El domingo fue uno de los días más largos de Liam, sin embargo a las 2:30 todo empezó a salir tal como lo dijeron los gemelos el solo pudo empacar unas cuantas mudas de ropa y algo de aseo personal no quería llamar la atención con una maleta, luego espero pacientemente la hora.
Finalmente llegó el momento escucho el estruendo de algo rompiéndose y vio a su madre salir con uno de los gemelos inmediatamente bajo las escaleras a toda prisa, fue una sorpresa encontrar la puerta abierta lo que le hizo sentir un poco mal por el susto que seguramente se llevó su madre con lo del accidente de su prima, como sea no era momento para dudar.
Salió caminando lo más rápido posible rogando no encontrarse con nadie conocido en el camino, sin mencionar el miedo que tenía a cada segundo de escuchar a su madre gritar en algún momento su nombre para detenerlo.
Cuando llego a la esquina vio a Bruno bajar del auto de Marcos solo en ese instante se dio el lujo de correr a donde se encontraban no hubo abrazos, besos o promesas de amor eterno como generalmente se ve en las películas cuando dos amantes huyen. Los nervios eran sin duda alguna mayor.
Al entrar al auto se dio cuenta de lo que acababa de lograr.
¡Por Dios! Había escapado de casa, su padre lo mataría cuando se enterara, aun peor, será repudiado adiós a su futuro tendrá que dejar la escuela, nada de universidad, tendrá que empezar a trabajar ¿a dónde podrá ir a vivir ahora?.
- Liam ¡Liam! Mírame todo va a estar bien lo resolveremos.
Fue cuando se dio cuenta de que tal vez estaba teniendo un ataque de pánico finalmente su mente dejo de pensar en el peor de los escenarios y volvió a recuperar su respiración, lo que solo le permitió poder llorar en los brazos de Bruno porque Dios no era justo, no se suponía que fuera asi, se suponía que cuando se enamorara y fuera plenamente correspondido seria inmensamente feliz y que su familia debía ser capaz de compartir esa felicidad.
Ver a Liam en ese estado era lo peor para Bruno sabía que este era un paso muy duro para el bajito después de todo tenía una familia con la que compartía y amaba.
En cambio su situación familiar era diferente si bien Katherine era como una madre, hace mucho que dejo de sentir el calor de un hogar, el apoyo y acompañamiento de una familia, cosa que Liam tenía.
Pero ahora lo único que importaba era evitar que se lo llevaran lejos, ya después encontrarían la manera de resolver las cosas, debía haber una manera para que Liam pudiera recuperar lo que estaba dejando atrás en estos momentos por su causa.
Liam no se dio cuenta en qué momento se durmió pero cuando abrió los ojos lo primero que encontró fue a Bruno a su lado.
-Hola – Le sonrió el deportista.
-Hola – Le costó un poco levantarse hace mucho que no dormía tan bien - ¿Dónde estamos?
- En casa de Marcos fue el único lugar que se me ocurrió donde tu padre no sospecharía que nos vendríamos a ocultar pensé en Kevin, pero cuando me conto lo que paso esa idea fue desechada.
- Y Marcos acepto escondernos.
-Sí, se siente un poco mal por dejar que tu padre te sacara de mi casa de aquella forma.
- Veo – Ambos quedaron en silencio sentados en la cama apoyados el uno con el otro.
-Sabes Liam… he estado pensando.
-¡No volveré! – Se levando Liam imaginando lo que Bruno iba a decir.
-No se trata de eso…Pero debes tener en cuenta que no podemos estar huyendo siempre, tarde o temprano nos encontraran…aun somos menores de edad
-¿Y? ¡Que se te ocurre! Dime su gran majestad, porque yo ya he hecho todo lo que está a mi alcance, pero por supuesto para ti es muy fácil ¿Qué has hecho tú?
-¡Nada! No hecho nada, porque cada vez que intento hacer algo me tratas como un imbécil que no piensa en nada, asi que solo por esta vez cállate y escúchame.
Después de un par de respiraciones agitadas Liam pudo reflexionar sobre lo que acababa de escuchar.
-Yo…No pienso que seas un imbécil o un cabeza hueca – Bueno si lo pensó en algún momento pero no era su intención tratar a Bruno asi.
- Lo sé, está bien.
-No está bien… Bruno. No está bien nadie tiene derecho a hacerte sentir asi, mucho menos yo. Sé que te preocupas y que también la estas pasando mal, no tengo derecho a desquitarme contigo.
Finalmente ambos de abrazaron y se empezaron a reír – Era unos verdaderos tontos.
-Y Bien en que has pensado.
-Bueno yo me he estado contactando con un abogado.
-¿Un abogado?
-Si he hablado con el sobre la posibilidad de que te emancipes Liam
-¿Emanciparme? Emanciparme de mi familia.
- ¡Pero es tu decisión vale!
-¿Es posible? – Pregunto asombrado Liam.
-Bueno tus padres tendrían que estar de acuerdo.
-Es imposible entonces.
-No Liam, en realidad lo importante no es el resultado sino el hecho que mientras dure el proceso ellos no te pueden obligar a nada y si hablo con mi madre puedes quedar bajo su tutela. Piénsalo ya faltan menos de tres años para que cumplas los 18 años algo podremos hacer, estoy seguro.
En ese momento Liam empezó a llorar.
- Lo siento, sé que te pido demasiado, eso de un abogado lo lamento no quise
- ¡No! No tonto, no estoy triste solo, gracias, por estar conmigo Bruno.
Mientras bruno limpiaba sus lágrimas finalmente pudieron besarse y sonreír entre besos era como flotar Liam estaba seguro ahora todo estaría bien, era perfecto.
-Mmm, perdón por interrumpir – Dijo Marcos un poco apenado- Ya está el desayuno.
- O por Dios cuanto dormí – Se sorprendió Liam al ver a Marcos con su uniforme escolar.
-Bastante, ya estabas empezando a preocuparnos.
- Lo siento, últimamente no había podido dormir muy bien.
-Como sea vengan no es la gran cosa pero les ayudara a reponer fuerzas – Los guio Marcos al comedor.
- Y tus padres y Johnny –Pregunto un poco preocupado el bajito.
_ Ah, no te preocupes, no están en estos momentos.
-De todas maneras Liam y yo nos vamos, para cuando regreses se la escuela ya no estaremos aquí – Tanto Marcos como Liam se quedaron sorprendidos con la noticia.
- A donde – Estaba preguntando Marcos.
-No creo que dabas saberlo – Interrumpió Liam.
-Yo no voy a decirle a nadie – Respondió un poco indignado.
-No es por ti pero no me confió en que no le dirás nada al cara de perro…- Se quedó en silencio cuando sintió como Bruno lo empujo – Digo a Johnny.
Era un poco molesto pero no podía decir nada en defensa de su amorcito, kyaaa solo pensar en él le hacía sonrojarse.
- De todas maneras manténganse en contacto.
- Lo haremos – Le respondió Bruno.
Apenas llego al colegio fue arrinconado por Blass.
- ¿Y Johnny?
- No pudo venir hoy por.
- Que sabes de Liam y Bruno.
- ¿Yo?
- No lo niegues sé que últimamente los habías estado ayudando a encontrarse.
- ¿Cómo?
- El entrenador me lo dijo. Sabes que esos dos se fugaron.
- No, qué barbaridad – Por suerte Blass no tenía ni idea de que en estos momentos esos dos estaban en su casa- Como es que el entrenador supo que yo les ayudaba.
- Los siguió y se dio cuenta que les guardabas las espaldas ¿entonces si sabes dónde están? – Para Blass La tranquilidad de Marcos era un indicio claro que lo sabia
- No lo sé.
- Por favor – Dijo sarcásticamente Blass.
- No lo sé.
- Escucha imbécil – Lo agarro por el brazo Blass pero Marcos se soltó de inmediato.
- ¿Qué?
Este imbécil no se iba a dejar amedrentar tratar con Marcos siempre fue un lio.
- El entrenador esta como loco buscando a su hijo, te conviene pensar muy bien de que lados vas a estar.
- Ya – Mandar a Blass a comer espárragos era muy tentador pero tampoco era necesario echárselo de enemigo – Tuve mis razones para hacer lo que hice pero eso no significa que sea su alcahuete si te digo que no sé dónde están, no lo sé.
- Muy bien – Pareció darse por vencido Blass- Por cierto dile a tu tonto hermano que conteste el bendito celular.
- Ok, le digo pero hoy no sintió muy bien.
- ¿Y eso?
- Un resfriado – Respondió tranquilo Marcos.
- A donde vamos – Le pregunto Liam a Bruno mientras salían de casa de Marcos.
- Hay una cabaña a la que solíamos ir con mi papá.
- ¿Y qué hay de tu mamá?
- No te preocupes confió en ella no nos va a echar al agua.
- Sabes algo de Bruno y Liam – Le pregunto Blass a Daniel.
- ¿Perdón? – Se sorprendió el vicepresidente.
- Esos dos se fugaron.
- Jajajaja – Estallo en risas Daniel Haciendo enojar a Blass.
- ¡Oye!
- Perdón, perdón es solo que no me lo espere…realmente esos dos son un caso ¿no?
- ¡Sabes algo o no!
- Por Dios obvió no.
- Parecía que estabas llevando bien con Bruno.
Bueno si hasta que lo vio llorar por la mentira de beso desde entonces no había tenido el valor de darle la cara- Qué tontería, para lo que me importa lo que hagan esos dos o cualquiera de ustedes.
- Debería, teníamos un trato.
- Hay Blass por favor crees que te necesito para ser el próximo presidente del consejo escolar.
- En enserio, entonces porque aceptaste
- Por tedio, ahora estoy muy ocupado para tus cosas bombón asi que me retiro.
- ¿Bom… ¡Oye! – Iba a gritarle unas cuantas verdades a ese imbécil pero ya muchos estudiantes los estaban viendo extrañados.
- ¿Sí? – Le sonrió Daniel.
- Nada – Fue lo único que dijo para irse ese inútil como podía estar rodeado de tantos inútiles se preguntaba Blass, tal vez Lana, no inútil, inútil siguió pensando Blass.
- No entiendo porque no vamos a la policía lleva casi dos días perdido – Decía desesperada la mamá de Liam.
- Uno, no está perdido se escapó y dos aun no, déjame intentar una última cosa por favor, sí - La abrazo el entrenador – Traeré a nuestro de vuelta cariño confía en mí.
- Bien hazlo – Se secó las lágrimas la mujer mientras se iba a la habitación de Liam a seguir llorando.
- Y como piensas hacer eso.
- ¡Papá! – Se sorprendió el entrenador al ver aparecer al abuelo – Yo aún no lo sé.
- Si lo sabes.
- Papá yo…
- Solo di la verdad Bryan, tal vez aun estés a tiempo.
- Tal vez – Dijo el entrenador saliendo de su casa.
- Aquí estamos – Le dijo Bruno a Liam cuando entraron en la pequeña cabaña que estaba un poco alejada de la ciudad, rustica, pequeña pero acogedora.
- Me encanta – Sonrió Liam.