Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Una eternidad para encontrarte, un minuto para amarte por lizergchan

[Reviews - 20]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Disclaimer: Los personajes de Marvel no me pertenecen, sino a Marvel Estudios, Disney y a Stan Lee. Este fanfic lo hice solo y únicamente como diversión.

Personajes: Dr. Strange/Tony Stark.

Aclaraciones y advertencia: Romance, algo de Ooc, omegaverse y lo que se me vaya ocurriendo, kesesesese.

 

 

Resumen: Stephen Strange, un acaudalado empresario dueño de diferentes farmacéuticas termina haciéndose cargo del hijo del matrimonio Stark luego de la muerte de estos.

 

 

 

 OoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoO

 

 

Una eternidad para encontrarte, un minuto para amarte

 

 

Capítulo 4.- Ironman

 

 

Tony suspiró pesadamente. Desde que regresó de Afganistán, había hecho grandes cambios en su empresa cerrando la sección de armas, lo que provocó un verdadero revuelo a nivel mundial. Descubrió que Obadiah Stane había sido el responsable de su secuestro, luego su casi muerte a manos del mismo y la posterior pelea entre ambos.

 

La muerte del hombre que fue amigo de su padre.

 

Lo peor fue cuando el gobierno lo llamó para hablar del incidente. De Ironman. Stephen se había ido en mal momento a no sé dónde, al menos aún tenía a Pepper y Rhodey para apoyarlo.

 

—Sr. Stark… —el hombre del gobierno fue interrumpido a causa de las puertas que se abrieron abruptamente.

—Lamento la interrupción —dijo una mujer alta (más del promedio), delgada; largo cabello platinado y ojos violeta. Vestía un traje sastre con falda larga; venia acompañada de dos hombres. Alfas los tres.

 

—Siento interrumpir la sesión —dijo la alfa con falsa culpabilidad —, pero no voy a permitir que mi cliente siga siendo interrogado sin que yo esté presente.

—¿Y usted es…? —Cuestionó uno de los alfas que conformaban el consejo militar. La mujer sonrío e hizo una señal a sus acompañantes, quienes pusieron un folder frente a cada uno.

—Soy Violet Clea Strange, la melliza de Vicent Stephen Strange —dijo ella con una sonrisa ladina —, de la firma de abogado Strange y asociados.

 

Los murmullos no se hicieron esperar; muchos de los ahí presentes conocían la firma de abogados. El difunto Stephen Strange la había creado para proteger sus intereses (principalmente a Tony), pero era dirigido por una alfa que se desconocía su identidad, pero no su reputación. Jamás había perdido un juicio.

 

Tony y Clea resultaron un buen equipo; mientras la alfa distraía a todos con trivialidades (a ojos de Stak), el omega aprovechó para hackear las pantallas y mostrar los prototipos de todos aquellos que intentaban crear algo parecido a su armadura; con resultados desastrosos.

 

Luego de eso la combinación de su encanto natural y la afilada lengua de Clea lograron finalizar el juicio a su favor.

 

—No me había divertido tanto desde que montaba dragones cuando era niña —comentó Clea subiendo al auto de Tony del lado del copiloto. Miró a Happy —. Puedes irte con mi equipo, yo cuidaré de mi lindo cuñado

—De acuerdo —aceptó Tony tomando el lado del copiloto y arrancando a toda velocidad.

Tomó la carretera en absoluto silencio.  Saber que Clea era la melliza de Stephen y no su amante, no evitaba que la siguiera viendo como una amenaza.

 

—No necesitaba ayuda —dijo con tono ácido. Ella sonrió, divertida.

—Lo sé —contestó mientras jugaba con unas pequeñas luces que salían de sus dedos —, es obvio que eres un niño grande con la capacidad de solucionar los problemas… en los que tú mismo te metes —agregó con gracia —. Stephen me pidió que te vigilara y si eso evita que él meta la pata por estar pensando en ti, bueno…

—¿A dónde fue Stephen? —ella sonrió cual gato Cheshire. Oh, definitivamente la odiaba.

—No te lo dijo, ¿cierto? —El silencio de Tony le dio la respuesta. El omega se sintió herido; Strange solo le había dicho que iría a resolver un problema de carácter “místico” y que regresaría tan pronto como pudiera.

—Cada cientos de años, los reyes de nuestro mundo y su corte convocan a Stephen.

—¿Por qué?

—Mi hermano encerró a Merlín en Avalon. A un omega.

—¿Y qué? Él cometió crímenes contra los suyos.

—Puede que, entre los humanos, el número de omegas sea numeroso, pero entre nuestra especie es una casta en extremo rara, en especial alguien como Merlín —respondió mirando al horizonte. —Cuándo él nació, los profetas anunciaron que tenía dos destinados; pero solo podría elegir un camino; dependiendo de cuál escogiera traería luz u oscuridad. El daría vida a Albión o muerte.

—Y supongo que el rey Arthur fue la muerte —Clea asintió con la cabeza sin mirar a Tony; un aura depresiva comenzó a rodearla, casi visible, casi palpable.

—Tú… eras el otro camino —Clea le miró, ópalos idénticos a los de Stephen.

 —Merlín era mi tesoro, mío y de mi hermano, pero yo no era su destinada —dijo sin sentimiento. —Yo soy el dragón de la noche. La luna en un cielo sin estrellas. No tengo destinado.

 

Un silencio casi sepulcral se apoderó del auto que incluso se tragó el sonido del viento y el producido por la radio.

 

—Mordred era el otro camino de Merlín. Con ellos dos juntos, el mundo hubiese sido diferente —dijo con una sonrisa triste. —¡En fin! No siempre se gana.

 

Tony no comprendía a Clea, en un momento era el ser mas depresivo del universo y al siguiente era toda… luz. Realmente las mujeres eran complicadas, sin importar su casta (o especie).

 

—Como Stephen fue quien encerró a Merlín y siendo él su guardián; los reyes intentan convencerlo de reducir su condena.

 

Tony guardó silencio, ¿por qué esas personas simplemente no le ordenaban hacerlo? Ellos eran los gobernantes, después de todo.

 

—Aún no es el momento para que te lo contemos —dijo Clea en tono juguetón —. Sólo digamos que somos más… influyentes que nuestros gobernantes.

 

 

 

Tony suspiró derrotado; el paladio estaba envenenándolo más rápido de lo que esperaba y los suplementos poco podían hacer para ayudarlo.

 

—Deberías pedirle a mi hermano que te quite esa cosa —Tony dio un pequeño brinco —. Lo siento, no quise asustarte.

—¿Qué haces aquí?, ¿cómo entraste? —Su taller estaba sellado, ni siquiera Pepper podía ingresar. Clea se encogió de hombros.

—Usé un portal —la alfa puso las manos en el Arc; pronunció unas palabras en un idioma extraño y al instante, una luz cálida cubrió el cuerpo de Tony, cuándo esta desapareció, sus malestares también.

—Eso te dará un poco más de tiempo —dijo separándose de él —. Te sugiero hagas algo pronto o aquello que te salvó la vida, terminará por quitártela.

—Gracias y…

—Tranquilo, no le diré a Stephen —Clea se encogió de hombros —es todo un drama queen.

 

Tony sonrió, dándole la razón.

 

—Vamos. Necesitas entrenar ese cuerpo enclenque.

 

Tony se dejó arrastrar por la alfa. Quizás, no era tan mala como había pensado en un principio.

 

 

 

Boxear con Clea era difícil, a ella no le importaba quién era su oponente, peleaba para ganar; había noqueado a Happy de un solo golpe y ahora, jugaba con él, como un gato con su comida.

 

—Tony, necesito que firmes unos papeles —Pepper venía acompañada de su nueva asistente una hermosa beta pelirroja que parecía haber llamado demasiado la atención del último de los Stark.

—Tú —habló Clea con demasiada descortesía, pero sin dejar de lado su pelea con Tony —Tú, la pelirroja de botella. Estás despedida.

—Disculpe, pero no puede despedir a mi asistente —se quejó Pepper, ¿quién se creía esa mujer? —Natalia es un excelente elemento y… —se quedó sin palabras cuando la albina le miro causándole… miedo.

—¿Quién es usted? —Cuestionó Natalia. Tony y la alfa se habían detenido.

—Soy Clea Strange, hermana del alfa de éste omega —dijo posando las manos en los hombros de Tony, aun con los guantes puestos.

—Que raro, no recuerdo haberme enlazado a Stephen.

—Detalles —dijo restando importancia al asunto —. Me siento benevolente; si logras hacerme caer una sola vez, no te despediré.

—Natalia, no tienes que hacerlo —dijo Pepper.

—Vamos, será divertido —aportó Tony. Natalia asintió con la cabeza.

 

Mientras la pelirroja se preparaba, Tony se sentó al lado de Pepper; comenzó a usar su tecnología para investigar a la beta.

 

—Prepárate para una demanda costosa —Le recriminó Pepper. Tony se encogió de hombros.

—Mi abogada es muy buena, la mejor. Yo no me preocuparía.

 

Natalia subió al ring, observó a la alfa sus rasgos eran muy distintos a los de ambos Stephen Strange (padre e hijo), lo único parecido era sus ojos, los tres poseían un color indescriptible; podían ser grises, verdes o el azul más intenso que hubiese apreciado antes.

 

Comenzaron a pelear; Clea era hábil, demasiado. Cada golpe, cada movimiento estaba fríamente calculado, ¿acaso había recibido entrenamiento militar?

 

—Sé quién eres —dijo la Strange en ruso, segura de que solo Natalia le entendería —. Pequeña espía; dile a tu dueño que si se atreve a lastimar al omega de mi hermano, voy a destruir su patético club de niños bobos.

 —No sé de qué habla —dijo Natalia antes de lanzar una patada que Clea bloqueó fácilmente.

—Oh, pequeña omega, por supuesto que lo sabes —estas palabras lograron desequilibrar a Natalia, que terminó en el suelo con Clea sobre ella.

—Wow, pensé que solo eras una gatita, pero resultase ser toda una tigresa.

 

Clea sonrió y guiño un ojo al tiempo que se alejaba de Natalia para que pudiera ponerse de pie.

 

—Supongo que estoy despedida.

—No. Por ahora —dijo la alfa bajando del ring —. Debo atender algunos asuntos, por favor, no te metas en muchos problemas, Canelita —agregó besando la mejilla de Tony —, no me dejes fuera de la diversión.

 

 

 

Clea no volvió a aparecer durante semanas; entre tanto, Tony asistió a una carrera de fórmula uno donde fue atacado por un beta llamado Ivan Vanko a quien logró derrotar en un primer momento, lo visitó en prisión pero no obtuvo la respuesta que buscaba.

 

—Oye Tony antes de que te vayas, el paladio en el corazón, vaya forma de morir.

 

Después de eso, cometió una serie de errores, desde realizar una fiesta usando su traje de Ironman, pelear con su amigo El coronel James Rhodes que, completamente furioso por la imprudencia del omega, aún en su muy delicada situación con el gobierno de los Estados Unidos se llevó la nueva armadura de Tony y entablar un combate contra él, destruyendo gran parte de la lujosa residencia Stark, convirtiendo a Tony en un peligro para sus amigos y probablemente para sí mismo.

Luego de eso tiene el primer encuentro con Nick Fury, descubre un nuevo elemento gracias al legado de su padre.

Durante la Stark Expo, el alfa Hammer (enemigo autoproclamado de Tony), presentó las armaduras que había creado con ayuda de Vanko, que usó para atacar a Tony y armar un caos, por suerte, él y Rhodey lograron acabar con la amenaza.

 

Días después, Tony se vuelve a encontrar con Fury que le muestra la iniciativa Avengers, pero según la evaluación de Natasha Romanoft (Natalia Rushman), no era apto para ser un activo del equipo.

 

—E n mi defensa, me estaba muriendo —dijo Tony.

 

Nicky y Natasha se marcharon después de eso, ni bien se habían alejado unos metros cuando se toparon con Clea que los miraba desafiante.

 

—Esa mujer. No sé quién es, pero es peligrosa —advirtió Natasha —. Supo mi verdadera casta a pesar de los supresores y los inhibidores de olor de última generación. No es una alfa cualquiera.

—Ni ella, ni su hermano —agregó Fury.

 

Nick había estado investigando a los Strange desde que estos aparecieron “mágicamente”, luego de la muerte de su padre (del que ni siquiera se recuperó el cuerpo). Algo raro sucedía con esa familia, no solo era el hecho que Víctor Stephen era una copia perfecta del difunto doctor, era otra cosa, algo que el espía pensaba descubrir.

 

 

Continuara…

 

 

 

 

Lamento la demora, espero les gustara el capítulo.

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).