Ya era el tercero, el tercer golpe de Kevin se llevaba durante la “práctica” entre Jhony, Marcos y otros cinco chicos lo tenían en la mira, por supuesto Bruno comprendió de inmediato la razón, lo que más le molestaba del asunto es que Blas ni siquiera tenía que ensuciarse las manos, no pudo seguir soportándolo.
Estaban listos para la siguiente jugada y como en las últimas tres dejaron desprotegido a Kevin y cuando Jhony iba por el muchacho Bruno corrió tan rápido que cuando tacleo al chico casi temió haberle roto algo, inmediatamente los demás corrieron para auxiliarlo.
-¡Oye! , tranquilo, solo es un entrenamiento – Lo empujo Marcos, como acusándolo.
Sin más Bruno se volteo a mirar Blas y se lo dijo.
-Si lo vuelven a hacer, me voy – ¿Del equipo? definitivamente, Blas le miro como preguntándole si era eso lo que realmente quería decir.
-¡Bruno! – No le importó que lo llamara estaba muy enfadado, demasiado fuera de sí.
-¿Qué fue eso muchacho? – Le pregunto el entrenador, cuando se topó con él.
-Lo siento entrenador – Fue lo que le respondió, pero no pensaba quedarse.
Cuando llego a los vestidores se dio cuenta de lo que había hecho y se enojó tanto, tanto consigo mismo que quiso darse de topes con la pared frente a él, recordó la única vez que había perdido el control de esa manera y todo lo que eso conllevo, se desesperó aún más, necesitaba respirar.
Cuando estaba terminando de empacar sintió que alguien entro, pensó que era Blas, pero no tenía ganas de lidiar con él por lo que intento ignorarlo.
-Cancelaron todas las practicas el día, el entrenador dijo que todos debíamos descansar, Marcos está bien… Gracias – escucho esto último como un susurro.
-No tienes por qué agradecer Kevin – Tal vez no fue muy amable pero no estaba de humor para nada, así que solo se fue.
Las cosas no estaban para nada bien a vista de Blas, los rumores y ahora lo que había sucedido en el campo lo tenían bastante irritado, sobre todo por el idiota de Kevin si no se hubiera metido con él, un hubiera tenido que tomar medidas y no tendría que haber pasado lo que sucedió con Bruno, aunque si se sorprendió con su reacción, siempre había sabido que el ojos miel era de esos que no les agradaban los abusos pero de allí a actuar de esa forma y que se fuera casi amenazándolo con dejar el equipo porque era obvio que eso fue lo que había hecho, le había dejado un mal sabor de boca, Bruno no podía irse del equipo no cuando estaba a punto de conseguir lo que siempre había soñado, tendría que matar dos pájaros de un solo tiro.
Espero a Lana es el salón de Ciencias como siempre cuando llego la chica se le lanzo a besarlo pero no estaba de ánimos para eso, así que solo la esquivo.
-¿Y ahora qué? – Dijo la chica claramente molesta por su poco entusiasmo con el encuentro.
-Necesito que te filmes teniendo sexo con Bruno.
Lo primero que hizo Lana fue lanzar una carcajada, que sobresalto a Blas.
-¿Estas demente?
-No – fue la respuesta del chico, con una cara tan seria que lana supo que no era ninguna broma.
-¿Estas bromeando verdad?
-Hay un estúpido rumor de que los del club de rugby somos maricas.
-Y como siempre quieres usar a Bruno como chivo expiatoria – le dijo acusatoriamente la rubia.
-Además tu idiota novio volvió a insinuar eso de dejar el equipo.
--Y eso no puede pasar ¿Cierto? – Dijo la chica esta vez más resignada.
-A ti tampoco te conviene Lana – Le respondió Blas de forma venenosa.
-¿Disculpa? – Ella se hizo la desentendida.
-A mí no me engañas, sé que en el fondo te gusta Bruno, si estas o no enamorada , ni idea, pero sé que sientes algo, si no fuera así, no te hubieras prestado para todo esto desde el principio, sin embargo también sé que tu jamás andarías con un don nadie.
Blas era un maldito desgraciado, la había descubierto, por completo, a Lana siempre le había gustado Bruno y cuando Blas le dijo que tenía potencial para ser la estrella del equipo ella no dudo en aceptar el plan de Bruno para lograr atarlo a ellos, sin embargo el chico tenía razón por mucho que ella lo quisiera nunca andaría con un pelagatos, ahora tenía a Bruno donde quería.
- Ok, será una forma de mostrarles a todas las idiotas de la escuela quien es su dueña – Le respondió la chica levantándose la falda de forma sensual mientras se acercaba a Blas.
- Esa es mi chica – Le respondió Blas mientras la tomaba de la nunca para darle un beso hambriento.
Bruno ya se había tranquilizado estaba lavándose el rostro en unos de los baños de la segunda planta cuando se sobresaltó al sentir los brazos de alguien alrededor de su estómago, cuando se volteo, fue arrastrado hacia uno de los cubículos del baño siendo besado por la rubia.
Podía sentir las manos de Lana colarse por debajo de su camisa, mientras su lengua parecía querer llegarle hasta la garganta, Bruno se sentía demasiado mareado para poder saber que rayos pasaba hasta que sintió como desabrochaban la hebilla de su pantalón.
-Espera, espera – Logro arrancarse la chica de encima - ¿Lana? ¿Qué, que?
-Quiero hacerlo – Fue lo que le respondió la chica con una mirada tierna agarrando los bordes de su falda en un gesto inocente.
-¿Qué cosa? – La forma como la chica lasciva como la chica lo vio en el momento le recordó lo que le había dicho Liam antes “¿Qué hacen un chico y una chica solos en un baño?” y el pobre casi se vomita allí mismo.
-¿Bruno? – Le vio la chica con el entrecejo arrugado.
- No creo que este sea el lugar más apropiado – Trato de justificar Bruno la cara de asco que seguramente Lana noto hace un momento en él, lo cual pareció funcionar, pues la chica le sonrió.
-Está bien, que tal en mi casa no habrá nadie hoy
Bruno trataba de entender porque rayos su hasta ahora indiferente novia quien se acostaba con su mejor amigo parecía urgirle de pronto tener relaciones con él aunque solo bastaron unos segundos para comprenderlo- “¿Disipar los rumores?” Dios no permitas que me convierta en un homicida señor – Fue el pensamiento de Bruno al instante.
-En realidad, yo estaba pensando en que lo podíamos hacer dentro de dos días… tu sabes para celebrar.
- No recuerdo ningún partido importante para ese día – Le respondió Lana extrañada y Bruno solo podía pensar ¿enserio?
- Lana dentro de dos días se cumple un año desde que te pedí que fueras novia – No quería pero se le notaba la rabia en la voz, es decir, hasta mariachis le había llevado a la muy tonta, ¿cómo no lo recordaba?
- ¡Claro!, claro, es que yo también tenía preparado algo para celebrar, esperaba que no te acordaras – Le dijo la chica rodeándole el cuello con sus brazos.
- ¿En verdad? Que linda – Le decía Bruno mientras se soltaba- Mejor salgamos de aquí este no es un lugar para una chica decente como tú, mi princesa.
A veces los chismes son como globos con agua, se expanden mientras más lo rellenas hasta que llega en un punto el que ¡Bam!, te estallan al menor toque…. en tu cara.
Se podría decir que eso fue lo que presencio Liam cuando algunos chicos del club de Rugby y soccer se encontraron en la cafetería ese día.
Todo había comenzado por un simple comentario de parte de uno de los chicos de soccer.
-Hay llegaron las joyas de la escuela.
-Huyyyyy – Habían dicho algunos otros apoyando el comentario idiota.
Al principio los chicos de rugby habían intentado ignorar a los idiotas, pero entre otra y otra puya, Liam quien se encontraba sentado en una banca detrás de ellos pudo ver como la paciencia de los chicos del equipo de rugby parecía irse poco a poco por el caño hasta que uno de ellos se levantó y empujo al que había iniciado todos los comentarios haciendo que todos se pusieran en pie de pelea.
-¡Que rayos te pasa idiota! , si tienes un problema dilo.
Al ver que el otro parecía acojonarse al último momento Liam no pudo evitarlo.
-¡Que son un montón de Maricas reprimidos! -. Grito
Y eso fue todo se tuvo que para casi para corriendo de su puesto cuando uno de los chicos de soccer casi le cae encima de tremendo golpe que le dieron y de allí golpe viene y va.
La verdad es que le dio un poquitico de pena por el chico de soccer al que casi le rompen el brazo durante la trifulca pero luego de recordar como ellos también solían apoyar a los jugadores del equipo de rugby cuando lo molestaban, pues, se le paso rápidamente el sentimiento de culpa y se puso a animar la pelea como el resto de la escuela, hasta que empezaron a llegar los profesores y tomo el mundo a correr.
Dios eso había sido muy entretenido - Se reía Liam todavía recordando el asunto cuando le llego un mensaje a su celular.
-B-Iremos a por la reina.
Y su día se ponía cada vez mejor.