunto el entrenador.
-Que le acabo de contar – Dijo irritado Blass quien no se hallaba de la rabia había quedado como un imbécil, esos dos lo dejaron tirado en esa peste de restaurante.
-Entiendo- Fue lo que escucho decir al entrenador al otro lado de la línea.
-¿No piensa hacer algo al respecto? – Dijo más enojado al escuchar al entrenador tan tranquilo.
-Blass no te dejes llevar por la ira, debes mantenerte cerca de Bruno, esa relación tiene el tipo contado, solo que ellos aún no lo saben… Entendido.
-Si señor – El viejo tenía razón enfadarse no servía de nada ya después podría desquitarse.
-Y con quien hablabas – Le pregunto Johnny a Blass mientras comía una rebanada de pizza.
-Nada que te interese, más importante aún que hay de Marcos.
-¿Qué hay de él? – Dijo un poco molesto el rubio.
-Nada, sabes que el entrenador dijo que no quería discrimación en el equipo contra los gays.
-Eso dijo
-Sí que estupidez, a mí en lo particular tú querido hermanito puede revolcarse con quien quiera siempre y cuando no haga de eso un espectáculo que…
-Lo sé, siempre y cuando no manche la imagen del equipo, relájate Marcos no se va a revolcar con nadie, nunca más, ni con ese imbécil de kevin ni con nadie.
-Si supe que “hablaste” con Kevin al respecto.
-Solo le advertí que no se acercara más a Marcos eso es todo.
-¿Y te hará caso?
-No importa ya te lo dije Marcos no va a meterse con nadie.
-Humm, pareces demasiado seguro, pues ¿Qué hiciste?
-Nada, acaso no sabes que Marcos hace lo que yo le diga, cuando y como yo quiero.
Blass soltó una carcajada, que hizo enojar a Johnny.
-¡¿Qué?!
-Nada, olvídalo – Hay Johnny si te crees eso eres más imbécil de lo que pensé, para mi es muy claro que tu hermano te maneja con el meñique.
- Como sea, por Marcos no hay que preocuparse – Fue lo último que dijo Johnny para seguir comiendo su pizza.
- Bueno, es bueno saberlo.
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-Hola – Saludo Marcos en la puerta de la casa de Kevin.
-Ah, vaya, que tal – Dijo Kevin un poco hastiado.
-Por Dios, ¡Kevin! ¿Qué te paso? – Ya no se notaba pero viéndole de cerca tenía tremendo golpe en la cara el chico.
-¡Hay por Dios tu qué crees Marcos!
-¿Johnny? – En que momento.
-Quien más, tu hermanito es un imbécil de lo peor – Le decía el chico mientras lo dejaba pasar – Sigue mis padres no están.
-Lo siento, por mi culpa…
- Hay santo cielo Marcos relájate ni que me hubieras obligado a nada o le hubieses dicho a es troglodita que me golpeara.
-No, pero debí suponerlo Jhon puede ser muy impulsivo.
-Jhon ¿eh? – Se le quedo viendo pensativo Kevin.
-¿Qué? – Se puso nervioso Marcos.
-¿Porque te noto tan tranquilo? – Pregunto con malicia Kevin.
-Bueno yo…es que…- De solo recordar los últimos acontecimientos Marcos se puso más rojo que un tomate.
-Por Dios, ¿Qué?, ¡Tienes que contarme todo! –Decía Kevin zarandeando a Marcos.
Después de contarle todo a Kevin; Marcos empezó a sentir el peso de la realidad por primera vez.
- ¡Carajo! que fuerte – Fue lo único que dijo Kevin.
- Si, lo sé, es como un sueño.
- O una pesadilla
- ¿Qué?
- Digo Marcos súper todo lo que me dices, pero y que ¿ustedes van a empezar a salir?
- Creo.
- ¿Cómo que crees?
- Jhon quiere que salga con una chica – La cara de Kevin al escuchar a Marcos fue de What - ¡Solo por las apariencias! Creo que el aún no está listo para asumir su sexualidad y menos nuestra relación.
- Aja, claro.
- Es decir, han sido muchas cosas ¿No crees?
- Okey, solo una cosa… ya le contaste la razón por la cual nosotros dos…
- ¡No!...Yo – Marcos estaba muy confundido todo estaba pasando muy rápido.
- Díselo.
- Pero no quiero que me odie o que piense que soy un enfermo o un pervertido.
- Primero cuantas veces te lo tengo que repetir nosotros no somos nada de eso y dos en serio vas a hacerle caso al tarado con lo de la novia.
- ¿Qué puedo hacer?- Dijo un poco desesperado Marcos.
- Okey escucha…Todo esto no es muy raro, eso de que se te confiesa pero luego te pide algo así con la excusa de “las apariencias”
- Que quieres decir.
- No sé ¿Tu qué crees?
- ¿Crees que Johnny me está mintiendo? ¡Imposible! Cuando se me confeso supe que decía la verdad.
- Bueno como sea solo te diré esto, si las cosas van muy mal con ese imbécil pues… Vuelves conmigo y ya.
- ¡Kevin!.
- Relájate es broma, pero en serio, no deberías prestarte para eso y deberías decirle lo otro si ustedes no están claros no creo que vayan a llegar muy lejos Marcos.
- Lo sé, yo, solo necesito tiempo, para asimilar todo ya después pondré las cosas en orden.
- Ok, pero si las cosas van mal con ese imbécil enserio como amigo, puedes contar conmigo ¿sí?
- Gracias, Kevin.
Habían pasado casi dos meses desde que él y Bruno habían empezado a salir formalmente aunque todavía a escondidas de sus padres, pero dos meses eran dos meses , un tiempo maravilloso llego que ternura, besos robados, citas a escondidas, mensajes diarios, detalles, Bruno era el novio perfecto excepto por una cosa… ¡SEXO!
Como carajos habían pasado dos mes y ellos nada de nada, pero nada de nada, bueno no es que como si estuviera muy desesperado pero…Ni siquiera una paja, una mamada ¡Nada! Y eso que al gigantón también se le notaban las ganas en la forma como a veces lo veía como un pedazo de bistec.
-Yo creo en llegar virgen al matrimonio – Ese recuerdo le daba escalofríos a Liam que tal y Bruno realmente estaba pensando eso seriamente.
¡Ni loco! Definitivamente tendría que a poner en marcha su plan “Seducción al gigante descerebrado y adiós a la virginidad” y tenía que hacerlo rápido antes que llegaran las vacaciones de Verano ¡Si señor!