A Lían estaba que le carcomía la curiosidad por saber que era lo que su abuelito sabia de Bruno, pero el ancianito no soltaba prenda.
-Vamos abuelo no te estoy preguntando nada del otro mundo.
- Liam ¿Cuál es tu interés?
-¿Disculpa? – Bueno solo mera curiosidad supongo pensó Liam para sí mismo.
- ¿Cuál es el tipo de relación que ustedes tienen? - ¿Qué? , espera acaso mi abue pensaba que ese gigante y él…porque si todos en casa sabían de sus preferencias.
-Te conozco, se cuánto detestas a los chicos del “estilo” de este muchacho.
Ah, bueno eso es cierto los deportistas no eran exactamente lo suyo, menos los jugadores de rugby.
- Digamos… - Como se lo decía sin sonar sospechoso – Que somos una especie de socios - Al instante se arrepintió de haberlo dicho así, al ver como el viejo frunció el ceño y se agarró el entrecejo como si tuviera un fuerte dolor de cabeza.
- Este chico Bruno se nota buena gente y tu mi querido nieto eres un chico rencoroso, caprichoso y supremamente jodido…mmm sería bueno que tuvieras cuidado, ese muchacho ya ha sufrido mucho en esta vida para acabar…aguantándote a ti… lo mejor hubiera sido que ustedes dos no se juntaran nunca.
- – Oe, oe ni que fuera el diablo, abue - Liam trato de sonar relajado pero él sabía que el viejito tenía cierta razón, pero ¡oye! Esto solo hacía que su intriga fuera mayor…
Lamentablemente su curiosidad no pudo ser saciada, primero porque el viejo ni una palabra más y segundo porque durante esa semana Bruno casi no asistió a clases ya que según se decía no estaba muy bien de salud.
Liam solo esperaba que esto no afectara el siguiente paso de su plan.
Después de tres días ya no pudo soportarlo más y se dirigió a casa del jugador, sin embargo apenas abrieron la puerta le dieron ganas de golpear al imbécil, Bruno estaba con su cabello ….. Todo alborotado con una sudadera sin camisa dejando a la vista unos abdominales más marcados que una barra de chocolate y la boca llena de palomitas de maíz, en definitiva así no lucía un maldito enfermo.
-¿Liam? – Quedo Bruno con la boca abierta al ver al bajito frente a su casa.
Mientras el otro solo se empezó a sentir como un estúpido.
-¿No que estabas enfermo?
-¿Eh?
- ¡En el colegio dijeron que estabas enfermo! – Tiritaba el bajito de la rabia.
-No… - Que vergüenza pensó Bruno al sentirse descubierto – Pasa – Fue lo único que se le ocurrió.
Bueno ya que había llegado hasta allí, a Liam no le quedo de otra.
Ya después de entrar, ponerse un suéter y ofrecerle una soda Liam ya se había relajado un poco.
- Tuve que inventarlo para evitar el acoso de Lana.
- ¿Acoso?
- Ah, cierto no te he contado
Después de escuchar todo Liam quedo helado.
-Vaya esos no tienen límites, seguro querrán grabarte teniendo sexo con ella.
-¡Que!- Bruno casi se ahoga con la afirmación de Liam.
-Bueno es obvio ¿no? –
¿Obvio? Claro que no, ¡qué horror! que fuera grabado en su primera vez ¡Jamás se le había pasado por la cabeza!, si eso era verdad agradeció a Dios infinitamente por haber descubierto todo el pastel de su ex y mejor amigo a tiempo.
-Relájate, no pasara – Debe ser horrible que te graben en la intimidad, fue lo que imagino Lían que estaba pensando Bruno en ese instante.
-Como sea, de todos modos todo está listo para el viernes ¿no? – Pregunto Liam con gran expectativa.
-¿Ah? , si – Por fin se espabilo Bruno- Ya he hablado con ella por celular – Porque ni Lana, ni sus “Grandes” amigos había venido a confirmar siquiera si era verdad que se estaba muriendo – La celebración informal de su cumpleaños será en casa de uno de los chicos le comentaba a Liam – La informal porque la formal era en casa de Lana con sus padres, bombos y platillos todo de lo más elegante y después de media noche ella había pedido permiso para una “reunioncita” que sus amigos querían brindarle – Por suerte conozco perfectamente el lugar cuando este adentro te envió el mensaje y … vamos pues – A Liam se le erizo la piel de imaginarse su plan en marcha.
-Lo espero con ansias.
- Se nota – Dijo Bruno sin pensar.
Después de eso los dos se quedaron sumidos en un silencio un poco incómodo que Bruno decidió romper.
- Y, ¿quieres jugar algo de ajedrez?
- ¿Eh? – Pues si la invitación lo dejo un poco fuera de honda, no había venido en una visita social, ni pensaba quedarse pero vio la hora y supo que no podría llegar a tiempo a su casa.
- No realmente
- Ah – Esa respuesta decepciono un poco a Bruno.
- En realidad veras hoy pensaba verme una peli que están estrenando – Maldita afición por las películas de terror lo estaban obligando a hacer algo estúpido.
- ¿Crees que pueda verla aquí?
Caramba, eso si no se lo esperaba Bruno.
Por su parte Liam casi se arrepiente de mencionarlo al ver la cara de, olvídalo, que hizo el gigante por unos segundos.
-Claro – Fue en cambio lo que dijo – sSéntate mi televisión no es muy espectacular pero.
Bruno dejo a Liam buscando la tal película mientras él iba a la cocina según, por palomitas y cinco minutos antes de empezar escucho a Liam gritarle.
- ¡Oye, ya va a empezar! - ¡Rayos! El y su gran bocota, porque simplemente no pudo decir que no, sin más Bruno no tuvo otra opción que sentarse al lado de Liam con una gran cantidad de palomitas de maíz hechas y todas las luces de la casa encendidas eso sí.
Si bien Liam se había sentido mega incomodo al principio se olvidó de todo cuando empezó el film hasta que sintió como le clavaban las uñas en una de sus manos y se asustó más al darse cuenta que era Bruno quien lo estaba agarrando.
Lo cual lo distrajo del momento más crítico de la película.
Sin embargo después de unos segundos de ver la situación fue como si acabara de tener una epifanía.
- Espera, espera, imposible ¿no? , pensó.
Pero no, mientras más lo veía más lo confirmaba, la cara de Bruno, su agarre súper poderoso, el salto que pego en medio de un grito de unos de los personajes principales.
-Dios santo podría ser ¿Qué?
Y fue cuando se le prendió la idea y no la pudo soltar, justo cuando sospecho seria el momento más intenso de la trama lo hizo.
Grito, lo que no predijo fue que del susto Bruno le saltara encima y se golpearan cabeza a cabeza.
-¡Rayos! – Y como dolió.
Bruno al ver lo que había hecho salió corriendo primero a apagar el televisor y segundo a revisar a Liam.
- Lo siento, lo siento, ¿estás bien? – Se disculpaba Bruno sin saber muy bien que hacer.
- Como carajos iba a estar bien después de semejante cabezazo – Pensaba Sobándose la frente
-Quien… - Más las palabras murieron en su boca al ver la expresión de angustia de Bruno en el momento y no pudo evitar soltar la risa, al haber confirmado sus sospechas.
- Dios, tanto te asustan las películas de terror – Pregunto riendo.
Por su lado la cara de Bruno paso en segundos de preocupación, desconcierto a rojo vergüenza.
Lo cual solo hizo que la risa de Liam se expandiera aún más.
- Santo cielo, un chico como tú como de dos metros ¡como de dos metros! ¿en serio?– Siguió Liam echándole sal a la herida.
-Tks, por eso nunca voy al cine – Fue la respuesta de Bruno ante la burla.
Sin embargo, el tono adolorido con que lo dijo no pasó desapercibido por Liam, quien se calmó después de unos minutos en que se dio cuenta que solo se escuchaba su risa y la cara de Bruno había cambiado de vergüenza a humillación, luego de un prolongado e incómodo silencio supo que había metido la pata, aun así él no era de esos que solía pedir disculpas fácilmente, así que opto por otra alternativa.
-¿Nunca? , ni por una de película de acción.
Bruno lo pensó antes de responder, pero ya que, no valía la pena ocultarlo después de semejante pena.
- Demasiada violencia.
- Comedia – volvió a intentar Liam
- Sin control… risa…vergonzoso – Respondió Bruno abochornado.
¡whaooo!, pensó Liam.
-Tragicomedia, romance –
Y fue el límite de la sinceridad de Bruno que se paró más rápido que un rayo.
-Voy por hielo… Para tu golpe – Dijo jugando con sus manos y un leve sonrojo, al recordar la ultimo vez que lloro a mares en su habitación al ver una de esas.
- ¿Acaso? , Liam fue quien esta vez se tuvo que tapar un poco la cara para evitar que Bruno viera su cara roja cuando pensó “que Lindo” mientras veía a Bruno ir torpemente en busca del hielo.
Espera ¿Qué lindo?, digo que idiota, esto tengo que confirmarlo, rectifico Liam su pensamiento cuando Bruno volvió.
-Déjame ver – Dijo Bruno quitándole la mano de la frente y poniendo el hielo en su lugar.
-Auch – Dolía seguro le iba a salir un hematoma allí.
- Lo siento – Susurro Bruno recostándolo en el sofá tan cerca que Liam pudo ver claramente los ojos del chico sobre él, que si bien podían ser confundidos desde lejos con los avellanas o miel se dio cuenta de que en realidad parecían estar fundidos en oro macizo los ojos de Bruno eran sin duda alguna de un hermoso color ámbar escondidos en unas oscuras y muy largas pestañas, además su pelo no era especialmente liso ni demasiado rizado incluso parecía intencionalmente despeinado el tipo de cabello por el que quieres pasar los dedos sin que se te quede la mano pegajosa , al propio estilo Bradley Cooper y luego su cuello ¡que rayos! Exclamo Liam al ver el cuello de Bruno, entonces lo supo dejaría de ver estúpidas películas de terror sobre todo de vampiros y con ese pensamiento ni cuenta se dio en que momento simplemente había puesto sus labios allí solo sintió la pequeña sacudida que dio el cuerpo de Bruno cuando empezó a chupar al darse cuenta de la suavidad de la piel y lo malditamente bien que olía, fresca y suave.
-¡Ya llegue!