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No es solo una noche mas por YalD

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Notas del capitulo:

Pos... espero y le guste este fic... que no deberia de publicar hasta avanzar el otro que tengo... pero mi impuso de idiotez me gano u.u, espero que lo disfruten :3

Puede haber muchas formas de amar, otras de odiar y algunas de haber amado con el corazón, mas nunca sabremos cuándo la vida puede quitarte lo que más aprecias en este mundo.

Era una mañana cálida en la ciudad Whole Cake, en esta ciudad las casas eran muy diferentes, unas grande, otras chicas o también tenían un algo que las hacia diferente de las demás, pero había una en especial, una pequeña casita color violeta y esta se encontraba entre una casa rosada y una casa color marrón. El dueño de esta casita violeta era un poco descuidado con su vida, faltaba a clases, a veces ni llegaba a su hogar pues era el único que vivía en esa pequeña casita, sus hermanos lo dejaron a su suerte al momento que supieron que él era muy diferente a ellos eso los llevo a que lo trataran como una molestia o carga para la familia, nunca vieron por él y jamás le prestaron atención. Este pequeño desamparado tampoco sabía de su condición “especial” y al cumplir sus 16 años de edad se fue de su hogar todo para no seguir dándole molestias a sus hermanos, mas había una de sus hermanas que aun con todos sus defectos lo seguía queriendo tal y como era, a él no le importaba el amor que su hermana le ofrecía ya que este buscaba otro tipo de amor entre los brazos de otras personas y está de más decir que lo encontraba entre los hombres.

Así es Cracker un chico de 16 años que le encantaba husmear entre las sabanas de otros hombres ya que le daba asco estar con las mujeres, a la única que podía soportar era a su hermana Smoothie quien velaba por él, la única que se preocupaba por su bien, pero para el pelimorado era un fastidio que su hermana viviera alado de este, no le gustaba tener a su familia cerca después de todo el daño que le habían hecho, aunque no todo es de color de rosas y menos con nuestro pequeño protagonista.

Una noche Cracker había salido de su casa buscando otra persona con la cual divertirse ya que al día siguiente entraría a clases y por lo que le habían comentado tendría un nuevo profesor de química o de matemáticas, no le importaba el solo quería despejarse esa noche, comenzó a indagar entre los callejones, zonas de prostitución, bares, puertos, carreteras, mas no encontraba a una persona u a ese alguien que captara su atención, estaba por rendirse y exhausto se sentó en la fuente que estaba en el centro de la ciudad, recargo ambos codos en sus rodillas y su barbilla se posaba en las palmas de sus manos expulso aire y cerro sus ojos esperando a que algo extraordinario pasara.

 

– Vaya… nada bueno hay en estas noches tan solitarias – Decía cansado y aburrido

 

Tardo una hora ahí sentado en la fuente, cabeceaba por el cansancio que traía, dispuesto a irse se levantó y comenzó a caminar rumbo a su casa, estaría esperando la reprimenda que le daría su hermana cuando llegara, pero poco le importaba, entro por un callejón para llegar un poco más rápido a su hogar, pero como el chico es también despistado no se fijó que alguien lo estaba persiguiendo, volteo a ver un poco a sus espaldas y vio a una persona muy alta que lo estaba siguiendo, avanzo con paso presuroso mas al estár muy distraído que choco con algo o alguien, elevo su vista observando a una persona muy alta con el cabello entre amarillo y anaranjado. 

 

– Hola niño… parece que estás perdido… ¿Podemos ayudarte? – Sonrió ladinamente el hombre, paso una de sus manos sobre el hombro del menor volteándolo mientras caminaba quedando en medio del oscuro callejón – Dai, parece que este pequeño está perdido, que tal si lo ayudamos – 

 

– Sera una buena idea Oven – Se acercó peligrosamente quedando frente al menor y el mayor.

 

– Y… yo solo quiero regresar a mi casa… y puedo hacerlo solo – hizo una reverencia para tomar devuelta su camino

 

– No pequeño – el rubio con argollas lo volvió a tomar, su mano viajo a la barbilla del más bajo haciendo que este lo observara – Pero no llores te divertirás mucho… mi hermano y yo te atenderemos muy bien –

 

– Así es enano – Lo jalo con brusquedad rodeando la cintura del más bajo con su mano – Ven busquemos un lugar más como para ti y nosotros – Llevaban a arrastras al pelimorado

 

– No!, ¡déjenme en paz! Solo quiero regresar a mi casa – Daba pataletas tratando de que estos lo soltaran, aun así, recordó que estaba buscando ese tipo de entretención, alguien que lo manchara por completo, dejo de forcejear comenzando a caminar.

 

– Vaya, por fin te calmaste niño – Dijo el rubio – No te arrepentirás – Ambos hombres rodearon a Cracker por los hombros dejándolo en medio de ellos.

 

Ya se encontraban caminando en dirección a la zona de hoteles, estaban animados los hermanos, solo el menor estaba nervioso, aunque no sabía el porqué, tal vez era que estaba aburrido y solo quería llegar a su casa el tiempo de jugar se había a cavado, mas no desaprovecharía esa oportunidad de jugar con esos dos hombres que le darían algo más. Se sintió con más confianza que comenzó a hablar con los hombres, todo era tan animado entre los tres, pasado de un rato llegaron a uno de los hoteles más prestigiosos de la ciudad, se apresuraron a entran, pero en eso una persona tomo a los mayores de los hombres.

 

– Al fin los encuentro Daifuku, Oven… – Un hombre de tez morena, cabello violeta tirando a rojo, una gran bufanda cubriendo su boca que tenía dos cicatrices cosidas en ambos lados, se encontraba detrás de estos dos hombres – ¿Porque no me avisaron que saldrían? Saben, también tengo el derecho de salir con ustedes – los observaba a ambos.

– Ammm si hermano Katakuri, lo que pasa que queríamos llevar a este pequeño a su casa, se encontraba perdido – Argumentaba Daifuku.

 

– Es la verdad hermano Katakuri, solo queríamos ayudarlo ¿Verdad chico? – Fijo su vista en Cracker que solo se limitaba a agachar su cabeza – Vamos niño, estabas hablando muy bien hace rato – Comenzó a moverlo bruscamente

 

– Pues parece que es todo lo contrario – Se acercó aún más a sus hermanos y los golpeo en la cabeza – Ahora lárguense yo llevare a este chico a su casa – Solo observo como ambos mayores soltaron al menor dejándolo solo con el pelivioleta – Disculpa a mis hermanos pueden ser muy molestos y calenturientos – Observaba al menor

 

– Gracias… pero no es de su incumbencia meterse en los asuntos personales de los demás y menos de sus propios hermanos – Dijo sin mirar al moreno – Ahora si me disculpa tengo que ir a mi casa y no necesito de alguien para que me lleve… yo solo puedo hacerlo – dio un paso para atrás comenzando a avanzar, sintió como lo jalaban del brazo cayendo en los fornidos brazos del más alto, se sonrojo al sentir su cuerpo siendo rodeado con tanta ternura – O… Oiga… Suel… teme…

 

– No te soltare, así que mejor vamos a un café, yo te invito – Dicho esto lo soltó y tomo de la mano – Disculpa mi atrevimiento, pero, ¿me podrías decir tu nombre?

 

– …

 

– Vamos, solo quiero ser amigable contigo después de lo que hicieron mis tontos hermanos –

 

Penso un momento viendo que el mayor se veía confiable – Cracker… Me llamo Cracker… –

 

– Es un bonito nombre Cracker – ríe.

 

– No me importa y no quiero un café, prefiero una cerveza –

 

– Pero eres menor de edad… no puedes entrar a los bares – Levanto una ceja mientras pararon su caminar.

 

– Eso es lo de menos – Perdió toda vergüenza y jalo al mayor del brazo, pasado un rato llegaron a un bar de mala muerte – Este es mi bar favorito aquí todos me conocen cuando vengo con compañía o a buscar a alguien – Sonríe

 

– Disculpen, nece… – Vio al sonriente pelimorado – Oooh pero si es el pequeño Cracker jajaja

 

– Hola – Soltó a Katakuri abalanzándose a un pelirrojo – El moreno vio extrañado la acción del menor, que sintió una punzada en su pecho, no sabía porque, pero estaba raro.

 

– Veo que hoy trajiste a alguien diferente – El más bajo asintió

Tardaron un rato hablando en la entrada del bar hasta dejarlos pasar. El menor volvió a tomar al mayor del brazo ahora aferrándose de el con una sonrisa tierna, que para el moreno le resulto algo raro que la hiciera, aparto su vista del más bajo mirando de frente evitando que se notara su leve sonrojo, llegaron a una mesa apartada del ruido de las demás personas así en el momento en el que se sentaron llego un camarero y tomo su orden un whisky y Ron Cracker le tiro un beso al hombre y solo se dedicaba a disfrutar de la compañía del moreno mayor.

– Y dígame señor, es usted casado, divorciado, comprometido o solo anda recogiendo a niños pequeños por la calle – sonrió ladinamente

 

– Para comenzar pequeño, ni tengo pareja o estoy comprometido, solo soy un hombre que le gusta ayudar a los demás y tu enano estas en esa lista –

 

– Wooo jejeje me gusta su actitud señor – guiño

 

– Y tú eres un niño realmente confiado –

 

Pasaron un momento platicando, el tiempo suficiente como para que llegara el camarero con sus pedidos, pasaron de las pláticas tranquilas a conversaciones más serias, Cracker estaba complacido por la gran persona con la que compartiría esa noche de lujuria y perdición, unas copas más para el pelimorado y estaría lo suficientemente borracho como para ser el objetivo fácil de dicho hombre grande y dotado, por otra parte Katakuri había quedado maravillado del menor, no era como los demás chiquillos que andaban detrás de él, este era más decidido, menos maduro pero un blanco fácil. Sonrió divertido pagando las cuentas mientras de un lado colgaba Cracker todo borracho y débil. Camino unos momentos buscando un hotel el más cerca que pudiera encontrar, ya al tenerlo a la vista entro así rentando una habitación y metiendo al menor arrojándolo a una gran cama lo suficientemente amplia como para que ambos entraran y disfrutaran.

 

– Mmm… – Cracker se movía de un lado a otro, jamás había estado tan pasado de copas en toda su vida, sintió unas caricias en una de sus piernas, abrió su boca dejando escapar un suspiro – Ah…

 

– Vamos niño, no me digas que te estas arrepintiendo – se despojó de su gabardina que traía, su bufanda comenzó a caer mostrando aún más su rostro y unos colmillos que se asomaban por la orilla de sus labios – Sera una excelente noche para ambos–

 

Como si fuera una nueva experiencia para el mayor, dio vuelta al más bajo dejándolo de frente a él, acaricio su semblante tierno y delicado contemplando ese sonrojo que tenía el pequeño rostro de Cracker lo que hacía verlo aún más adorable de lo que ya era, se acercó un poco rosando sus labios con los contrarios en cuanto una de sus manos viajaba por la cintura hasta llegar a uno de los muslos para acariciárlo por sobre la ropa.

 

– Mgmm… – se retorcía entre la cama y el mayor dejando que su cuerpo diera leves saltos por esas manos que lo acariciaban con tanta delicadeza.

 

Continuo con el tacto retirando la camisa del menor para explorar esa piel clara y semi tostada que tenía, sus manos recorrían cada centímetro de esa piel expuesta bajando su boca a uno de los botones rosados de Cracker comenzando a chupar uno de esos botoncitos con su lengua que estrujaba el pezón del más bajo mientras su otra mano estimulaba el otro, miraba entre veces el rostro del menor quien estaba todo sonrojado e inútilmente tratando de contener su voz y brazos por no querer tocar al moreno, este sonrió despegando su boca del botoncito rosado mientras susurraba cerca del odio del contrario.

 

– Vamos… no contengas tu voz o no será divertido– Lamio la oreja del pelimorado para después mordisquear el lóbulo de este

 

– Ahh… No… – Mordió su labio, sacando un poco de sangre de este

 

– Te lastimaras – su vista paso al hilillo de sangre que bajaba por la comisura de esos labios – vez – acerco su lengua para lamer la parte herida, metió su lengua en la cavidad contraria

 

El menor no aguanto más su impulso ya que con sus brazos rodearon el cuello del mayor en lo que una de sus manos acariciaba los salvajes cabellos del contrario y como las piernas de este se enrollaron en la cintura de Katakuri mientras se movía de arriba abajo sintiendo la virilidad del mayor por sobre sus prendas. Los finos labios de Cracker pararon en ese ancho cuello besando y mordiéndo esa piel que estaba expuesta, lamia la mejilla de Katakuri dejando salir pequeños gemidos de sus labios, esas hiperactivas manos del más bajo se colaron por debajo de la camisa del más alto así dejándose llevar por la pasión y tocando el pecho de este jadeando bajamente en cuanto unas cuantas lagrimas salían de sus ojos, estaba perdió en tanto placer en el que se encontraba en esos momentos.

 

– Ka… takuri…–

 

– Cracker... – Volvió a tomar posesión de los labios del pelimorado metiendo su lengua dentro de la cavidad contraria así generando una lucha dentro de ella.

 

Cracker con brusquedad arranco la camisa que le estaba siendo un impedimento a la hora de seguir explorando esa piel tostada a lo cual no ignoro que su acompañante estaba bien dotado tanto en cuerpo como en otra cosa y no más de una vez estuvo pasando lentamente sus manos por sobre los pectorales de Katakuri palpándolo cada centímetro del mayor, sus manos bajaron aún más por el abdomen del moreno hasta llegar a los pantalones de este. Su rostro de pinto de carmín dejando salir un gemino más audible tocando por sobre la ropa que aprisionaba la monumental erección del contrario observando ese rostro lleno de excitación y deseo, relamió sus labios para comenzar a tocar aún más el bulto en los pantalones del mayor.

 

– Mmm…– reía al ver como Katakuri evitaba el gemir ante el toque, mas este no se quedaría atrás.

 

Katakuri tomo con ambas manos las caderas de Cracker y apretó su miembro contra el opuesto así rozando las ereciones.

 

– Ah!

 

– Eso fue por querer fastidiarme querido niño – bajo un poco el bóxer del menor liberando un poco el miembro erecto de este – Mmm veo que me voy a divertir mucho – Sonrió ladinamente engullendo en su boca el pene de Cracker.

 

– No… Ah! – antes de que pudiera negarse a lo que le estaban haciendo solo se limitó a arquear su espalda mientras con sus muslos apretaba la cabeza de Katakuri evitando que este se moviera – Aaah… – metió dos de sus dedos en su boca chupándolos en lo que su otra mano jugaba y estimulaba uno de sus pezones.

 

El más alto subía y baja de manera lenta y torturosa para Cracker quien no estaba acostumbrado a recibir ese tipo de atenciones en su parte baja ya que él es quien daba ese tipo de atenciones con su linda boquita más en estos momentos lo estaba sintiendo lo que lo está volviendo loco. Katakuri no paraba de jugar con los testículos de Cracker en cuanto su lengua jugaba con la punta del miembro del menor chupándo y mordiendo el glande de este.

 

– Voy… ah… ah! – apretó aún más la cabeza de Katakuri con sus rodillas evitando que este pudiera quitarse lo que hizo que liberara su primera descarga dentro de la boca del contrario arqueando su espalda por la actividad reciente.

 

A lo que este solo se limitó a tragar lo que podía de ese semen caliente que estaba recorriendo su boca. Una vez sintiendo que este había terminado se retiró y lamio sus dedos – Mmm… Parece que tengo que enseñarte una lección niño – se acercó al rostro del mencionado – Vas a pagar por lo que me hiciste –

 

Dio un salto notando el rostro de Katakuri y se sobresaltó aún más sintiendo su piel siendo mordida por el mayor – No!... Ah!... Es-espera, ¡duele mucho! – Se removía debajo del cuerpo del moreno clavando sus uñas en uno de los fornidos brazos de este, él que solo se limitó a cerras sus ojos por la acción del más bajo. Cracker soltó el hombro apresado por sus uñas alzándose un poco pasando su lengua por la zona recientemente aruñada.

 

– Mmm… Sigues siendo un niño malo y caprichoso – Sonrió bajando de a poco su rostro para besar la frente del menor.

 

– Qu-que… Aaah! – No termino ni de formular su pregunta ya que estaba siendo penetrado por uno de los dedos del más alto pues lo estaba dilatándolo – Aaah… mas…

 

Cerro sus tiernos ojitos dejando caer un hilillo de saliva escapando por la comisura de su boca cuando sintió que otro dedo entraba en él.

 

Katakuri hacia movimiento de tijeras agrandando la entrada del menor ya que cuando lo vio pensó que era virgen en cuanto su entrada se comprimió de gran manera al meter uno de sus dedos y este lo estaba apretando, sonrió al ver ese rostro de excitación del más bajo y como este solo se retorcía del placer metiendo otro dedo así teniendo tres de ellos en el interior de Cracker. Ya no escuchaba los gemidos ni las quejas, ahora estos se habían vuelto de puro placer, saco sus dedos escuchando un ruidito de protesta por parte del contrario ya que le había quitado los dedos. Desabrocho sus pantalones así quitándolos junto con su bóxer para hacer lo mismo con los de Cracker, se masturbo un poco, separo las piernas contrarias para mostrar la pequeña entrada del menor.

 

– Espero y estés preparado Cracker…– posiciono su falo en la entrada del menor, tomándolo de las rodillas observándolo con detenimiento y lujuria.

 

Cracker quien había visto el gran miembro del mayor jadeo al percatarse que la punta de este se alineaba en su entrada – No…–

 

Katakuri al ver la angustia en el tierno rostro crema del menor, inclino un poco su cuerpo y con su mano acaricio una de las mejillas de este para luego dejar un casto beso en los lindos y delineados labios del pelimorado.

 

– Tranquilo… no te hare daño Cracker, eres muy tierno como para que haga eso – Sonrío –

 

– No… no soy tierno – aparto su vista de Katakuri –

 

Rio al escuchar eso volviendo a besarlo iniciando a entrar en él – Mmm… se siente tan bien – apenas había entrado la punta de su miembro.

 

– Gra-grande… Hiii!… ¡m-muy grande sácalo! –

 

De sus ojitos violeta brotaron pequeñas lágrimas de dolor, cubrió su tierno rostro con sus pequeñas manitas en un tanto de muchos intentos fallidos por quitar las gotas de sus ojos. Katakuri al ver el dolor que sentía Cracker y lo no tan cariñoso que fue al entrar se acercó al rostro del menor para lamer esas gotas saladas que caían por las mejillas del contrario, beso uno de los ojos sacando más de un suspiro de esos delicados labios este solo sonrió con las pocas lagrimas que quedaban. El pelimorado ya más calmado rodeo el cuello del pelirojo, lamiendo con travesura los labios del opuesto para así después unirlos en un tierno y marcado beso el cual no desprecio el más alto, ambos se encontraban fundidos en ese fogoso beso mientras el más bajo por su parte comenzó a mover sus caderas incitando a que el más alto terminara por entrar en él, Katakuri entendiendo el mensaje y siguiendo con su labor penetrando ese pequeño cuerpecito que se encontraba entre su cuerpo y la cama, una vez que estaba totalmente adentro dio unos golpecitos con su cadera haciendo que el miembro entrara más afondo en el menor.  

 

– S-si… tan bueno… –

 

– Estas apretado Cracker… –

 

Ambos se encontraban sumergidos en la pasión carnal que esa noche les estaba ofreciendo, caricias, besos, mordidas, gemidos era lo que esa habitación y cama estaban presenciando en ese momento, Katakuri sentía como las manos del menor recorrían toda su espalda y como esas uñas se clavaban con brusquedad en su espalda dejando una que otra marca en esa morena piel tatuada. Las embestidas no se hicieron esperar, Katakuri aumentaba constantemente los golpes en el interior de Cracker escuchando un dulce chapoteo en la pelvis del mayor, bajo su cabeza para morder ese cuello dejando marcas en la piel de este y más en una zona que fuera extremadamente visible así para que las personas vieran que el ya estaba teniendo otro dueño, sonrió divertido levanto su cuerpo sosteniendo las caderas del más bajo con ambas manos así dando estocadas con más fuerza y el cuerpo contrario un poco elevado.

 

– Ugh! – apretó las sabanas jadeando sonoramente en la habitación – Ah!... Y-yo –

 

– Hazlo – inclino su cuerpo abrazando al contrario hasta la cintura dejando posar su cabeza en el pecho del menor – estoy en mi limite Cracker… –

Solo bastaron solo unos movimientos de cadera más para que así Cracker se corriera en los abdómenes de ambos dejando que Katakuri oyera ese estupendo y placentero gemido de placer al llegar a su segundo orgasmo, a lo cual el mayor no se quedó atrás corriéndose minutos después dentro de ese apretado interior expulsando todo su caliente semen en este, el suficiente como para que este comenzara a desbordarse por la orilla de la entrada del más bajo, este solo respondió abriendo sus ojos de golpe dejando que sus piernas comenzaran a temblar por la actividad recientemente echa. El más alto dejo caer ese cuerpo exhausto, salió del interior del menor con un hilillo de semen saliendo de dentro de este.

 

–  Aaah… fue lo mejor que he sentido en toda mi vida –  paso su vista al pelimorado el que yacía hecho un bollo en la cama – Mmm lindo – se acercó acostándose a lado de este, lo tomo para subirlo a su cuerpo y tomar las sabanas para tapar a ambos, acaricio los cabellos de este y beso la frente del menor –  Espero y volvamos a encontrarnos nuevamente… – abrazo el pequeño cuerpo con ternura cerrando sus ojos de apoco entregándose al sueño y una noche de pasión que era el comienzo de algo nuevo.

 

A la mañana siguiente Cracker iba caminando a cómo podía a su escuela sus caderas dolían como el demonio, maldecía una y otra vez el no haberse despertado temprano para ver si podía encontrar a ese sujeto que lo dejo en ese estado, solo encontró una nota con el número de teléfono de este el cual solo guardo dejándolo dentro de su mochila.

 

– Maldito… si algún día te vuelvo a encontrar no te la vas a acabar –

 

Entro al gran edificio e igual las escaleras las subió con ayuda de unos cuantos amigos que ya sabían el porqué de ese caminar del menor, ellos solo lo molestaban a cada momento burlándose y caminando como el, paso un tiempo entre burlas y risas que habían llegado al salón correspondiente, Cracker entro y con mucho cuidado tomo su asiento hasta los lugares de atrás, se quedó viendo a la ventana viendo los pájaros pasar, la campana sonó dejando que su maestro ingresara en esos momentos al aula.

 

– Buenos días alumnos, yo seré su maestro de matemáticas e química – escribió su nombre en el pizarrón con una tiza – Mi nombre es Katakuri, espero llevarme muy bien con ustedes – dio la vuelta

 

Y como si fuera un balde de agua fría el nombre de su profesor calo hasta lo más profundo de su hueso haciendo que las zonas que esas grandes manos tocaron comenzaran sentirse calientes – Katakuri… – hablo volteándolo a ver

 

El mencionado alzo su vista viendo al menor – hola Cracker –

 

Ambos, alumno y profesor se veían fijamente mientras los demás alumnos tenían la gran duda de como ese par se conocieron.

Notas finales:

Espero que les gustara y tu! su tu! la que su nombre comienza con R!... te estare vigilando 

Gracia por leer :3


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