Nada, ¡no se me ocurría nada! los días pasaban y todavía no encontraba la forma de acercarme a Bruno sin acercarme, lo peor era ver como pasaban los días y todo volvía a la “normalidad” los chicos del equipo de rugby se reunían , practicaban, ganaban el campeonato, celebraban incluso mi padre parecía volver a su rutina la diferencia era la ausencia de Lana y de una novia para Bruno lo cual es mi único alivio, pero al pasar de los días, se me estaba volviendo insoportable la extraña sensación de inexistencia la cual me está matando poco a poco, literalmente me sentía enfermo, últimamente la comida me sabia a arena y lo poco que comía terminaba vomitado en el excusado, estaba empezando a caer en un estado de depresión que incluso a mí me sorprendía y asustaba, yo no soy así y aunque mi familia quizá lo notaba o estaban tratando de no darle mucha importancia o estaban ignorando el asunto lo cual en todo caso a mí ya poco me iba o me venía.
Hasta que finalmente un día sucedió algo que lo cambio todo o mejor dicho que puso mi reloj de vida en marcha otra vez.
-Liam – Grito mi madre desde la cocina- Podrías ir a abrir la puerta.
-Ok – Tuve que levantarme del sofá donde estaba viendo un documental sobre animales salvajes o algo así.
- ¿A la orden?... – El mundo me dio media vuelta cuando vi a Bruno frente a él en la puerta de mi casa.
-Buenas – Bruno tenía el ceño un poco fruncido- ¿Estas bien?
Esa pregunta me hizo tambalearme-
- ¡Oye! – Se lanzo Bruno para tratar de sujetarme, pero solo con ver la intención todo malestar se me fue, no hubiera soportado su toque, por suerte pude volver a mantenerme firme.
-¡Estoy bien! – Me cosquilleaba la piel solo con tenerlo tan cerca.
-¡Bruno! – Exclamo el entrenador desde la puerta de su despacho
- Entrenador – Entro Bruno como si nada – Disculpe por molestarlo con estas cosas señor.
-Tranquilo muchacho pasa – Respondió mi padre sin siquiera verme y entraron a su oficina.
La bilis se me fue a la boca tan rápido que apenas pude llegar al lavamanos de la cocina a vomitar.
-¡Por Dios, cariño! ¿Estas bien? – Me pregunto mi madre con preocupación.
-Bruno vino a ver a papá- Fue lo único que pude decir.
-Si…tu padre parece decidido a ayudarle – Decima mamá un poco enfadada - El próximo año se gradúa al parecer quiere acceder a una beca deportiva en la universidad y necesita empezar el papeleo.
-¿Qué? – Que no iba a dejar el equipo, tiene suficiente dinero para seguir por sí mismo ¿Por qué rayos se le ocurrió volver a eso?, ¿No se? ¿Tal vez porque le rompiste el corazón y dejaste en manos de imbéciles como Blass y de tu padre ?, me decía mi conciencia.
- Lo sé, es molesto, eso mismo pensé yo … por más que sea tu y ese chico no terminaron muy bien, no entiendo que le pasa a tu padre por la cabeza – Seguía hablando molesta mi madre, luego me vio – ¿Estas mejor? últimamente no te vez muy bien.
-Si, solo fue … si me sigo sintiendo mal voy al médico.
-Promesa
-Claro, subiré a descansar.
-Ok.
Esperé al final de la escalera cuando Bruno salió fui a hablar con mi padre.
-Liam- Se sorprendió al verme entrar.
-Se puede saber ¿Qué haces?
-¿Disculpa?
-Que hacía aquí Bruno
- Solo trato de ayudarlo un poco.
-¿En serio? En serio tu…- Me daban ganas de darle un palo y privarlo.
-Es tu hermano por
-¡Cállate! , te volviste loco, nunca, nunca repitas eso.
- Liam tienes que entender Bruno es… mi hijo también te lo había dicho quiero tratar de estar un poco cerca de él que haga parte de nuestra familia.
-Y una maldita, jodida mierda.
-¡Liam!
-¡NO! , escúchame bien tu y yo hicimos un trato prometiste nunca decirle nada y si sigues con esto se justo donde va a terminar, te lo advierto esa idea distorsionada que tienes en tu mente de que seamos una especie de “familia feliz” nunca se hará realidad, simplemente olvídalo.
-¿Que si no lo hago?
-¿Perdón? – En qué demonios estaba pensando este hombre.
Bruno ya supero lo de… bueno eso de ustedes, ¿Por qué no he de
-Shhhhh, no te atrevas a terminar esa barbaridad, te lo advierto.
Inmediatamente salí de allí a hablar con la única persona que creo puede ayudarme, porque sinceramente no podría… es imposible, lo que mi padre me pide es imposible, si bruno me hubiera tocado hace unos instante hubiera enviado todo al infierno y lo hubiera atacado con algo más que un simple besos, no podría lidiar con esa tentación.
-Abuelo sabes – El anciano apenas me vio supo a lo que venía, lo vi en su mirada.
-Lo sé, lo se Liam, vi al chico irse y créeme he tratado de hablar con tu padre al respecto.
-Pues haz algo para que se detenga
-Lo intentare – Dijo resignado el viejo.
Esa noche baje a cenar con toda la familia para mi suerte estaban todos mi tía, los gemelos, mi sobrina, mi papá, mamá y el abuelo desde que había llegado no había tenido la oportunidad de comer con todos así que se alegraron bastante o por lo menos la mayoría lo hizo ya que además de algunos llamados de atención a mis primos la mesa parecía muerta hasta que mi tía intento romper el hielo.
-Pueden creer de lo que me entere.
-Que cosa querida- Dijo mi mamá
- Harry anda con una chica que parece su hija el colmo lo que me faltaba.
-Whaoo ese bueno para nada – Empezaron a criticar a mi tío, y yo me pregunto cómo se sentirán los gemelos al oír hablar así de su padre.
- Bueno por lo menos ya sabes como es- Dije mientras cortaba la carne en mi plato - Hay otros tipos por allí que engañan a sus familias en susn propias caras y estas ni enteradas.
-Muy cierto – Dijo mi madre.
-Por ejemplo – continue yo muy concentrado en mi comida- Uno de mis compañeros de clase se cabo de enterar que su padre tiene otro hijo por fuera del matrimonio.
Basta decir que mi padre casi se ahoga con mi comentario y me imagino que me estaba mirando con cara asesina.
-¿Qué te parece? – Levante la cabeza para asegurarme de que se entendiera que le preguntaba a mi madre.
-Horrible, tu padre me hace algo así y…
-Cariño por favor – Intervino mi padre de inmediato.
-Lo siento amor sé que sería incapaz de algo así – Dijo mi madre a modo de disculpa, mientras le sostenía la mano de mi padre , este solo sonrió como el gran hipócrita que es.
-De todas maneras, no creo que estos sean temas para tratar durante la cena – Dijo mi abuelo un poco molesto mientras señalaba con la mirada a los niños.
Después de eso no hubo tanta tensión y todos terminamos de cenar.
- Se puede saber que fue eso – Me pregunto mi padre más tarde.
- Solo un recordatorio – Le dije, creo que lo entendió porque me vio como si me quisiera matar ¿y eso que? yo tampoco estaba muy contento con él.
Hubo dos cosas que me quedaron muy claras una mi relación con mi padre esta irremediablemente rota y dos ¡Qué demonios voy a hacer con Bruno! Ignorado un cuerno, después de los acontecimientos de hoy me queda claro que ese gigantón idiota está tramando algo, después de todo cuando se enteró de la traición de Blass y Lana demostró tener una imaginación bastante inusual para tomar “venganza” no puedo ni pensar que estará tramando hacer conmigo, pero también se veía preocupado por mí, lo peor es que la sola idea de que no le soy indiferente a Bruno lejos de molestarme hace que me revoloteen mariposas en el estomago ¿qué tan mal estoy? En todo caso todo lo que me queda es aceptar lo que venga.
O esa pensaba hasta que ese lunes lo vi muy pegadito con una de las porristas, okey tal vez había subestimado a este gran imbécil si este era su forma de vengarse, era de lo más bajo, pero si empezaba a salir con otra de esas zorras por mí que se vaya al infierno.
- Si las miradas mataran – Escuche la voz del vicepresidente que estaba parado junto a mí.
- ¿Qué? – Lo último que quería ahora era tratar con otro idiota.
- Relájate yo de ti no me preocuparía por esa
- Hum si solo viniste por eso te puedes ir largando.
- Barbaridad, yo que vengo a hacerte un favor o mas bien a pagar una deuda.
¿Deuda? Eso me pareció un poco extraño.
- Aquí tienes – Me extendió unas hojas.
- ¿Y esto?
- Para recompensar al equipo por el campeonato se decidió llevar a los chicos a un juego en el estadio en la ciudad vecina y se van a quedar en este hotel.
- ¿Y? – Que demonios me importaba.
- Lee bien
- Esto …- El papel contenía el listado de los jugadores y el cuerpo técnico del equipo y algunos profesores que me imagino los iban a vigilar, la cuestión es que cada uno tenía su propia habitación excepto …
- Así es Bruno y Blass van a compartir habitación
Que demonios significaba esto se me hirvió la sangre de solo pensarlo
- No creas que es coincidencia, el propio Blass me lo pidió.
- ¿Por qué?
- Tu porque crees
- Imposible – Susurre atónito.
- Imposible, ¿si como no?
- Y Tú qué sabes
- Solo que se estaba demorando demasiado.
- Blass jamás aceptaría que es gay – Es demasiado orgulloso, nunca aceptaría sus sentimientos por Bruno ¡Jamás!
- ¡Aja!, así que ya lo sospechabas.
Ni que fuera estúpido claro que lo sabia y lo que más rabia me da es pensar que tal vez a Bruno ese desgraciado no le es indiferente, después de todo lo perdono ¿No?, lo perdono e incluso hizo una especie de plan con él para seguir con su farsa de quipo perfecto, que más a estado pasando entre esos dos durante este tiempo.
-Blass es muy sagaz tu crees que necesita exponerse para tener a Bruno, por favor, para mí solo es cuestión de tiempo y si me lo preguntas esta – Dijo señalando el papel- Es la oportunidad perfecta por lo menos para llevárselo a la cama.
-¡Pues que hagan lo que quieran! – Grité tan fuerte que todos se me quedaron viendo incluso ese par, me escocían los ojos no pude soportarlo, solo se me ocurrió salir corriendo.